Las casualidades, parte II
En los pueblos, las casualidades te llevan a situaciones divertidas y sobre todo morbosas...
Mientras revisaba mails, Miriam me envió un mensaje, diciéndome que le escribía mucha peña, pero ninguno disponible para esa misma tarde. Era normal, demasiado justos de tiempo.
Me dió por buscar el anuncio en pasion, parejas liberales, publicó: "mujer sensual, busca hombre bisexual para que se folle a mi novio en un trio". Junto con el anuncio, una foto de sus tetas saliéndose del sujetador, y yo a su lado, cogiéndole una de ellas, con lenceria. El tatuaje que llevo en el brazo izquierdo era perfectamente indentificable, para cualquiera que me conozca. Y en un pueblo ni os cuento. Yo siempre que cuelgo fotos mias, o retoco, o me pongo camisa o algo que lo disimule, pero en esa foto llevo un mono que se abrocha al cuello, sin mangas.
Le escribí rapidamente para que quitara esa foto. El anuncio estuvo publicado una hora, dos como máximo.
Pasado un rato, me puso en copia de una conversación con un tal Sergio. El chico le envió una foto suya en ropa interior. Ella me explicó que era un chico del pueblo, super discreto, y que estaba casado. El hombre le aseguraba tener talla XL
Vivir en un pueblo tiene estas cosas, que todos nos conocemos. Pero hasta ese punto, ya me escamaba. El de la foto, era
Jorge del padel. Un tio como diez o doce años menor que yo, muy en forma, y con un inconfundible tatuaje en el pecho, y en el hombro derecho. Benditos tatuajes....
Sin ser muy amigos, nos conocemos, hemos jugado alguna vez y hemos coincidido en la ducha infinidad de veces. Y si, es XL, aunque es de los que se la va tocando todo el rato en la ducha para mantenerla morcillona.
Le expliqué a Miriam que lo conocía y que en efecto estaba casado. Así ella podía estar más tranquila. Además si había visto mi tatuaje en el anuncio, sabía que era yo, la única que mantenia el anonimato era ella.
Como esa tarde, ya le era imposible, decidimos quedar para la semana siguiente.
Vaya tela....
Aquella tarde, busqué en la app del club si había algún partido abierto, y me apunté a uno a las ocho, con unos amigos. Al acabar, en las duchas me encontré a Jorge, que tambíen había jugado. Intercambiamos un "buenas" y poco más. Menuda vergüenza.
Me tomé unas cervezas con los colegas, y picamos algo para cenar. Al rato me fui para casa, y al subir al coche, escuché que alguién me llamaba por mi nombre.
-oye perdona, te puedo hacer una pregunta?-me djio Jorge al lado de mi coche.
-si si...soy yo -le dije sin tapujos.
-me lo imaginaba....bien, pero no sabía que tienes novia...
-bueno, no tengo novia, es una amante o algo así.
-vale vale, genial.
El tio se quedaba callado, como dudando si pronunciar alguna palabra más, y de golpe se vino arriba.
-pero tu también te lo montas con tios solo verdad?
Me bajé del coche, y me encendí un cigarro.
-quieres venir a mi casa Jorge? y te hago un spoiler del trio....
-vale. No tengo mucho tiempo, pero me apetece.
-vamos en mi coche, y después te traigo a buscar el tuyo.
Nos subimos en mi coche, completamente callados. Lo metí directamente en el parking, justo cuando nos bajamos me preguntó si me vestiria de nena. Intuí que le gustaba la idea, así que lo hice. Mientras me esperaba en el salon, subí al cuarto, y me puse el conjunto de la famosa foto, y un tanga. Y la peluca rubia.
Nada más llegar al salón, me quedé de pié delante suyo, y me dió un par de palmaditas en el culo.
Me apartó el tanga, y me cogió la polla.
Como solo parecía mirársela, me arrodillé, y lo desnudé de cintura para abajo. Le cogí la polla con la mano izquierda, le di dos ligeros lametones a sus huevos, y con mi lengua recorrí toda su polla hasta la punta. La lamí un poco más y me la puse entre los labios. La mojé un poco con mi salíba, y la fui recorriendo con mis labios, hasta la base. Y asi, despacito, arriba y abajo se la chupé hasta que estuvo dura. Entonces, llegar a la base ya no era posible. Jorge me cogía la cabeza para que lo intentara, y al poco me pidió follarme. Y vaya si me folló, durante un buen rato. Puso mi culo en el apoyabrazos del sofá, con mis piernas completamente levantadas, y con un pie encima del sofá me la metía hasta dentro. El cabrón sabe mantener un ritmo constante, para aguantar lo que el quiera, y tu te mueras de gusto. Increible.
