Las Batallitas del abuelo Eladio. (14)

La guerra avanza hasta afectar directamente a nuestros protagonistas de una manera incierta.

Cada una de aquellas revelaciones me rondaba la cabeza mientra intentaba escabullirme de nuevo por las caballerizas, refugiándome detrás de la colosal mesa en la cocina contemple la sombra de uno de los guardias a través de la ventana de la cocina.

Los minutos pasaban mientras otro tipo de ruido a mi espalda me sorprendía amartillando mi revolver justo en el instante que algo se colocaba justo detrás de la pileta del agua.

  • Sal de ahí quien cojones seas..., no necesito de esto para matarte!, me bastara un tajo en tu sucio gaznate!-- sal de una puñetera vez y muéstrate !-- apure el susurro-- volví a colocar el revolver al cinto tomando uno de los cuchillos de la mesa .

Puto cobarde..., seguro que no tienes huevos sin tus amiguitos de fuera?-- me arrastre hacia la sombra inmóvil , lanzándome a rajar las sucias tripas y cayendo con el peso de mi cuerpo sobre el espía. * No...., noooo lo hagas... soyyyyy yoooo, – tartamudeo con los ojos desorbitadas una Beatriz pálida.-- Yo, yooooo , me voy contigo...-- murmuro mirándome a través de esos grandes ojos asustados-- por eso no quería decirte nada..., iba a seguirte y a, aa, aaaaaa....-- continuo atropellándose * Beeeeeatrizzz pero que cojones te creeees..., !-- gruñí soltando el cuchillo aun sin bajarme de encima de ella-- Podía haberte rebanado el gaznate... imbécil! . Quítate de la cabeza eso de venir conmigo...!-- No me voy de vacaciones ni nada parecido, de acuerdo?-- resistiéndome a desencajar mis caderas de las suyas viendo el hatillo con ropas tirado por el suelo -- así que... , quítate toda esa tontería de la cabeza. * No se trata de tu decisión sabes..., es mía y de...., no pienso separarme de ti...., no lo entiendes....esto no es un capricho-- lloro arrugandome la solapa de mi chaquetilla …. no nos queda mas....-- un pequeño murmullo surgió de bajo de las holgadas ropas y me produjo un escalofrió al reconocer el gañido de la pequeña. – apurado me eche a un lado aturdido el gemido del bebe empezaba a transformarse en un berrido . * Por dios... haz que calle , o esos no darán billete.... por lo que mas quieras...., murmure tomando el revolver apurado por los movimientos en el patio.- Si me descubren.... , no habrá nada que nos salve...!-- me volví hacia las dos figuras – Vamos a la despensa...., venga...!

Acurrucados pudimos desplazarnos sobre el suelo de terrazo , llegando junto a la puerta de la despensa justo en el momento de ahogar el llanto feroz con el cierre de la maciza puerta tras ellos.

El olor ahumado de embutidos aun flotaba entre las frescas paredes, un jamón, una ristras de chorizos, un magro costillar eran los únicos vestigios de una abundancia ya lejana.

Pese a todo, nos escondimos tras la tinajas de queso, en un hueco donde el atronador llanto casi se amortiguaba, no las tenia todas conmigo, si alguno de aquellos fachas había escuchado el griterío acudiría en busca del intruso , podía llevarme por delante a uno, puede que a dos con mucha suerte.... luego..., solo era cuestión de imaginárselo..... sabia muy bien lo que hacían las tropas nacionales con las mujeres rojas....

Al infierno todos ... si pensaba consentirlo!.

Tomando el revolver me mantuve en alerta sin dejar de vigilar la puerta de la despensa, si algún gilipollas osaba asomar la cabeza …., mantuve la poca calma que me quedaba.

Al poco rato el desconsolado llanto pareció mitigarse , aliviando algo la tensión yacente.

