Las aventuras de Juan VII. Un mes después

Juan come con su ex mujer, mientras Carolina y Daniel van a pasar un fin de semana de vacaciones en el sur de Francia, donde conocen a Eric.

Había pasado un mes, todo transcurría con normalidad, el sexo entre Carolina y Daniel era morboso, con juguetes eróticos y con el arnés para ambos en casa, a Carolina casi le excitaba más follarlo ella que al revés, verle como se corría a través de la jaula mientras le enculaba la ponía perrisima.

Su polla había vuelto a disminuir en breve necesitaría una jaula más pequeña, Carolina le había regalado un fin de semana de escapada sin niños, aunque Daniel aún no sabía dónde. Su cuerpo había cambiado un poco tenía más culo y piernas, se había afinado su cintura los ejercicios eran efectivos.

Carolina por su parte era cada vez más dominante, y estaba dándose cuenta de que cada vez necesitaba feminizar más a su marido, la escapada seria a la cuna del nudismo en la costa francesa, iban a cap

D

'adge en el sur de Francia. Iba a ser la primera vez que iba a exponer a su marido con jaula en público.

Juan por su parte es el que más había notado el cambio, en el trabajo todo funcionaba genial sobre todo con sus compañeras, sus chistes machistas y sus borderias intentando siempre follárselas habían cesado, en casa cumplía sus normas, siempre iba vestido de mujer aunque eso ya no le humillaba, la ropa interior tampoco le incomodaba, sus mayores problemas fueron unas pastillas que le había dejado Carolina para cuando se sintiese tristón y se había enganchado inconscientemente a ellas, a razón de llevar dos semanas tomándolas empezó a notar cambios en su cuerpo, se veía menos pelo en todo su cuerpo a pesar de ir

depilado

, sus pezones empezaron a dolerle y su polla creía que debido a su castidad había empezado a disminuir de tamaño, sus erecciones eran prácticamente inexistentes.

Después de ver muchos videos había decidido que si no se empalmaba el ordeño debió de ser prostático así que se compró un consolador de un tamaño pequeño y el mismo se follaba el culo una vez a la semana, era muy humillante recordar su vida como dominante y ahora follarse el culo el mismo vestido con braguitas para poder vaciar sus huevos.

Ese día Carolina le llamo a la oficina, Juan fue allí y se sentó, Carolina le explico que estaba contenta con su evolución, que tenía que cambiar su jaula por otra de menor tamaño, por otro lado le explico que había hablado con Gemma, y que esa semana podía ver a sus hijos por las tardes antes de volver a casa, también le había dicho que estaría bien que tuviesen una cita y Gemma había aceptado, el sábado comerían en un restaurante que ya había reservado ella misma, a Juan se le iluminó la cara y le dio las gracias a la dueña de su castidad que aprovecho para decirle que el fin de semana se iba de viaje, que no le molestase que no iba a estar.

Durante esos días Juan estuvo con su hijo jugando como no hacia cuando vivía en casa, su mujer se dio cuenta durante esos días del cambio de su marido, aunque no sabía a qué se debía.

El viernes por su parte después de dejar a los niños en el colegio Carolina y Daniel cogieron las maletas y el coche y salieron hacia el destino aunque él no sabía donde iba.

Las

sorpresas iban a empezar, ya cuando estaban a 100 km de llegar a destino esta le dijo a su marido que parara, que iban a empezar a disfrutar, en una especie de zona de descanso completamente vacía y bastante apartado paro el coche, Carolina se fue detrás, abrió el maletero y saco de la maleta un vestido playero y un poco de maquillaje, somos una pareja de chicas de vacaciones recuerdas?

Daniel se negó en rotundo, pero su mujer insistió que le daría mucho morbo a ambas y que lo pasarían bien y este acabo aceptando, sabía que le iba a gustar, pero este juego empezaba a darle algo de miedo, ya que cada vez iba a más y realmente le estaba gustando.

Carolina

maquilló a su marido y le hizo con un poco de cera un peinado femenino, como llevaba pendientes se los cambio por otros más largos, puso un sujetador con algo de relleno y le colocó el vestido, como siempre iba

depilado

, añadido a los mismos ejercicios que realizaba Juan, estaba estupenda nadie diría que era un hombre, cariño durante el fin de semana serás Dani así nadie sabe si es masculino o femenino vale preciosa?

