Las chicas de la clase de francés (15)

Se fue acercando, no sabía de qué iba a hablarle, ni qué pensar, ni como saludarle… sólo se estaba dejando llevar por sus pasos, pensando en tantas cosas que al final no podía pensar en nada.

Toni: La Estrella Polar está hacia allí –señalando a la dirección contraria hacia donde miraba Marian.

M: Es probable. Soy pésima con la astronomía.

T: Ni astronomía ni billar. Seguro que con algo eres buena…

M: -girándose a ver quien le hablaba- ¿Nos conocemos? – Toni era un chico alto, corpulento pero no gordo, con el pelo castaño y los ojos verdes. No sería el más guapo de su pandilla pero no era feo. No se le veía maldad alguna en su cara.


T: No, perdona. Mi nombre es Toni, ¿el tuyo?

M: Marian.

T: Encantado Marian. –Se acercó a ella para darle dos besos. En ese momento Marian se puso nerviosa, si bien es verdad que en tres meses había conocido a mucha gente, ningunas circunstancias habían sido como esta, con tanta calma y tanto silencio como ahora. Ese chico parecía realmente encantador, y su presencia le estaba intimidando-.

M: Encantada yo también. ¿Y qué has venido a hacer aquí? Hace frío…

T: Si te digo que te he seguido no me denunciarás por acoso, ¿verdad?

M: Tranquilo, no sé el suficiente finés como para ir al policía de a bordo y poner una denuncia. Además, no me pareces un loco ni un acosador, así que tranquilo. –Le dijo con una sonrisa cómplice-

T: Jajaja, bien…

M: ¿Estás estudiando?

T: Estoy haciendo prácticas de empresa, en Tampere. Me queda muy poco para acabar la carrera. ¿Tú?

M: Estoy haciendo un máster para especializarme un poco, en Helsinky…

T: ¿Qué estudiaste?

M: Magisterio infantil.

T: Vaya, así que maestra… Ingeniero y maestra, no suena mal, ¿no?

M: Jajaja bueno no, algún guionista de Hollywood sería capaz de inventarse alguna historia a partir de un ingeniero y una maestra, se ha visto de todo ya...

T: Oye, ¿y como que estás aquí toda solitaria y no estás con tus amigas pasándotelo bien?

M: Me apetecía venir a pensar un rato y a relajarme.

T: Seguro que a pensar en tu novio…

M: No si eh… novio… no tengo.

T: Vaya, cuanto me extraña. Se te vé buena chica y… eres my guapa! Es raro que no estés con alguien.

M: -Que seguía nerviosa con la presencia de ese chico y más después del cumplido- Eh… me voy a ir si no te importa, estoy cogiendo frío.

T: -Un tanto desolado- De acuerdo...

M: Encantada de conocerte, Toni

Dijo esto mirándole a los ojos. Se acercó a darle dos besos, momento que Toni aprovechó para posar sus manos en su cintura, en señal de proximidad. Se quedaron unos segundos así, Marian con su mano posada en el brazo de él. Segundos que parecieron horas. Toni se acercó a Marian y le dio un corto pero intenso beso en los labios. Marian se libró con sutileza de los brazos de ese chico y salió a paso ligero sin decir nada.

T: -Alzando la voz- Un placer conocerte, Marian!!

M: -Sin darse la vuelta pero no queriendo quedar mal del todo- Igualmente!!

Marian llegó a la discoteca del barco y pidió una copa doble. No sabía que le acababa de pasar, se sentía mal porque se había sentido a gusto con ese chico. Era algo extraño, así que necesitaba distraerse con sus amigas y unos bailes. Durante la noche vió algunas veces a Toni, que también estaba en la discoteca con sus amigos. A veces se cruzaban sus miradas y Marian trataba de esquivarla constantemente. Menos en un momento, que no pudo evitar dejar de mirarle porque se estaba acercando a ella peligrosamente y estaba paralizada. Cuando pasó por al lado suyo, sacó del bolsillo de su pantalón un papel y sin decir palabra cogió con mucha suavidad la mano de Marian, le dio el papel y siguió su camino, mostrando una sonrisa tímida que Marian no supo o pudo responder. Abrió el papel y leyó lo que decía “Mañana a las 12 en la cafetería del barco. Concédeme tan sólo un café, porfa”. Lo escondió en su bolso y siguió bailando, pero lo hacía por inercia, no estaba concentrada en la música, ni en sus amigas, ni en pasárselo bien… tan sólo pensaba en esa cita que le había propuesto Toni.

