Las aventuras de mi novio. (3) Los tres
Rafa no sacó la verga de su boca y empezó a masturbarlo.
Estaba Fernando, su primo, mamando una verga. Se escuchó que tocaron la puerta.
-Pasa. –Dijo Rafa. Levantó la cámara hacia el pasillo y apareció Arturo, su amigo. -Bájate los pantalones que ahorita nos la va a mamar a los dos.
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Rafa apareció en la cámara:
-Hoy, el vecino y yo nos vamos a coger a la vecina la caliente. Ni dormir pude, estoy ansioso. Me voy a preparar.
Se fue la imagen. Regresó y me sorprendió ver a mi vecina y mi vecino sentados en el sillón viendo hacia la cámara. Luego apareció Rafa, que se fue a sentar al sillón.
-Empezamos con una entrevista. –Dijo Rafa viendo hacia la cámara. El vecino se veía ansioso y la vecina viendo hacia el piso y como que apenada. Rafa sacó un papel. –Primero las damas, ¿Cómo estás?
-Bi… bi… bien. –Dijo sin levantar la cara.
-¿Estas nerviosa?
-Un… poco…
-¿Por qué?
Dijo algo que no se alcanzó a escuchar.
-Otra vez que no te escuché. –Dijo Rafa. El vecino estaba emocionado.
-Dije que tú me pones nerviosa. –Dijo casi gritando.
Sonrió Rafa.
-¿Sabes porque estamos aquí? –Preguntó Rafa.
-Si.
Silencio. Como que esperaban que la vecina continuara pero no dijo nada.
-¿Y bien? –Dijo Rafa.
-¿Qué quieres que diga? –Dijo la vecina. Su voz se escuchaba un poco molesta. – ¿Que me van a coger entre los dos? –Levantó por primera vez la cara y mirando hacia la cámara dijo. –Estoy aquí porque mi hermano y el chavo que me gusta me van a coger, entre los dos. Vamos a tener un trio.
Silencio de nuevo. Por primera vez mi vecino puso una cara de asombro. Su sonrisa se borró. Rafa se puso serio. Bajó la cabeza hacia el papel que traía.
-¿Tienes experiencia?
Con la mirada hacia abajo.
-¿Quieren la verdad? –Dijo la vecina. –Está bien. No sé si es mucha experiencia o poca. Desde que estaba en 6to de primaria me estoy prostituyendo. Desde hace un año.
Por primera vez Rafa puso una cara de asombro y mi vecino ni se diga.
-¿Co… co… co… como sabes que es prostitución? ¿Y con quién? –Tartamudeó Rafa.
-Mis compañeros de salón me pagaban por dejarme hacer cosas.
Rafa tragó saliva.
-¿Qué cosas? ¿Cómo empezaste?
-Un día, los huercos nos andaban levantando la falda, yo no me dejaba y un niño me dijo que me daba $5 pesos si me dejaba y le dije que sí y me los dio. Luego otro día pasó lo mismo pero ya eran más niños los que me daban dinero por dejarme hacer eso…
-¿Solo eso te pedían? –Interrumpió Rafa. Se le veía en su rostro morbo, excitación, felicidad.
-No. La primera vez la recuerdo muy bien, un niño me dijo que en el recreo me esperaba en el taller. Cuando llegué, estaba solo y me dijo que me daba $5 pesos si me dejaba agarrar las nalgas. Luego al siguiente día, llevó a dos amigos y saqué $15 pesos por dejarme agarrar las nalgas. Así pasó durante mucho tiempo…
-¿Qué pasó después? –De nuevo la interrumpió Rafa. No podía ocultar su excitación.
-Vi que empezaron a aburrirse de hacer eso e investigué como sacar más dinero. Un día que solo fue uno le dije que si me daba $10 pesos, lo dejaba arrimarme su pito en mis nalgas. Todo por encima del short. Al otro día regresaron sus dos amigos. Saqué el doble de dinero. Más o menos en un mes ya tenía a 10 huercos que me hacían eso.
-¿Llegaste a coger con uno?
-No. Unos me lo pedían pero les cobraba $100 y nadie los traía.
-Entonces ayer que cogimos, ¿Eras virgen?
-No, un profe me cogió primero y cogimos 10 veces. –Dijo la vecina.
-¿Cómo fue?
