Las aventuras de Bart Simpson. Parte cinco.

Otra de las aventuras de este personaje. comenten y que lo disfruten, muchas gracias. relatistaweed@hotmail.com

Bart y Milhouse están pensando en una forma de poder abusar de Marge. La madre de Bart era su objeto de deseo desde siempre, y, ¿A qué hombre no se la ponía dura Marge?. Nelson dijo una vez que vendía drogas, así que investigó con Milhouse en internet que drogas te dejaban inconsciente.

-Burundanga, esa es nuestra solución.

-Vale Milhouse, vayamos a por Nelson y después prepara tu polla para la juerga que vamos a montar.

Milhouse y Bart quedaron con Nelson en el callejón de atrás de la taberna de Moe, que llegó a asomarse mientras tiraba cosas a la basura, saludando a Bart  con una sonrisa pincantona, en recuerdo de aquel maravilloso día que pasaron juntos. Bart le explicó toda la historia del trio con Moe a Milhouse mientras esperaban a Nelson. Ahí llegaba Nelson.

-¿Qué pasa tio?

-Cállate Milhouse. ¿Qué queréis?

-Queríamos una dosis de burundanga. Bart no sabía como medir las cantidades de esa droga.

-¿Y yo cómo coño se que es una dosis? la vendo por gramos, idiota.

-Vale, pues... 1 gramo?

-Está bien, son 60 dólares.

-Venga Nelson, no jodas.

Milhouse se lleva un bofetón en la cara mientras sueltan la pasta y se la dan a Nelson, ese chico no se andaba con tonterías. Tras un buen rato pensando de que forma echárselo a Marge, tocan al timbre de casa, y Marge sube a la habitación de Bart, que guarda su droga en el bolsillo.

-Hijo, dicen Rodd y Todd que si queréis ir tu y Milhouse a su casa a dormir, Flanders está en un seminario religioso con el reverendo Lovejoy y están solos con su madre, ¿Les digo que vais?

Bart y Milhouse se miraron, y Bart señaló con la vista el bolsillo donde guardaba el burundanga. Milhouse lo comprendió todo al instante.

-Me parece bien, iremos a dormir allí. Diles que a las nueve estamos en su casa.

Marge baja las escaleras y tras un breve periodo de tiempo se cierra la puerta de casa.

-¿Estás pensando lo mismo que yo?

-¿Follarnos a Todd y Rodd?

-Y algo más Milhouse... algo más.

La tarde transcurrió normal, Milhouse y Bart estuvieron mirando como se aplicaba el burundanga en los humanos y las cantidades necesarias para dormir a un adulto, y tras ello, se estuvieron pajeando mutuamente mientras veían porno. Aún así se la dejaban a punto para no desperdiciar nada de lefa, ya que la noche prometía.

Ring, ring. el timbre quedaba sordo en la noche, ya que al ser una zona residencial por la noche estaban desiertas las calles. Maude abre la puerta, estaba tan preciosa como siempre, pensaba Bart, y sabía que bajo toda esa ropa y esas creencias religiosas se escondía una viciosa empedernida. Tenía unas proporciones perfectas, tetas firmes y que entraban perfectamente en la mano, unas caderas anchas y un vientre plano, y unas piernas largas y regordetas que daban ganas de mordisquear.

-Hola niños, pasad, Rodd y Todd están arriba.

-Gracias señora Flanders.

Mlihouse y Bart se adentraron en la casa, y subieron las escaleras bajo la mirada inocente de Maude, Bart movía más el culo al subir tratando de captar su atención, de excitarla, pese a que le sacaba más de treinta años. Bart giró el picaporte y entró junto con Milhouse cerrando la puerta bien cerrada, su

plan había empezado.

-Hola chicos, ¿Qué tal estáis?

-Bien Bart, ¿Vosotros qué tal? Habíamos preparado unos juegos bíblicos para troncharse de risa antes de dormir, ¿Jugamos?

-Nosotros jugamos ahora con otras cosas... dijo Milhouse.

-Ah, ¿Y a qué jugáis? dijo Rodd.

-¿En serio tengo que decirlo?. La cara de Rodd lo decía todo, sí, tenía que decirlo.

-Pues jugamos a hacernos pajas, a ver quien tarda más en correrse, a que Lisa nos la chupe, a esas cosas solemos jugar nosotros, Rodd y Todd.

Los dos hermanos tenían prácticamente los ojos en blanco, no se podían creer que dijeran ese tipo de guarradas delante de ellos, dudaban los dos pajilleros  de que alguna vez se hubieran imaginado eso siquiera.

-Venga chicos, ¿Nunca os habéis hecho una paja, ni siquiera se os ha puesto dura por la mañana?

-No, esas cosas no nos gustan Bart y no me siento cómodo hablando de esto, ¿Hacemos otra cosa?

-Pero Rodd, estamos en edad de hacer esas cosas, ¿Dónde tienes el baño?

-La segunda habitación a la derecha.

Bart salió de la habitación de los hermanos dispuesto a convencerles. Maude andaba por abajo fregando los platos. Bart entró en el baño y sin hacer mucho ruido consiguió encontrar el cesto de la ropa sucia, en busca de algunas bragas de Maude. Bingo, era hora de volver a la habitación.

