Las Aventuras de Alisa la Virgen Parte 2: Mi Primo

SEGUNDA PARTE OFICIAL de las aventuras que va a tener nuestra hermana pequeña Alisa durante las vacaciones de verano antes de entrar a la Universidad, lo nunca vivido contando con que empieza siendo mas virgen que el aceite de oliva. Aqui veremos su una mini-aventura/primo/hetero/masturbacion.

Desperté al día siguiente en mi habitación, pero no me imaginaba que iba a estar en compañía de mis hermanos mayores, aunque en el capÍtulo anterior olvidé mencionar que no son realmente hermanos de sangre, entre ellos sí, pero yo llegué después con la que sería su segunda madre.

Aunque para mí siguen siendo mis hermanos de sangre, porque nuestros padres se juntaron cuando yo aún era muy joven.

-Eh, Alisa, ¿qué haces?-Mi hermana se tira sobre mí de repente semidesnuda y empieza a hacerme cosquillas.

-Para bicha, quita pa’ alla hahah-intento pararla empujándola un poco y sin querer toco uno de sus pechos, se queda callada y me sonríe con malicia.

-¡Dejad de hacer ruidos, desastres, qué ni dormir dejáis!

Una cabeza aparece entre nosotras bastante adormilada, tiene el torso descubierto y mis ojos se van hacia sus abdominales, maldito gym…

-Cállate, que nos estábamos divirtiendo nosotras-se queja mi hermana levantándose de la cama y colocándose el sujetador.

-Como usted diga-le sigue mi hermano colocándose el pantalón-estoy muerto de hambre, voy a preparar algo de desayunar.

-Hazme tortitas, o algo-le pide ella empujándolo fuera de la habitación.

-Oye, pero no vale que os divirtáis solo vosotras dos.

-No le hagas caso peque-se ríe mi hermana atendiendo el teléfono, un par de minutos cuelga y me mira algo extrañada.-El primo David viene este finde para vernos, que tiene la semana de vacaciones-me cuenta levantándose de la cama para colocar sus cosas e ir al pc para comprobar el calendario.

-Ohh, genial, el primo David, hace muchos años que no le veo-me emociono, es otro de los míos, que toda su buena genética se la quedaron sus hermanos, que suerte, así no me sentiré extraña cuando vayamos al cine.

-Años… La última vez que le vimos tenía unos 15 años, ¿Seguirá estando gordito?-pregunta él desde la cocina.

-Sí, ahora debe tener 23, tendrá una barrigota cervecera-se ríe mi hermana tiernamente y confirma la fecha-cuando erais peques estaba coladísimo por ti Alicia, te tenía súper protegida de nuestras travesuras-suspira terminando la frase.

El día siguió su curso tranquilamente, y pasamos toda la semana como si nada hubiese pasado, aunque no me acordase de que pasó tampoco… Hasta el día que mi primo se presentó en casa para cenar. Fue una experiencia extraña.

Cuando le vi atravesar el umbral de la puerta lo podría haber confundido perfectamente con un Clark Kent, mis ojos se mezclaron entre la v que se formaba en su cintura y los brazos semimusculado, en el punto perfecto. Por su parte no se fijó ni un segundo en mí antes de entrar a la habitación de invitados, claro, los dioses griegos no tienen tiempo para chicas como yo, pero igual, que somos primos, se me va la cabeza aish.

Me escondo en mi habitación poniéndome un poco presentable hasta la hora de cenar, cuando llegué a la cocina ya estaban todos sentados esperándome, y un ambiente frío les rodeaba, sus rostros marcaban como si hubiesen tenido una pelea o algo así, pero yo no oÍ nada en mi habitación.

-Pequeña, ¿qué tal tu vida? ¿Con qué me sorprendes esta vez? -rompe el incómodo silencio mi primo invitándome a sentarme- ¿Te has echado novio?

-Que va, no hay mucho que contar, llevo una vida bastante aburrida-explico mirando hacia el plato, no me atrevo a observarle a los ojos- ¿Y la tuya qué tal?-desvío la conversación hacia él suspirando, estoy algo incómoda bajo la mirada de mis hermanos.

-La mía genial, estoy con el fútbol y eso, aunque rompí con mi pareja hace poco-este dato me llama la atención así que levanto la mirada hacia sus ojos, él retira la vista y se sonroja levemente- muy infantil para mí.

El resto de la cena se basa en mi hermano hablándole de fútbol mientras me dedica alguna que otra mirada extraña, y mi hermana contándome lo que había hecho hoy.

-Bueno, ya que he preparado yo hoy la cena, te toca limpiar los platos-explica mi hermana cuando terminamos, y yo asiento con la cabeza.

-Te ayudo-sonríe David cogiendo un par de platos y acompañándome a la cocina.

Comienzo a enjabonar los platos tranquilamente cuando mi compañero carraspea.

-¿Qué pasa primo?-le pregunto cuando siento que se acerca demasiado a mí para secar los platos.

-Bueno Alisa… Supongo que no te acordarás de cuando éramos pequeños-comienza a contar- mátame, pero estaba pillado por ti-declara cogiendo otro plato de mis manos.

