Las chicas de la aldea y mi primera experiencia.

Mis padres me llevan a una verbena en la aldea de mis abuelos a mi aire y me encuentro con 3 chicas de mi edad muy experimentadas para mi haciéndome una encerrona.

Era una tarde de verano aburrida en la aldea de mis abuelos para mi. Todos los veranos me hacían pasarme allí mínimo 1 mes por eso de ser familia y tal. Y yo que era muy joven estaba amargado en casa pensando en que estarían haciendo mis amigos de toda la vida mientras yo no estaba con cierta envidia.

Mis padres (también hasta el gorro de aguantarme seguro) vieron en el periódicos que esa noche había un concierto de música folk (que les encantaba) cerca de allí. Después de una corta conversación entre ellos decidieron ir y llevarme. "A ver si así sales un poco de casa, dejas de aburrirte tanto y conoces a chavales de tu edad" me dijeron con cierto tono de enfado por su parte de que me quejara tanto.

A mi no es que me apeteciera mucho ir a un concierto con ellos en un lugar donde no conocía a nadie, pero la verdad que tampoco era mucho mejor plan quedarme en casa otra noche con un internet que no tira ningún videojuego y que si quieres ver una película por la noche deberías ponerla a descargar por la mañana y rezar que no hubiese ningún error en la descarga. A pesar de todo no tenía elección, yo todavía era un crío y mis padres manejaban mi vida.

Entonces cenamos y nos metimos todos en el coche camino al concierto. Mis padres me dieron 20 euros y me dijeron: "Ala, vete a tu aire un rato y nos vemos aquí mismo cuando acabe el concierto. Vete a los coches de choque o cómprate unas gominolas por ahí si quieres" Yo me quedé algo cortado por allí solo, aunque por lo que se veía tampoco había mucha gente de mi edad, la mayoría eran o ancianos o gente de 50/60 años con sus hijos de menos de 10, nadie con los que relacionarme en resumen. Hasta que vi a 3 chicas de mi edad cerca de la barra donde se pedían las bebidas. Me estaban mirando las tres y riéndose por lo bajo. Tras un rato de cuchicheo entre ellas decidieron acercárseme a hablar:

  • Hola chico ¿Cómo te llamas?

  • Hola, soy Juan ¿Vosotras?

  • Hola Juan, yo soy Jenny ¿Eres de por aquí? Porque no nos suenas.

  • No, no soy de aquí pero mis abuelos si y en verano me paso por aquí.

  • Ah ya nos parecía, yo soy Lucía ¿Quieres un poco? -dijo ofreciéndome de su vaso.

  • No gracias.

  • No me digas que no bebes- dijo entre risas.

  • No.

No voy a decir la edad exacta que tenía porque si no esta página no me deja publicar el relato pero en mi pueblo era normal no beber todavía a esa edad.

  • Pues hazme caso, beber es la mejor decisión que puedes tomar. Por cierto yo soy María. Acabo de empezar a beber este verano y me ayuda a olvidar...

  • Encantado María ¿A olvidar qué?

  • Es que la dejó su novio, pero nosotras creemos que fue mejor así. ERA UN PICHAFLOJA. -dijo Jenny

  • ¿PERO TE QUIERES CALLAR? -le dijo María roja como un tomate y agarrándola del brazo.

  • ¿Qué? Es cierto ¿A qué si Lucía?

  • Bueno, algo de razón si que tiene Jenny.

  • ¿Y VOSOTRAS QUE SABRÉIS?

  • Además se comenta que no...- dijo mientras hacía el gesto de follar.

  • DEJAD DE INVENTAR YA- les dijo María apartándolas de delante mía por el brazo.

