Las Batallitas del abuelo Eladio y familia. (4.)

Casi no hay tiempo para que el bueno de Eladio se acostumbre a follar como dios manda, cuando debe volver al colegio, puede, solo puede; que en el colegio encuentre algo en lo que entretenerse.

Cuando despertamos a media tarde, la confusión de verme envuelto entre la patrona y mi amigo fue algo digno de recordar, en algún momento de la tarde doña Angustias se había girado hasta tenerla frente a mi.

Parecía dormida, agotada por lo que sin duda era una larga sobremesa de follar con su hijo y su amiguito.

Verla desnuda , con la piel brillante por el sudor no fue lo que se dice medicina para mi verga, que se levanto de nuevo en busca de carne fresca. Afuera el crujido de los grillos se había acallado, y solo se escuchaba el rumor de algún carro recorriendo la calle.

Cerré los ojos, procurando pensar en cualquier idiotez. Pero sin quererlo, se colaba el olor a follada en mi olfato, empinando mi rabo , sin mas me agarre la polla sobandola un par de veces dolorosamente consciente del cuerpo blando y dispuesto pegado a mi.

Abriendo los ojos , la contemple de nuevo. La piel brillante de sudor, sus tetas llenas delante de mis narices. La mano de su hijo sujetándola por detrás relajadamente. Sin medir las consecuencias, me pegue de nuevo a ella hasta que mi mano rozo los muslos sedosos y arrancar un suave jadeo.

  • Mmmmfffffff-- suspiro medio en sueños al notar mi mano acariciándola tímidamente.-- sin dejarme intimidar acaricie los rizos pegajosos de esperma , abriendo el cálido coño a mi mano.-- comenzando a trabajarla con lentitud.-- pronto tal como esperaba, contesto jadeando suavemente .

Esa era la mía, colocándome cara a cara , sujete mi polla guiándola a la mata de rizos pegajosas , empuje el grueso cabezón hacía la raja húmeda y entreabierta. Mordiéndome el labio la clave en la espumoso coño deslizándose como sobre nata caliente; sudando por el esfuerzo, contemple a mi amigo durmiendo y seguí clavandole el cabezón un palmo mas, despacito , muy despacito envestí con ganas atento a si despertaba a Doña angustias.

Nada, seguía dormida y con un semblante de satisfacción pintado en su rostro, amoldándose a toda la carne de mi rabo, sentí como lanzaba un hondo suspiro. Sudando , me atreví a pararme al ver la mano de mi amigo soltando la cadera de su madre volteándose hacia el otro lado.

Rogando no despertarlo y pillarme en medio de la faena, me lance a hundir el tronco de mi verga hasta empotrarme en la estrecha raja apretadita, las corridas anteriores lubricaban mi rabo como un pistón al lanzarme a envestir profundamente.

  • Mmmmmm..., mmmmm..., mmmmm...-- seguía susurrando Doña angustias, no se muy bien si medio dormirá o mas bien medio despierta.--

Sin apartar mis ojos de su cara, arremetí con empujones hondos hasta enterrarme en sus entrañas y sacarla pringada . No veas como me costo no lanzarme a empujarla con brutalidad. Ella volvía a suspirar, aceche de reojo por si Alejandro se espabilaba, pero nada; seguía durmiendo como un tronco.

Allí estaba yo, quieto , mirando a mi patrona las mejillas enrojecidas, los ojos cerrados con demasiada convicción.

Me lance a envestir lentamente, sacándola y metiendola hasta que el Choooop tragando mi rabo se convirtió en música celestial, Angustias seguía haciéndose la dormida . Pero tras cuatro riñonadas brutales, la beata y santurrona señora volvió a derramar sus jugos sobre mi rabo.

Menuda gozada, apretando las mandíbulas para no correrme con ella , sentía la polla vibrando dentro de su adorable raja y seguí empujando con ganas, notaba los pelos del coño viscosos , la tranca entrando y saliendo en hondas pistonadas, dándole todo la polla que le había faltado hasta ese momento.

Pero era un crío , un crío cachondo que se había corrido muchas veces y sentir las oleadas de jugos bañando mi tranca me dieron alas para acelerar la follada hasta que los cuerpos comenzaron a traquetear sobre la cama. Angustias parecía sumida en un frenesí igual al mio, jodiendo como un loco me corrí de manera brutal mordiéndome los labios hasta sangrar.

El coñito cerrado tragaba de lo lindo hasta la ultima gota de viscosa lechada, hasta que al final, sudando a mares saque apenado el cabezón empapado por los jugos de los dos , goteando sobre las sabanas y recupere el aliento.

La flojera se apodero de mi cuerpo y caí rendido sobre la cama, no se cuanto tiempo nos quedamos así de esa guisa, solo se, que cuando desperté de nuevo la cara de Doña angustias no estaba frente a mi , era la de mi amigo Alejandro con la boca abierta y babeando sobre las sabanas la que me miraba.

Me levante solo un poco para fijarme en la oscuridad rodeando la habitación, palpe medio a ciegas la mesita hasta dar con la llave y encender la delicada lamparita de noche.

Alejandro al igual que yo despertó al encender la pálida luz. Rascándose la cabeza abrió los ojos mirándome atontado.