Poco después se despidió de sus amigas, realmente no estaba disfrutando mucho en la discoteca así que mejor irse a la cama… No paraba de pensar, en Raquel, en Toni, en ese fugaz beso, en la conversación que había tenido días antes con Carmen sobre la infidelidad,… su cabeza estaba a punto de explotar. Con tanta tensión se quedó dormida en su cama sin haber tomado una decisión sobre si acudir o no acudir al café. Durmió pocas horas, abrió el ojo a las 10 y se quedó sentada en la cama pensativa; planteándose si debía ir a esa cita o no. Después de darle muchas vueltas… a las 12 estaba entrando por la puerta de la cafetería y vió a Toni sentado en una de las mesas.

Se fue acercando, no sabía de qué iba a hablarle, ni qué pensar, ni como saludarle… sólo se estaba dejando llevar por sus pasos, pensando en tantas cosas que al final no podía pensar en nada. De repente estuvo delante de la mesa y Toni se levantó de la silla para darle dos besos.

T: Buenos días. Hasta las ojeras te sientan bien.

M: -con una sonrisa nerviosa- Bah que dices, si me llegan hasta los pies. Buenos días a ti también. ¿Llevabas mucho rato esperando?

T: No, he llegado hace nada. ¿Qué quieres? Voy a ir a pedir…

M: Una Cocacola por favor.

T: Ok.

Toni fue hacia la barra y volvió con dos cocacolas. Al sentarse en la mesa empezaron a hablar. El chico no era para nada empalagoso, al contrario, era muy agradable hablar con él. Se le veía con la cabeza bien amueblada y un chico muy inteligente. Marian fue relajándose a medida que pasaban los minutos, hablaban de cosas triviales, de la crisis económica, de la dificultad de sus carreras, de sus aficiones, se estuvieron contando anécdotas… Realmente parecían dos amigos cualesquiera. No obstante, Marian no dijo nada de su relación con Raquel. No porque se lo quisiera ocultar, sinó porque simplemente el tema de las relaciones no salió, así que no la mencionó. Antes de despedirse Toni propuso algo:

T: Oye! Antes de que te vayas! Esta semana que viene me darán unos días libres en la empresa y voy a hacer una ruta con mis amigos, y hacia finales de la semana teníamos pensado llegar a Helsinky. ¿Nos harás una visita guiada? Seguro que ya te conoces bien la ciudad…

M: Claro!! Por supuesto!! Os llevaré a sitios chulos que he ido descubriendo.

T: Hecho, pues… ¿me das tu móvil? Así estamos en contacto…

M: Vale, mira apunta, es el ………

T: Ok gracias, pues estamos en contacto. Un placer hablar contigo Marian, me ha encantado este rato.

M: A mi también! Se me pasó el tiempo volando… Nos vemos a finales de la semana entonces!

Se despidieron con un beso en la mejilla, en una situación mucho menos tensa que la de la noche anterior. Marian había conseguido relajarse delante de ese chico. Su forma de presentarse bajo las estrellas le pilló desprevenida pero después de estar pensando por la mañana en su cama había conseguido ver las cosas con un poco más de distancia, y después de la conversación en la cafetería se había conseguido relajar del todo, había estado muy a gusto hablando con él y aunque en ningún momento habló de su relación con Raquel, tampoco le mostró que fuera a estar abierta a una relación; simplemente le trató como a un chico más con el que podría tener una amistad… su amor por Raquel era demasiado grande como para sucumbir a los encantos de este chico guapo y educado que se le había cruzado en su camino.

El barco llegó al puerto de Helsinky el domingo por la tarde y un rato después Marian ya estaba en su piso. Al entrar, Carmen salió de su habitación ligeramente despeinada y con una camiseta grande, haciendo de camisón. Se había pasado todo el fin de semana en casa con una conquista que había conocido el viernes por la noche. Salió de la habitación guiñando un ojo con una sonrisa de triunfo y haciendo un gesto de “OK” con los dedos.  Se acercó a Marian y le dijo al oído:

C: Vaya finde nena, menos mal que no estabas. Ha ardido Troya!