Me quedo muda, no lo podía haber imaginado, para mí era como un hermano más, y él sentía esa clase de cosas… Por mí…

-Vaya, te has quedado muda-suspira girándose y apoyándose en el mármol de la pila- nunca me dejaste de gustar-aclara acercándose a mi cara.

Yo me mantengo en shock, ¿qué hago? Es mi primo… Antes de poder reaccionar de cualquier modo se lanza sobre mis labios y yo le devuelvo el beso profundizando más, llamarme lo que querais, pero estas cosas se aprovechan.

Mis manos se pierden en el cabello de su nuca y me sube sobre el mármol que estaba apoyado, dejando que me empape con el agua que habíamos salpicado mientras lavábamos los platos momentos antes.

Un jadeo se escapa por mi garganta cuando se adueña a besos y lametones de mi cuello. Mis manos se aferran con más fuerza a su cabello, no hay cosa que me caliente más que los besos húmedos por esa zona, y mi camisa de hombro caído ayudaba a que se alimentase de mi clavícula.

Repartía cientos de besos por todo mi cuello y hombros sin dejarme casi tiempo para recuperar aire mientras sus manos recorrían cada centímetro de mi torso y culo empapándome del todo, yo reprimía mis jadeos todo lo que podía.

Casi me arranca la camiseta cuando se queda enredado entre la manga y el cuello ancho, acaba lanzándola contra una de las sillas. Se centra en toquetear todo lo que puede mis pechos hasta que me los saca del sujetador y empieza a lamerme los pezones. Un gemido se me consigue escapar y me tapo la boca enseguida muerta de vergüenza y con temor a que entre cualquiera de mis hermanos, mi compañero se ríe ante el gesto.

-¿Qué te ríes tú?-me indigno apartándole ligeramente de mi cuerpo.

-De lo tierna que eres, de pequeña igual, cada vez que hacías algo que no te dejasen tus padres andabas con un cuidado alucinante y te exaltabas a la mínima.

Se acerca de nuevo a mí y me levanta para quitarme el pantalón antes de que pudiese retenerle para quejarme de la afirmación.

-Eres un pervertido, David-mi cara debe ser el tomate cherry más colorado que habréis apreciado en la historia.

-Solo contigo linda…

Iba a seguir con lo suyo cuando escuchamos la puerta abrirse, aparece mi hermano mayor atravesándola y se queda impactado, sale lentamente de la cocina y a los segundos aparece mi hermana y nos hace una foto.

-Si ya te lo decía yo enana-se ríe observando la escena y me mira de arriba a abajo.

Solo diré que la última vez que se mordió el labio mientras me miraba me desperté en la cama con ella medio desnuda así que miedo me da lo que le pase por la mente.

Salgo de la cocina completamente avergonzada y me encierro en mi habitación, NO PUEDE SER QUE ME ACABE DE PASAR ESTO.

Y lo peor de todo es que me había quedado con ganas de probar ese pedazo de tronco que había sentido bajo el pantalon de mi primo David…

Pensando en ello me tumbé en la cama tras poner el pestillo. Iba a juguetear un poquito sola.

Me quité las prendas que me quedaban y las lancé hacia el suelo. Meti la mano en el segundo cajón de la mesita y saque uno de mis consoladores favoritos, de esos que vibran en dos zonas diferentes… hehehehehehe

Comencé aprentándome los pezones mientras pensaba en cómo se sentía la boca de ese mozuelo mordisqueándolos, como casi un caníbal. Cuando me conseguí poner a tono encendí el vibrador y lo posé sobre mi clítoris sin llegar a meter nada, aun era virgen y no quería romper mi himen con un consolador… Prefiero uno de carne. Y hablando de herramientas de carne, para eso el pedazo de llave que debe tener el chico colgado, y muy dura la sentí sobre mi pantaloncito mientras se restregaba.

Con esos pensamientos no me costó nada alcanzar el primer orgasmo, solo su roce ya me había llevado al séptimo cielo.

La segunda ronda decidí hacerla con la mano para descansar un poquito. Y esta sí que la disfruté bien. Comencé toqueteando casi cosquilleando la zona para luego acariciar con algo más de rudeza los labios y la entrada, mis pezones se habían erizado en seguida y mi espalda se encorvó de golpe cuando rocé sin querer mi zona favorita, no llegué al orgasmo pero se avecinaba un squirt bien cargado y chorreante, pues mis dedos ya empezaban a estar bien viscosos, ojalá tuviese la lengua de ese mozuelo para recogerlo todo… Y en el segundo que me imaginé su lengua sobre mi entrada y clítoris sentí una descarga de electricidad que me recorrió de punta a punta la columna, seguro que ese chico hace maravillas y me jode mucho que mis hermanos me hayan estropeado el polvazo que seguro que hubiésemos echado en la cocina mismo. Continué sin mucho cuidado y me provoqué el tercer orgasmo en seguida, que noche más salvaje me espera... seguro si este men se queda muchos dÍas acabaré seca.

Pero mis aventuras acaban de empezar, y ahora debo ir a la habitación de mi primo para poder contaros más sobre ello, os espero en el siguiente capítulo.

Podeis seguirme en youtube en el siguiente enlace:

https://www.youtube.com/channel/UCwhAW-BS4ZLHuYvjshowZDQ