  • Me he quedado frito..., ufff..., me da vueltas todo...-- ostia no volveré a probar el aguardiente...-- se sentó en la cama sujetándose la cabeza.-- Donde cojones estaaaaa ...-- bostezo con voz pastosa.
  • Buuuffff, ni idea-- mentí yo , saliendo en bolas en busca de la ropa esparcida.-- Ese jodido mata ratas nos ha dejado grogui..., – estoy baldadoooo, joooderr, - mentí al ver la desconcertada expresión de Alejandro.
  • Ostia que doloooor de cabezaaa...., donde esta mamaaaaa? ...-- se quejo llevándose la mano a la garganta-- que gozadaaa de ….-- dejo la frase sin acabar y enrojeció hasta la raíz de su rubio pelo.
  • Ni idea, pero mejor nos vestimos y nos largamos...-- por si alguien se le ocurre venir a ver donde estamos.-- me subí los calzoncillos y lanzando su ropa sobre el .
  • Vale..., de esto ni una palabra.-- Joder... te imaginas contándoselo a Papaaaa.......! ...no, nooooo...! salgamos pitandoooo. , calándose la camisa y saliendo de la cama de un salto.

Salimos de puntillas de la habitación de Doña Angustias, procurando no ser vistos por nadie del servicio,recorrimos a la carrera el patio y rodeamos las cuadras hasta volver a nuestro escondite junto a los olivos, para cuando entramos los rastros de la botella con un dedo de licor era el único rastro de nuestra pequeña juerguilla, y …. de una tarde inolvidable.

Vomito en uno de los rincones, aun medio mareado y descompuesto. Para cuando salimos del cobertizo la luz de la tarde empezaba a esconderse y yo había decidió seguirle de nuevo la corriente, después de joder a su madre se notaba a legua que no tenia de sobra con aquella única vez. Sabia que aquellos dos tragos de alcohol serian la excusa de mi amigo si su madre le recriminaba alguna vez algo.

Con algo de miedo, y puede que nerviosismo nos pusimos en marcha. Alejandro blanco como un papel se apoyaba en mi cuando entramos en la casa.

El calor había remitido y la actividad volvía a llegar a la casa, el ruido de las suelas de Basilia y Herminia llegaba desde el recibidor principal, preparando otro día mas el comedor para la cena.

Acompañe a mi amigo hasta la puerta de su habitación y me dirigí hacia la cocina. Estaba tan hambriento, que me hubiese comido una vaca. A toda prisa me senté a la mesa, sujetando el cuchillo y el tenedor ansioso, para cuando comencé a masticar las dos criadas llegaron a la cocina con paso cansado.

  • Has visto a Doña Angustias... , hoy parece... no se... distinta-- comento Basilia arrimando la fuente con el cordero a la mesa-- Tenia hasta mejor cara...-- corto un trozo.-- Vahhh, cosas mías...!-- termino diciendo.
  • No se.., pero … sabes, yo la he visto con mejor color...-- Puede que al final … se nos anime un poco!-- rió cortando una rebanada de la hogaza.
  • Puees Alejandro no se encontraba mu bien...-- hable con la boca llena-- esta tarde estaba algo pachucho...--seguí lamiéndome los dedos.
  • Puuuuffff, ese... ! --si sigues al señorito te llevara por el mal camino, – me tendió el pan Herminia.-- Hoy , no se en que lió se habrá metido..., pero no levantaba la cabeza del suelo...-- menudo bichoo.

Terminamos de comer en medio de la cháchara habitual , apenas faltaban dos días para volver a la hacienda , cerrarían la casa en la ciudad , acabarían las vacaciones del verano y todo volviera a su ritmo habitual. No quería darle vueltas al asunto, la vuelta a la escuela estaba a la vuelta de la esquina.

Tanto el señorito como yo volveríamos a estar encerrados en el colegio del piadoso corazón de Jesús, con aquellos negros pensamientos rondando por mi cabeza, me

Retire de la cocina apenas el ultimo bocado entraba en mi boca.

En la soledad de mi catre, deje la mente volar ante la situación vivida en el salón. Un Alejandro especialmente atento de cada movimiento de su madre, lánguida y con las mejillas enrojecidas por un secreto enterrado en sus entrañas. incapaz de levantar la vista del plato.

--Doña Angustias fría como el hielo, detrás de su fachada impecable de señora y propietaria intachable, ejemplo de la decencia y virtud con el semen de su hijo adolescente regando sus entrañas-- pensé incrédulo.

Sin duda, razón suficiente para enrojecer sus mejillas.

Esa noche dormí a pierna suelta, con el sueño pesado de un muerto, reparando los excesos de aquella tarde, desperté cuando la luz clareaba . Me vestí con lentitud, sacando la gastada maleta de cartón de debajo del catre, tenia pocas cosas, así que casi en seguida acabe de arreglar mi equipaje, dejando la ultima muda de ropa junto al uniforme escolar azul marino.

Almorze con ansiedad, aprovechando mis últimos instantes antes de volver a las escasas raciones de gachas y leche aguada del colegio. Basilia y Herminia me sirvieron en silencio hasta cuatro huevos fritos con tocino y chorizo sin rechistar, al contrario . Creía que a veces , me miraban ladeando la cabeza algo tristes.

Ellas volverían a sus casas tras cerrar la casa grande. Y solo se verían de nuevo necesitadas al llegar el próximo verano.

Busque a mi amigo Alejandro por toda la casa, pero parecia no haber rastro de él. Por fin, cuando ya daba por perdida mi búsqueda escuche el rumor de voces en la cuadra.

Al dirigirme allí, enseguida lo vi cepillando las crines de su potro favorito Zoran . Parándome frente al portalón me uní a la tarea cepillando la grupa del nervioso caballo árabe.