Dani asintió sonrojada con la cabeza, volvieron a subir al coche y continuaron el camino, Carolina metió la mano de Dani en su entrepierna mira cariño como me tienes, esta estaba encharcada, sus braguitas estaban tan mojadas que iba a empezar a mojar el asiento del coche. Llegaron al hotel las dos, Dani no entendía nada, no veía ningún atractivo al lugar, pero se mantenía excitada expectante, Carolina por su parte hizo el registro en el hotel, ambas subieron a la habitación era una suite enorme con cama King size, y una pequeña terraza con vistas a la playa que tenían a 500 metros andando, al asomarse a la terraza Dani entendió todo, su mujer iba a enseñar su dominación en público, era una playa nudista llena de gente, en ese momento la excitación y el miedo recorrían su cuerpo, pero iba a dar el paso así que dejaron todo y bajaron al hotel a comer, nada más terminar las dos con sus toallas enfilaron camino a la playa.

¿Te gusta la sorpresa amor? Dani contestó qué si, aunque tenía miedo, ya que nunca antes había hecho nudismo y menos que la gente supiese su secreto, así que Carolina le tranquilizo con un apasionado beso, extendieron las toallas quitaron sus vestidos y se pusieron a tomar el sol, el coño de Carolina brillaba de lo caliente que estaba, por su lado Daniel necesitaba un cambio de jaula, pero sin dejar verse también estaba mojada de líquido preseminal. Ambas miraban a su alrededor aquello era el paraíso del nudismo había parejas de todo tipo sin ningún pudor, todos pasaban desapercibidos en aquel lugar y lo que pasaba en aquel rincón francés sabían que no iba a salir de allí. Después del día de playa ambas volvieron al hotel, se metieron juntas en la ducha, allí empezaron a besarse y Carolina quito la jaula a Dani, esta intento poner dura su pequeña polla y no sin esfuerzo lo consiguió empezó a masturbarlo y cuando llegaba el orgasmo paraba, así sucesivas veces sacando su lefa acumulada durante dos semanas cuando había tenido 4 orgasmos arruinados paro y le dijo que la duchara, este empezó a masajear con el jabón el cuerpo de su esposa, se había puesto roja del sol, su piel estaba muy sensible así que con las caricias de Dani suspiraba de placer, este iba despacio poco a poco enjabonaba sus pechos dando pequeños pellizcos en sus pezones, Carolina separaba sus piernas necesitaba caricias en su mojado coño y Dani no tardo en entenderlo separaba sus grandes labios y subía y bajaba su dedo por el medio de su raja rápidamente, cada vez más rápido, en breve las piernas de carolina se cerraron, escuchando un fuerte grito de placer. Encargaron la cena y mientras subían esta, Carolina saco una jaula de unos 3 cm de acero con una pequeña sonda para que el chorro de pis saliera por allí, no sabía como, pero tenía que colocarla y aún no había disminuido lo suficiente, se puso a la faena con mucho trabajo lo consiguió, la carne del glande salía entre las rendijas y ahora simplemente se veía un pequeño botón que sobresalía de su pubis de unos 3 cm con ese nuevo dispositivo no iba a marcar paquete alguno.

Llego la cena y el vino y por primera vez Dani hablo de sí misma en femenino, ambas cenaban en braguitas, habían abierto un vino tinto de la región, y el alcohol les estaba pasando factura, así que totalmente desinhibida Dani le dijo a su mujer que porque no introducían un tercero en su relación, quería que algún negro atractivo las follara a ambas, quería probar una polla de verdad y compartirla con ella, y el lugar se daba para ello.

Carolina miró incrédula, su respuesta fue besarme e inmediatamente me mando a la cama a 4 patas, se colocó un arnés nuevo que había comprado con doble polla según me penetraba el otro lado la follaba a ella, empezó despacio, quería que yo sintiese ese falo mientras la otra parte se introducía en ella. Ambas gemíamos en la cama según nos escuchábamos la una a la otra, Carolina aceleraba y yo levantaba el culo intentando que se me clavase lo más profundo posible, hasta que mi polla empezó a sacar leche, entonces Carolina aceleró, corriéndose ella también y dándome las gracias, hacia más de 2 meses que no tenía un falo de verdad dentro de cuerpo y lo necesitaba.