M: Jajaja, me alegro. Por tu cara ya das pistas. Se te ve como nueva para empezar la semana.

C: Vaya máquina…

En ese momento, un chico alto de unos 30 años vestido con vaqueros y camiseta blanca ajustada salía de la habitación. Tenía aspecto de ser finés o por lo menos escandinavo, con un cuerpo envidiable; un chico al que le quedaría bien hasta un saco de patatas. Carmen le presentó a Marian y luego se despidieron con un largo beso al lado de la puerta, muestra diminuta de lo que habría sido el fin de semana, metidos en esa habitación.

C: Y bien, ¿tu fin de semana?

M: Bien!! El sábado estuvo muy bien, hice de todo con mis amigas… ese barco es como un centro lúdico!! Es una pasada… Pero bueno, por la noche…

C: ¿Qué pasó por la noche Marian? –Temiéndose lo peor-

M: No no! No pasó nada! Bueno a ver, así como de la nada apareció un chico supermajo que bueno, supongo que tenía intenciones conmigo… pero era muy educado, no era el típico moscón.

C: Ahá…

M: Pero bueno, el chico me dio un beso

C: En la boca –le interrumpió-

M: Sí sí, pero yo me aparté en seguida y me fui eh!?

C: Aaa… -con cara de incredulidad-

M: Carmen, en serio! –Riendo nerviosa- Me fui a bailar con mis amigas…

C: Bueno, entonces zanjado, no?

M: Mmm…

Marian le acabó de explicar lo de la quedada en la cafetería, y lo de que se verían esta próxima semana para enseñarle Helsinky a él y sus amigos.

C: Bueno, está visto que al chico le gustas, porque con la tontería te va sacando momentos para verte... y así sin conocerte y sólo después de haberte visto… Vamos, le gustas, de manual.

M: Sí pero yo no quiero nada con él! Yo quiero a Raquel! Y he pensado mucho estos días y… si mi tengo que dejar el dinero de la beca en pilas para el vibrador me lo dejo, pero ese va a ser mi único compañero de cama hasta que la vea.

C: Bieeeeen!!! –Con la cara de quien logra por fin convencer a alguien-

M: Pero bueno, igualmente le acompañaré por Helsinky cuando venga con sus amigos… Y si en algún momento intenta algo-

C: Que lo intentará –la interrumpió-

M: Pues le pararé los pies y le hablaré de Raquel.

C: Lo que no entiendo es que viéndole las intenciones, no le dijiste que tenías novia.

M: Ya… no sé, el tema no salió… y tampoco quería decirlo yo así sin más, no sé, no es mi estilo.

C: Bueno, lo importante es que TÚ tengas las cosas claras…

M: Sí… Oye, estoy derrotada. Voy a hablar un rato con Raquel por Skype y me voy a ir a dormir, ok? Y tú deberías hacer lo mismo,… seguro que Jukka te ha dejado rendida.

C: Mmm… sí, creo que un poco sí!

Marian se fue para su habitación y después de pegarse una ducha rápida se conectó para hablar con Raquel, que ya estaba esperándola al otro lado de la pantalla.

M: Hola amor!!!

R: Holaaaa!! ¿Qué tal tu fin de semana?

Marian le estuvo hablando sobre el barco, que a ella le hubiera encantado, que estuvo jugando al billar y después de una partida pésima casi ganó, y que… un chico había intentado ligar con ella.

R: Vaya, si es que ya sabía yo que te tenía que atar corta! Que no te puedo dejar sola… -en tono de broma-

M: ¿No te enfadas?

R: Bueno,… dices que lo intentó, pero… no pasó nada, ¿no?

M: No… bueno, me intentó besar, pero en seguida me fui…

R: Ah, vaya… Pero no le dijiste que tenías novia?

M: Eh… bueno, dio por supuesto que tenía novio, y yo le dije que novio no tenía.

R: Ya.

M: Sí sí, lo sé, debería haberle dicho que tenía novia… pero no volvió a salir el tema.