  • Lo tienes todo preparado...?-- me pregunto Alejandro desenredando la oscura crin-- Puuufff... – resoplo imitando el resuello del caballo-- mañana volvemos al colegio, que asco!.
  • Si …, respondí cepillando-- ya lo tenia medio guardado...-- con lo bien que se esta aquí.....-- suspire nostálgico.
  • Claro … no te jode! – se río alejandro soltando el cepillo – Ya estas presentable Zoran!-- susurro al caballo.-- voy a echarte de menos!-

Los dos nos volvimos al interior de la casa, sin mencionar palabra alguna del día anterior. Tal como si nunca hubiese sucedido, simplemente seguimos la vorágine habitual que llevaba el cierre de una casa grande, empacar y proteger cada mueble .

Todo el día en un continuo ajetreo de sabanas cubriendo muebles, gente entrando y saliendo para liquidar las facturas con la señora de la casa.

En ese día , no vimos a doña Angustias ni un instante, encerrada como estaba en el estudio. Permanecimos alejados de ella, no sabiendo muy bien como comportarnos.

Para cuando el día acababa, seguía cerrando los últimos detalles de la marcha. Nosotros volveríamos al colegio, y ella lo haría al cortijo.

No la volvimos a ver hasta la mañana siguiente, engalanada con su mejor vestido de seda azul. Nos acompañaba al internado, en silencio subimos con nuestros uniformes almidonados junto a ella, recorriendo las calles llenas de actividad.

Un silencio algo incomodo parecía flotar dentro de las paredes del carruaje, sorprendí alguna que otra fugaz mirada de alejandro, ni una sola palabra salio de su boca.

Después el carruaje, freno delante de la amplia entrada del colegio y nos bajamos del interior.

De la portería del colegio salio el Joseba el portero, que siempre que distinguía un pariente rico , se deshacía en amables gestos y palabras cordiales.

  • Buenas Días señora..., pase , pase. Que alegría volver a tenerla de vuelta!-- pronuncio en tono adulador-- los padres en seguida la recibirán.-- la siguió hasta la recepción del colegio.

No escuchamos mucho mas , pendientes de apilar los baúles de Alejandro en la portería cuanto antes. En cuanto todos estuvieron colocados junto a los asientos de la entrada respiramos tranquilos, sabíamos de la doble cara del conserje y no queríamos despertar la ira con la que tenia acostumbrado a todos aquellos que no habían cumplido los 20.

Aliviados, nos sentamos en los bancos de madera. Estábamos cabizbajos pensando en nuestras cosas, cuando vimos algo sorprendente surgiendo de la ventana de la portería.

  • Hola!-- nos sorprendió de golpe-- Como os llamáis?-- soltó la cabeza flotante de una niña – .

Nos miramos extrañados, al no entender que hacia allí aquella niña. Joseba no tenia hijos, tal como siempre gritaba agradecido cuando tenia que limpiar alguna pintada o reparar cualquier destrozo. Era sabido por todos su coraje por las mujeres, así que ver aquella cabeza asomando por la portería era mal presagio para el largo curso escolar que empezaba en un par de días.

  • Me llamo alejandro – dijo mi amigo-- y este de aquí...-- me señalo – Es Eladio! – sera mejor que te largues antes de que vuelva Joseba..., si te has colado por el patio a coger naranjas te atizara de lo lindo-- explico mi amigo.
  • Nooo..., no me atizara!-- sonrió en tono infantil-- es mi osaba;... mi tio , y voy a quedarme con él.-- acabo explicándonos.
  • No podrás, – respondí levantándome de un salto-- Esto es solo para chicos...-- no dejan estudiar a las chicas.
  • Shhhhhhh...! – susurro llevándose un dedo a la boca para acallarnos.-- Es un secretrooooo. – señalo dentro de la portería.-- Vahhhh-- nos apremio.

Entramos en el territorio del portero , contemplándolo por primera vez, todo pulcramente colocado en sus estanterías, ordenado con una precisión de un militar. Seguimos a la chica hasta el interior , preocupados por si aparecía por allí el ogro al que todos temían.

Pudimos ver mas claramente a la niña dueña de la cabeza que nos había dado el susto, de ojos rasgados y oscuros nos guiaba al interior de la sala de descanso del portero, justo antes de llegar a la casita de sus tío.

Era algo mas alta de lo que parecía a simple vista, pelo negro y rizado sujeto a unas trenzas gruesas como sogas, nariz pequeñita y boca resultona, parecía tirar de nosotros como si nada.

  • Pasad, pasad..., aquí estamos seguros... creo-- dijo levantando la cabeza mirando detrás de nuestros hombros.-- me llamo Leire -se sentó la butaca medio desvencijada del conserje-- Mi ama me mando con el tío-. Para quedarme con él.
  • Peroooo...-- continuo mi amigo mirándome-- tus padres debían saber que esto es solo para chicos...-- acabo lanzándome una mirada divertida-- No admiten a cualquiera...-- termino diciendo.
  • Nadie sabe que estoy aquí... solo vosotros...-- se encogió de hombros la chica.

Contemplándola allí sentada , con las piernas separadas cubiertas con un horrendo vestido a cuadros . No sabia a donde llevaba aquella ridícula situación.

  • Llegue hace 2 días y me escondo en la portería, así que shhhh... no podéis decirlo...-- El tío dice que si me descubren me llevan a la cuartelillo, así que.. – volvió a encogerse de hombros-- Me esconde...

pero ya no podía estar mas tiempo sin ver a nadie , así que me escapado..., solo un segundillo.-- Me guardareis el secreto, verdad?-- nos miro inocentemente.

  • Alejandro se rió en voz fuerte, – Por eso nos cuentas todo..-- podríamos irle con el cuento a cualquiera...-- Además tu tío jamas te dejara quedarte aquí, – odia a todas las mujeres...--
  • Yo...., yo... conseguiré convencerlo...-- se estrujo las manos mirando los pies .-- sentencio misteriosamente.