Aprovecho este inciso para describirnos a todos. Yo era un chaval moreno, alto y bastante definido a mi edad porque jugaba en un equipo de fúbtol. No era un don Juan pero nunca me faltaron chicas detrás. Jenny era una chica más morena que yo parecía gitana, con rastas rubias, bajita y con buenas curvas sobre todo en la delantera. Lucía era muy alta, incluso más que yo, muy palida, rubia con gafas, bastante plana (aunque era normal a esa edad si era tan alta) y tenía pinta de ir fumada incluso. María por su parte era pálida pero ni de lejos tanto como Lucía que parecía casper, algo menos alta que yo pero por ahí andaríamos, un pelo moreno precioso y cara de inocente que incluso destacaba más al lado de las otras dos que tenían pinta de ser dos delincuentas de cuidado.

Tras una charla entre las 3 alejadas de mi (supongo que para acordar no hablar más del ex de María delante de mi) se acercaron de nuevo y me empezaron a hacer las típicas preguntas: "¿Cuántos años tienes", "¿Dónde vives?", "¿Sacas buenas notas?", "¿Tienes novia?"...

Tras estas preguntas la conversación se fue metiendo más en terrenos sexuales y a mi me incomodaba algo ya que a mi edad no se hablaba apenas de eso y menos con unas chicas que acababas de conocer aquella noche.

  • Y tú... ¿Eres virgen? -me preguntó Jenny.

  • Bueno, yo...

  • Porque esta si. -me salvó de responder señalando a María.

  • ¿PERO TU ERES GILIPOLLAS O QUÉ TE PASA?- le gritó María roja como un tomate volviéndola a agarrar del brazo.

  • ¿QUÉ? ¿ACASO NO ES VERDAD? POR ESO TE DIJE QUE TU EX JOSE ERA UN PICHAFRÍA, ES MEJOR QUE TE DEJASE.

Ambas empezaron a medio pelearse y Lucía me dijo:

  • Tranquilo, siempre están así. A Jenny le gusta meterse con todo el mundo y meter el dedo en la herida y María es muy sentimental y muy tímida y le da vergüenza que Jenny ande diciendo esas cosas de ella. Tu pareces un buen chaval, quizá encajes con María.

Yo asentí y me callé porque estaba algo cortado. En ese momento no era consciente de lo que quería insinuarme Lucía todavía.

Tras la pelea que tuvieron volvierona donde Lucía y yo

  • Bueno chavales, pasadlo bien. Nosotras vamos a por otra bebida eh.- dijo Jenny entre risas.

  • Anda Jenny, deja de meterles presión que eres muy mala. -le susurró Lucía.

  • A POR ELLA LEÓN. -se escuchó unos minutos después un grito de Jenny a lo lejos.

Nos habían dejado solos y después en casa en frío solo se me ocurrieron dos razones coherentes: que quisieran que María tuviese intimidad conmigo (ya me entendeis) o que fuesen a comprar porros porque la verdad que Lucía parecía fumada desde el principio de la noche y quizá se le acabaran.

  • ¿Damos un paseo? - me dijo María a la que parecía habérsele marchado toda la vergüenza.

-Sssi... -dije muy cortado.

La verdad es que yo por aquel entonces era virgen. Me había besado con varias chicas pero la verdad en mi pueblo era normal ser virgen a esa edad, cosas que allí donde estaba no parecía.

Fuimos dando un paseo con conversaciones bastante profundas (sobre todo por parte de ella, yo me limitaba a escuchar y aconsejar) hasta que llegamos a una piedra bastante grande.

  • Si quieres podemos sentarnos aquí y ver las estrellas.

Nos sentamos encima y ella se puso muy cerca de mi.

  • ¿No te parecen bonitas? -me dijo.

  • Si y con el cielo despejado se ven a la perfección.

De repente me cogió de la mano y me miró a los ojos. Yo me puso muy nervioso pero intenté no reaccionar a ese gesto. Unos segundos después se sentó en mi regazo. Y yo no sé si de los nervios o qué me empalmé un poco, es decir, no la tenía dura del todo pero estaba ya algo morcillona.

  • Oye ¿Qué te parece si...- dijo mientras iba bajando su mano hasta mi polla.

Al llegar a ella, me la agarró un poco y empezó a meter su mano por dentro de mi pantalón.