  • Aquí estas bien..., Beatriz. Si supieras lo mal que están las cosas ahí fuera....-- murmure asegurando el revolver sin volverme-- Estas segura mientras estés junto a.... , bueno.... Aquí , Joder!-- tienes comida, seguridad.... cojones,! – Hasta una maldita columna entera... ! – se me escapo una pobre carcajada. – Fuera de estos muros...., no hay ley, entiendes? …. puedes morir por una bala, por metralla de bombas, o por una jodida infección …. , no sabes nada...., nada....!
  • Es que crees que no lo se...., – contesto con dureza-- Vi lo que la bomba le hizo a Mama...., estaba allí cuando le limpiaba las heridas...., así que... no me digas que no se lo que es...-- Mira esto..., míralo....,-- se deshizo de la pañoleta sujeta a su cabeza – esto no lo hicieron esos de ahí fuera...., no! – Me lo hicieron las mujeres del pueblo...., a los tres días de la matanza.... la noche en la que madre agonizaba y me mando a por su escapulario .

Aun recogían los pedazos de sus hijos.... alguna de ellas.... llegaron de noche , no se si recordaras a …. Pura, Tomasa, Manuela y alguna mas .-- Yo no las olvidare jamas...., entraron en casa con cuchillos, azadones..., dispuestas a matarme... o eso creía....…. te lo puedes imaginar....-- Yo..., yo... me quede de piedra, sin mover un solo dedo.... Esas señoras bordaban conmigo las tardes de domingo y allí estaban.... fieras salvajes..., ...., jamas olvidare la mirada de rencor con la que me golpearon. Solo dolor, dolor como nunca antes había sentido según los golpes caían en mis costillas, en los riñones..., luego todo se volvió borroso..., no me acuerdo...., me despertó el olor a humo … el techo ardía...., habían prendido fuego a la casa...., arrastrándome como pude salí tosiendo al exterior tosiendo sangre. * Beatriz.... no..., no sigas , no hace falta!-- me aproxime hasta estrechar a mi hermana entre mis brazos ahogando sus lagrimas...-- verla levantar el mentón desafiante... derribo un muro en mi interior. * El fuego acabo con todo....., murmuro, – solo recuerdo el ruido del coche de Alejandro acercándose por la vereda, – El resto esta en blanco...-- musito – por lo visto vio el fuego desde la distancia, la lluvia caía …, las agujas de hielo golpeaban el suelo, golpeaban mi cabeza .-- fue al entrar en el dentro del coche cuando fui consciente , mis trenzas habían desparecido....-- alguna de ellas me....-- dejo sin acabar.

Me abalance sobre la boca de mi hermana sin darle oportunidad a terminar de hablar, deseaba callar todo ese dolor en mi boca, con mi lengua. El tosco asalto la asusto haciéndola retroceder hacia la pared, la niña finalmente rendida dormía justo al lado de ella , ajena al fuego prendido por ambas lenguas.

El aliento de mi hermana me supo a miedo, a deseo , a pura miel, me faltaba el aire cuando nuestras frentes se apoyaron la una en la otra.

Me condenaba al infierno, pero.... valía la pena..., sonreí con dulzura a esos ojos abiertos y asombrados. Despacio probé el contorno de labio inferior deslizando mi lengua sobre sus dientes invitándola a entreabrirla para morder suavemente la carnosa boca. Beatriz jadeo desprevenida, sonreí para mi complacido introduciendo mi lengua en su boquita entreabierta.

Tantee un par de veces su lengua, mostrandole la manera deliciosa de excitar los sentidos, los murmullos y jadeos de ambos se confundían entre la lucha de lenguas, era una buena alumna.

Supongo que el lugar era el menos propicio para aquello, pero de inmediato el ansia desde tantos meses se apodero de mis actos.

Mis manos descendieron por el cuello acunando la pesada teta derecha, amasándola con ansiedad profundice el beso sin dejar de sobar el pezón entre los dedos de mi mano, pronto los suspiros y jadeos de ambos eran lo suficientemente ruidosos para que la pequeña Consuelo los oyera.

Agitando sus manitas enrojeció torciendo la naricilla al soltar un bramido digno de sirena de ambulancia, la condenada cría consiguió mitigar algo de la calentura al despegarme de la voluminosa boca de Beatriz.

  • Consuelo …, shhhhhh...., shhhhh, shhhhh... susurraba Beatriz tomándola de nuevo entre sus brazos....-- No llores cariño..., no pasa nada...!-- me derritió por dentro verla sonreírme por detrás de su cabecita.
  • Sera mejor... que … vea si han cambiado de guardia... – seguí clavado observando como la blusa negra de mi hermana se abría y asomaba la abultada teta.-- Pero..., queee??-- abrí la boca alucinado.
  • No dejara de berrear hasta que mame..., – llevo la cabecita pelirroja hasta la teta dejándola aferrarse al pezón con ansias.-- fue al mirarme aun paralizado por la estampa cuando se atrevió a hablarme.-- Solo tiene hambre... , cuando coma estará tranquila...., murmuro con brillo en sus ojos.