No conocía a Joseba..., ese no dudaría ni un minuto en largarla con viento fresco, de eso estaba seguro, y por el codazo de Alejandro comprendí que me leía el pensamiento.

  • Tuuuu? , ni en mil años...-- se burlo mi amigo.-- Me juego lo que quieras que para esta noche estas fuera..., – que me dices Eladio? – rebusco en los bolsillos y saco dos pesetas de su bolsillo.--

Lo mire , como siempre hacia cuando se apostaba mi dinero y el suyo como si fuera calderilla, y me tense nervioso, por una parte sabia de la apuesta segura, mi amigo siempre apostaba sobre seguro.

  • Esta noche no iré a ningún lado...-- respondió furiosa levantando la mano y chocandola con mi amigo.-- Si mañana no estoy aquí … te daré este medallón de oro...-- sentencio la chica.--
  • Chatarrilla..., pa que quiero esto..., sujeto la cadena con el medallón-- si ganas tu te quedas con el dinero , pero si gano yo, si gano yo...,...-- mmmmm aquí mi amigo y yo haremos de ti nuestra esclava.-- entendido?-.

Comprendí perfectamente los problemas de la chica , al verme reflejado a la perfección en la asustada expresión de la pobre. Me lleve a mi amigo a parte.

  • Que dices? – estará bien..., – me guiño 1 ojo., Esclava.... Que te parecee! ....! ..-- continuo-- Una hembra para dos....!-- acabo abriéndome los ojos.
  • Ostia...., es verdad..., pero como lo vas a hacer para que la eche y los curas no se den cuenta que ha estado aquí.
  • Tu dejame a mi. – termino agarrándome del hombro.-- Pienso asegurarme.

Aquello acabo de convencerme , satisfecho, ante lo que insinuaba. Nos volvimos ante la temerosa Leire.

  • Bienvenida , – tendió la mano Alejandro-- a partir de ahora seremos buenos amigos-- acabo estrechando la mano.
  • Clarooo...-- suspiro aliviada – no te quepa duda... – dejo la frase en suspenso.

El ruido de pasos sobre nosotros nos indico la proximidad de los adultos , lanzándonos a la carrera de nuevo hacia los bancos, cuando El conserje y doña Angustias bajaban el ultimo escalón estábamos sentados de nuevo en los duros bancos de la entrada, Leire escondida en el interior a salvo de miradas curiosas.

En un silencio algo incomodo doña Angustias beso la mejilla de su hijo despidiéndose , levantando la cara sonrojada al alejarse y desaparecer tras las puertas.

Algo había susurrado en el oído de su hijo que seguía contemplando las puertas por donde su madre había salido.

Allí parados, subimos las escaleras hasta llegar a nuestra habitación. Los tres catres estaban dispuestos alrededor de la estructura redondeada de los muros, el armario de madera oscura al fondo , la mesa de estudio cuadrada en el centro de la habitación, las sillas sobre la mesa y las alfombras aun enrolladas.

  • Primera parte del plan; – soltó Alejandro-- vamos a chivarnos a Joseba..., te aseguro que ese no espera a la noche para largarla...-- y te aseguro que pienso gozar de lo lindo de Leire – se froto las manos anticipándose.

Me vi arrastrado hacia la desierta conserjería, donde Joseba dormitaba con los pies sobre la mesa.

Rondaba apenas los 30 , pero a nosotros nos parecía un anciano, siempre vestido con su inseparable bata larga azul marino, pelo firmemente aplastado a la cabeza con fijapelo apestoso , pantalón de algodón gris del que colgaban un manojo de llaves inmenso.

Allí estaba, durmiendo el sueño de los benditos – sin saber la que se le avecinaba encima por una estúpida apuesta.

  • Eladioooo.... grito haciéndose oír y despertando bruscamente al conserje-- te juro por mi padre que he visto a una chica por aquí...-- hablo en tono casual delante de la ventana de la portería.

Oímos claramente los pies del conserje posarse en el suelo y levantarse de un salto brusco, arrastrando los pies se acerco hasta la ventana que separaba la conserjería del pasillo donde nos encontrábamos.

  • Maldito crío...! – gruño furioso..., Que cojones andas chillando por ahí.. !-- acabo sacando la cabeza y aullando agitando el puño en alto. – Como te pille... vas a escupir hasta los dientes!-- ,volviéndose a escabullir dentro.

Escuchamos claramente como arrastraba golpeando sillas y muebles a su paso, renegando como un marinero borracho. Nos miramos sorprendidos ante semejantes maldiciones agachados bajo los bancos justo debajo de la ventana, Joseba no dejaba de maldecir moviendo muebles buscando algo o como sospechábamos a alguien.

Para cuando la puerta de la portería se abrió, nosotros habíamos cambiado nuestro escondite tras las columnas de la entrada, verlo salir fue un espectáculo digno de recordar , lanzándose a la busca de quien mi amigo Alejandro y yo sabríamos iba a pagar seriamente su furia.

Solo verlo salir de aquella manera hizo por un momento , solo un segundo que cierto grado de culpabilidad se pintara en nuestras caras.

Alguien que conocíamos iba a pagar muy caro aquello, y que mejor que unos testigos en primera linea para ver como sacaban por la fuerza y ganábamos una moza bien dispuesta de buenas a primeras.

Sabíamos que no tardaría en volver arrastrándola, así que nos escabullimos al interior de la portería, aun algo asustados nos repartimos los escondites, Alejandro tras los fardos de papel y cartón viejos que Joseba vendía al trapero, y yo tras el taquillón de la limpieza, acurrucado entre fregonas y escobas viejas pude dejar una rendija abierta desde donde veía todo a la perfección, puede que alejandro estuviera mejor colocado para cuando entrasen, pero no le cambiaba nada del mundo mi si escondite.