Cuando acabó, me levanté, no tan deprisa como queria, y me cogí la polla, mirando hacía el.
-nunca he chupado una polla Nando, te lo juro.
-pues quiero follarte Jorge.
Entonces el tio se miró mi polla con otros ojos. Creo que incluso se acojonó.
-nunca me han follado tio.
-tranquilo, no tiene que ser hoy, pero te follaré.
Le acerqué la polla, y me senté en el sofá. Se notaba que no había chupado ninguna, pero la verdad es que me sentí privilegiado de desvirgar su boca.
Cuando me iba a correr, le dije que dejara la boca abierta, y lo hice dentro, y en sus labios...el dejo derramar la corrida por su cara, y se incorporó.
-quien es ella?-me preguntó intrigado.
-no creo que la conozcas, pero ya lo verás...
-puedo venir otro dia? me ha gustado follarte, y a mi de vez en cuando, me pone mucho.
-claro que si, solo tienes que avisar, por si tengo los niños.
-si si...avisando, y quedando con tiempo.
Total, que vestido de ramera, con una camiseta encima lo llevé al club.
Fue divertido, porque lo deje justo en su coche, y al salir me encontré con Mario, uno de los colegas con los que había jugado. Pase disparado, ya que llevaba un mono de rejilla hasta los pies, y un tanga rojo...
Al llegar a casa, recibí un whats de Jorge en el que me decía: "e tio, voy a declinar la oferta del trio. Necesito discreción absoluta que estoy casado. No deberia haber venido ni a tu casa. Lo siento".
Bueno, una reacción típica de las primeras veces, sobretodo con el sexo entre hombres. A mi también me paso. Pero a los tres dias me lo estaba montando con el mismo tio otra vez.
Al final, le contesté: "tu mismo, puedes contar con mi absoluto silencio. A mi compañera ya la avisaré yo" y añadí: "y si alguna vez quieres que quedemos, aqui estoy, sin compromiso. Cuídate".
En el fondo pensé que era tonto, lo más cómodo y sobretodo discreto si tienes un fulano, de estas características, es que siempre sea el mismo. Al final el mundo este tan promiscuo, que se puede volver peligroso y sobretodo desagradable.
Tampoco se me escapó, que quizás era la mejor follada que me habían metido...y me jodió que se rajara. Sin duda, lo mejor era dejar pasar el tiempo. Sé como funciona esto.
Le escribí un mail a Miriam (decidimos comunicarnos asi, pues es mas discreto que el whatsapp) explicándole todo. Todo. Le dije también, que me encargaría yo de buscar un tio, pero que nos iriamos a Alicante.
Con la misma foto del suyo, retocada, lo puse en la sección de parejas liberales y de gays. Cambié la población por Alicante, y crucé los dedos.
Durante el sabado, recibí algunos correos, pero nada convincente. El domingo por la mañana renové el anuncio, y más de lo mismo. A media mañana, recibí un whatsapp. Sorpresa (bueno, no tanto), era Jorge: "he salido a correr, estás solo?", "si ven" le contesté.
Lo esperé completamente desnudo.
Tal como apareció por la puerta, me fue empujando, impasible hasta el sofá. Me apoyé en la parte trasera, sin miramientos, se untó la polla en lubricante y me la metió hasta el fondo. Que dolor. Empezó a empujarme fuerte, agarrándome por las caderas. El dolor se había convertido en gusto. Notaba mi polla dura, empotrándose contra el respaldo del sofá en cada empujón.
-Dáte la vuelta -me dijo.
Me arrodillé, y metí su capullo entre mis labios, continué masturbando aquella estaca enorme, hasta que se corrió. Me dió morbo tumbarme en el sofá, y que viera como me corria yo entre mis labios, mientras el me metía dos dedos en el culo, masturbándolo duro, a lo béstia.
Tal cual como vino, se fue. Bueno, me dió las grácias. Dieciocho minutos. Pim Pam.
La verdad es que me alegro la mañana. Jorge había entendido que como conmigo lo tendria más fácil que con cualquier otro, pues ya sabía lo que había, en todos los sentidos.
El lunes, en la oficina, le expliqué a Miriam el panorama. No tenía ningún correo que nos convenciera, y yo ya tenía el hotel reservado. Miriam tenía que llevar a Javi al aeropuerto, a las cinco de la tarde. Tenia reservado el hotel, y mi trabajo planificado. Solo nos faltaba la tercera persona.
