Las Batallitas del abuelo Eladio y familia. (1)

La introducción a la vida familiar de Eladio es algo complicada, acaso no lo es siempre en esta familia? , solo espero que sus hazañas a lo largo de las decadas os sorprendan tanto como a mi.

Si le hubiesen pinchado no le hubiese salido una gota de sangre, como demonios se hacía a la idea uno, Paco volvió a doblar la carta pensativo, con algo de nerviosismo observo sorprendido las dos horas que llevaba allí encerrado, era de locos.

Cerro la libreta que había estado ojeando devolviéndola al estuche y cerrándolo despacio, aun confuso, se apresuro en dejarlo todo tal como lo encontrara, apago la solitaria bombilla del techo saliendo casi a hurtadillas del santuario de su padre.

Con el estuche bajo el brazo , cerro el candado con la llave preguntándose como habría conseguido sacar de la residencia todo aquel material, porque no era habitual dejar salir a los internos muy a menudo. O al menos el nunca lo veía fuera del centro.

Dándole cien vueltas a todo el asunto se dirigió de nuevo hacia donde aparcara el coche, alzando la mano en forma de despedida se alejo de la casa donde ahora vivían Gunter y Frida. Condujo con la radio apagada, procurando centrarse en desviar la vista del estuche colocado en el asiento del copiloto.

La curiosidad enfermiza le hizo aparcar en un solitario arcén, en medio de una explanada de olivares agarro impaciente el estuche , sacando la libreta que empezara a ojear dentro del cobertizo. Con la luz de la tarde a sus espaldas giro la hoja para leer la siguiente anotación de Eladio.

Julio del 2005

Hijo mio, si tienes la ocasión delante de tus narices no la desaproveches, créeme, disfrutaras como nunca!.

Vaya... finalmente me traslado de nuevo. – Escribo estas lineas desde la mesa de mi nuevo hogar, El centro Los Pinares; llegue esta mañana , la verdad; parece mas un hotel que un cementerio de vejestorios.

Tengo que reconocer que el lugar es agradable, piscinas, pistas de tenis...,aunque a mi edad...., como si se tratase de ir a la Luna. Poseo mi propia habitación, aunque intimidad lo que se dice intimidad no parece haberla.

Siempre enfermeros y enfermeras tomándote la tensión, que si termómetros, que si zumitos..., cuanta gilipollez.

Aseguraron que en las visitas familiares desaparecerían, por lo de preservar la intimidad de los internos.

Estoy deseando que llegue este fin de semana, si tal como cuando era un criajo. Ese día vendrá Remedios, si supiera cuanto la echo de menos... --- No hace ni 14 horas que bañe sus entrañas con mi esperma por ultima vez y aun así la deseo … , nuestro hijo encajado entre ambos a cada lento empujón , los dos gimiendo sobre el asiento trasero de su coche...

Ya no estoy para esos trotes, muchahete. Escondiéndote como un vulgar pipiolo con granos.

En fin...., tras eso... aparcamos en la parking de la residencia dejando el inconfundible olor a folleteo en el asiento trasero, cargamos las maletas y entramos en recepción.

Remedios luchaba por no soltar alguna lagrimilla, la pobre....

Un chaval algo impertinente nos acompaño hasta la dirección, donde el hijo de mi camarada Ramirez dirigía el lugar con la eficiencia de un cura en semana santa. Parece un buen chico, algo estirado pero buen tipo.

Con aquella voz tan profesional nos enseño las instalaciones , conduciéndonos al fin al lugar donde” me alojaría”.

A lo mejor se pensaría que iba a darle propina!. Cuando el tipo se fue, remedios acabo derrumbándose .

  • No llores hijas, no quiero verte pasarlo mal. Aquí estaré como en un hotel de 5 estrellas, mira...-- mi propio retrete, Tele.... joder como en casa.
  • Ay Papaaaa...., que sola me dejas...!-- con lo que te necesito ahora.-- gimoteo acariciándose la redondeada tripa.
  • Calla, calla niña! Susurro sentándose a su lado-- Podrás venir a verme los Sábados y los Domingos. – sujeto su barbilla para besarla abriéndole la boca. – Mmmmm.... hundió su lengua con la excitada de su hija.
  • Mmmmmm.... mmmmm... mmmmm...-- la mano de Remedios bajo inmediatamente a los pantalones de algodón de su padre , sobando la polla fláccida con placer.

