Las artes Marciales

Alejandro vive con un YO interior que se hace presente a cada momento hasta que un dia se logra...

El mundo de las artes marciales

Mi amigo Javier llega a mi vida

Mi nombre es Alejandro tengo 20 años y les he de contar lo que me ocurrió cuando yo tenia 18 años y di primer paso en el mundo del sexo con otro chico. Yo desde pequeño había tenido una cierta atracción por los chicos de mi edad, y para mi era un placer ducharme después de los ejercicios ya que podía ver un montón de bonitos y marcados traseros, desde adolescente, pero como fui creciendo mis pensamientos fueron cada vez mas morbosos y porque no mas calientes, pero siempre cuidando de no mostrar mi excitación para que nadie se diera cuenta de mi atracción, ya que nunca me animaría a aceptar ese yo interior. Después de esas duchas con mis amigos y compañeros "heterosexuales" encerrado en mi dormitorio me masturbaba imaginando alguna situación de pasión con algún compañero.

Desde los 14 años comencé a practicar Karate Do, artes marciales Japonesas en la cuales me destacaba por mi agresividad y entrega al entrenamiento, vi pasar mucha gente por el gimnasio gente buena y mala en el Karate y de todo chico guapo yo trataba de hacerme compinche y así poder acercarme a el y de laguna manera ver todas sus partes y si se daba la ocasión acercarme físicamente a el, pero nunca paso nada mas que mirar.

Cuando recibí mi cinturón marrón avanzado a mis 18 años llego de la capital Javier un chico blanco de unos 1.75 m de altura, castaño claro, cabello semi largo, ojos verdes y muy pero muy sexy y varonil. Desde le día que llego Javier al gimnasio hubo una atracción muy especial, desde le primer día se puso a mi costado a entrenar y cada vez que podíamos hablamos, tanta fue nuestra química que ese día lo único que deseaba era terminar de entrenar para ir a las duchas y le rogaba a Dios que se duchara en para poder verle totalmente desnudo ya que las duchas no tenían separadores y todos se bañaban frente a todos y no había manera de no verle. Al terminar de entrenar todos fuimos a los camerinos y yo para no parecer desesperado o que se fuese a dar cuenta de mis sentimientos trate de no llamar su atención pero mis ojos parecían tener vida propia y disimuladamente miraba donde se pondría y lo llamaba con mi mente. Cuando de pronto lo vi acercase a donde yo me estaba cambiando, sentí como mi verga quería reaccionar pero me domine, yo con mi torso desnudo estoy seguro que mis latidos se veían a flor de piel ya que mi corazón parecía que iba a estallar. Apoyo su maleta junto a la mía y pude sentir su aroma a sudor, pero limpio, una delicia:

Hola, mi nombre es Javier

Alejandro _ respondí sin mucho detalle pero interesado

Ha sido un día fuerte, no imagine sudar tanto, y que uno se podía bañar aquí para la próxima clase traeré todo para hacerlo, dijo con una sonrisa fresca y hermosa

Si, conteste, es mejor que lo hagas porque salir así con toda la ropa mojada no es saludable, puedes pescar un resfriado.

Tras un momento de silencio alzo mi mirada y veo que deja su torso libre para ponerse una sudadera seca y veo sus pechos dibujados con unos brazos igualmente fuerte todo cubierto por una piel dorada, que hizo que mi miembro como nunca me había pasado, en un segundo estaba tan dura que no podía controlarme. Por lo que decidí despedirme y le dije que me iba a orinar para que se me pasara y pudiera entrar a bañarme sin una erección porque seria un bochorno.

Cuando salí del baño Javier se había marchado, comencé a vestirme presurosamente porque ya era tarde cuando estoy guardando mis cosas veo que ha dejado su sudadera mojada junto a mis cosas, sin dudarlo y sin pensarlo, la guarde junto son mi cosas.

Esa noche cuando llegue a mi casa, hice todo de prisa y tras una disculpa a mi familia por estar cansado me retire a mi habitación deseoso de fantasear con la sudadera de Javier.

Me desnude para dormir y me metí a mi cama y comencé a oler aquella delicia e imaginarme que era a Javier a quien olía, que era su piel mojada por el sudor la que acariciaba mi piel, este aroma provoco una erección como nunca, y mientras pasaba esa pieza invaluable por mi cuerpo me masturbaba con tal pasión como si fuera mi primera vez mientras me imaginaba las partes de Javier que no había podido ver. Refregaba la sudadera por mi pecho por mi ano movía mi mano con tal fuerza que hizo que mi leche llegara a mi pecho por la excitación y así me quede dormido con la sudadera en mi cara y mi pecho manchado de leche.

Pase todo el día siguiente pensado en el y deseando poder verlo, pensé por un segundo en buscarlo para devolverle su ropa pero a la vez no quería hacerlo, deseaba guardarla para mi pensando en que la noche volvería a dormir con ella e imaginarme con el.

