Las Aventuras de Eduard

Un joven "profesional" pasa una noche tomando alternativamente a dos hermanas, con el marido de una durmiendo, borracho, en la habitación contigua.

Con frecuencia leo los relatos de fidonet y deseo felicitarlos, de igual forma narrar uno que es real pero prefiero cambiar los nombres para evitar conflictos aunque tengo la autorización de la protagonista.

Mi nombre es Eduard tengo actualmente 30 años vivo en una ciudad turística de Colombia y me dedico a complacer a las señoras que de una u otra forma no consiguen placer en su hogar, con esto me gano la vida a veces se me presentan muchas citas, y otros días no tengo ni una sola.

Un día en que no tenía nada que hacer, me fui con un amigo a una de las discotecas de la ciudad para ver qué conseguíamos, cabe anotar que era temporada turística y había bastante de donde escoger, al cabo de algún rato, saqué a bailar a una chica y comenzamos a conversar, su nombre era Claudia media 1,70 buen cuerpo, buenos senos y un buen trasero, tenía 21 años y a decir verdad era bastante extrovertida, le pregunté que con quién estaba y me dijo que con su hermana Carmen una mujer de 36 años y su cuñado Nelson de 38, después de bailar le dije que si luego bailaríamos nuevamente y ella me dijo que sí que si quería nos podíamos sentar en su mesa que ella estaba sola, al llegar me presentó a su hermana y su cuñado, era una pareja mayor y estaban bastante aburridos, aunque Carmen ya tenía un hijo se conservaba muy bien y tenía un culo más grande que el de Claudia, pero Claudia era más bella.

Ahí intercambiamos muchas palabras y risas pero mi mirada se cruzaba mucho con Carmen, después de bailar muchas veces con Claudia, le pregunté a Nelson que por qué no bailaban que Carmen estaba que se bailaba sola a lo que me contestó que no porque él no sabía bailar, que la sacara yo. A lo que acepté, un poco desconfiado pero con muchas ganas.

Por las constantes miradas de Nelson nos fuimos confundiendo con las demás personas que bailaban y aproveché para acercármele más, como vi que no puso ningún tipo de resistencia, seguí en mi juego, la verdad el alcohol me había dado más valor para seguir adelante.

Bailamos uno y otra vez pero no pasó a mayores, sólo manoseos y apretones, luego volvimos a la mesa y me senté al lado de Claudia, algo me decía que mejor asegurara lo que tenía, ya que con ella había avanzado mucho y si todo salía bien podría cogérmela esa misma noche.

Como hice muy buena liga con Nelson, las chicas planearon seguir la rumba en el apartamento donde estaban alojados, así que compramos otra botella de ron y la seguimos allá, entre manoseos y besos con Claudia, Carmen no nos quitaba la vista, hasta el punto que nos dijo que no comiéramos delante de los pobres, fue cuando me di cuenta que esa mujer estaba sedienta de sexo, y me di cuenta también que le daba el vaso bien lleno de trago a Nelson hasta que éste no pudo más y se lo llevaron a dormir bien borracho, Carmen se quedó con su marido en el cuarto dejándome a solas con Claudia en la sala, apagamos algunas luces y bajamos un poco la música, y comenzamos a besarnos con muchas ansias, y desespero. Claudia a pesar de su edad se notaba que tenía demasiada experiencia, lo que me dio valor para seguir a mucha más velocidad, así fue como le quité la blusa y el sujetador quedando frente a mí ese par de tetas que ya había tocado por encima de la blusa, sin perder tiempo empecé a chuparlas con ansias, pegando ella unos quejidos que sin duda su hermana escucharía pero eso me excitaba aún más, ella se ayudó quitándose los pantalones y fui bajando hasta llegar a esa concha, rosadita y jugosa, se notaba que se la cuidaba, estaba bien depilada y bastante mojada, le di lengua haciéndola retorcer, aproveché y le chupé el culo con ganas hasta que logró correrse por primera vez de una manera espectacular sus flujos me mojaron toda la cara pero yo estaba gozando de placer también.

Luego ella me bajó los pantalones y empezó a mamarla como loca, se notaba que no era la primera vez, porque lo chupaba súper bien, enseguida me senté en el sofá, y ella como sabiendo lo que venía se me montó encima y comenzó a menearse de una forma espectacular, era toda una perra en celo, comenzó a cabalgar y a gemir de tal forma que me excitaba aún más, de inmediato miré para el cuarto de Carmen y se notaba una sombra, ella estaba escuchando todo, no se acercó ni dijo nada aunque me hubiese gustado que en ese momento se uniera a la fiesta pero no lo hizo, aunque se quedó allí detrás, escuchando el espectáculo.