Tuve que separarme para conseguir aplacar a la niña, ya no estabamos en casa... incluso alguien podía entrar en cualquier momento. Maldiciendo por aquello, me levante y renqueando llege al dintel de la puerta ; no había pestillo, Puta Residencia! cerrándola con cuidado coloco una silla afianzando la.

Al girarse contemplo de rodillas a su hija levantando la mano y sobando con ganas la polla de su padre.

Aquello era demasiado para mi, me iba a dejar seco... pero que demonios. La dejo hacer observando la viciosa mirada de hembra preñada, lamió la bragueta igual que una puta hambrienta de leche caliente, bufe salido al notar su mano apretándome el rabo, la pobre intento meterse el capuchón rojo en la boca pero le fue imposible.

Muy pocas eran las hembras que podían tragar tanta carne, suspiro satisfecho cuando la lengua de Remedios punteo la seta , lamiendo y excitándolo.

En casi 10 minutos la erección de mulo volvió a estar tiesa como en sus años mozos, las manos de la niña siempre lo lograban.

Destetandola de su polla, la levanto para probar de su boca el amargo sabor de su rabo en sus labios. Era ridículo pero , la vio retroceder hasta pararse en la cama levantando la falda invitándole a hundir su polla entre los tiernos y jugosos pliegues de su coño.

Igual que un niño gateando por primera vez, avanzo con los pantalones enrollados en los tobillos hasta las piernas abiertas de su hija, sujeto los tobillos abriendo a su hembra hasta poder tantear la falda de algodón y levantarla.

  • Ayyy hija miaa no llevas bragas..., susurro restregando el cipote por toda la lubricada raja de Remedios.
  • Uffff.... las dejeee en el cocheee..., vaaa folllameeee , hazzlooo ya....-- suplico adelantando las caderas.

Metí la enorme seta roja con apuro, era demasiado grande.... Gruñendo por el esfuerzo volví a embadurnar el cipote para lubricar el estrecho agujero. Tu hermana brinco ansiosa y enfilando el cabezón me hundí en el chochito adorable de Remedios, boqueo satisfecho como siempre que enfilaba un coñito tierno y estrecho.

Que sabia del imbécil de su marido, tensando las mandíbulas se hinco palmo a palmo en el coño de su hija aun rebosante de la corrida del coche.

Remedios parecía a punto de desmayarse, se lo notaba demasiado bien. Aquello era glorioso, acabaría agotado y puede que con bombona de oxigeno …, pero que demonios , la jodí profundamente, aumentando la profundidad de mi empuje..., por un momento todo quedo olvidado, solo estábamos ella y yo. Ambos gruñíamos como endemoniados.

El coño estrecho tragaba de lo lindo , y yo ya no soy un chaval. Tras clavarle otra profunda envestida me corrí de manera brutal, llenándola chorro tras chorro mientras su lenguas se fundían en un excitante lengueteo.

Ostiaaaaa putaaaaa ! Al final pude sacarla con un Ploooooooopp que me dejo tiritando , el empapado cabezón mojo las caderas de la niña con el jugo de los dos mezclados. La pobre remedios, despatarrada con el coño rebosando de otra follada colosal.

  • Me dejas muerto niñaaaa....-- Como voy a echarte de menos...-- bajo su falda hasta taparla por entero.
  • Ayyyy Papa... yo si que voy a echarte de menos – susurro bajándose del borde de la cama posando los pies en el suelo. – No se si podre aguanta r hasta este Sábado-- reconoció recomponiendo su ropa.
  • Sera mejor que vuelvas a casa preciosa..., Tu marido debe estar preocupado! – y posando la mano sobre la tripa , volvió a sonreirle con cariño. – Cuidate mucho, entendido?
  • Si , Papa-- suspiro Remedios alejándose y quitando la silla.

Cuando salia por la puerta, estuve a punto de llamarle la atención pero prefirió callar, si como el alguien se fijase en el contoneo del culo de su hija habría visto el fino hilo de esperma cayendo pierna abajo.

Suerte que tenia el coche cerca, susurrando se sentó en la mesa y abrió la libreta donde anotaría el polvo que había tenido hacia escasos instantes.