Milhouse estaba hablando de la mamada que le hizo Lisa el pasado invierno y de que es normal, y si tenían oportunidad, que se follaran a Lisa, que era muy puta. Bart entró en la habitación, y tras cerrar dijo:

-¿De qué hablábais chicos?

-De la zorra de tu hermana, Bart.

-Ah, ya. Sí chicos, si queréis por 5 pavos os consigo una mamada de Lisa, se traga la corrida, es única.

-Eh...No, gracias Bart, esas cosas no son para nosotros.

-Mirad lo que he encontrado en el baño chicos. Bart sacó de su bolsillo las bragas usadas de Maude. Eran como de abuela, pero seguro que a ella le quedaban perfectas. Milhouse estaba entusiasmado con aquellas bragas y Rodd y Todd estaban totalmente escandalizados. Bart dió la vuelta a las bragas y las iba  olisqueando como un sabueso por la zona de su sulo y la zona de su coño, mientras tanto, Milhouse se sacaba la polla y comenzaba a pajearse. Rodd y Todd  estaban bloqueados y Bart, para calmarlos, dijo a Milhouse que sacara las pollas de los demás, incluido Bart. Asi, mientras Bart seguía exprimiendo el olor de las bragas de Maude, Milhouse sacó las pollas uno por uno de sus amigos, y alentó con una minipaja a Rodd y Todd, que seguían sin dar señales de vida salvo por su empalme. Bart le pasó las bragas a Rodd, que, imitando a Bart, olía las bragas de su madre, y aumentaba el tamaño de su polla. Todd le quería parar pero al mismo tiempo deseaba probar esas bragas. Ya los cuatro se la estaban pelando poco a poco, hasta que llegó el turno de Todd. Estaba nerviosísimo y le  temblaban las manos, y Bart le tranquilizó pajeándole mientras el olfateaba aquellas espectaculares bragas. Por último llegó el turno de Milhouse, que se  atrevió a chupar las bragas, intentando alcanzar algún sabor allí pegado.

-Que putita es vuestra madre, chicos. Creo que se merece algo más que pajearnos pensando en ella, ¿No creéis?

Los dos hermanos asintieron, y aquí llegaba la otra parte de la noche.

Los cuatro amigos, ahora más amigos que nunca, bajaron lenta y sigilosamente las escaleras, hasta que llegaron a la sala de estar, donde estaba Maude viendo la tele. Bart ya tenía todo controlado, y le dio a Todd la bolsita con el burundanga, y tras echárselo a un vaso con leche, se lo llevó fingiendo que lo hacía por amor a su madre.

-Toma mamá, te lo mereces por ser tan buena con nosotros. El vaso con leche tenía suficiente burundanga como para dormirla en eso de una hora, y el otro  hermano llevó un plato con galletas, que su madre aceptó gustosamente, ajena a todo aquello.

Los chicos subieron de nuevo, y dejaron sus bragas en el cajón de nuevo. Rodd y Todd estaban desatados, y no paraban de masturbarse el uno al otro, hasta que Bart les paró anunciándoles lo que iba a suceder en un rato.

Tras esperar una hora que parecía interminable, Rodd bajó a ver como iba su madre. Estaba dormida como un tronco, y la luz de la televisión le daba pequeños fogonazos en la cara. El vaso de leche estaba completamente vacío y las galletas a medio terminar. El resto de la cuadrilla estaba arriba en la habitación esperando la señal de Rodd, que agitó la mano para alertar a los demás. Ya estaban todos allí, mirando a la pobre Maude, tan mona dormida.

-Vamos a desnudarla, Milhouse y yo la parte de arriba, Rodd y tú la parte de abajo.

A ello se pusieron. Milhouse comenzó a desabrocharle la chaqueta, la camisa, y Bart le iba quitando las mangas, estaba como un tronco. Todd y Rodd abrieron

la cremallera de la larga falda de tubo de Maude y se la bajaron tirando poco a poco, y después mientras Rodd levantaba las piernas de su madre, Todd quitaba las bragas con suma delicadeza, a las que pegó un olfateo rápido para calentar. Por último, Bart quitaba el sujetador de la víctima, quedando totalmente desnuda salvo el calzado.

-¿Quién va primero? preguntó Milhouse.

-Yo, que tuve la idea, dijo Bart.

-No, nosotros primero que somos sus hijos.