Después cambiamos de forma quedando a Claudia recostada al sofá dándome la espalda, donde le pude apreciar ese culo maravilloso que tenía, aunque insistí para encularla ella se negó, así que no tuve otra opción y la clavé por delante desde esa postura podía ver cómo mi palo entraba y salía y cómo golpeaba con ese gran culo, ella comenzó a gemir y pedirme que la cogiera duro, eso me puso a mil y empecé a clavarla salvajemente, ella se moría de la dicha hasta que no pude más y llegué a un gran orgasmo junto con ella, la verdad fue una gran clavada, pero me mataba la idea de cogerme a Carmen, descansamos un rato y nos vestimos, al rato salió Carmen en bata y se hizo la sorprendida porque pensó que me había ido, le dije que no que nos quedamos esperando a que acostara a Nelson y regresara.

Ella dijo que estaba muy cansada y se había quedado dormida y que salió ahora fue por un vaso de agua.

De inmediato Claudia se paró y se dirigió al baño, yo sabía que iba a limpiarse, después de semejante cogida, pero me estaba dando una última oportunidad, mi mirada se cruzó con la de Carmen de manera desafiante y sin pensarlo dos veces le dije, que ahora que saliera Claudia, yo me iba pero que dentro de 10 minutos estaría en la puerta esperando que ella me abriera.

Le dije que yo sabía que ella había estado escuchando todo y que si quería volver a sentir aquello que sintió cuando estábamos bailando sólo tenía que abrir la puerta cuando Claudia se durmiera.

Así fue, me despedí de Claudia con un beso le hice un guiño con el ojo a Carmen, al salir estaba más excitado que al principio, quería cogerme a Carmen y hacerle sentir lo que hace tiempo no sentía, pasaron los 10 minutos y mi desespero fue grande al ver que no abría, tanto que pensé en irme, pero al dar la espalda se abrió la puerta, me devolví enseguida y entré, pero ella me dijo que no que quería, que me fuera, yo le dije que yo sé que ella quería si no, no me hubiese abierto la puerta y de inmediato le di un beso a lo que ella correspondió, me separé y le dije viste que sí quieres, luego se apartó y me dijo que sí pero que ahí no, que nos fuéramos al cuarto de lavado.

Entramos y de inmediato le quité la bata de dormir no tenía sostenedor y me clavé enseguida en esos pechos que aún estaban firmes, Carmen gemía, pero tenía miedo de que alguien se levantara y nos sorprendiera, yo también tenía algo de susto pero eso me excitaba cada vez más, fui bajando y haciéndole a un lado los pantys le chupé esa concha que también la tenía cuidadita, y que estaba súper húmeda, se retorció como loca y se corrió rápidamente, luego le puse mi palo en la cara a lo que trató de decirme algo, pero yo no la dejé sólo le dije que la chupara, se notaba su poca experiencia, pero de todos modos le enseñé cómo hacerlo aunque no fue muy bueno, el hecho de saber que el cornudo de su marido estaba durmiendo en otro cuarto me calentaba aún más, luego me le monté encima y comencé a clavarla, me di cuenta que se corrió enseguida se veía feliz y yo más excitado aún.

Luego le levanté las piernas como pollo asado y yo arrodillado la clavé fuertemente que dio un grito, que nos asustó un poco pero ella misma dijo que siguiera, que no parara, que ese pobre idiota no se despertaría por ahora, así fue que seguí con el vaivén unas veces suave y otras fuerte, ella era orgasmo tras orgasmo, le dije que se pusiera en cuatro y otra vez, ese culo más grande que el de Claudia lo tenía a mi antojo, la clavé un par de veces y le dije que la iba a encular, a lo que también se negó, así que le dije, que si se iba a dejar ganar de Claudia, a lo que sorprendida me dijo no, pero es que nunca lo he hecho por ahí, yo le dije que no se preocupara que a Claudia no le dolió, claro más adelante se enteró que a Claudia no la había enculado, pero ese truco me sirvió para lograr mi propósito, y ahora con ese culo virgen puesto a mi merced lo fui metiendo suavemente, la verdad fue que me costó trabajo y ella quería gritar pero no podía por miedo a despertar a alguien, hasta que logré encularla toda, al cabo de un rato ella mezcló el dolor con el placer y logró venirse una vez más. yo que estaba a punto le dije que quería que se la tragara y ella aceptó, me dio un buen chupetón y le vacié toda mi leche en su boca y su cara, le dije que teníamos que repetirlo y ella aceptó encantada, que todavía le quedaban seis días de vacaciones, luego salió primero ella para percatarse que no había nadie y de inmediato salí.

A pesar que fue hace cinco años aún me la sigo cogiendo, yo sé que ahora es mucho más feliz y el cornudo de su esposo también lo es, cada vez que viene de vacaciones me llama, y a veces me manda los pasajes para que vaya a visitarla, a ella no le cobro nada, Nelson y yo seguimos siendo amigos aunque él cree que me sigo cogiendo a Claudia. Claudia ella sabe de mi relación con Carmen y nos ayuda para que Nelson siga creyéndolo. Carmen ha aprendido bastante y me dice que muchas cosas la ha puesto en practica con su marido menos el anal, pero quien la hace sentir soy yo. Verdad o no,... yo me la sigo cogiendo...

Por el momento sigo cobrando por hacer un rato feliz a mis clientas que por lo general son mucho mayor que yo.... Espero les haya gustado mi relato y si tienen comentarios lo pueden hacer a mi correo electrónico