Al fina, ante la falta de recursos, empecé a valorar la opción del sexo de pago. La app que uso para contactos gays, se llama planetromeo, también te da opciones de profesionales. Estuve chafardeando, y encontré dos que me la pusieron dura. Eran dos travestis de Ecuador, super guapas. Les envié el mismo mensaje a las dos, y quedé con la que primero contestó. Una mulata alta, con cuerpo escultural y una polla más que decente. Estaba buenísima.
A Miriam no la acabó de convencer el tema, pero accedió a intentarlo.
Al dia siguiente, preparé una bolista. Había quedado con Isabelly a las cuatro y media (es lo que tiene querer ahorarrse el taxi). Le pagué en su casa, y nos fuimos los dos para el hotel.
La tiparraca estaba buenísima. En recepción ni nos preguntaron, simplemente me dieron la llave de la 501, como siempre.
Entramos en la habitación, nos habían preparado una botella de proseco, con tres copas. Muy atentos ellos.
Abrí mi mochila, y le dije a Isabelly que se pusiese cómoda. Le expliqué que era la primera vez que hacíamos una cosa así, y que fuese paciente con nosotros. Ella me explicó que tenía mucha experiéncia en parejas novatas. Me hizo sentir bien, pues a veces me siento un bicho raro haciendo estas cosas. Me insistía en que me quedaría acojonado si supiese la cantidad de clientes que tienen.
Me cambié en el baño, ya que me dió corte hacerlo delante de ella.
Cuando salí, ella también estaba en lenceria. Imponente.
Esperamos unos minutos, y llegó Miriam. Le abrí yo, estaba visiblemente nerviosa. Me dió un beso en la mejilla y entró disparada. Ella sola se presentó a Isabelly.
-que guapa que es-me dijo señalándola.
La travestí sonrió y se sentó en la cama.
Le acerqué una copa de proseco a Miriam, y como hace de costumbre, se bebió de golpe. La segunda también.
Se sentó en la cama, y se puso a hacerle preguntas a Isabelly. A los dos minutos, me acerqué a Miriam y la ayudé a levantarse de la cama.
Empecé a desnudarla, y Isabelly se levantó, y me ayudaba puesta delante suyo. Fue ella quien le desabrochó la blusa, y yo el sujetador.
Al rozar sus pechos con los de la travestí, Miriam soltó un pequeño gemido.
Fuimos bajando por su cuerpo, tenso, hasta su barriga. Le desabrochamos los vaqueros y se los quitamos. Sus braguitas también desaparecieron rapidamente.
Entonces la morena y yo le comimos sus dos abujeros. Ella el culo y yo el coño. Miriam tenía la carne de gallina, y no paraba de gemir.
Agradecida por el placer recibido, se arrodillo, y cogió nuestras pollas. Su cara, mezcla entre vicio puro y no saber por donde empezar, era un poema. Todo y con eso, se aplicó bien, más que bien. Nos la chupó durante un buen rato, mientras yo jugaba con las tetas de Isabelly, que eran enormes y duras.
La travesti se tumbo en la cama, mientras era yo el que pasaba al ataque. Miriam se puso el arnés y empezó a jugar con mi culo mientras yo le comia la polla a nuestra compañera. Cuando me había follado durante un buen rato, me senté encima de la polla de Isabelly, que me entró de maravilla hasta dentro. La cabalgué durante un rato, notando los pechos de Miriam a mi lado y jadeando junto a ella. Me agarró la polla, y empezó a chupármela coordinando sus movimientos con los mios.
Pasado un rato, me incorporé, y le di un beso a Miriam en los labios.
-es tu momento preciosa-le dije.
Miriam seguía con esa cara de vicio y morbo, con los ojos empañados por el gustazo que sentía con aquella situación.
Isabelly continuaba tumbada, y ayudé a Miriam a sentarse encima. Le cambiamos el preservativo, y empezó a follar con la travesti.
Cogí un poco de lubricante, y preparé su culo para follármela yo también. Miriam se pegó más a la travesti, sus tetas se chafaban entre ellas.
Se la metí con calma, para no hacerle daño. Cuando estuvo dentro, dejé que fuera ella la que marcara el ritmo, para su suerte, no tardé mucho en correrme. Me volví loco al ver su culo derramando mi semen.
Una vez acabé, Isabelly, puso a Miriam a cuatro patas y se la folló a lo béstia. Los gemidos de Miriam se escuchaban en todo el hotel.
Una vez acabados, Isabelly se duchó, y decidí darle pasta para el taxi. Nos dió dos besos a cada uno, y las grácias, y se fue.