Durante todos los días que faltan hasta la vuelta de remedios, lo leeré una y otra vez. Con las ansias del domingo esperando a la vuelta de la esquina.

Paco leyó aferrado a la libreta apurando las ultimas luces de la tarde, fuera la negrura de la noche se apoderaba de la solitaria explanada, unas luces deslumbrándolo lo sacaron del trance en que se había sumido al leer aquellas paginas.

Su padre, se dirigía a él mas como un amigo que como el progenitor serio que siempre había sido.

Se encogió de hombros ante la magnitud de lo sucedido dentro de aquellas paginas, sin pararse a pensarlo mas cerro la libreta guardándola dentro del estuche, arranco el coche dirigiéndose de nuevo hacia la casa de su hermana.

Al aparcar delante de la fachada, dudo un segundo. Atrapo el estuche y con cuidado lo dejo bajo el asiento trasero de su todo terreno. Cuando cerraba la puerta del vehículo, escucho la puerta de la casa abrirse , allí estaba Remedios.

  • Pero bueno...., ahora también tengo que preocuparme por ti?-- bromeo atizándole con un trapo.-- Pensaba que tendría que llamar a la policía, mira que dejarte el móvil en el lavabo. – Ay... hermanito, que cabecita tenemos!.
  • Joooder!-- ni me había dado cuenta!-- gracias por rescatarlo de las garras de los monstruitos-- le agradeció atrapándolo al vuelo.-- La verdad..., se me ha pasado la tarde volando.
  • Hay que ver!, pasa anda... cenaremos aunque sea algo tarde!-- le atizo de nuevo.
  • Oye... abusona!, – se adentraron riendo en el interior de la casa.

Cuando llegaron a la cocina Paco se lavo las manos en el fregadero.

  • No has cenado aun?, Joder no quería haceros esperar tanto!.-- Lo siento de veras, – murmuro disculpándose .
  • Vaaaa..., Joaquin ha tenido otra de esas llamadas del hospital... Bazo agujereado... así que... si le esperara a él ,puede que se hiciera de día.-- contesto remedios.
  • Ahhh cuñaditooo, te compadezco! Brindo con la lata de cerveza fresca- Que has preparado, estoy hambriento.

Ambos empezaron a comer como en los viejos tiempos , entre bromas recordaron cientos de anécdotas de su padre y cuando el reloj del comedor toco las 11, la nostalgia se había adueñado de ellos.

  • Que sola voy a estar !-- suspiró enérgicamente Remedios.-- Porque tuvo que ser así! .
  • Pffffff... solo se que bueno..., tuvo una vida llena..., y al final... pues … puueeesss... os tuvo a vosotros...!, no?-- pregunto intrigado.
  • Ehhh... si! – enrojeció Remedios – siempre decía que los pequeños eran una prolongación de su juventud...- te lo puedes creer?-- Los quería tanto....-- sollozo

Paco atrajo a su hermana a sus brazos y la abrazo intentando calmar su desgarrador llanto, el pelo rubio de Remedios tan parecido a su madre y al de Maria le produjo escalofríos cuando rozo su cuello.

Encajaba tan bien entre sus brazos, su aliento rozándole el cuello, el dulce aroma a vainilla flotando sutilmente.

  • Shhhh, shhhhh... – acaricio su espalda con cariño.-- Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad?-- pronuncio mirándola a los ojos detenidamente.
  • Ayyy Pacooo... no va ser lo mismo!-- .

Paco sintió una corriente eléctrica subir por su polla cuando las firmes tetazas de Remedios se pegaron a su pecho, sin darse cuenta el instinto le hizo levantar las manos hacia el culo de su hermana , apretando los cachetes con ansia, amasando el culo contra el evidente bulto de sus pantalones.

Leer el diario de Eladio le había puesto cachondo, no podía poner como excusa las dos cervezas bebidas durante la cena, ambos estaban cachondos. Paco amaso el culo de su hermana si resistencia alguna, sus tetas aplastadas contra la camisa de algodón a la vez que escucha los pequeños susurros complacidos.