Contemple a mi hija mamando de la teta de mi hermana totalmente patidifuso, desde cuando...., pero... a caso...como era posible?..., joder.... no dejaba de ametrallarme las preguntas en mi cabeza y por lo visto debían reflejarse en la estúpida expresión de mi cara.

  • Pero .., desde cuando...?, – me quede clavado al suelo con la mandíbula casi tocando al suelo.
  • No se...! – se encogió de hombros algo mas sonrojada de lo habitual-- supongo que sucedió sin mas..., no paraba de llorar y no sabia que hacer, así que... hice lo que había visto un millón de veces con la tata, me abrí la blusa y ella sola busco la teta....-- se quedo callada observándola engullendo glotonamente , - No se..., desde entonces … , pues eso... las amamanto cuando lo necesitan... – soltó intentando explicarse .- La anterior nodriza..., bueno..., ella se largo sin mas una noche, así que... ! – Que iba a hacer? – Por lo visto tengo leche para las tres, aunque nuestra hermanita es la mas tragona...!-- acaricio la suave mejilla .
  • Vaya..., jodeeer. , supongo que huiría a la ciudad, – con todo el caos seria fácil escabullirse !,-- me quede mirando fijamente esa perfecta teta llena de leche ...,-- me atreví a sonrojarme al imaginar mi boca succionando apasionadamente. – Ostias... sera mejor echar un vistazo a fuera...-- murmure saliendo de la despensa con una erección monumental.

Fuera de las gruesas paredes de la despensa fui consciente de algo verdaderamente aterrador, la claridad de la madrugada se colaba atraves de las ventanas de la cocina, cuanto tiempo había pasado dentro de la despensa?, joder … hacia mucho que había sobrepasado el cambio de guardia en el campamento, los camiones rumbo a Madrid estarían en ruta sin mi dentro. Me había convertido en un desertor . ..

aquello me dejo de piedra , si volvía a ver a mis amigos o a cualquiera de mis compañeros de armas me abatirían sin la menor duda. .

No lograba hilvanar algo razonable para levantarme del suelo cuando una mano me sujeto el hombro por detrás. La sangre se me heló en las venas...., estaba perdido.

  • Eladio... todavía sigues aquí?-- pregunto la voz de Alejandro adormecida-- Que cojones... te creía camino de Madrid...! – Porque...? – dejo en suspenso al ver aparecer del interior de la despensa a mi hermana y a la pequeña acunada entre sus brazos.
  • Ya no puede volver,... verdad? – pregunto una ansiosa Beatriz....-- le meterán una bala en la cabeza..., no dejaras que se vaya...., por favor Alejandro...!-- Deja que se quede aquí , con nosotras!
  • Tu sabes que no puedo esconderlo entre estos muros, es demasiado arriesgado para todos. Por lo pronto.... , podemos apañarte un escondite.... , al menos hasta que pueda sacarte con seguridad....! se revolvió el pelo -- Supongo que... , Ellas …!-- señalo hacia las dos figuras agazapadas en el interior de la despensa.
  • Si-- respondí contundentemente-- Ya no hay marcha atrás..., en ningún sentido...-- lo mire desafiante.
  • Te Entiendo..., – bajo la cabeza Alejandro.

Aturdido me guio por los pasillos deshabitados hasta llegar al piso superior, justo donde se encontraba la vieja buhardilla , allí se apilaban cientos de trastos viejos cubiertos de sabanas apolilladas, me guie con el candil de aceite hasta el centro del desorden absoluto, seguía sin pronunciar palabra , perdido en sus propios pensamientos.

Alejandro apenas despego los labios , aun sabiendo la amenaza en la que se entrometía al acogerme bajo su techo, Así era él, solo cuando la vi desaparecer escaleras abajo fui consciente de la inmensa responsabilidad que ahora caía sobre nuestros hombros..

Entre telarañas, muebles viejos e incluso fantasmas polvorientos permanecí en estado de shock, aun no podía creerme la magnitud de mi descuido.

