Las aventuras de mi perra (2)
Nuestros encuentros no habían pasado de largos episodios de besos, abrazos y manoseos, y ocasionalmente cuando la soledad de su casa lo permitía unas excitantes sesiones de sexo oral, en las que a través de la destreza de mis labios y mi lengua le hacía venirse más de una vez. Hasta que un día quedamos en ir a un hostal para que allí si me de verga como a mi me gusta que me la den.
Hola mi nombre es Ernesto soy de Lima - Peru, no soy un galán pero tengo algo, no voy a tratar de impresionar diciendo q tengo una verga enorme, pero si ronda los 16cm con una grosor de 4 cm. Me gustan las mujeres sumisas pero a la ves ardientes de sexo, de hecho tengo mi pequeña putita, a la q tengo completamente dominada y q me regala inigualables momentos de sexo y lujuria, tiene 24 años, a simple vista es una chica recatada y trankila, muy de la iglesia; pero en la cama es toda una perra arrecha, delgada, de 1.60 de estatura, pelo lacio castaño, cara de niña, y un culo impresionante, paradito y redondito, no muy grande pero si bien duro. Toda una yegua. Es tan arrecha q le gusta q la punteen en el micro y levantarse chicos los fines de semana, pero eso si, siempre con mi permiso.
Hola mi amor
¿Como estas? Espero que bien, yo también estoy bien extrañándote como loca, y como lo prometido es deuda me di un tiempito para escribirte una de las historias eróticas que he podido protagonizar. Ya sabes que mi experiencia en la cama empezó contigo, aquel día en que con tu gran verga, me rompiste la concha y me hiciste tu mujer, tu perra, tu hembra y desde entonces soy tuya.... como tu sabes, me dedique a experimentar de los placeres del sexo, por que no puedo vivir sin tener una buena pinga entre mis piernas haciéndome gozar como la puta que soy.
Uno de los hombres fue mi vecino Alberto, ya llevábamos un buen tiempo saliendo, él iba a mi casa o yo iba a la de él. Nuestros encuentros no habían pasado de largos episodios de besos, abrazos y manoseos, y ocasionalmente cuando la soledad de su casa lo permitía unas excitantes sesiones de sexo oral, en las que a través de la destreza de mis labios y mi lengua le hacía venirse más de una vez. Hasta que un día quedamos en ir a un hostal para que allí si me de verga como a mi me gusta que me la den.
Como toda una perra lo fui a recoger un sábado al lugar donde estudiaba, me había puesto unos de mis pantalones más apretados, para que se note mi culo y arrecharlo apenas me vea, salimos pronto de su salón de clases y fuimos a tomar el carro para ir al hostal donde me iba a tirar rico. En el camino sentados en la combi, Alberto no se aguantaba las ganas de tocarme y me manoseaba las tetas por debajo de mi casaca y me tocaba las nalgas, me decía que estaba riquísima, y yo le respondía y eso que aún no me has visto en la cama.
Llegamos por fin al cuarto, era un hostal barato, pero me excitaba la idea de que fuera así por que me sentía como esas putas que levantan en la calle y las meten en cualquier hueco para darle pinga hasta que se corran. Nos echamos a la cama, él estaba muy excitado, yo apenas estaba calentándome.
Comenzamos a quitarnos la ropa, el se puso encima mío y aun con ropa podía sentir su verga que ya estaba dura y comenzando a crecer, mi concha ya se había mojado, mientras me tocaba las tetas, me besaba y me sobaba su pinga entre mis piernas, poco a poco nos fuimos excitando más y más mientras ambos nos íbamos quitando la ropa quedando completamente desnudos, su verga estaba grande y dura como un tronco, mientras yo ya estaba con las piernas abierta y la concha húmeda y jugosa esperando para recibir pinga, separo más piernas y me comenzó a lamer la concha, primero los labios, el derecho luego el izquierdo, después con paso la punta de su lengua por mi clítoris, quería me que me la metiera de una vez hasta que por fin empezó a joderme rico, así así yo le decía dirigiendo el ritmo de sus movimientos, mis piernas al principio estaban extendidas y luego las puse sobre sus hombros, para sentir mejor su verga, me daba duro, yo gemía como perra, ah ah, estaba gozando como puta, luego me puso en cuatro patas, y cogiendome de las caderas, comenzó a moverse dándome más y más fuerte, yo cogía con mis manos el respaldar de la cama y tenía el culito bien quebradito, bien levantado, él también gemía, pero no decía nada, no hablaba mucho sólo me penetraba, y yo seguía disfrutando gimiendo y gozando, pero aún me faltaba para llegar al orgasmo, luego me pidió que me echará de espalda con las piernas juntas y el se echo sobre mi, en esa posición podía sentir como la punta de su pinga, rozaba con mi clítoris, mi concha estaba bien dilatada y húmeda y su verga entraba y salía fácilmente, esa pose me excito muchísimo, me sentía llena, clavada con una buena verga, que me estaba haciendo sentir puta y perra, le pedí que me jalará el cabello, por que me gustaba sentir dolor, lo hizo pero solo un rato, yo seguía ensartada y gimiendo como loca, le decía así así fuerte, duro hasta el fondo, dámela dámela, mis gemidos lo excitaban y su respiración se agitaba más y más estaba apunto de venirse, sentía su bolas chocar conmigo estaban llenas de leche, que en cualquier momento iba salir por su tronco, sigue, sigue, le decía, gemía, gemía, ahhhh , ahhhhh, así goza Alberto, Goza, siii ssiii decía él, mmmm que rica eres, ya me vengo, ya me vengo, mmmmmmmm ahhhhhhhh y una gran chorro de su semen mi conchita.......