  • María... Estamos en el medio del bosque y si vuelven tus amigaAAAAS- acabé la frase gimiendo un poco ya que había colado su mano por debajo de la cinta de mis calzoncillos y ya me la meneaba poco a poco.

Yo lo estaba gozando que daba gusto. Era mi primera experiencia sexual en mi vida y me estaba pasando con una tía que acababa de conocer esa noche, en el medio de un bsoque, sus amigas podían volver en cualquier momento y mis padres estaban en un concierto cerca de allí.

  • Oye, siento que no podamos ir a más pero yo soy virgen y no quiero que esta sea mi primera vez aquí en una roca en el bosque... Pero tú toca lo que quieras.

Yo ni corto ni perezoso le agarré el culo (bastante bueno para su edad) y le agarré una teta que estaba colgando hacia mi de manera bastante torpe ya que era mi primera vez con eso tb. A pesar de todo debí acabar acertándole con el pezón ya que luego soltó un pequeño gemido. Ella acabó por sacarme la polla para fuera y dejar de masturbarme por debajo del pantalón para haceerlo por fuera.

Yo que era novato en todo eso y ante tal grado de excitación acabé corriéndome y ella lamió el semen que salió de allí bastante habilmente para ser virgen.

  • De esto ni una palabra a mis amigas ¿eh? Que como se entere Jenny no para de putearme nunca.

  • Claro, claro. -dije aún cortado después de lo que acababa de pasar.

Seguimos caminando de vuelta al punto de donde habíamos salido y nos encontramos con sus amigas:

  • ¿Como fue bribón? -dijo Jenny gritando.

  • Normal. -dije algo nervioso, aunque creo que no se me notó.

-¿Normal? ¿Pero ni os liasteis?

  • Jenny, que tu te tires al primero que pasa no quiere decir que yo también lo haga. -le dijo María.

  • Ya, porque tu eres una mojigata. Quizá si que encajabas bien con tu ex.- le respondió Jenny.

  • Prefiero ser una mojigata que una puta.

Con lo que volvieron a empezar una discusión. Lucía seguía a mi lado para darme temas de conversación profundos mientras seguía colocada. Seguimos toda la noche juntos y no se en que punto de la noche llegó esta conversación:

  • Mírate Juan, una noche de verano con tres tías como nosotras. Fijo que todos tus amigos tendrían envidia de ti Y TU NO LO APROVECHAS. Pero bueno no pasa nada, lo importante es darles envidia ¿Nos sacamos una foto los 4?

Todos aceptamos encantados. Lucía que era la que mejor cámara del móvil tenía apoyó su movil en una roca y puso la cuenta atras de la cámara enfocándonos y cuando sacamos la foto Jenny se subió la camiseta enseñando el sujetador.

  • Jenny ¿Qué haces? - le dijo María.

  • Joder María, si es para darle envidia a sus amigos así se la dará más. De hecho voy a quitarme la camiseta y nos sacamos otra.

  • Venga, yo también. -dijo Lucía en el que parece que es su estado más común.

  • María no me seas parguela y sácatela tu también. -le dijo Jenny.

Lucía ante la presión de grupo accedió. Lucía repitió el protocolo con su móvil. Y a pesar de todo Jenny tuvo que bajarse los pantalones y meterse los dedos por dentro de las bragas masajeándose el coño.

  • Venga, ahí tienes una foto para darle envidia a tus amigos. -Me dijo Jenny.

  • Yo creo que te viniste muy arriba eh Jenny. -le dijo María.

  • Igual si a ti no te interesa el chico, lo quiero yo... -dijo guiñándome un ojo.

A pesar de todo el concierto había acabada y todos debíamos volver con nuestros padres. Les di mi número a las 3 chavalas y fui al punto acordado con mis padres.

Al llegar a casa tenía un grupo con las 3 por el que pasaron las fotos y se rieron algo de Jenny, y dos chats nuevos, uno de Jenny preguntándome que tal lo había pasado con una cara con guiño y otro de María más sensible diciéndome que lo había pasado muy bien y que quería conocerme más. Pero eso ya si tal os lo cuento en otro relato.