Porque se trataba de descuido?-- estaba a la merced de otros , la cabeza no dejaba de bullirme ante la posibilidad de quedarme junto a mi familia. Excitado comprendí que detrás de mi inconsciencia podían ocultarse los deseos latentes hacia lo que secretamente deseaba.

Me llevo media mañana adecentar algo de aquel desorden, no podía entreabrir los postigos demasiado, ni hacer demasiado jaleo, no era cuestión de atraer un batallón allí arriba , aun así; conseguí dejar pasar el aire entre la rancias vigas de madera.

Pese a poder moverme con cierta libertad entre los cachivaches de vidas pasadas, no quise hacer demasiado ruido despejando reliquias.

Baúles y mas baúles parecían rodearlo todo apilados de cualquier manera, aparadores tallados a manos , espejos polvorientos, armarios olvidados con restos de ropa apolillada aun en su interior.

El polvo revoloteaba bajo mi nariz cuando la sabana amarillenta dejo al descubierto el armazón metálico de una cama algo oxidada por el tiempo. Armándome de paciencia conseguí desechar el colchón plagado de chinches a un lado, serviría al menos el tiempo que tuviera que permanecer allí.

Aunque tuviera que encontrar un maldito colchón para estirarme sin necesidad de tener una colonia de pulgas explorando mi cuerpo, permanecí activo cambiando de lugar decenas de trastos inservibles, sabiendo que las horas encerrado dentro de aquel infecto basurero pasarían mas veloces si permanecía ocupado.

No lograba saber cuantos horas habían pasado ese primera jornada en el desván cuando escuche ruido de pasos subiendo por la escalerilla, los pasos se detuvieron justo delante de donde yo me había escondido dispuesto a abalanzarme.

  • Eladiooo, eladiooo.... donde estas? – Te traigo comida....-- susurro la voz de Beatriz acechando .
  • Estoy aquí...-- salí de detrás sujetando su cintura con mis manos-- Detrás tuyo..., justo para darte un buen susto.... Buuuuhhh-- Caldee su oreja soltando una bocanada de aire pegándome a su estupendo trasero.--
  • Ahhhhh , Eress.......-- tartamudeo soltando el colchón enrollado sobre el suelo.-- Te traigo comida en la cesta, y un colchón para la cama... yaaaa la habrás encontrado...verdad?--jadeo nerviosa ante el perfecto contoneo de su trasero sobre mi polla.-- Es de la cama de don Matias...., gimió acelerando los meneos sin dejar de acompañarme.-- Ooooyeee... tienees hambreeee?-- se atropello soltando la cesta de mimbre de su mano.
  • Hambreeee , uhhhmmmm siii, muchísima...., aunque también este falto de otras cosas!, – me senté sobre un viejo cajón esperando a zampar . – el olor a chorizo y tortilla me produjo una añoranza dolorosa. – casi igual al tirón entre mis piernas al atender al perfecto culo de Beatriz desenrollando el colchón delante de mis narices.
  • Estas bien aquí arriba?- se volvió a preguntarme casi en un susurro. – Buenooo, supongo que después podría traerte algo para …. no aburrirte-- se detuvo al verme dejar la comida abandonada sobre el cajón .
  • Ya tengo en que entretenerme... – murmure arrimándome por la espalda y pegando su culazo a mi entrepierna.-- Aunque..., supongo que..., si te necesitan abajo ...-- - me apresure a continuar con los frotamientos con la que iba acercándonos hacia el armazón metálico de la cama.-- Beatriiiiz cuando tienes que volver con la niñas?-- pregunte impaciente .
  • Las niñas mamaron hace un par de horas... --jadeo volviéndose para mirarme fijamente-- Así que hasta entrada la noche no me echaran en falta.-- se atrevió a sostener mi cara metiéndome la lengua tal como la había enseñado.
  • Supongo que..., sabias que esto sucedería..., uhhhmmm?-- bese suavemente su boca-- Jodeer..., ya no hay vuelta atrás... entiendes? – Aunque procurare no correrme dentro..., no quiero dejarte preñada...-- jadee apretando las redondas nalgas.
  • Nooo, no te preocupes...., nooo puedo quedarme preñada... cuando les das teta no puedes...., quedarte-- .-- se interrumpió ruborizada--
  • Seguro...?, acune mi polla sobre su cintura asaltando su boca una y otra vez.