Enseguida calle, me aparte algo nervioso de ser descubierto cuando escuche el ruido de la puerta abriéndose de manera brutal, – Entra cría del demonio!, – aulló Joseba-- no te dije que no salieras de aquí!, eh ?....-- Acaso eres sorda o que! – maldita niñaa!..., ahora mismo empacas lo que tengas y te llevo a la estación!-- Tu no te quedas ni un minuto mas aquí!

  • No … por favor, no me haga volver...! – Prometí que me quedaría con usted..., yo..., yoooo puedo ayudarle con las faenas...-- se retorcía las manos cada vez mas asustada--
  • Esooo puedo hacerlo yo solooo...! – así que anda..! – arregla tus cosas que te lleve al tren...! Esta noches te vuelves con los tuyos...!-- gruño lanzandole algo parecido a una maleta.
  • Pero... es que … es quee, no lo entiende … no puedo regresar, no hay comida para todos!..., allí las cosas van a peor... y buenooo... yooo, haré lo que sea..., lo que sea...-- se lanzo hacia joseba suplicando entre lagrimas.
  • Mira niña..., es que este no es un sitio... para alguien como tu... comprendelo!... es mejor así, acaso te pasarías todo el día escondiéndote..., no hombre... eso no estaría bien..!-- Va ! – la abrazo torpemente intentando que parase de llorar. – No , noo hagas que me sienta mal!. Intento sujetarla para que volviese a ponerse en movimiento.
  • Noooo..., nooo cayó de rodillas frente al tío que no sabia como acabar con aquello, – Vamos niña..., no lo hagas mas difícil..., se agacho para sujetarla de los hombros.

Leire con lagrimas en los ojos se sujeto a las piernas de Joseba con la fuerza de alguien desesperado, su cara bañada de mocos se apretó contra las piernas de su tío, negando una y otra vez. Desde donde yo estaba apenas podía ver la espalda de Joseba inquieto y sin saber muy bien como salir de aquello. Alejandro si debía tener un buen plano de lo que sucedía.

Solo conseguía escuchar los sollozos de la niña cada vez menos seguidos, las manos aferradas a las perneras de su tío . Joseba parecía haber perdido la capacidad de hablar, y seguía sin poder reaccionar. Abrí algo mas la rendija de mi escondite para ver mejor, poco a poco los sollozos se apagaron .

Estaba deseoso de ver lo que sucedía, pero los dos estaban callados como tumbas.

  • Niña... , pero que demonios te crees que estas haciendo...-- dijo en un tono asustado Joseba.- No, nooo, nooooo hagas eso....-- tartamudeo nervioso el portero. Apartate!...--- intento arrancarla de donde estaba.

El forcejeo consiguió el propósito contrario a lo buscado por el pobre tipo,girando los dos hasta quedarse en frente del armario donde los podía ver sin ningún tipo de reserva.

Abrí los ojos como nunca, estaba claro las protestas del pobre Joseba. Leire había comenzado a restregar su cara sobre un bulto sospechosamente grande en la entrepierna del tio, dejandole bien claro que una parte de él no quería que abandonase lo que le hacia tan inocentemente.

Leire empezaba a mirarlo con aquellos ojitos de corderillo, sin dejar de frotar el bulto con sus mejillas una y otra vez, como si de un juego infantil se tratase, escuche su vocecita.

  • Acasoooo... acasooooo …. no soy una buena chicaaa...., yooo, yoooo necesito, necesito...?-- pronuncio en un tono zalamero que hacia al pobre conserje apretar las mandíbulas.-- Este bulto...-- acabo por pasar su cara y poner su mano a sobar la erección que parecía reventar los pantalones del conserje.--- Estooo es muuuuy grande...-- levanto los ojos sorprendida.
  • Niñaaaa.... sera mejorr que pares o lo lamentaraaaas!.... Jurooo que no vas olvidarlo nunca...! Para de una malditaaaa vez...!--- hablo mordiendo las palabras tenso pero sin alejarse un solo palmo de la caricia de su sobrina.
  • Yooooo solo quiero que te sientas mejooor!-- susurro buscando la cremallera y bajándola.-- Que me dejes.... – Una polla gruesa como una barra de pan salio disparada hacia la cara de la pasmada Leire.

Ayuuudarteeee aaaa estar mejooor.-- balbuceo sujetándola sin dejar de mirar a su tío. * Zooorrraaa.... esooo era lo que buscabaaasss, eh?-- Como no..., por una buena polla serias capaz de cualquier cosa... eh? Echo la caderas hacia delante , A cuantos te habras dedicado a hacerles esto.....--- malditaaa! – escupió furioso Joseba. * Haré lo que sea, lo que sea... – comenzó a pajear la polla muy despacito – para quedarme...! – los ruidos tan conocidos por nosotros empezaron a adueñarse de la portería, el pobre Joseba se dejaba pajear de lo lindo cuando un gruñido salio de su garganta y un inconfundible chorro empezó a salpicar la cara de la pobre Leire.

Esta intento apartarse tan buenamente como pudo, retrocediendo en un intento de buscar un lugar fuera de la rabia que se adueñaría de su tío cuando todo se hubiese calmado, la pobre aun con la mano y el vestido floreado salpicado de esperma reculo hasta que sus piernas dieron con un taburete tras ella tropezando hasta caer sobre el suelo.