-volveremos a vernos-nos dijo mientras cerraba la puerta.
Con el pastizal que le había pagado, yo no lo tenía tan claro.
Estuvímos un rato los dos en la cama, hablando de sexo. Le gustó la fiestecita, aunque en aquel momento el sentimiento de arrepentimiento corría por sus venas. Se le notaba en la cara.
Me decía lo mucho que había cambiado su vida sexual, después de nuestro primer encuentro. Se sentía como una ninfómana, todo el dia pensando en sexo. Teniendo en cuenta, que hasta la fecha solo había conocido dos hombres, un noviete de insti y su marido. Y ahora se acababa de follar un travesti. En el fondo la entendía.
Al final le dejé claro que no tenía ningún compromiso conmigo ni con nadie, solo con ella misma. Creo que lo entendió.
Justo en ese momento se levanto de la cama, completamente desnuda. Su cuerpo grandullón, fuerte, me pone muy cachondo. Sus ojos azules, sus tetas, sus caderas anchas, sus piernas fuertes, es como una máquina del sexo. Se lo dije y se echó a reir.
-te vienes a la ducha -me dijo con una sonrisa picarona.
Y vaya si fui a la ducha.
-cuanto rato necesitas? -me preguntaba con una sonrisilla en la cara.
-cuanto rato para que?
-para volver a correrte.
-ostras, no lo sé, nunca lo he cronometrado. Pero estoy seguro que si te esfuerzas un poco no mucho rato.
Tal cual salimos de la ducha, nos secamos ligeramente, ella se hizo una coleta, y fuimos para la cama. Me besó en la boca y en la polla. Acto seguido se puso el arnés y después de prepararme el culo, me follo con el dildo. Como estaba boca arriba, levanté mucho el culo para darme lametones yo mismo en la polla, mientras con las sacudidas de Miriam me moría de gusto. Rebajé un poco, y se puso a follarme a la vez que me masturbaba. Estuvo un buen rato, ella disfruta, se siente poderosa, pero porqué lo es.
Le pedí correrme en su boca. Me gusta, me da mucho morbo. Meter mi polla entre sus labios. Agarrarla por la cabeza, y follarle la boca, mientras ella no deja de mirarme a la cara. Y justo cuando me corro, aminoro la velocidad, y sin dejar de mirarla, me corro en su interior. Noto su lengua chupando mi polla cuando ya me he corrido, como pidiéndome más.
Nos estábamos vistiendo, cuando se me ocurrió decirle:
-hazle una mamada de estas a tu marido, y veras como se vuelve loco Miriam.
Ella sonrió, y me contestó:
-tu sientes celos de pensar que me lo hago con otro? no verdad?
-en absoluto. Yo te considero mi compañera de juegos sexuales. No tenemos la más absoluta obligación el uno con el otro.
-y ahora te haras amigo de Jorge...
-pues por poco que pueda si. Me lo hace rebien. Si que es un poco frio, pero mola...no se, a veces el Pim Pam va bien...supongo que los tios somos asi de simples.
Pasé casi toda la semana, sin novedades. El viernes, me quedé a la hora de comer en el trabajo, y aque plego más tarde, y ya me cojo fiesta el fin de semana.
A las dos del mediodia no quedaba nadie. Escuché unos pasos, que rapidamente identifiqué. Miriam entró en mi despacho. Sin decir nada. Llevaba un vestido sin mangas, abrochado, y unos zapatos de tacon bajito. Se apoyó en mi mesa, y se desabrochó el vestido. No llevaba ropa interior. Moviéndome con la silla, me puse delante suyo, y le comí el coño hasta que se corrió. Cuando acabó, me levanté y cambiamos de lugar.
Puso mi polla entre sus tetas, y junto con su lengua me la chupo. Me volví a correr en su boca. A mi me gusta, mucho. Pero creo que a ella le gusta más.
-toma, monta una fiesta la semana que viene. En Madrid.
-en Madrid? como sabes que voy a Madrid?
-me lo ha dicho Nando. Y yo el miercoles voy allí de compras y el jueves por la mañana voy a ver a mi cirujano (se referia a su cirujano plástico).
Cuando salió abrí el sobre. Había dos mil euros.
-Pero que fiesta quieres?
-tu mismo Nando, tu eres el experto, me fio de tu criterio. Pero haz que sea memorable. Al menos tan memorable como la última.
-te atreves con mucha gente?
-creo que me atrevo con todo.
Me pasaron tantas guarradas por la cabeza que no pude evitar volver a empalmarme.