Hubo algún momento de tensión por ver quién estrenaba a la respetada mujer de Flanders, pero Bart se hizo con el control, y la tumbó en el suelo con las piernas abiertas mientras el resto se desnudaba. Bart lo hizo rápidamente y comenzó a tocar el coño rasuradito de Maude, para sorpresa de Bart, y sus tetas firmes, mordiéndola el pezón, que se ponía erecto. Ella seguía como un tronco. Bart cada vez llevaba a más su empalme y comenzó a metérsela a Maude. Sus hijos estaban pajeándose, tocando alguna teta, o metiendo el pene en su boca abierta, que no interactuaba con ellos. Milhouse estaba esperando su turno pajeándose viendo el culo de Bart, y metiendose algún que otro dedo por el culo.Bart la embestía y ella botaba ligeramente de arriba a abajo, con el cuerpo en la moqueta del salón. Rodd y Todd estaban un poco más nerviosos e impacientes por follarse a la mujer que les dió la vida y empezaron a chuparsela el uno al otro, y Milhouse se apuntó a las mamadas gratis que por allí se ofrecían. Bart dió la vuelta a Maude con algún esfuerzo que otro y la comió el culo poco a poco, mientras hacía unos dedos a su jugoso coño. Bart siguió y tras pajearse y comer culo al mismo tiempo, dio de nuevo la vuelta a Maude para acabar en su cara, quedándole el semen en los rizos, como si un moco blanquecino fuera. Bart gritaba y el resto le daba ánimos. Milhouse incitó a Todd, el que la estaba chupando, a que cogiera una tirilla de esperma y la probara, a ver qué tal. Todd la cogió con cara de asco y poco a poco se la metió en la boca, intentando aplastarla con la lengua contra el paladar y tragándola más tarde, mientras Milhouse se reía de el en su cara.

Llegaba el turno de Milhouse, que como un desquiciado se follaba a la madre Flanders como un conejo, sin ningún respeto e incluso dándole alguna torta en la  cara. A los pocos minutos, estaba de rodillas sobre Maude a la altura del pecho, y agarrando las tetas hizo el mismo una paja cubana hasta que se corrió, y  este si acertó, de lleno en toda la boca, mientras Maude seguía tal cual.

Bart ya se estaba vistiendo y preparando la ropa de Maude para volver a colocársela tras su uso y disfrute, había salido a la perfección. Se prometió que

algún día se follaría a la recatada Maude Flanders y lo ha logrado, se siente el rey del mundo. Ahora era el turno del repipi Todd, que al no tener ninguna experiencia se corrió al medio minuto de meterla, y además, lo hizo dentro, y restos de aquel semen salían resbalando por el coñito de Maude. Rodd tenía que dejar el pabellón alto, e hizo un beso blanco con su madre, a la que morreó de manera casi vomitiva, y mientras tenía el semen en la boca, montaba a su madre a pesar de mojarse la polla con la corrida de su hermano. Este le subió las piernas a su querida madre y las tenía sobre los hombros, y seguía y seguía penetrándola tan fuerte como podía, hasta que la puso de lado con las piernas dobladas, formando un ángulo casi de noventa grados, e intentó penetrar el ano con éxito. La estaba dando pero bien por el culo, seguramente la dolería a la mañana siguiente y tras escupir y meter los dedos por aquellos dos orificios recubiertos de carne se corrió encima justo del agujero del culo, finalizando así la mñagica sesión de folleteo.

-No ha estado mal para ser la primera vez, ¿Eh? dijo Bart, acariciando el pelo a Rodd.

-Vamos a vestirla rápido, dijo Milhouse. Se pusieron a ello y en un par de minutos estaba lista y colocada boca arriba en el sofá, frente a la tele, y los

cuatro compinches fueron a dormir.

Maude se levantó con un dolor de cabeza terrible y apenas podía moverse sin sentir un dolor punzante en el ano, y notaba la boca como rara, espesa. Fue  derecha al baño a lavarse mientras los amigos se despertaban.

-Buenos días chicos, ¿Qué hay para desayunar? preguntó Bart en tono burlón. -No estaría mal otra ración de tu madre, Rodd.

Maude se fue a su dormitorio debido al dolor de cabeza y el cansancio que tenía encima, parecía que la habían pegado una paliza mientras dormía. Milhouse se acercó al baño y consiguió otra cosa conocida de anoche, las bragas que tenía puestas Maude anoche y que encantadamente le quitaron mientras dormía. Las  llevó a la habitación de los chicos observándolas y viendo alguna mancha blanca en ellas, fruto de Todd, que se corrió dentro el hijo de puta, pensaba  Milhouse. Entró en la habitación con ellas en la mano y todos se alegraron al verlas. Le pegaron una chupada y un olfateo, y a modo de despedida todos se la chuparon a todos, haciendo dos 69. Todd con Milhouse, y Rodd con Bart. Bart gracias a su hermana la chupaba como un profesional, y Rodd le agradeció varias veces la mamada. Todos con corrida por la cara se despidieron, y Bart y Milhouse volvieron a casa. Al entrar Bart fue corriendo con la corrida de Rodd en la  cara hasta su habitación para que no le viera nadie, entrando Lisa inesperadamente.

-Dios Bart, ¿Ahora te tragas tu corrida?

-Que va, es de Rodd. ¿Quieres un poco? anoche violamos a su madre mientras andaba drogada

-¿A Maude Flanders?, ¿Y qué tal?

-Ya te contaré, ahora quiero dormir, ¿Quieres o no?

Lisa se aproximó y chupó la cara de Bart, tragándose el semen de Rodd, y Bart se fué a dormir.

Continuará, cada comentario ayuda :) gracias.

relatistaweed@hotmail.com