Al fin llego el día de ir a entrenar y me bañe, me perfume para ir a entrenar, porque si lograba estar a su lado quería que me sintiera rico.

Al llegar el ya estaba y me dio al sensación que me estaba esperando y cuando me acerco me comento que había dejado la sudadera y que no la podía encontrar. Por un momento pensé en decirle que la tenía pero decidí quedarme con el trofeo.

Ese día entrene como nunca y terminando al fin tendría mi recompensa lo vería desnudo, llegamos al camerino y nos sentamos juntos platicando de chicas, de técnicas de todo como si fuéramos amigos de toda la vida y que hacia tiempo que no se veían, comencé a quitarme la ropa dándole la espalda para no ser demasiado evidente, ya no confiaba en mi autocontrol no frente a el, cuando termino de quitarme la ropa y me coloco una toalla cubriéndome solo mis partes lo veo a el parado frente a mi esperándome totalmente desnudo con la toalla en un hombro, con su cuerpo atlético, unos pechos alucinantes sus piernas con casi nada de pelos pero gruesas, su piel dorada allí estaba Javier, mi cuerpo solo quería besarle acariciarlo pero sabia que eso era imposible, además estaba seguro que un roce de nuestros cuerpos haría que estallara mi verga y no se debía. Fue así como fuimos a bañarnos y entre risas y anécdotas de Karate pude gozar todo su cuerpo con mis ojos que no se como hice pero me grabe cada milímetro de su cuerpo, su cola redonda, perfecta blanquita se veía tan suave como una piel de bebe, y su verga solo al podía ver de reojo para que no se diera cuenta, dorada con poco pelos, algo gruesa, con unos huevazos alucinantes, lo que mas me llamo la atención que los pelos de su pija eran casi rubios un dorado suave que lo hacían mas sexy aun de lo que me imaginaba, Javier era mucho mejor en persona que como yo me lo imaginaba.

Así pasaron los días y cada vez que podía estaba junto a Javier tanto que nos hicimos muy buenos amigos, entrenábamos juntos y cada vez que podía paseábamos y hacíamos actividades juntos. Jugábamos mucho a juegos físicos que hacían que nuestros cuerpos se rozaran y entre la brusquedad de los juegos de lucha yo veía tanto erotismo que deje de salir con mi chica para dedicarme a salir con el a todos lados y el no tenia a nadie porque era recién llegado por lo que todo encajaba como en un cuento de hadas, como el sueño echo realidad.

Así fue que yo y Javier nos hicimos amigos

Fue así que pasaron lo días y mi relación con Javier era cada vez mas estrecha y había un cariño y una armonía entre nosotros que cuando quisimos acordar pasábamos todo el día juntos, a pesar de tener nuestras actividades por separado al terminar nos buscamos para pasar todos nuestros momentos libres juntos.

Cuando llegaba el fin de semana pasábamos todo el día juntos y a la noche nos separábamos, y yo notaba que por parte de ambos nos costaba mucho separarnos.

Un sábado como a las 7 de la noche tras una tarde de jugar básquet nos separamos porque mis padres se iban a la casa de mi tío y yo debía de quedarme en mi casa. Llegue a mi casa y tras la despedida de mis padres prendí la estufa ya que era invierno y hacia mucho frió, me puse la sudadera de Javier la cual nunca había lavado para no perder su aroma y me coloque unos pantalones estilo árabes y me recosté en mi sillón para recordar todos los momentos que había pasado esa semana con el, me di cuenta que estaba enamorado de el, mas bien ya me había dado cuenta solo que ahora lo asumía, comencé a recordar que desde la llegada de Javier ya no salía con ninguna chica ni con nadie mas que con el y que según mis cálculos el tampoco, también me di cuenta que hacia tiempo que con el no hablábamos de mujeres y que el tampoco tendría tiempo de salir con nadie porque siempre estaba conmigo, eso me hizo poner muy contento y muy excitado pero era muy temprano para pajearme por lo que decidí quedarme así con mi verga dura sumido en mis pensamientos, recordando los juegos con el e imaginándome que el sentía lo que yo, pero también sabia que nunca me animaría a decirle nada por temor a perderlo.

Estaba en un éxtasis tal cual un ebrio después de su décima botella cuando me sorprende el timbre de la puerta, como recién salido de un sueño y entre asustado y sorprendido abro la puerta y frente a mi me encuentro con el amor, Javier, con sus cabellos mojados señal de que había salido de la ducha momentos antes.

Hola, parece que viste un fantasma, pregunto

Hola, conteste, me has sorprendido estaba medio dormido, pero pasa

Gracias, es que estaba aburrido y como dijiste que estabas solo decidí hacerte compañía, exclamo.