Al intentar levantarse , el peso de su tío la dejo inmóvil en el suelo. Joseba había sido rápido, apenas un minuto antes estaba escupiendo semen sobre su sobrina y ahora la acorralaba sobre el suelo de la portería.

  • Niña del demonio, ahora vas a aprender a no llamar al diablo..., hacia mucho.. muchooo... que no gozaba de una moza joven. – se abalanzo sobre ella bruscamente.
  • Nooo tiooo, noooo.... lo haga...! peleo pegando y arañando inutilmente.-- Noooo...soy su sobrinaaaaaa.... chillo al lanzar el puño intentando golpearlo.
  • Una sobrina muy maaalaaa..., una puta caliente que debe haberse follado a todo lo que se mueve... verdad? Con ese culito tan apetecible y esas tetas que me obligan a mamarlas hasta sacar leche...-- el fuerte ruido de tela rasgarse llego hasta mis oídos cuando la tela del vestido se hizo trizas y asomo la piel morena de la chica.
  • Ahhhhh.... , noooooo.... aullo girando la cabeza a un lado y a otro...--- dejemeee.... , sueeelteeee!-- empezó a llorar de nuevo.!
  • Ahora te haces la buenaaa verdad?...., Puta del demonio!-- Plaaafff! – sonó el latigazo de la mano golpeándola.-- Eso te enseñara a obedecer...! a hacer lo que te dicen tus mayores...! Maldita cría... , ahora vas a saber lo que es una polla como dios manda!
  • Ayyy tioooo, noooo por favorr!, nooo poor favoooooooor!-- se retorcía la pobre niña.
  • Mira que tetas tan sabrosas tienes! hurgo entre la combinacion blanca de la muchacha, tan jugosas!. Hundió la cabeza al empezar a mordisquear y chupar de las tetas de su sobrina, los lloros se convirtieron en hipidos histéricos, que no impidieron a Joseba en hundir una mano entre las piernas de la chiquilla.

Veía claramente como la mano se metía entre sus piernas hasta dar con el coñito de la pobre Leire, que se arqueo intentando sacarlo de encima, como si de un pulpo se tratase su boca no dejaba de lamer y morder la teta , y atormentar la otra casi inmediatamente, los lloros habían comenzado a bajar algo de intensidad al empezar a menear la mano en el coñito de Leire, la pobre seguía dejándose hacer tan buenamente como podía, los lloros cada vez mas bajos.... , mas distanciados..., de golpe su mano salio de entre sus piernas para levantarse hasta la cintura acomodándose sobre las piernas de su sobrina.

La iba a joder, vaya si iba a hacerlo!-- sujetándose el grueso cipote restregó el rabo sobre el coñito peludo de su sobrina ,punteando la raja hasta de un hondo empellón enterrarse hasta la mitad de su coño.

  • Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh dueeeleeeeee, ahhhhhhhhhhhh... – protesto volviendo a lanzar los puños y golpear al tío.
  • Uffff niñaaa que estrechooooo, ohhhh, ohhhh diooossssss,--- Mmmmmmmmmmm! Y sin darle tiempo a lanzar otro aullido empujar hasta clavarse palmo a palmo la mitad del rabo , tapando la boca de su sobrina el pelo tan despeinado como un salvaje al hundir lentamente su tranca en la estrecha chiquilla...
  • -- Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu duueleee, dueeeeleeeeee quitateee , quiiiiiitaaaateeeeeee – protesto, lloriqueando devilmente.
  • Yaaa estaaa, yaaa esta dentrooooo Leire, Diooooos que buenooooo , ohhhhhhh, niñaaaa ohhhh , quedate quieeetaaaaa ahhhh, que gustooooo , cerradito y virgen ….-- diooos sobrina, para de moverte o te dolerá maaaas....! –

la pobre niña dejo de moverse ante la orden del tío, ensartada como estaba por el peso y la polla del tío solo podía oírla sorberse las lagrimas. * Oghhhhhh niñaaaa... tienes un coñito caliente y jugosoooo, ohhhh creo que, creooo que no aguantoooo masss , ohhhh, ohhhh-- el berrido soltado por el conserje me llego perfectamente, se había corrido dentro …., aun sin moverse, la pobre Leire también noto los chorros espesos bañándola porque casi enseguida empezó a chillar como loca. * Ufffff..., ufffff.... auuuuhhhh, nooo te mueeevaaas , nooooooo auuuuuuhhhh, – cerro los ojos recibiendo la espesa crema del tío. – * Shhhh, shhhh... – la mando callar acariciándole suavemente la cara... Yaaa esta ,ahora la leche calmara algo el dolor..., shhhhh , la consolaba suavemente aun clavado en las entrañas de su sobrina.-- Ya no dolerá tanto pequeña, ahora, ahora... esperaremos un poquito..., veras que gustillo...!-- acabo chupando el mentón de la arisca sobrina. * No puedo mas …, por faaavooor , noooo ayyyy,ayyyyy escueceeee....-- volvió a quejarse con lagrimas volviendo a brotar de sus ojos. Paraaa ya... , no seas malooooo .!-- * Yaaaa estooyyy casi, yaaa... ves estoy duro como un chaval... eh?... joder niñaaa... no veas como me agarras el rabooo.. ohhhh... ohhhh...,

Algo sucedió entonces, Joseba se levanto sobre el cuerpo de la pobre niña colocando sus manos sobre los muslos y lanzándose a montarla como un salvaje, el primer pollazo hizo rebotar a la pobre Leire hacia atrás con brusquedad, las tetas rebotando al compás de las hondas envestidas del tío, el tintineo del manojo de llaves acompañando el ritmico ruido de la follada.