Los sonidos de besos me nublaron la mente, llevaba demasiado tiempo sin una hembra, menos aun …, sin una tan esplendida como Beatriz.

Me estaban dando de mi propia medicina, mi hermanita se restregaba sobre mi verga totalmente entregada. No pude resistir la tentación de apretar ese perfecto culazo entre mis manos atrayendola hasta el mismo centro de mi calentura, ofreciéndole una idea del tamaño de cuanto iba a tener enterrado entre sus prietas carnes , escuchar el genuino gemido de su boquita arranco una serie de contundentes friegas, amase esos magnificas nalgas con un magnifica sonrisa dibujándose en mi cara. recogí la tela del vestidillo negro de luto, llevándome una serie de bufidos y jadeos según la piel sedosa acaricio las palmas de mis manos.

Nuestras lenguas no dejaban de buscarse la una a la otra, hambrientas, insaciables.

Me temblaban algo las manos al bajar la cinturilla de las bragas , viendo como estas caían al suelo polvoriento del desván, sabia perfectamente como acabaría todo aquello. Sostuve los contundentes cachetes de mi hermana meciéndola sobre mi entrepierna.

Tenia su lengua envistiendo en la mía, cuando percibí el temblor algo nervioso de sus manos descendiendo por las abotonaduras de mi camisa, me atreví a despegarme de su boca tomando algo de aire.

Su rostro arrebatado era la perfecta imagen del deseo, los labios hinchados por mis besos , sus manos , sus ojos no perdían tiempo en despojarme de la camisa, la deje trabajar sin dejar de restregarla sobre mi erección.

Atrás quedaban tantas cosas..., a pesar de todo, sucedería, no haría nada por detener las manos temblorosas sobre la abotonadura del pantalón, abriéndose despacio con el suspiro de ella asomando entre la calentura.

Bufe animándola , mis manos enredadas en la tela negra del jersey la despojaron de todo cuanto pudiera dejar que nuestras pieles se tocasen.

La camisa, el jersey negro, los pantalones , la convinacion de algodón , los calzones agujereados , toda nuestra ropa quedo amontonada sobre el suelo desastrado, hasta que finalmente sujete el pañuelo y tire de él liberando los mechones desiguales de Beatriz.

Nos miramos fijamente sin decir nada, mis ojos apenas podían creerse en la impresionante belleza parada delante de mi. Su piel sedosa sobre mis manos parecía echa para gozarla según mis dedos acariciaban el cuello descendiendo con apuro. Las magnificas tetas de mi hermanita ahora parecían cantaros repletos ,la aureolas inmensas coronadas por dos gruesos botones oscuros.

Mi boca se curvo en una sonrisa lobuna al caer sobre el colchón con mi boca prendida en la teta derecha con verdadero afán, la succión de mi lengua me trajo el sabor fluyendo en mi boca; sabrosa ,

Cálida y rica leche manaba en mi boca según succionaba totalmente empalmado, el lamento de mi hermana inmediatamente me apresuro a chupar y mamar de la otra teta de la misma manera.

El cálido sabor invadió mi calenturienta mente, apenas levante la cabeza de esas magnificas ubres pude ver el gesto soñador de mi hermanita retorciéndose sobre mi polla.

Despacio subí hasta tenerla frente a mi cara , consciente de que tenia la polla acunada sobre su estomago, mi boca lamió su cuello obligandola a abrirme su boca conforme mi rodilla buscaba hacer sitio entre su rodillas.

Los brazos de Beatriz se ciñeron sobre mi pecho enredándose detrás de mi cuello según sus piernas me dejaban el sitio donde verdaderamente quería enterrarme . Levante algo el torso , comprobando cuan húmeda estaba al rozar la polla sobre el vello del coño. Los nudillos se apretaron a cada lado de su carita al afianzar mis caderas sobre su vagina.

Suspire sobando mi rabo sobre la mojada rajilla, acallando cualquier culpabilidad cuando el grueso glande enfilo la prieta rajilla , jadeábamos en una locura de lenguas húmedas .

Estaba dolorosamente tieso, duro como el acero rodeado de la prietos labios vaginales, sin atreverme a hundirme brutalmente tal como deseaba, temblaba y no sabia por que.

