Las Aventuras de Daniela y Karina 2

Dos semanas después de mi iniciación fui con mis amigos a casa del Cindi y su trato fue normal, el quería que fuese sólo de él, así que actuó como si nada hubiese pasado, pero antes de irnos me llamó aparte y me dijo...

2 Aprendiendo con el Cindi

Dos semanas despues de mi iniciación fui con mis amigos a casa del Cindi y su trato fue normal, el quería que fuese sólo de él, así que actuó como si nada hubiese pasado, pero antes de irnos me llamó aparte y me dijo...

-Conseguí un auto para el fin de semana, nos iremos a un día de campo para enseñarte como ser una putita de verdad, si quieres tu amiguita puede venir, pero sino me conformo con que vengas tú.

Así que esa tarde fui a casa de Dany para decirle y ella literalmente me arrastro de nuevo a su cuarto para mostrarme una maleta de ropa que había comprado especialmente para Mi, y seleccionó un conjunto que en sus palabras calentaría al Cindi lo suficiente para cocinar huevos en su piel.

Esa semana Dany y yo hablamos poco de lo que haríamos el fin de semana, y llegando el fin de semana y tras pedir permiso de salir, llegamos a la casa del Cindi...

-Bien a vestirte.

-¿¡Que!?

-¿Que? ¿Crees que vas a poder cambiarte en cualquier lugar?

  • Ah... buen punto.

Mientras el Cindi guardaba algunas cosas en el auto Dany se encargó de prepararme, para lo cual eligió un conjunto de minifalda (tan pequeña que no cubría prácticamente nada) una tanga negra, y un top con un poco de relleno en el área del pecho, mi peluca, maquillaje y un par decsandalias de pata de gallo...

-No pudiste encontrar una minifalda más corta ¿verdad?

-De nada. -dijo Dany.

Subimos al auto en la parte trasera y el Cindi condujo durante una hora hasta llegar a un poblado con mucha gente, para mi horror el Cindi se estaciono en una calle y bajamos, comenzando a caminar pues debíamos atravesar el pueblo completo, me sentía muy incomoda pues los chicos me miraban y de vez en cuando me chiflaban, Dany me animo a relajarme y Aguilar el ojo y sonreír, me costó unos minutos pero lo logré, luego de casi una hora caminando llegamos a despoblado y nos metimos a una zona boscosa, y nos internamos lo suficiente para no ser vistos ni escuchados, llegamos a un claro junto a un río de agua limpia, el Cindi puso entonces un cobertor en el suelo y luego de abrir una cerveza y darle un sorbo comenzó a desnudarse, y ya desnudo y con su enorme verga parada me dice...

-¿A qué hora te encueras?

  • Es una damita, usted debe desnudarla. -dijo Dany.

El Cindi no perdió el tiempo y comenzó a besarme y a desnudarme lentamente, comenzó por el top el cual aprovecho para chupar mis pezones tan fuerte que quedaron rojos, luego me quito la tanga y sus dedos se metían en mi culito, luego de lo cual me dijo que me pusiera de rodillas, y luego metió su verga en mi boca, indicándome como mamar para hacerlo sentir Bien, mientras el sujetaba mi cabeza, luego de eso el Cindi se acostó y se puso en la verga la vaselina que nuevamente le proporcionaba Dany, y me dijo que está vez yo podría controlar que tan rápido me la metía, así que me puse un poco de vaselina y puse una pierna de cada lado y comencé a bajar, y tras apuntar la punta de la verga del Cindi hacia mi culito me dispuse a bajar, sin embargo el Cindi tenía otros planes, y apenas la punta penetraba mi culito, el Cindi me tomo por la cintura y empujó con fuerza y metió de golpe su verga, en mi culito y yo emití un gemido de dolor y placer combinados...

-Una buena putita debe aguantar a su macho. -dijo el Cindi.

Y entonces comenzó a moverse, pero esta vez de inmediato comenzó a moverse con fuerza, mis caderas eran sujetadas por sus manos enormes y literalmente me subía y me bajaba a su antojo, haciéndome gemir más fuerte, mis nalgas chocaban con su cuerpo y en momentos aprisionaba mis pezones entre sus dedos, y sus manos daban fuertes nalgadas dejándome marcadas sus manos. Dany gozaba viéndome gozar y sufrir, tanto que se masturbaba frenéticamente, mientras que el Cindi subía la velocidad de sus estocadas, se sentó y bajo la velocidad, aprovechó para besarme y darme más nalgadas y también devoró mis pezones haciéndome gemir como putita lo cual comenzó a excitarlo más, mi cuerpo vibraba, mis gemidos se volvían gritos y el dolor había desaparecido, ahora era sólo placer, empecé a pedirle que lo hiciera más fuerte, y el acostandose de nuevo me sujetó la cintura y me dio con fuerza, hasta que comencé a sentir algo raro una sensación que comenzaba en el culito y subía por el vientre hasta mi garganta y de regreso y de pronto una sensación de placer inmensa invadió mi cuerpo haciendo me gritar...

-¡SÍ! ¡SÍ! ¡¡¡AHHHHHHHH!!!

Esto llevo al Cindi al clímax y con muchísima fuerza comenzó a venirse dentro de mi, y caí rendida de espaldas...

-¿Y? -pregunto Dany inclinandose hacia mi.

-Desde hoy ya no soy niño.

-Nunca lo has sido amiga.

Dany y yo entramos en el agua y nos limpiamos, luego de lo cual el Cindi encendió un cigarrillo y luego de eso Dany le arrebató la cajetilla y saco dos cigarros, uno lo encendió y me lo dio y fume tosiendo pero luego le agarré el modo, luego de un rato el Cindi me acariciaba la espalda, y Dany dijo...

-Amiga tu macho quiere más.

Lance una última bocanada de humo y sonreí para el Cindi me puse de pie y me recargue en el tronco de un árbol y abrí las piernas...

-Métela.

El Cindi no se hizo esperar al ver mi pose se puso de pie, y se puso detrás de mi, apuntó su verga y tomándome por la cintura me la metió en un sólo movimiento, esto me llenó de placer, y luego comenzó a moverse haciéndome gemir, Dany aprovecho para desnudarse y ver más de cerca como el Cindi me cogía, y al mismo tiempo se masturbaba, el Cindi comenzó a cogerme con más fuerza, peyizcando mis pezones y dándome nalgadas fuertes que sólo me hacían gemir con más fuerza, las embestidas del Cindi me daban empujones que me llevaban más a estar contra el árbol, hasta que mi cuerpo quedó pegado al tronco y mis pies se despegaron del suelo, yo gemia y gritaba al Cindi para que lo hiciera más fuerte, y el hombre me daba gusto, nuestros gemidos se hicieron más intensos y yo comencé a sentir un nuevo orgasmo que me hizo gritar nuevamente y al poco el comenzó a llenarme con su leche, nos quedamos un momento así y luego de eso nos dimos un beso, y tras unos minutos nos vestimos nuevamente, el regreso al auto fue mucho más fácil, yo descaradamente mostraba las nalguitas y me veía seductora como una Lolita, más de un hombre volteó a mirarme y seguramente más de uno con deseo y lujuria, amaba mi nuevo rol y me encantaba ser Karina, y Dany me daba ánimos para seguir, luego de regresar a casa del Cindi me cambié y un poco triste regresé a mi casa, pero con enormes deseos de ser Karina nuevamente.