Leire solo alcanzaba a gimotear muy bajito , el Flooop, flooop, flooop, flooop, cada vez mas seguido, las tetas sacudiéndose cada vez mas rápido hicieron que mi mano empezara a pelar mi polla al ritmo marcado por Joseba.

Los contoneos del culo del conserje aun siendo hondos no tardaron en empezar a volverse mas lentos , cerca de lo que sin duda fuera otra corrida bestial. – Miiieeerdddaaaa , meeee corrooooo ,meee corrooooooooooo, – murmuro sujetándose a los muslos de la sobrina como si la vida le fuera en ello, estallando en un largo gemido que hizo acelerar mi propia paja al vaciarme sobre la tapa del armario, cerré los ojos unos instantes.

Menudo gustazo!, por lo visto el tío seguía disparando el esperma balsámico cuando cayo medio desmayado sobre el cuerpo agotado de la sobrina.

Cuando por fin la respiración entrecortada de Joseba se normalizo lo suficiente, vi como levantaba la cabeza ya totalmente despeinada buscando la cara llorosa de la sobrina en busca del primer beso, Leire ya totalmente callada le sorprendió girando la cara .

Joseba resoplo de una manera muy conocida por nosotros y poco a poco levanto su cuerpo de encima de la sobrina. Desde donde yo estaba , le vi levantarse y ya de pie meterse la polla en los pantalones. Ni si quiera entonces miraba a su sobrina, en silencio se paso las dos manos por la melena desordenada cerrando los ojos en silencio.

Yo desvié los ojos unos minutos de nuevo hacia la figura aun en el suelo de Leire, seguía inmóvil con el vestido echo trizas alrededor suyo, las tetas morenas asomando de la combinacion blanca, las piernas aun abiertas con rastros de sangre sobre las bragas y los muslos.

No decía nada, no protestaba, solo su tío al fin se acerco y se agacho lo suficiente para que ella retrocediera aterrorizada.

  • No temas niña..., no voy a...-- dejo sin terminar... sera mejor que te lleve dentro..., tendrás que lavarte algo... ya sabes …, la sangre y todo eso... – luego puedes quedarte en mi cama...-- Yo, yooo... dormiré en ese sillón.-- Y ante la aterrorizada niña se arrodillo y la levanto de una brazada cargándola al interior de la portería.

En ese momento salí de mi escondite como alma que lleva el diablo, Alejandro salio de detrás de las pilas de cartones y papeles con la misma celeridad, ambos nos dirigimos con sigilo hacia la puerta de camino hacia nuestra habitación, no queríamos ser pillados por un conserje salvaje que nos despellejaría sin remordimientos.

Subimos con rapidez las escaleras en dirección al cuarto, sin pararnos hasta llegar a nuestras camas.

  • Joodeer no veas como folla el puto conserje...!-- y yo que pensaba que era marica...! – se rió Alejandro estirado sobre la cama. – Mañana la larga... , ya veras! – que bien voy a dormir esta noche....-- se quedo mirando el techo del cuarto.-- Menuda paja le he dedicado a Leire! – estoy deseando taladrar ese coñito...

Los dos bajamos a cenar en el comedor medio desierto, casi ningún alumno se había incorporado al curso de 1933, así que teníamos casi todo el recinto para los 8 niños que en esos momentos asistían a las clases.

Los padres sentados en la mesa principal presidiendo la cena, el asiento de Joseba estaba vacío, mire a mi amigo señalandole el hueco en la mesa, su sonrisa me dejo bien claro la dirección de sus pensamientos.

  • Niños , demos gracias por la cena que vamos a tomar... – pronuncio el Padre Anselmo , en estos tiempos difíciles es necesario permanecer juntos ante la adversidad...-- y sentándose en silencio empezó a servirse la cena.

Sabíamos de las revueltas populares que por todos lados salpicaban el país, los obreros por fin tenían una representación algo mas justa y a todos no les gustaba aquel ambiente . En las calles se respiraba agitación, revueltas estudiantiles, un cierto estado de justicia social que a cierto sector acomodado no agradaba demasiado.

Nosotros dos críos con pantalones cortos no teníamos idea de que se avecinaba, ajenos a lo que no fuera nuestro mundo cerrado, nos acostamos pensando en los venideros días con Leire.

Cuando despertamos al día siguiente remoloneamos en el comedor desayunando, el asiento de Joseba volvía a estar vacío, y los codazos de mi amigo me decían que nuestra victoria se cobraría cuanto antes.

En el descanso entre clases hacíamos planes sobre donde viviría Leire. Con la asignación mandada por su padre Alejandro no podía mantenerla en un hostal, así que decidimos dejarle la llave de la casa cerrada para acomodarla mientras nadie estaba en la ciudad.

Compraríamos alimentos en el mercado y los llevaríamos en las mochilas cuando salieramos al recreo.

Eramos ingenuos, no pensábamos mas que en nuestras pollas y poco o nada nos importaba de lo que se cocía lentamente alrededor.

Ambos nos escabullimos a la portería, buscando a la dueña de nuestros sueños lúbricos, y fue una sorpresa encontrarla sentada tras la mesa del conserje.

  • Buenooo Leire... una apuesta es una apuesta...,-- soltó alejandro extendiendo la mano, – supongo que el medallon lo olvidaste... no?-- Vahhh, es iguaaaal....!-- lo importante es que... ahora nos perteneces.... y … yyyyyy... ya tenemos un sitio para esconderte...-- continuo sin fijarse como la chica descruzaba los brazos impasiblemente.