  • Eladiooooo, por dioooos …. folllameeeeeee.....-- suplico mi hermanita acalorada.-- Oooohhhhhhh.... diooooos....--

Apoye el peso de mis brazos sobre el colchón, lanzándome a embestir con todas las fuerzas de mis 18 años, enfilando la vagina hasta quedar enterrado hasta la empuñadura, solté el aire acumulado en mis pulmones al sentir los vellos enredados de ambos , empujando clave el primer pollazo saliendo del estrecho interior totalmente empapado, tenia el coño abierto y dilatado al siguiente empujón.

Ambos gemimos encantados según penetraba y aceleraba el ritmo, golpeando sin descanso hasta enterrarme firmemente. Pude darme cuenta de cuando los violentos espasmos me bañaban la polla en una corrida brutal, y acelere mis riñonadas convirtiéndome en una bestia.

Nunca antes escuche semejante ruido de succión según las riñonadas se convertían en chapoteos brutales, era un autentico gustazo, algo digno de gozar una vez en la vida.

Sudorosos continuábamos follando sin importarnos nada, solo gozando el uno del otro, golpeando con furia estaba jodiendo a mi hermana sin reprimirme , sus piernas abiertas treparon hasta encima de mi culo enroscándose con firmeza. Invitándome a clavársela profundamente.

Cubierto de sudor , la jodí como un puto animal, hasta que las prietas paredes empezaron a prensarmela y me abandone a lo inevitable; explote corriéndome a lo bestia sin dejar de bombear todo la lefa acumulada durante 2 días, llenándola chorro tras chorro mientras nuestras frentes se tocaban y nuestra bocas se unían.

No dejábamos de besarnos , de tocarnos, de memorizarnos , sintiendo como su estrecha vagina absorvia hasta la ultima gota de mi corrida, acariciándonos .

Caí rendido y muy satisfecho con una bobalicona sonrisa estampada en la cara, aun resoplaba casi sin respiración, consciente del silencio a mi lado. De repente me volví hacia ella, sus ojos no dejaban de brillar con un calor entrañable , ese tipo de mirada que te noquea.

El nudo en mi garganta se deshizo al acercar mi cara hasta la pequeña naricilla, despacio recorrí el contorno de su cara con pequeños besos, dejando a mi manos la libertad para magrear de nuevo las pesadas tetas.

De inmediato la boca de Beatriz se abrió dejando paso a nuestras lenguas a juguetear traviesamente, ambos nos comíamos la boca con la desesperación de dos condenados a muerte.

Allí encerrados en la polvorienta buhardilla eramos libres, así me sentí cuando acabe de besar a mi hermanita y contemple su mejillas enrojecidas.

  • A estado bien, verdad?-- bese con ternura el hueco de su cuello-- Ummmm , que bien hueles..., volví a hundir la cabeza entre las tetas.
  • Mejor que bien..., ohhhhhhhhhhhh, Eladiooo, no pares....-- se agito sin ningún tipo de vergüenza.

Aun de costado , complacido por la manera deliciosa en devolverme mis besos volví a notar como comenzaba a empalmarme de nuevo, entre suspiros, jadeos, las lenguas de los dos no dejaban de buscarse, frente a frente mi mano volvió a colocarse sobre su cadera, remoloneando al subir y bajar, abriéndose hasta la curva de la nalga que con firmeza iba guiando hacia mi rabo.

Los brazos de Beatriz se acoplaron a mi pecho, conforme a tenerme bien instalado para ese segundo polvo, sin darle tregua ceñí su cintura hasta conducirla hasta la punta de mi polla, incitándola a ser ella quien se clavara mi polla.

La hendidura pegajosa volvió a quedar encajada sobre la punta de mi polla sin demasiados problemas, casi como si hubiera sido creada para mi, se amoldo amorosamente al contundente envite con el que me hundí hasta los testículos .

Beatriz protesto dejando de besarme, aun teniéndola clavada y bien sujeta entre mis manos no pudo evitar dar un pequeño saltito, suerte de la corrida lubricandola, pues apenas me vi sujeto entre las estrecha vagina me deje vencer por la lujuria.

Envistiendo levante un par de centímetros su cuerpo , pistoneando furiosamente al lanzarla arriba y abajo, perfectamente agarrado a su culo pude apreciar los temblores del coñito corriéndose casi enseguida ,satisfaciendome a hundir un dedo en el prieto ojete trasero.