-Un día me descubrió con uno y nos llevó a la dirección. Nos regañó y nos dijo que iba a hablar con nuestros papas. Me dio miedo y yo traía todo el dinero que había conseguido con lo que hacía. Se lo ofrecí pero no aceptó. En la salida me habló y me dijo que mañana lo fuera a buscar temprano, fui y quedamos en que me quedaría para extra clases; y en la tarde, en la dirección, me cogió y de ahí empezamos.
-¿Qué te parece? –Dijo Rafa. –Tenemos una joyita.
Silencio. Tocaron la puerta. Los 3 despertaron de lo que estaban soñando y voltearon a ver a la puerta.
-Voy. –Dijo Rafa.
Durante unos segundos no se escuchó nada.
-… si está bien. Les hablan. Ya se van. –Dijo Rafa.
Los 2 niños se levantaron y salieron de la casa.
-Me quedé bien caliente, muchísimo y no hay nadie. –Agarró su celular y marcó.
Se fue la imagen. Regresó:
Estaba Fernando, su primo, mamando una verga. Se escuchó que tocaron la puerta.
-Pasa. –Dijo Rafa. Levantó la cámara hacia el pasillo y apareció Arturo, su amigo.
-Bájate los pantalones que ahorita nos la va a mamar a los dos.
Arturo sonrió, caminó hasta donde estaban mientras se iba desabrochando su pantalón. Se sentó a lado, Fernando dejó de mamársela a mi novio para mamársela a Arturo.
-Eres bueno, primo. –Dijo Rafa.
-Si. –Respondió Arturo mientras gimió.
-Ando bien caliente. –Dijo mi novio. –Necesito una panocha.
-No hay panocha pero hay culo. –Dijo Fernando. –Solo descúbrelo y dale.
-Sí, ¿O qué? –Dijo Rafa, apuntando la cámara hacia Arturo. -¿Cogemos?
-Dale.
Y los 3 se desvistieron. Rafa caminó y puso la cámara apuntando toda la sala. Fernando y Arturo se hincaron y se empezaron a besar mientras se masturbaban.
Mi novio se quedó parado, viéndolos. Los dos hombres parecían perdidos en lo suyo.
-Tiene una vergota Fernando, ¿No? –Dijo Rafa. Ni Arturo ni Fernando respondieron, seguían en lo suyo.
Rafa sacó un paquete de condones y se puso uno. Se acercó por detrás de Fernando y puso su verga en el culo de su primo.
Empujó. Fernando se inclinó y recargó su cabeza en el pecho de Arturo.
-Duele. –Dijo Fernando.
-Tranquilo mi amor. –Dijo Arturo y empezó a acariciarle la espalda.
Rafa empezó a moverse detrás de su primo. Se escuchó como gimió pero de dolor. Se movió primero despacio pero luego le dio rápido.
-Ya estás bien abierto. –Dijo Rafa.
Fernando se agachó y empezó a mamarle la verga a Arturo. Estuvieron en esa posición unos 3 minutos. Se escuchaba como golpeaban las piernas de mi novio con las nalgas de su primo.
-Cógeme. –Dijo Arturo.
-¿Quién? ¿Yo? –Dijo Rafa.
-Si. Acuéstate mi amor. –Le dijo a Fernando. –Y me pongo encima de ti.
Fernando se acostó boca arriba y Arturo encima de él. Se abrazaron y se besaron. Rafa se acomodó detrás de su amigo y acomodó su verga en su culo. Empujó.
-Despacio. Duele. –Dijo Arturo.
-Tranquilo amor. –Le dijo Fernando. –Al principio duele pero te va a gustar. Deja te mamo la verga mientras te la mete.
Fernando se acomodó de tal manera que puso se cabeza frente a la verga de Arturo. Empezó a mamársela mientras mi novio se movía despacio detrás de su amigo.
-Al principio dolió pero ahorita siento rico. –Dijo Arturo.
-Y sentirás aún más rico. –Dijo Fernando. –Cuando ya esté bien abierto, te mueves rápido, Rafa.
Mi novio obedeció y empezó a moverse rápido y con fuerza.
-Mas. Mas. –Arturo se quejaba del dolor pero gemía del placer. Y al minuto. –Me vengo.
Fernando tragó toda la leche que descargó Arturo, que gemía sin parar. Rio.
