Las aventuras de Sara
Sara accede a una cita a ciegas, cansada de ligues absurdos en bares de lesbianas.
Sara se levanto tarde aquel día, hacia calor y ella lamento haberse dormido más de la cuenta. Lentamente se despereza y se levanto dejando ver sus enormes pechos rosados que a tantas mujeres de todas las edades les había hecho quedarse sin habla.
Ese era el efecto que ejercían sobre todas las lesbianas que había conocido.
Había estado con mujeres muy guapas, pero lo que realmente le gustaba a la morbosa rubia era follar con las gordas y cuanto más humillante fuera la experiencia mejor. Después de probar los coños de todos los tipos, era lo único es que despertaba a Sara y la ponía cachonda.
Después de desayunar y mastuebarse en el balcón tomando el sol. Le gustaba esto último porque sabía que había una señor mayor casada que la espiaba todos los días. Vivía en el edificio de enfrente y sabía que era ama de casa. Tendría unos cincuenta y tantos años. Precisamente Sara se masturbaba imaginandose en los brazos de aquella señora, mientras totalmente desnudas se acariciaban los cuerpos y Sara estaba segura de que un día le dejaría probar sus tetazas y incluso saldría con ella en serio si la cosa iba bien.
Por la tarde revisó el móvil y vio que le había llegado un mensaje de la página de ligues que se había suscrito. Sabía que allí encontraría algo más morboso. Quizás incluso a largo plazo
Era un mensaje de una mujer en oculto. Preguntando por una cita esa misma tarde. A Sara le supo emocionante la noticia y decidió decirle que si. Dentro de una hora en el bar de esa misma calle.
Una vez confirmada la cita se arreglo. Se puso unos shorts cortos y zapatillas que le daban un aire de colegiala ya ella apenas tenía Veintidós años, además se puso una camiseta de tirantes que hacía difícil la tarea de mantener a las tremendas tetas de Sara en su sitio.
Sabía que dejaría a la misteriosa mujer sin aliento.
Después se dirigió hacia la cita, pensando que a lo mejor tenía suerte y sería una mujer gordita y tímida que haría cualquier cosa para satisfacerla en todos los sentidos.
Una vez en el bar echo una ojeada, había una chica presuntamente árabe sentada en el rincón, era una chica bastante fea, tenía la cara sin depilar y parecía nerviosa y apunto de echar a correr.
Sara se bajo la camiseta un poco para dejar ver más la tetas y con paso firme se dirigió a su próxima conquista....
La chica joven levantó la cabeza y miró de soslayo a Sara, ni que decir que no imaginaba que aquella diosa fuera su cita, parecía una cosa nunca vista, una chica árabe vestida con una tunica larga que le cubria todo el cuerpo y una chica blanca con shorts ajustados que le marcaban su precioso culo y una camiseta de tirantes sin sujetador que no dejaba nada a la imaginación, marcando los preciosos pezones de Sara.
Nuestra protagonista se sentó delante de ella y le sonrió
-Hola
-Hhola: tartamudeó ella
-Soy Sara, como te llamas? eres la chica del mensaje de la pagina?
-Sí.
-Sí? que pasa porque estas tan tímida?
-Soy Fatima
-Ves así me gusta, te gusta lo que me he puesto para ti Fatima?
A Fatima se le ruborizó hasta el pequeño y asquroso bigote que tenía.
-Sí es muy... bonito
Y bajó la mirada y después miró por la cafetería para que ningún familiar le viera.
-Quieres que pidamos algo o directamente vamos a por el postre?
-que?
-Quiero decir que estoy cachonda y quiero que me folles tontita.
Sara controlaba la situación y le ponía saber que dentro de nada tendría a esa chica tímida comiendole las tetas.Por su parde Fatima parecia que iba a desmayarse y despues de unos segundos de suspense logró articular palabra
-Yo, es que nunca he estado con una chica
Dijo casi susurrando y no podía evitar pensar la suerte que tenía, estas cosas nunca le sucedian a chicas como ella.
-Vaya,vaya, esto se pone interesante, entonces eres lesbiana o estas aquí por error? acaso no te gusto?
Fatima no puto desviar la mirada de los generosos pechos de la rubia despampanante que tenía delante. Al ver como la chica grodita no quitaba ojo a sus tetas, Sara sonrió, aquella era toda la respuesta que necesitaba.
-Veo que has respondido sí a las dos respuestas, te prometo cariño que tendré cuidado contigo y sere muy, muy delicada.
-Pero... porque yo?
La joven no podía dejar de darle las vueltas a que no era una situación normal la que estaba viviendo.
-Porque me apeteces.
Fue la respuesta.
Entonces Sara se levantó y le cogió de la mano a Fatima y se la llevó hacía los baños de chicas del bar. Fatima apenás se resistió, estaba aturdida y emocionada, algo de su interior estaba celebrando que haya tenido la valentía de dar este paso en su vida. Si mi família me viera ahora... pensó Fatima.