El grito de mi hermana fue acallado por mi boca, penetrándola al ritmo incansable de mis caderas continué enterrándome en su elástica vagina, con el dedo firmemente incrustado en su prieto culo, consciente de la patrulla a solo unos pasos podía dar al traste cualquier pensamiento de huida si consiguian escucharla.

El tacto del estrecho canal ensanchándose al recibir otro dedo me arranco un hondo suspiro de admiración, mi hermanita se movía deliciosamente suspirando y dejándose hacer. Los meneos revelaban unas ganas demenciales de gozarnos.

Gracias a dios nos encontrábamos en un lugar lo suficientemente apartado de toda la actividad de la casa, allí arriba casi cuatro plantas encima de las cabezas responsables de muchas de las muertes de mis camaradas , nos sacudíamos toda la angustia de esa guerra inútil, si...., jodíamos como si no fuera a existir un mañana.

Olvidándonos de cuanto pudiese importar salvo los compases de la cama meciéndose al ritmo de mis riñonadas, en medio de un trajín de chirridos y gruñidos con el que finalmente volví a correrme sin remordimiento alguno.

Me hundí encima de ella, como solo un hombre totalmente satisfecho lo hace sobre su hembra después de un polvo histórico, una de mis manos aun sosteniendo su cadera, mi aliento prendido en su boca mientras asaltaba la suya sin temor alguno. Beatriz agitada seguía animándome, procurandome su lengua mientras apreciaba mi polla aun goteando saliendo de sus entrañas , acunándola entre mis brazos mientras los espumosos jugos de ambos se mezclaban entre aquel silencio sepulcral.

Permanecimos 10 minutos firmemente abrazados, o puede que se tratase de una hora, de dos... perdimos la noción del tiempo, nada importaba fuera de los barrotes de la cama donde seguíamos sin movernos, abrazados con los cuerpos enganchados , despacio los ojillos de mi hermana me acecharon con una resplandeciente luz con la que las palabras carecían de importancia. Con sumo cuidado mi boca lamió el contorno del abultado labio inferior, asaltando la boca mientras mi lengua se regodeaba espoleando a la suya.

Estaba fundido, agotado con ese tipo de cansancio del que te impide casi pestañear, aunque la boca de mi hermanita parecía no estar cansada del tratamiento exclusivo al que la sometía sin tregua.

Pronto, casi con demasiada prontitud su hinchada boca se separo de la mía , la ronca voz surgió entre sus labios antes que la mía.

  • He de marcharme..., – notaran mi ausencia si no acudo a la cena, – apuro un lameton travieso acariciando mi rostro-- Pero, te juro... que luego,,, volveré-- se apresuro a inclinar una mano sobre mi pecho empujando a salir de debajo mio.
  • Esta bien..., supongo que puedo esperar...-- recuerdo decirle cayendo al costado de la cama—Ya sabes donde ....-- susurre viéndola vestirse con prisa con la ropa del suelo.-- No tengo nada mejor que hacer....-- solté quizá con mas ironía de lo imaginado.
  • Eladio..., esto es temporal... entiéndelo !-- luego marcharemos donde sea, ten paciencia... por favor...-- se volvió con gesto angustiado.

Tras verla desaparecer escaleras abajo, permanecí estirado sobre la cama con las manos detrás de la cabeza , el leve olor a sexo flotando sobre mi, si tal como Alejandro presagiaba la guerra se inclinaba para los nacionales, las represalias hacia el otro bando serian brutales, lo presentía..., siendo un desertor...-- aquello era lo que no dejaba de darme vueltas constantemente.

Odiaba esconderme igual que un hurón en su madriguera?, aguantaría días, meses, tras las paredes de aquella cárcel improvisada?, sabia que no.

Ya entonces comprendí que mi destino no me concernía unicamente a mi, sobre aquella cama había aceptado la tacita responsabilidad de otras dos vidas a mi cargo ,

Huiríamos hacia delante sin mirar atrás, allí donde pudiésemos formar nuestra familia, Alejandro tenia medios para embarcarnos al extranjero, alejarnos de toda aquella muerte y desesperación , Un lugar nuevo..., con gente nueva, con vidas nuevas...