Súper!!, la verdad que estaba pensando en llamarte le dije.

Cuando el entra me doy cuenta que tengo su sudadera puesta y sentí un poco de vergüenza por si se daba cuenta, solo atine a ir al baño y ponerme mi salida de baño para disimular un poco.

Nos sentamos en el sillón a mirar TV e intercambiar risas y charlas, cuando sin querer se hizo tarde y Javier dijo:

Ale, ya me retiro es tarde

Pero, si quieres quédate mis papas no vendrán hasta mañana en la noche, le dije

Oye, si súper si me quedo llamare a casa para avisar que me quedare acá

Mientras el llamaba por teléfono yo me sentía mareado por la emoción y alucinaba como hacer para acostarme junto a el y poder tocarlo al menos en la bajo la complicidad de la noche y el sueño.

Esa noche pedimos pizza y saque una botella de vino, nos sentamos en la alfombra muy cerca de la estufa, nos quitamos los zapatos y como cosas del destino en la TV comenzaron a pasar una película de una pareja gay, en la cual uno de ellos sentía gran atracción por el otro y no se animaba a decirle nada pero a su vez este lo trataba de una manera muy especial, la verdad que parecía que el destino estaba de mi lado pero debía de controlarme para no caer en la tentación y echar todo a perder. Tras unas copas de vino y los comerciales la situación se puso cada vez mas alucinante solo sentía que mi corazón iba a estallar, entre el vino, la estufa y mi corazón creo haber tenido fiebre.

Quítate tu bata, hace calor aquí, dijo Javier

Tienes razón, afirme.

Al quitarme la bata no me di cuenta que quedaría al descubierto que tenia su sudadera puesta, de seguro que la reconocería.

La has cuidado bien

Hummm (la verdad que mi vergüenza se notaba en mi cara)

No te preocupes, se que te gusta mucho sino no la usarías además yo tengo también mi ropa "plajeada"

Javier se puso de pie y se desabrocho sus pantalones y bajo sus pantalones (yo pensé morir en ese instante).

Lo reconoces dijo.

Llevaba puesto un calzoncillo que yo hace tiempo no veía y pensé que mi mamá lo habría botado por el uso.

Hace tiempo que tu dejaste este calzoncillo sobre la banca en el camerino y me lo lleve y lo he usado alguna veces me gusta mucho es muy suave. Así es que estamos a mano

Ja, Ja, si tienes razón

Pero por lo que veo tu tampoco las has lavado?

Mis colores volvieron a subir a mi rostro y parecía que mis palabras no querían salir

Es que

Nada Ale, todo esta bien, ya somos mas que amigos y podemos compartir todo

Si, tienes razón.

Y nos dimos un abrazo como hace tiempo quería, sentí su calor, su aroma muy cerca mío y eso me lleno de gozo y plenitud.

-Vamos a dormir, le dije

A lo cual nos levantamos guardamos todo y jugando como dos enamorados dejamos todo en su sitio. Había llegado el momento y como hacer para dormir, como hacer para quedarme con el, solo esperaba que el me diera un indicio para poder pasar la noche juntos.

  • Oye y donde dormiré, imagino que en tu cuarto así hablamos, dijo Javier

  • Claro, pero no hay cama, solo esta la mía

  • Y entonces?

  • Dormiremos juntos, además hace frío.

  • Buena idea

Mientras el fue al baño yo no dejaba de agradecerle a Dios esa oportunidad, no pasaría nada esa noche pero al menos lo iba a poder tocar haciéndome el dormido, a acercarme a el con el pretexto de estar dormido.

Así fue que nos fuimos a acostar, nos quitamos la ropa y solo nos dejamos el calzoncillo, apagamos la luz y nos despedimos.

No estoy acostumbrado a dormir con nadie, dijo Javier

Yo tampoco, conteste.

Bueno entonces esperemos que el alcohol nos ayude a dormir.

Yo no tenia nada de sueño solo quería disfrutarlo. Paso un rato, espere a que el se durmiera y ya con lo dicho gire mi cuerpo y ya que con lo hablado no se molestaría. Me puse frente a el y sentí el aroma de piel, sus cabellos quedaron en mi cara y lo único que quería era seguir sintiendo ese aroma, mi verga estaba tan dura que no quería acercarme a el para que no fuese a darse cuenta, baje mis manos par a que si se movía poder tocar sus nalgas y no se diera cuenta de mi erección. Comencé a ser vencido por el sueño y como en un éxtasis me deje llevar por mis sueños. Todo estaba como a pedir de boca y ya nada mas le podía pedir al destino, cuando en eso el se da vuelta y quedamos cara con cara a unos centímetros estaba sus labios, todo su aliento fresco daba sobre mi rostro. Nuestras pelvis quedaron pegadas y como tenia las manos tapando mi verga la suya choco con mis manos y pude sentir que el estaba también excitado, solo atine a cerrar los ojos y dejar que mis sentidos me dijeran todo.