Mi casa de veraneo.!.. esta aquí cerca, tengo una llave y podemos colarte para que vivas mientras estés con nosotros, – no te preocupes por la comida..., te la traeremos del mercado... ...-- pero eso si, tienes que ser silenciosa... no llamar la atención...-- * No pienso ir contigo a ningún lado...-- sentencio Leire – Es mas, creo que me debes 2 pesetas-... adelanto la mano exigiéndolas-- Todavía estoy aquí, no? – Y no pienso irme a ningún lado...-- cerro los ojos volviendo a cruzar sus brazos. * Tuuuu... y que mas?-- grito lleno de rabia Alejandro-- Joseba te ha echado...-- escuchamos como gritaba desde el pasillo-- mintió mi amigo .-- lo oímos bien claro, verdad Eladio? * Pues oirías mal, por que ….-- estiro los brazos y adelanto su mano a su propia cara...,Mi marido y yo nos quedamos aquí... – así que dame el dinero... – exigió una Leire totalmente desconocida.

Vi perfectamente el aro dorado en su dedo, el anillo sencillo que rodeaba su dedo adolescente pero que dejaba bien a las claras el bombazo que había derribado nuestros castillo en el aire.

  • Pero como...? – dejo a medio acabar Alejandro.-- Nooooo...!, nooooo!-- queee... Joseba se ha casado contigo... y una mierda!-- sentencio mi amigo.
  • Esta mañana nos ha casado el padre Anselmo, – por si no lo crees. Así que dame mi dinero...-- volvió a exigir.
  • Vayaaa... , resulta que si tenias recursos! …. le tendió el dinero derrotado.-- aun siendo tu tío, jooder.... hay que ver... como las gastas. – termino admirado.-- Buenooo, pues si te aburres del ogrooo y quieres una polla algo mas dura... ya sabes...! –

Nos volvimos decepcionados a clase, sin pensar si quiera que aquello que nosotros teníamos planeado para mas adelante jamas se realizaría. Esa misma tarde el padre anselmo anuncio la boda del conserje con su novia del pueblo, y tal como esperamos todos se dieron de codazos y sonaron risitas en el comedor .

Durante semanas no volvimos a ver a Joseba chillando o regañando a nadie, e incluso de vez en cuando se le veía sonreír estúpidamente al suelo que fregaba regularmente.

Era como si un tipo diferente se hubiera apoderado de él, después de un mes sin gritos a los alumnos del colegio les parecía imposible haber vivido alguna vez de otra manera.

Yo de vez en cuando me escapaba a solas a la portería donde Leire, fregaba los suelos de rodillas y solo contemplándola tras la columna me pajeaba en silencio. Fue en el segundo mes desde nuestra llegada cuando nos llegaron noticias de casa.

Don Matias nos escribía para darnos una buenísima noticia, su mujer iba a darle otro hijo. Por fin y después de mucho tiempo ; doña Angustias volvía a estar embarazada, nos comunicaba que el niño nacería para mayo , un hermanito o hermanita.

Entre lineas podíamos darnos cuenta que en la finca no todo era tan color de rosa como quería darnos a entender, si había nuevos peones era por el despido de los que formaron un sindicato. Pero aun así, todo seguía asombrosamente igual .

Alejandro doblo la carta con cuidado y me miro fijamente. – Mayo...-- eso significa que...-- Jodeer... he preñado a mama!... soltó una carcajada orgulloso.-- Ostia Eladio... voy a ser padre... porqueeeee! , vamos eso significa que fue el día de agosto en...-- dejo en el aire.

Enrojecí hasta las orejas.., si tal como sospechaba mi orgulloso amigo supiera como me había terminado de follar a su madre no estaría tan seguro de su futura paternidad.

  • Siii... supongooo... Ehh.., menudo liooo no' – tu hijo y tu hermano... !-- me rasque pensativo la cabeza.
  • Ufffffff.... ahora que lo dices..., pero te imaginas... como seria follársela con la barriga llena de mi hijo....--- dejo medio flotando en el aire.
  • Tu estas enfermo..... , decididamente enfermo...-- termine confesando.

Dejamos nuestra cosas , y nos preparamos para bajar al siguiente turno de comedor, siguieron pasando los meses y la barriga de doña Angustias no fue la única en hincharse con un hijo. Leire también estaba preñada..., la curva de su barriga así lo mostraba.

Encerrados como estábamos en ese pequeño mundo no podíamos hacernos a la idea que de la noche a la mañana todo cambiara como llego a cambiar, pero así sucedió.

Fuera del recinto las cosas se recrudecían, los alborotos eran cada vez mas violentos y tumultuosos, algo que llevo a realizar drásticos cambios en nuestra ordenada rutina.

Al cabo de una semana de disturbios en las calles , fuimos reunidos de urgencia en el comedor . Don Anselmo nos comunico muy disgustado que el colegio se veia en la obligación de cerrar las puertas, los padres apenas tenían opción salvo salir de la ciudad y refugiarse en diferentes casas particulares.

Se habían oído rumores de iglesias quemadas y altares profanados, todos nosotros regresaríamos a nuestros hogares , lejos del alboroto y así se había dispuesto que partiéramos escalonadamente en el ultimo tren de la noche.

Nos apresuramos a empacar lo poco que debíamos llevar, para no levantar sospechas de los alborotadores. Subimos al tren en medio de un silencio que no presagiaba nada bueno. Para cuando el tren se puso en marcha recordé a Leire en la puerta del colegio agitando la mano despidiéndose, la otra acariciando la curva de su barriga . Joseba algo pálido sujetándola de los hombros.

Todo cambiaba y nosotros eramos enviados de nuevo a casa, a la seguridad del hogar , a la calidez de la familia, o en el caso de Alejandro , de su muy embarazadisima madre.