R: No volvió? Hablasteis mucho o qué?

M: Mmm… bueno, estuvimos tomando algo también esta mañana…

R: -Con poca paciencia- Ya, y fuisteis felices y comisteis perdices, no?

M: No, mira Raquel. Este chico, hablando claro, era un partidazo, cualquier chica que lo dejara escapar sería tonta. Pero yo no he visto nada en él más que una amistad. Él que quiera lo que quiera, que yo ya le pararé los pies si pasa algo.

R: “Si pasa algo”… vamos, ¿encima os vais a volver a ver??

M: Aahhhhhg mierda!!! Es que no sé para que te hablo de esto.

R: Yo tampoco… las dos seríamos mucho más felices si no hubiera salido el tema, yo sería feliz en mi ignorancia y tú no tendrías que estar matándote para calmarme, porque de verdad es que últimamente te estás luciendo.

Después de un silencio incómodo de unos minutos en los que seguían conectadas pero ninguna hablaba… Marian, con los ojos inundados en lágrimas, provocadas por todo el estrés y nervios que había estado acumulando desde la noche anterior, volvió a hablar.

M: Lo siento, debería haberle dicho que tenía novia desde el primer momento y a lo mejor así hubiera dejado de insistir.

R: No no Marian, no llores… lo siento yo por ser tan insegura y pagarlo siempre contigo. Además has hecho lo que te pedí en todo momento, este fin de semana podría haber pasado algo entre tú y ese chico, y doy gracias que no pasó nada, pero más agradecida estoy de que me lo cuentes.

M: Me alegro de que esté arreglado cariño. Te juro que tengo las cosas muy claras, te quiero sólo a ti,¿entendido?

R: Mmm… -su cara seguía seria, pero tan sólo bromeaba-

M: Mmmm???

R: Que sí tonta!!! –Sonriendo al fin-

M: Y bien… ¿qué tal tu fin de semana?

Raquel le estuvo contando sobre su fin de semana, no había sido nada del otro mundo, había librado pero se había quedado en su ciudad de residencia porque la novia de Lucía había organizado una fiesta para celebrar su cumpleaños.

R: Oye, por cierto, hablando de celebraciones… ya sabes que pasa esta semana, ¿no?

M: Mmm… bueno… a ver… vaya, hace seis meses que me concedieron esta beca!! Pero, así que me acuerde, nada más, no?

R: -Disimulando su decepción- Eso es!!! Y bien contenta que estás con este máster, ¿no?

M: Sí sí, me está yendo muy bien y además aquí lo estoy pasando en grande.

R: Sí sí… Oye, que va siendo tarde, ¿qué tal si apagamos y nos vamos a dormir?

M: Me parece correcto. Estoy rendida, y seguro que tú con la fiesta de anoche tampoco dormiste mucho …

R: No... Y mañana trabajo.

Después de despedirse apagaron sus respectivos ordenadores. Marian se acostó pensativa, había sido un fin de semana intenso, pero lo que le carcomía en ese momento era que Raquel hubiera preguntado qué se celebraba esa semana… el hecho que te concedan una beca está muy bien, pero tampoco es como para marcarlo en el calendario… Pensando y pensando se quedó dormida. Le esperaba una semana movida, algún trabajo por entregar, la visita de Toni y… una visita sorpresa.

Al mismo tiempo, Raquel también se había metido en la cama, algo decepcionada porque su novia no se acordase de que al siguiente fin de semana celebraban un año de novias. Se lo perdonaba porque suponía que al cambiarle la vida tan rápidamente y con tantas cosas nuevas y tanto trajín, se pierde rápido la noción del tiempo y no se sabe muy bien en qué día se vive. A ella le sucedió algo parecido cuando aterrizó en esa ciudad para empezar a trabajar en la clínica. Pero aún así, le seguía sabiendo mal que Marian no tuviera esa fecha grabada a fuego en la mente, cosa que a ella sí le sucedía.