Cual grande fue mi sorpresa cuando abrí mis ojos después de unos momentos y vi que el estaba despierto ya que un poco de luz entraba por la ventana,

No tienes sueño, murmuro

No, conteste en vos baja como si alguien fuera a escuchar

Sabes algo..

Que cosa..

No he sido sincero totalmente contigo

En que

Tampoco he lavado tu calzoncillo.

Por que no lo has hecho?, pregunte

Quieres la verdad, y prometes no enojarte ni dejar de ser mi amigo?

Si, afirme, mientras mi cuerpo temblaba cada vez mas y no de frio

Quería que se quedara tu olor en el.

Bueno, por lo mismo no lave tu sudadera

Hubo una sonrisa simultanea, cómplice, y mi cuerpo temblaba.

Estas temblando, dijo

Si, creo que tengo frió

Espera dijo..

Estiro sus fuertes brazos y me cubrió con ellos, y yo le correspondí.

Pero no estas tan helado, dijo

Es que la verdad no se porque tiemblo tanto

Cierra tus ojos

Le hice caso, y sentí como su verga dura se aplastaba contra la mía, y al no decir nada comencé a darme cuenta que yo no era el único que sentía lo mismo. De pronto ciento sus labios húmedos estrecharse con los míos. Yo respondí abriendo mi boca y nos unimos en un beso eterno, bebiendo nuestras salivas y saboreando nuestras lenguas.

Mis manos bajaron hasta llegar a sus nalgas, cuando sentí que sus manos me sostenían las mías. El no dejaba de besarme, pero yo no sabia porque el tomaba mis manos como que no quisiera que lo tocara, pero me deje llevar y con sus manos el coloco las mías en el elástico de su calzoncillo invitándome a acariciar su nalgas, a piel desnuda y así sentí su redondez su suavidad, su firmeza, era un sueño quería tener mil manos para poder absorber todo aquello. Sentí como sus manos me acariciaban mi cola por sobre mi ropa, me sentí tan respetado, solo dije:

Quítalo .

Y sus manos como por arte de magia bajaron mi calzoncillo y dejaron a descubierto todas mis partes intimas, sentí como sus manos me acariciaban con una energía, sedientas de piel y de amor. Yo hice lo mismo le quite el suyo y sin demorar me saque las ganas de tocar por primera vez unos huevos y una verga que no era la mía y aquella era algo fenomenal, dura suave, venosa, la verdad que algo solo comparado con el paraíso. Al quedar desnudos comenzamos a tocar todo nuestros cuerpos tratando de convertirse en uno, nos movíamos uno sobre el otro como queriéndose fundir nuestra piel.

  • Nunca he hecho esto

  • Ni yo, conteste, solo siento.

Sentí sus manos en manos en mi verga y su boca comenzó a lamer mis tetillas y a mover sus manos en mi verga haciendo que gimiera de placer. Mordía mis tetillas que el dolor se convertía en placer y paresia estar conectado a mis huevos, luego bajo por mis pechos lamió toda mis abdominales y sentí como su lengua jugaba con mi glande como si fuese un caramelo. Luego mientras cogía con una mano mis huevos se trago toda mi verga lamiendo y succionándola como si la quisiera arrancar y comenzó a moverse y me puse sobre su cara y comencé a cojerle la boca, sentía que se ahogaba y lo hacia mas suave pero el no decía nada. Luego me puse de rodilla y mientras yo le pellizcaba sus tetillas el es movía de una manera que me hacia ver las estrellas.

La voy a dar, le dije

No te preocupes, susurro

Se siguió moviendo y sentí explotar en su boca y mi leche no paraba de salir, me deje caer sobre la cama y encendí la luz de la mesa de noche y vi su boca manchada de semen y el me abrazo y me beso. Al principio no me gusto pero al sentir su cuerpo y sus besos compartir mi semen con el me pareció delicioso, en ese instante baje y me puse su verga en mi boca, olía tan rico, estaba mojada de la excitación, comencé a chuparla y besarla y la sentía cada vez mas deliciosa.

Has todo lo que te gustaría que te hicieran a ti, es lo que yo hice, dijo Javier retorciéndose de placer

Comencé a moverme mientras pellizcaba suavemente sus pezoncitos hasta que sentí como explotaba su verga en mi boca y me llenaba de semen que lo sentí delicioso.

Nos abrazamos y nos volvimos a besar para compartir aquel sabor.

Creo que te amo, porque nunca he sentido nada parecido desde que te conocí

Siento lo mismo Javier

Y así abrazados y agotados por el alcohol y el amor nos quedamos dormidos exhaustos.

Continuara

Próximo Capitulo: "La Primera vez"