Sus familiares no aprobarian que su hija fuera una lesbiana y que estuviera enganchada al porno lésbico desde hacía años.
Sara llevó a Fatima de la mano hasta el baño de chicas y abrió la puerta de golpe, había un espejo en el centro. La rubia se dirigió hacía el y le dijo a Fatima que se acercase, ella obedeció lentamente. Entonces Sara se levantó la camiseta y dejo que Fatima le viera las enormes tetazas.Ella se quedó mirando fijamente y empezó a ponerse cachonda del morbo que tenía todo eso, eran unos pechos maravillosos, como las de una actriz porno de verdad.
-Ven cariño, comeme las tetas
-Estas segura, nos podrían pillar.
-No te precocupes, quiero que las pruebes ahora.
Fatima se acerco lentamente a Sara y Ella a cambio se agachó para besarla, Fatima nunca había besado a una chica y encima esta no era una chica cualquiera.
Las dos chicas se besaron, Sara apretó a Fatima contra sus pechos y ella por fín pudo probar aquellas delícias, empezó a lamer todos los rincones de sus tetas, mientras Sara empezaba a gemir de placer, si alguien entrase al baño en ese momento vería a una chica alta y preciosa y otra gordita y bajita que llevaba una burka cubriendole la cabeza, como la pequeña le comía las tetas con cada vez mayor entusiasmo.
Fatima no quería parar nunca y tampoco quería dejarse ningún sitio de esos enormes pechos blancos sin chupar.
Sara gozaba cada lameton que esa chica fea le daba a sus tetas, se bajo la cremallera de los shorts y ayudo a meter la mano de Fatima en sus pantalones, ya que no llevaba ningún tipo de ropa interior. Fatima se mareo con sentir el coño peludo y mojado de su nueva amiga, pero no paro de lamerle las tetas ni por un segundo. Sara conducía la mano de Fatima que acariciaba su coño y subía de arriba abajo con un movimiento lento pero firme. La rubia sigió gimiendo apasionadamente.
Fatima se tomó un descanso y Sara aprovechó para buscar su boca y entrelazaron sus lenguas esta vez por mas tiempo, mientras se saboreaban mutuamente y intercambiaban lenguetazos Fatima no paraba de acariciarle el coño a Sara, y cada vez más y más rápido, las chicas perdieron toda la ración de tiempo.
-Oooh síi, follame el coño cariño
-Sí que buena estas, no puedo creer que seas mía.
-Soy toda tuya, soy tu putita, dame tu lengua.
Las chicas se ponían cada vez mas cachondas, entonces se metieron en una de las cabinas y siguieron besandose mientras Fatima se quitaba el burka de la cabeza y agarraba las nalgas de la rubia con las dos manos y hundía la cara en las tetas.
-Espera, vamos a desnudarnos
Dijo Sara. Fatima no estaba segura de eso pero estaba tan acalorada que no discutió ni un momento. Se empezó a quitar toda la ropa mientras Sara se quitaba los shorts.
Las dos chicas estaban desnudas y una en frente a la otra, por un momento todo se paró, Sara era todo lo contrario de su amante, en todos los sentidos, era alta y delgada con las tetas enormes y un coñito lleno de pelo rubio, mientras que Fatima era gordita y mas bien musculosa un poco mas baja que la rubia. Su cara quedaba justo a la altura de los pechos de Sara.
Despues de un momento de reflexión las dos se lanzaron una contra la otra, devorandose mutuamente y manoseandose todo el cuerpo.Habrían seguido así todo el tiempo pero a Sara se le ocurrió una genial idea, le encantaba hacer eso.
-Ven querida, pon una pierna aqui arriba y agachate para que pueda comerte el ano
A Sara le gustaba lamer anos, porque le parecía que era una experiencia bastante humillante en cierto sentido y eso le gustaba.Fatima puso una pierna encima del retrete cerrado y se agachó dejando que Sara se agachara y le empezara a lamer el coño y el ano por completo por detras. Aquella era la maxima experiencia que Fatima podría desear, notaba la lengua de la rubia en el coño y como profundizaba en el ano, follandola con la lengua.
-mmm te gusta que te coma el ano?
-Me encanta, como me follas con la lengua, sigue follandome Saraaa
-Dime que soy tu puta, llamame puta
-Eres una puta, una puta tetona y cachonda, pero no hables y comeme el ano.
Sara siguió comiendole el ano a esa chica fea unos minutos mas que para Fatima fueron increibles.
Despues se levanto y se volvieron a fundir en un abrazo profundo y un peso apasionado, estaban desnudas con los coños chorreantes y humedos y se masturbaban mutuamente mientras jugaban con sus lenguas.
-Vamos a tu casa, para que te siga follando todo el día? preguntó Fatima
- Creí que habías tenido suficiente
-Nunca voy a tener suficiente con estas tetas.
Y volvieron a besarse mientras se abrazaban.
Si alguien le gusta y quiere que siga con esta serie de relatos me encantaría saberlo ya que tengo en mente muchas aventuras sexuales de Sara la tetona.