  • Pacooo... para... paraaa... susurraba en su oído...-- Esto no esta bien,-- suplicaba restregando su pelvis contra la palpable erección de su hermano.
  • Para tu... hermanita! Le reto colando sus manos bajo la camisa palpando la piel de Remedios hasta dar con la tira del sujetador.-- De verdad, quieres que pare? – bajo la cabeza y lamió su boca abriéndola.
  • Mmmmmfffff... replico al abrir la boca para dejar la lengua de su hermano lamer la suya-- Noooo.... es peligrosoooo....-- intento separarse.

Paco deslizo las palmas de sus manos hasta los botones de la camisa y sin dejar de lamer su boca, fue abriendo cada palmo de piel lechosa, tirando la camisa al suelo cuando los formidables melones de Remedios quedaron delante de sus ojos. Tal como recordaba de su infancia, el cuerpo espigado de Remedios estaba salpicado por un millar de pecas adorables.

La de veces que se la había cascado cuando eran críos justo después de verla mojada en la charca, Pedro era testigo de las decenas de pajas que ambos solían dedicarle encerrados en el cobertizo de Eladio.

Piernas interminables redondeadas con unas caderas generosas, hechas para joder hasta vaciar a un hombre , unas tetas redondas y duras , con aquellos pezones gordos que se le adivinaban cuando salia del agua como una diosa.

Ahora revivía sus calenturientas fantasías infantiles, levanto la tela del sujetador para averiguar a que sabrían los pezones oscuros de su hermana. Paso un dedo rozándolos excitándolos hasta empitonarlos y meterse lo a la boca chupándolo rabiosamente.

Los quejidos de Remedios eran cada vez mas cachondos, sus manos sobre la cabeza de Paco intentando separarlo de sus tetas y aplastandolo mas a ella.

--- Noooo... noooooo Pacoooo, paraaa... por Dioooosssss.... aahhhhhhhh.....-- suplico excitada Remedios.

Paco sorbió del pezón con fuerza, arrancando los gemidos lastimeros que provocaban que su polla se empinara firme en sus pantalones. Arrastrando a su hermana con la boca aun llena de teta, sus cuerpos rozaron el tope de lo que sin duda era la mesa ,con una urgencia dolorosa la tumbo encima de la mesa, entre ruidos de platos y cubiertos volcados.

Al caer de espaldas sobre la madera, Remedios intento levantarse aturdida por la intensidad de su hermano. A penas, pudo levantar la cabeza cuando lo vio colocarse entre sus piernas tanteando la abertura de los pantalones. Procuro cerrar los ojos al advertir las manos de Paco bajando los pantalones por sus caderas llevándose con ellos las bragas blancas.

  • No lo hagas Pacoooo... en serio... esto es....--- murmuro bajito.-- colaboro al levantar sus caderas para dejar que los pantalones cayeran muslos abajo.
  • Vamooosss Remeee … no digas que no quieres.... ufffff--- restregó la erección sobre la suave piel del muslo. – No digas eso hermanita... no te hacías la estrecha con papa.... vamossss.... !

Remedios enrojeció humillada girando la cabeza cuando su hermano intento besarla de nuevo, procuro parecer indiferente cuando el ruido metálico de la correa de paco se soltó , no pudo evitar desviar la vista al colosal bulto que parecía reventar el calzoncillo .

Antes de poder llegar a protestar de nuevo, lo vio arrodillarse entre sus piernas enterrando su boca entre las empapadas paredes del coño y empezaba a lamerla.

  • Uffffff.... ufffffff ….-- siseo Remedios girando la cabeza de un lado a otro.

Paco hundió la lengua mamando hasta enloquecerla, punteo el clítoris castigandola hasta que tuvo a su hermana sobándose contra su boca, acompasando las caderas en una serie de jadeos enloquecedores. Para cuando la corrida le salpico los labios, la pobre Remedios ronroneaba aplacada.

Levanto la cara aun cubierta de los abundantes jugos de la corrida y se relamió mirándola. Tenia la polla a punto de reventar, con algo de apuro se bajo el calzoncillo , el grueso cipote ya apuntaba al techo rezumando gotitas de semen se lubrico la polla con lentitud, observando el coño rosado de su hermana . Agarrándola de la cintura se afianzo sobre ella empezando a deslizar la gruesa barra de carne por la raja húmeda , resbalando una y otra vez.

Remedios enrojeció excitada, suspirando a cada fricción hasta escaparse le un pequeño gritito.

