Las apuestas

El juego nos llevo a tener sexo y otras derivaciones.

LAS APUESTAS

Esto que les relatare, ocurrió realmente, en el inicio de mi adolescencia, en esa época contaría 13 o 14 años.

Tenía un amigo llamado Gastón, con el cual desde los 6 años nos conocíamos y después de la escuela, nos reuníamos a jugar en su casa o en la mía, que estaban casa por medio.

Nuestras pasiones en esa época eran los juegos de mesa, a igual que los deportes, ya que las computadoras aun no estaban difundidas

Éramos muy competitivos en todos los juegos. Para darle una mayor emoción a esos desafíos, establecíamos prendas que el perdedor debería cumplir si o si, previo a establecerlas de antemano. En ese sentido ambos teníamos como un "honor ", por lo tanto se cumplían al pie de la letra.

Al cumplir Gastón los 13 años, su padre falleció. Por ese motivo su madre se vio obligada a salir a trabajar para poder mantener la casa.

Como consecuencia, me lo pasaba en lo de Gastón, todas las tardes después de la escuela, ya que su madre llegaba cerca de las 8 de la noche.

Las prendas nos empezaron a resultar demasiado infantiles, y empezamos a buscar algo más atrayente.

Algunas que recuerdo, era permanecer atado, arrodillarse sobre maíz, quedar desnudo y otras que poco a poco empezaron a carecer de interés.

Una tarde, de lluvia que la recuerdo muy bien, después de jugar varias partidas, a Gastón se le ocurrió decir si podíamos jugar por algo, más interesante. Siempre fue el artífice de esto.

Buena idea - le respondí.

Por que jugamos- le pregunte,

Se quedo un rato pensativo y con un poco de timidez me dice

El perdedor le hará una paja al otro.,

En ese momento sentí como un cosquilleo por todo el cuerpo.

De acuerdo. - Respondí, Realmente me gusto la idea

OK – contesto mi amigo

Recuerdo que el juego fue, a las damas, había un nerviosismo, por ambas partes, Durante la partida no se hablo palabra, nuestros sentidos estaban puestos en ese juego, había un silencio absoluto

Durante el juego mis hormonas se alteraban, trataba de concentrarme en la partida, pero mi mente estaba en otra cosa, creo que Gastón estaba en situación similar.

Después de una lucha, perdí la partida.

Bueno, has perdido, tendrás que pagar la apuesta

Esta bien - respondí.

Dejamos la habitación y nos dirigimos al baño apenas en el, se bajo la cremallera, y saco su pene, que no estaba demasiado parado, lo toque con un poco de resquemor, a pesar de mi excitación. Percibiendo como su excitación se acentuaba, Si bien nos habíamos visto desnudos, me sorprendió la dimensión que había tomado el pene de Gastón, a pesar de asomar, no su totalidad.

Tome con dos dedos el miembro de mi amigo, cerca del glande, e inicie un sube y baja

Sentía el calor de su miembro y hasta como vibraba en mis dedos. Eso me producía un cosquilleo interior, mientras sentía como mi propio miembro trataba de liberarse del pantalón.

Notaba como el rostro de Gastón se iba, poniendo rosado, disfrutando y gozando de esa masturbación. No tardo demasiado en largar un chorro blanco y lechoso, que se impacto contra la tapa del inodoro. Saque mi mano, y las de Gastón se dirigieron a su falo, para evacuar las últimas gotas.

Retorne a mi hogar realmente muy caliente, me encerré en el baño y una fabulosa paja, me mande.

A la tarde siguiente regrese a su casa, por supuesto que quería mi desquite, así que, nuevas partidas hicimos

Lamentablemente perdí las dos, por consiguiente, debí masturbarlo, tengo que reconocer que me excitaba hacerlo. Esta vez se saco los pantalones y vi. la totalidad de su verga a full, que contrataba con su delgado cuerpo, era un poco mas grande que la mía, pero no tan gruesa

Esta vez la abrace con mi mano, sin dejar de observarla, y en un ritmo lento y parejo, logre que eyaculara su torrente blanco.

Tengo que confesar que me excitaba hacerlo. Aunque aparentaba todo lo contrario.

Yo estaba recaliente, por que hasta el momento no había ganado, por consiguiente, propuse otra partida, a la que acepto gustoso. Esperaba que esta vez me correspondiera. La partida se tomo más del tiempo previsto, así que en cualquier momento llegaría su madre.

Esta vez logre ganar, nos dirigíamos al baño, baje mi pantalón, y ahí la tenia súper erguida. Gastón la aprisiono en su calidad mano, ese suave contacto me excito aun mas, templaba de la emoción, comenzó a agitarla, en el preciso momento que oímos la puerta con el "Hola" de su madre. Creo que la odie en ese instante.

Rápidamente, subí mis pantalones, saliendo como cohete del baño. Me despedí bastante nervioso, yendo a mi casa.

Me dolían los testículos, no quise masturbarme esa noche, trate de contenerme, calmando mi calentura con una ducha fría, quería guardar toda mi leche, para que Gastón, la evacuara. Esa noche me dormí, pensando en esa paja, en manos de Gastón

Al día siguiente, llegue a su casa, entusiasmado reclamando mi apuesta, pero para mi desgracia, su madre se había engripado y estaba en cama.

Igual me quede en su casa, pero ese día, no hubo ningún tipo de prendas.

Resumiendo, pasaron en total 5 días desde la fecha, hasta que Gastón cumplió con su prenda.