La semana fue pasando a velocidades distintas para las dos; mientras que a Raquel se le hizo eterna, deseando que llegara el fin de semana para estar con su novia, a Marian, entre tanto estudiar y alguna que otra minifiesta se le pasó rápida, como cualquier otra. Raquel sólo había podido cambiar el turno a gente que lo quería cambiar esa misma semana, así que durante esos días le tocó doblar y pasar muchas horas seguidas en el hospital. Como no le había dicho nada de nada a Marian, tampoco le comentó nada de estos horarios maratonianos, los cuales no le dejaron tiempo para conectarse y hablar con ella ni para enviarle un email de cómo le iban las cosas.

Marian, que a pesar de su poco tiempo libre, siempre sacaba un rato para hablar con su chica, estaba preocupada por la ausencia de Raquel esa semana. ¿Y si estaba enfadada porque no había recordado algo importante que había que celebrar? ¿Y si realmente seguía mosqueada por lo de Toni? O igual le había pasado algo… un accidente…

El jueves, esperando a que Raquel se conectara, Marian vio a su amiga Tati conectada y mientrastanto se puso a hablar con ella. Hablaron de varias cosas hasta que …

T: Ay nena… este fin de semana son las fiestas de la ciudad… las primeras que celebramos sin ti… Te vamos a echar de menos!!

M: ¡Es verdad!!… Me encantaría haber ido pero tía es que estoy liadísima.

T: Ya ya, entiendo… pero pensaba que estas fiestas eran especiales para ti sobre todo desde el año pasado…

M: ¿Qué pasó el año pasa…? Mierda!!!!!!!!!!!!!!!!!!

T: ¿Qué pasa? No me digas que no te acordabas…

M: Tía, soy un desastre!!! –Llevándose las manos a la cara- Una egoísta, una puta egoísta que sólo piensa en mí. Cualquier día Raquel me manda a la mierda.

T: Tche tche tche!! Cálmate!!! ¿Me quieres contar qué pasa?

M: El otro día me preguntó si no me acordaba de qué se celebraba esta semana… y yo le salté con que si me habían dado la beca hacía seis meses, y no me acordaba para nada de esto…

T: Ups…

M: Y esta semana no hemos hablado. Seguro que está mosqueada…

T: A ver, tranquilízate. ¿Estás segura que no habéis hablado porque está enfadada? Mira que te conozco y tú te montas muchas películas eh!

M: Bueno, si no, ¿porqué?

T: No sé, igual está liada, igual se le ha ido la conexión de internet, igual yo que sé!! Pueden ser mil cosas! Pero tranquilízate.

M: Tengo que hablar con ella. Mierda!! Y hoy tampoco parece que se vaya a conectar…

T: A ver, tú ahora vete a dormir …

M: No sé si podré… además, mañana…

Le estuvo contando acerca de lo que había sucedido con Toni, y que mañana iba a enseñarle la ciudad a él y sus amigos. Después de despedirse de Tati lo hizo de Carmen, que el viernes no la vería en todo el día ya que madrugaría para hacerle de guía a Toni y el fin de semana Carmen iba a pasarlo con Jukka.

Raquel se había acostado muy muy temprano, ya que esa semana de tanto trabajo seguido le había dejado K.O. y quería estar fresca para ese fin de semana.

A la mañana siguiente, Marian había quedado que se encontraría con Toni y sus amigos en la estación de tren, por poner un lugar fácil de encontrar para los forasteros. Esperaba encontrarse a un grupo de unos cinco chicos pero cual fue su sorpresa al ver que sólo estaba Toni…

M: Hola –saludando casi sin interés y presa del pánico al ver que sólo estaba él- ¿y el resto?

T: Hola. No han podido venir… pero no te importa, ¿no?


Ayyyyy cuanntas opiniones sobre la fidelidad!! Muchas gracias x todos los comentarios y las valoraciones!! Me gusta me gusta crear debate... :)

Adi, tranquila, gástate tus ahorros en otra cosa que no sean unos matones... o esperate un capitulo más para decidirlo!!! Muajajaja!!!

Nahomy (que raro llamarte así jajajaja), deja al Titanic en paz, que seguro que si se hubiera hundido este barco, en la mesa de billar habrían cabido Marian y Toni... jajajajajajajaja.

Y al resto que habeis mostrado vuestra opinión... que quede claro que la autora no es partidaria de la infidelidad... pero... es que sinó el relato es muy aburrido, no?? jajajaja.