  • Ohhhhhhhhhhhhhhh.... – suspiro Remedios al ver como el peso de su hermano la aplastaba contra la mesa al sacar su lengua tocando y abriendo la lengua de su hermanita, después separando la boca , susurro:
  • Ahhhhhh siiiii, siiiiiiiiiiiiiiii , mmmmmmmmm folllaaaameee Pacoooo, ahhhhhhhh.....

Paco notaba latir su polla como nunca cuando se hundió en el coño de su hermana abriéndose como seda fundida , con un fuerte empujón la tranca entro de golpe dura como el hierro.

A remedios la sensación de tanta carne ensanchando las paredes de la vagina la dejo casi muerta, Ufffffffffffffff se quejo apretando las mandíbulas.

Paco sudaba la gota gorda, no quería acabar como un puto adolescente así que apretando los dientes, se meció lentamente envistiendo hasta sentir los cojones balancearse suavemente, la sujeto de los muslos apoyándose y con un fuerte empellón empezar a metersela en una serie de profundos envestidas.

Remedios jadeaba ante semejantes riñonadas acostada sobre la mesa de la cocina, moviendo las caderas ofreciéndose lascivamente , las tetas pecosas botando a cada empujón.

Aulló perdida en su propio goce al ver como su hermano aceleraba el ritmo de la jodienda, Ahhhhhhhhhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhh, – gozaba al notar el chapoteo de la polla de Paco.

  • Jooodeeemeeee Cabrooonnn, ahhhhh, ahhhhhh, ahhhhhhhh – aulló corriéndose como loca en una serie de interminables sacudidas.

Las sucias palabras de Remedios lo habían puesto al limite. Las manos se tensaron en las caderas de su hermana al correrse en una explosión de placer : --- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-- bombeo el esperma entre jadeos y gritos. Sudoroso y satisfecho continuo derramando su interminable corrida deleitándose muy lentamente hasta que calmado cayó agotado entre las piernas de su hermana.

No les salia ni una palabra, exhaustos recuperaron poco a poco sus respiraciones.

Aun hundido en las entrañas de su hermana, Paco suspiro satisfecho. El grueso y enorme pollon soltó unas ultimas gotas mientras sentía resbalar del interior del excitante coño de su hermana. En silencio, continuaron tendidos sobre la mesa, los crujidos de la casa resonando en sus oídos.

  • Como lo has sabido... ? – pregunto empujándolo con fuerza Remedios enfadada.
  • Así que es verdad?-- Ostia Puta.... Reme, con razón Joaquin no lo quería cerca!. Joooderr aun se me hace increíble escucharlo de tu boca.
  • Papa... , bueno el me comprendía... fue el único que...quería que tuviese a los gemelos. – acabo bajándose de la mesa.-- Prometeme que esto no saldrá nunca de aquí, prometelo!
  • Esta bien...! tienes mi palabra hermanita. No soy nadie para juzgar tus actos, se alejo con lentitud hacia las escaleras.-- Solo debes saber que... ya sabes, puedes contar conmigo para lo que quieras.-- termino subiendo lentamente.

Aquella noche cayo rendido al posar la cabeza sobre el almohadón , por una vez en mucho tiempo volvió a sentirse como un un chaval de 13 años, al día siguiente volvería a casa habiendo cumplido una de sus fantasías mas antiguas. Acaso no podía sentirse mejor, sentiría dejar a su hermana ahora que finalmente la había probado, pero …. como podía estar descontento en casa le esperaban su hembras, suyas para que reviviese una y mil veces sus sueños mas lúbricos y lascivos. La mueca de satisfacción se dibujo en su cara mientras el sueño iba adueñándose poco a poco de su cuerpo.

Ponerse en movimiento al día siguiente fue de todo menos aburrido, sus sobrinos se convirtieron aquella mañana en una divertida jornada de fútbol y risas. Echaba de menos aquello, rodar como animales por el césped trasero entre risas y patadas.

A media mañana las dos comadrejas escurridizas sudaban con la lengua fuera hambrientos, su madre les llevo una fuente con bocadillos que devoraron riendo como hienas salvajes. Allí, sentados con los dos sobrinos delante, observo las dos cabezas rubias comiendo sus bocadillos con fiereza, si como él supiera uno la verdad, vería la herencia de su padre en sus ojos, en la pequeña nariz respingona e incluso la forma cuadrada de la mandíbula.