Nos quedamos dormidas exhaustas después de un día tan intenso.

Era

sábado y teníamos que encontrar a alguien para esa noche, así que madrugamos nos pusimos nuestros vestidos playeros y bajamos a desayunar, poco después bajamos a la playa nos desnudamos y empezamos a ojear objetivos, ese día eran casi todo parejas mayores, nos fuimos a dar un paseo y al cabo de 20 minutos andando vimos al que nos gustó, era un negro que estaba haciendo capoeira en un rincón apartado, llevaba rastas y se veía una buena herramienta, así que mande a Dani al agua y fui yo hacia él:

-Hola guapo, seré franca contigo, nos has gustado a mí y a mi marido, y busco a un chico que nos follé a las dos, no sé si te apetece pasar lo que queda de día con nosotras?

El chico en principio dijo que no, que no era gay, que solo a mí, me negué y nos fuimos de vuelta a la toalla, no sé si verme tan decidida o ver a Daniel tan femenino al salir del agua, pero volvió poco después a buscarnos, me dijo que después de verla a ella señalando a Dani había cambiado de idea, y nos pidió la dirección. Aceptamos le dimos la dirección y quedamos en una hora allí.

Las dos estábamos nerviosas, nunca había follado con nadie que no fuese mi marido y menos con alguien que acababa de conocer en la playa. El chico llegó puntual allí estábamos, Dani con unas braguitas rojas de encaje, maquillada y sus pendientes grandes, abrió la puerta, yo con

un picardías

color granate con el culotte a juego, nuestro negro de 1,90 llego en bermudas, chanclas y camiseta de tirantes ancha, nada más entrar se desnudó, y le serví una copa de Moët, cogió la copa y me beso dándome una sonora palmada en el trasero, cuando se separó de mis labios soltó en un perfecto castellano, así que hoy queréis ser mis putitas.

Dani estaba acostumbrada y asintió, pero a mí me pillo de sopetón y sin esperarlo me puso de rodillas, saco su polla y dio por hecho que sabíamos  lo que teníamos que hacer, allí estábamos las dos metiéndonos aquel nabo en la boca que nos generaba arcadas debido a su tamaño.

Ambas estábamos mojadas, Erik que así se llamaba nos levantó y nos desnudó, señaló la cama y nos colocó a 4 patas como dos perras una al lado de la otra, exponiendo nuestros culos y coño, la polla de Dani goteaba, mi coño rasurado brillaba, no se lo pensó dos veces y no sin antes decir lo guarras que éramos metió aquel enorme falo en mi coño, parecía me iba a desgarrar, Eric me follaba sin parar al mismo tiempo que me azotaba, aquella polla me hacía ver las estrellas hasta que tuve un tremendo orgasmo en forma de squirting, algo que no me había pasado nunca. Eric saco su polla, me llamo y me dijo que abriera las nalgas de mi marido, le tocaba a él, aquella polla no entraba, así que me mando por lubricante, embadurne el culo de Dani y aquel trozo de carne invadió su trasero, de sus ojos salían pequeñas lágrimas, aunque estaba aguantando estoicamente las embestidas del mulato.

Eric cogió mi pelo y me puso a chupar sus huevos, Dani gritaba como una colegiala de su micro jaula empezó a salir lefa se estaba corriendo y no habían pasado ni dos minutos de estar ensartado, Eric que lo vio empezó a burlarse de su pollita y de que se corriese como una mujercita, sin embargo eso no hacia más que excitarle, mientras seguía corriendose, Eric hizo lo propio dentro del culo de Dani, dejando este abierto, palpitando y rezumando leche.