Se tendió a mi lado y cansado, sólo atinó a decirme que era muy linda y excitante, descanso unos momentos, tenía que reponer fuerzas, pues aún yo me había venido, había estado muy excitada y quizás apunto de venirme pero el lo hizo antes de que yo hubiese podido alcanzar mi clímax.
Empezamos la nueva jornada besándonos y tocándonos, su verga nuevamente estuvo erecta, esta vez lo monte yo, me abrí de piernas y cogiéndola con mis manos clave su pinga en mi concha, comencé a moverme de arriba hacia abajo, primero despacio cogiéndome del respaldar de la cama, poco a poco fui incrementando la intensidad de mis movimientos, hasta que empecé a moverme como una loca, como esa potra salvaje, con la que a ti te gusta compararme, así comencé a montarlo, después solté la baranda y cogía mis tetas me las acariciaba, me mordía los labios, estaba gozando rico con la verga, me sentía puta y perra, la verga esta buena, durita y grande, luego cambiamos otra vez , nuevamente estuve debajo, y el encima, cerré las piernas para que la sienta más apretada me lamió, el cuello, las tetas y el abdomen, estaba muyyyyy excitada y caliente mi piel comenzaba a ponerse como la piel de la gallina, ahí es cuando estoy casi apunto, la cama comenzaba a mojarse con los fluidos que salían de mi concha, apretadita y húmeda, el me seguía bombeando más y más, le pedí que lo hiciera más fuerte, sentía calor, sentía que ya no podía respirar, ni hablar, sólo gemía y gemía, sintiéndome puta, arrecha y viciosa por una buena verga, la estaba gozando era sólo para mi me estaba jodiendo rico, mmmm ahhhhh, mmmm, ahhhhh lo hacía fuerte,.se movía bien, pero quería que lo haga más fuerte aún, hasta que ya no sentía mi cuerpo, solo un intenso placer, una explosión que salía de adentro, me vengo le dije, se movía frenéticamente, yo le arañaba la espalda, era un placer que no podía contener, sentía la concha más y más mojada, sigue, sigue, sigue, le dije,. Me las metía hasta el fondo, hasta o más profundo de mi, ahhhhhh, me vengo, me vengo, ahhhh y me vine, me corrí con toda mi arrechura, como una perra barata....
Descansamos un rato más, ambos habíamos tenido un buen orgasmo, sólo nos echamos uno al lado del otro, conversando de cualquier banalidad, hasta que de pronto nuevamente estábamos besándonos, me acariciaba el culo, me pregunto si yo permitiría que me culee él, le dije que no pues sólo tu me habías dado por ahí, por suerte no insistió más, solo seguimos besándonos, me lamía las tetas mientras yo lo masturbaba con la mano, quería que su verga este nuevamente dura y para que me la vuelva a meter en mi concha, nos paramos y me hizo ponerme inclinada al borde de la cama, yo estaba con el trasero levantado, volvió a cogerme de las caderas, y me clavó fuerte y duro, volvía gemir de nuevo, ahhhhh, ahhh, así metérmela hasta dentro, fuerte, fuerte, más rápido, rápido ¿cómo te gusta que te la den fuerte no? Si le dije volteando para mirarlo como una perra coqueta, ahora la vas sentir más fuerte y comenzó a moverse muy rápido, se sentía muy rico, ahhhhh, ahhhhh seguía gimiendo yo, cada vez más excitada, el seguía moviéndose, hasta que comenzó a venirse mmmmmm, decía, sintiendo como le salía un gran chorro de su leche, mmmmm, mmmm, decía mientras terminaba de venirse.
Bueno amor esta es una de mis historias espero que la hayas disfrutado, me muero por verte, espero q sea pronto. Te extraño mucho,
Andrea
Espero q les haya gustado. Actualmente estamos buscando una pareja ya sea H o M para tener un trío. Envíenme un mail para conocernos e intercambiar opiniones y fotos.