Trago el pan con dificultad, al contemplar las pequeñas fotocopias de Eladio frente a él.

Cuando hubo terminado , se despidió de los dos con sendas collejas cariñosas. Consiguió salir ileso de la trifulca que se formo entre las dos bestias pardas. Sus pequeños hermanos..., ufff que raro sonaba aquello.

Para cuando Joaquin le tendió la mano, encajo el apretón curioso?.

  • Ah Joaquin, que tal esta Katia..., Remedios me comento que no viene a menudo a casa, no?-- pregunto en tono casual a la vez que subía su escaso equipaje y cerraba el maletero.
  • Ehh... si bueno..., Dinamarca esta muy lejos..., ya sabes... su trabajo...-- contesto en tono evasivo su cuñadito.
  • Clarooo, podréis ir a verla en verano no?-- En vacaciones y eso...-- comento subiendo al asiento de piloto.

Remedios le lanzo una mirada asesina, que le hizo casi escapar una carcajada, que tenia de malo ser algo cotilla con la familia?, al fin y al cabo.... Todo queda en casa, no? – pareció devolverle la mirada guasona.

  • Si buenooo, yo iré en Mayo… por mis vacaciones... y luego quizás... Remedios y los niños vengan un par de semanas mas tarde; cuando acaben las clases...--
  • Nada, nada Joaquin-- se subió las gafas de sol arrancando el todo terreno.-- Aprovecha tu que puedes; ya sabes que mi hermana y los niños pueden quedarse en mi casa el tiempo que estés fuera.

Para que esta la familia, no?-- arranco el coche despidiéndose con la mano e incorporándose al camino. * Te tomo la palabra Paco..., – grito Joaquin desde el umbral de su casa.

Remedios no habría podido alejarse durante toda la despedida, nerviosa se acariciaba la cadena de oro regalada para su primera comunión , mordiéndose los labios insegura sabia lo peligroso que podía resultar todo aquello, no debería haberse follado a su hermano, ni aunque su estupenda polla la hubiera dejado satisfecha y llena.

No , aquello era impensable.

Esa misma noche, aunque el asco le recorriera cada palmo de piel se acostaría con su marido, puede que la noche siguiente también, y si tuviese que hacerlo una tercera noche...., pues lo haría.

Se mano posada sobre su tripa, porque por pequeña que fuera la posibilidad puede , solo puede que su hermano la hubiera preñado.

Recordaba perfectamente el primer polvo con que su padre la había premiado hacia casi siete años atrás, allí en el jacuzzi que su marido se había empecinado en instalar en el jardín. La sorpresa de sentir después de tanto tiempo una polla dura dentro de sus entrañas, a ese le sucedieron otros igual de ardientes, luego todo se descontrolo.

Cuando la regla dejo de bajarle ese mismo mes, sus angustias se vieron confirmadas.

Joaquin también lo supo en seguida, siendo medico noto incluso antes enfureciendo al saber de la preñez de su mujer con la que había dejado de compartir lecho hacia meses.

Aquella época fue dolorosa, los gritos , las recriminaciones mutuas. Ambos se echaron a la cara toda la basura acumulada durante años, pero permanecieron juntos por conveniencia de él.

Seria demasiado duro para el jefe de cirugía de un hospital tan reconocido separarse con la mujer embarazada.

Remedios al final cansada del frió resentimiento acabo confesandole la identidad del padre de su bebe, humillada y vejada, consintió el destierro de su querido padre a una residencia lo mas lejos posible de ellos.

Esta vez no seria así, acariciándose la tripa sospecho que la semilla de Paco seria tan fuerte como la de su padre, al fin y al cabo sus 6 hijos eran la prueba mas palpable.

  • Me gusta tu hermano Remedios-- soltó Joaquin con frialdad-- Parece un tipo legal , pero al fin y al cabo tan cabrón como tu padre... – Que se pudra en el infierno,--- escupió al suelo satisfecho.

Si, definitivamente se follaría al insensible de su marido..., esta vez no tendría la escusa para lanzarla de nuevo a los leones...,

Entrando en la casa cerro la puerta tras ella decidida.

Aquella vez, ella marcaría las reglas.