Quieta aquí putita y disfruta del espectáculo le dijo a Dani, mientras se llevaba a Carolina al baño, dúchame guarra y que se me ponga dura otra vez, a ti también te voy a romper el culo, ver el ojete abierto de su marido la había excitado de sobre manera y aunque siempre se había negado, estaba dispuesta a probar, así que enjabono aquel hombre mientras Dani miraba desde la cama aquella escena, cuando quito su jabón se colocó en cuclillas cogió los huevos de Eric, con una mano y con la otra pajeaba aquel falo mientras succionaba el glande con sus labios, en 5 minutos estaba listo, salieron de la bañera y se tumbó bocarriba ordenando a carolina montarse encima de él, que abrió su ojete cogiendo ambas nalgas y separandolas, mientras le decía a Dani que le chupara los huevos y el coño a su mujer, esta obedeció, e hizo que carolina empezara a encadenar orgasmos, uno tras de otro mientras su marido le comía ávidamente el coño durante más de media hora esta no paraba de hacer sentallidas sobre aquel falo que desgarraba su ano en cada movimiento, el mulato volvió a explotar llenando de semen los intestinos de Carolina, los tres exhaustos en la cama se quedaron dormidos, Carolina, con la polla del negro ensartada en su palpitante culo y Dani con la cabeza sobre los muslos de ambos.

Juan por su parte acudió a comer con Gemma, esta iba preciosa con un vestido beige, la comida transcurrió entre risas y contándose lo que había sido el mes del uno sin el otro, Gemma le explicaba que le necesitaban en casa, pero no estaba segura de dar el paso a dejarle volver, así que Juan decidió explicarle toda la historia desde el principio aunque no le explico su castidad ni donde vivía, pensaba llevarla allí y explicarle ese paso en el lugar, la cara de Gemma era un poema, no podía creer semejante historia, Juan pago, y le pidió que le acompañara, quería contarle una última cosa. Una vez allí, le enseño la casa a su exmujer, se puso un vestido y salió a explicarle que gracias a sentirse como una mujer había dado ese tremendo cambio, luego sé bajo las braguitas y le enseño la jaula a Gemma, aparte gracias a esto no necesito pajearme ni follar, simplemente disfrutar cada momento con vosotros.

Gemma le pidió que la llevara a casa que necesitaba digerir todo esto, era una mujer muy puritana y habían sido demasiadas emociones juntas, ambos subieron al coche y sin hablar durante el trayecto dejo a Gemma en casa, entonces esta le beso y le pidió seguir viéndose aunque fuesen poco a poco.

Juan volvía feliz a casa después de la noticia de su esposa esa noche por fin durmió de un tirón, sin necesidad de pastillas.

En Francia por otro lado, cuando las chicas despertaron les dolía el culo,  Eric seguía en la habitación eran las 9 y tenían el hotel hasta las 15, ellas se besaban y acariciaban, la habitación aún olía a sexo, fueron directas a la polla de su macho y empezaron a chupar entre las dos, este despertó y su polla también, Carolina le dijo a Dani que le comiera el coño,

había

una mezcla de sabores entre el semen que había salido del culo de esta, y su flujo era diferente, pero le gustaba, Carolina seguía comiendo polla mientras gemía de la comida de coño que estaba recibiendo, ella jugaba con el glande de Eric, mientras Dani le metía los dedos y jugaba con su clítoris hinchado.

Carolina no tardó en correrse, pero cuando Eric estuvo cerca paro y le dijo que aún no guapo, se levantó y cogió el arnés, se lo coloco un poco más arriba de lo habitual, y le dijo a Dani que subiera, esta obedeció y empezó a subir y bajar del falo de plástico llenando su culo, en el borde de la cama Eric puso las piernas de Carolina sobre sus hombros y empezó una dura follada, Dani besaba a Eric, mientras este embestía fuerte a Carolina, plof, plof, plof sonaba cada empujón, esta estaba encharcada, gimiendo sin poder parar en un estado de éxtasis profundo, aquella polla parecía que iba a partirla en dos, de repente de la jaula de Dani empezó a salir leche caliente que caía en el pubis de carolina que nada más notarlo empezó a correrse, las contracciones del coño sobre la polla de Eric hicieron que este empezara a hacer lo propio brutalmente dentro del coño de esta alargando

aún

más su orgasmo. Las chicas se levantaron, del coño de Carolina chorreaba leche que caía gota a gota al suelo ambas le dieron las gracias a Eric y le despidieron con un beso cada una.

Las dos se ducharon y arreglaron, era hora de volver a la realidad, cuando intentaron sentarse en el coche ambas

exclamaron

un

ay

, y empezaron a reírse

cómplices

la una de la otra.

Continuará

...