-Nunca me había venido de esta manera. Fue riquísimo. Me duelen los huevos riquísimo y cuando me vine fue lo mejor. Fue la mejor venida.
-Y tu leche sabe riquísima. –Dijo Fernando.
-Me apretabas la verga bien rico. –Dijo mi novio.
Los 3 se acomodaron en el sillón agitados. Arturo se levantó y se puso la ropa.
-Me tengo que ir. –Dijo.
-¿Tan pronto? Apenas vamos comenzando. –Dijo Rafa.
-Sí, solo vine porque dijiste que aquí iba a estar Fernando. ¿Puedo hablar contigo a solas?
Y se fueron Fernando y Arturo. Rafa se quedó sentado en el sillón y empezó a masturbarse lento. A los dos minutos regresó Fernando.
-Me dijo que si quería ser su novio. –Dijo emocionado.
-Que bien. Ya son novios entonces.
-Si. Está buenísimo Arturo.
-Oye, primo…
-¿Qué?
-Métemela.
-¿Qué? Eres gay también.
-No. Solo quiero probar y experimentar.
Y mi novio se puso de perrito en el sillón.
-¿Dónde están los condones?
-Así, sin condón solo hazlo despacio, tienes una verga enorme y me vas a lastimar.
Fernando se acomodó detrás de mi novio.
-Ponte saliva en un dedo y métemelo. Un rato hasta que sientas que ya resbala. Luego me metes dos dedos y luego tres –Dijo Rafa. Fernando obedeció.
Luego de un rato:
-Los 3 dedos ya te caben y resbalan bien.
-Hazlo con cuidado y despacio, yo te digo. Fernando acomodó despacio la verga en el culo de mi novio. Empujó. –Despacio. Así, dale, detente ahí un rato. Tu vergota me va abrir mucho. Dale, despacio.
-Ya entró la mitad.
-Ahí detente. Mi culo se va acostumbrar a tu tamaño.
-Es la primera vez que se la meto a alguien. –Dijo Fernando. –Se siente rico.
-¿No te cogiste a Betty? –Preguntó Rafa gimiendo.
-Nunca se dejó. ¿Tú te la cogiste?
-Sí y también a Andy.
-Mi hermana esta buenísima.
-Empuja un poco más.
-¿Te cabrá toda?
-Quiero que me la metas toda. -Se vio como Fernando empujó. Rara pujó. –Detente. ¿Cuánto falta?
-Poquito.
-Dámela toda. –Y empujó fuerte y rápido Fernando.
Rafa soltó un grito.
-No te muevas, así quédate, así quédate. Ahorita me vas a coger y luego no te vayas a venir. Me dices antes porque quiero tragarme la leche. –Dijo Rafa. –Dale.
Fernando empezó a moverse despacio, y como a los 5 segundos aumentó su velocidad.
-Tienen razón, al inicio duele pero luego se siente rico. Dale rápido y fuerte.
-No voy a aguantar.
-Aguanta un rato, a tu ritmo. Pero no te vayas a venir.
Fernando empezó a moverse despacio, luego se detenía, de nuevo se movía despacio y se detenía. En ratos se detenía por 15 segundos y luego por 10 segundos le daba rápido. Estuvo así unos 5 minutos. Rafa no emitía sonido alguno.
-Ya no aguanto.
-Párate.
Rafa se hincó frente a su primo. Abrió la boca y se metió su verga.
-Me vengo. –Dijo su primo.
Rafa no sacó la verga de su boca y empezó a masturbarlo. Estuvo unos 30 segundos así hasta que se salió.
-Uno se ahoga si no se traga la leche rápido. –Dijo. –Ahora trágate mi leche.
Se cambiaron los papeles, Rafa se paró y su primo se hincó. Mi novio se masturbó con desesperación y a los 10 segundos le llenó la boca a su primo de leche.
-Que rico. –Dijo gimiendo Rafa. –Sientes un dolor de huevos muy rico y cuando te vienes se siente riquísimo.
-¿Qué te pareció? –Preguntó Fernando.
-Bien pero no lo repetiría. –Dijo Rafa mientras camina hasta la cámara.
Se fue la imagen.
Me quedé pensando en todo. Ya no era tristeza lo que sentía. Estaba muy confundida.
Regresó la imagen. Ahí estaba Rafa.
-Hoy es el día. –Dijo Rafa.
Continuará.