Llego el momento esperado, una vez en el baño, me baje los pantalones, y Gastón comenzó a agitarme mi muy erguida pija. Era delicioso sentir una mano ajena que te tocara hasta llegar a la eyaculacion. No tarde en venirme con un poderoso chorro que mancho inodoro, piso, pared. Quedando algo en la mano de mí amigo.

Ese día lo repetimos dos veces o más, en forma alternada. Gastón empezó a desnudarse, cada vez que me la hacia, y por la manera en que su pija se ponía, era evidente que se excitaba tanto como yo.

A medida que lo continuábamos haciendo el juego, la apuesta se iba incrementando lentamente. Así que nuestras manos se dirigían a las bolas, caricias en las piernas, leves introducciones en los anos.

Prácticamente jugábamos casi desnudos, realmente era divertido y muy sensual.

Dado que Gastón era más osado que yo, propuso de hacer algo más interesante, como dar unas chupaditas antes de la masturbación.

No conteste nada, pero no me disgustaba la idea, así que después de un rato la acepte.

Perdí el juego esta vez, tumbe a Gastón sobre la alfombra que siempre jugábamos, quite su única prenda, le lamí su rígida pija, lo hice suavemente, hasta que fui abriendo mi boca para chuparla con lentitud, era una sensación extraña y muy placentera, que rápidamente empecé a deleitarla.

Mi lengua comenzó a trabajar sobre su tronco, para después tratar de tragarla, en todo su extensión y grosor. Lo mamé completamente, como si lo quisiera exprimir. Gastón gemía. Chupe y succione hasta que sentí que estaba por venirse, quite mi boca a tiempo, para agitarla hasta que su semen salio a la luz, bañando su pecho y parte de la alfombra.

A partir de ese día, los juegos eran más cortos, desde apostar a la carta más alta o al que sacaba el número mayor con los dados.

Ese día, le tocaba chuparme la pija, fuimos al baño quito mi bóxer, se arrodillo ante mi y su boca empezó a chuparme mi rígido miembro. Cada chupada era una delicia, su lengua no cesaba de agitarse. Cada succión que me hacia parecía que me arrancaba todo de adentro. Sus dedos apretaban mis glúteos, mientras con lentitud uno de sus dedos intentaba introducirlo en mi ano. Estaba a mil, siguió así, hasta que no pude más y llene de leche su boca. Casi se ahoga, pero continuo, hasta quitar la ultima gota de mi falo.

Las prendas, aumentaban progresivamente, llegamos a la variante de acabar entre las piernas del perdedor,

En los partidos que resultaban tablas, nos mandamos un poderoso 69, cosa que repetíamos ante cada empate.

Había una cosa, jamás nos besamos, era sexo solamente, a lo que había que perder a veces, para obtener mayor placer en otras.

No todos los días, lo hacíamos, por allí llegaba a pasar una semana, o más.

En una de nuestras tantas, sesiones de placer, mientras Gastón, me masturbaba pegado a mi espalda, su paquete parecía querer introducirse por mi culo.

Lo detuve, indicando que no estaba contemplado, si lo deseas apostémoslo.

Continúo sobando mi verga sin decir nada más.

Así pasaron unos días, hasta que Gastón me hace una nueva apuesta,

Que te parece si apostamos, que el que pierde hace todo lo que el otro propone?

Que es todo lo que el otro propone? Pregunte, imaginando a donde arribaría..

No te hagas el boludo, vos sabes bien que digo., el ganador podrá disponer del cuerpo de su vencido contrincante.

Que queres decir que lo podrá penetrar por su culo?

Si le agrada, lo podrá hacer. - Respondió Gastón

Sabía que pretendía cogerme, al igual que yo a el, a pesar de no comentarlo.

Luego de establecer las reglas comenzó el juego, que se extendió bastante.

La exaltación crecía minuto a minuto, era excitante no saber cual seria tu destino, si, penetrador o penetrado.

Ese clímax que se formaba, era incitante, el nerviosismo a lo que acontecía, sumado a la concentración en el juego, era algo difícil de describir

Buscamos un juego largo, para darle más expectación, que no fuese solamente azar, sino que dependiera en gran parte de la habilidad de cada uno de nosotros.

Durante el juego, me excita la idea de coger a mi amigo, pero también, si el lo hacia conmigo, era algo muy dubitativo. Después de una encarnizada lucha, tuve la suerte de ganar la partida.

Sin perdida de tiempo, me desnude, recosté a Gastón sobre la alfombra boca abajo, quite su calzoncillo, abrí sus piernas y empecé a acariciar su culo, de a poco mi dedo se fue introduciendo en su ano, sentía las exclamaciones de Gastón, me costaba meterlo en su orificio, lo humedecí con mi saliva, y la penetración fue inmediata.

Veía como su esfinge se iba dilatando. Gastón estaba silencioso, apreciando su agitada respiración.

Después de hacerle chupar mi tensa verga, lo rote nuevamente, boca abajo, haciéndole abrir sus piernas, pidiéndole que levantara bien su culo.

En ese instante toque su verga, que estaba totalmente rígida, percibiendo como se agitaba su respiración, ante mis preparativos previos.

Ya estaba todo en condiciones, su cavidad estaba preparada. Acerque la cabeza de mi miembro a su ano, tratando de introducirlo, estaba poco lubricado, escupí mi mano y lo humedecí, esta vez entro la cabeza, un quejido lanzo Gastón, Continué metiéndolo, hasta llegar a la mitad. Oía los gemidos de mi amigo, que seguramente le ocasionaba dolor..

Pero no me importo quería penetrarlo. Ya llevaba la mitad, cuando empuje de golpe y su conducto recibió la totalidad de mi aparato. Grito de dolor, sin importarme, empecé a agitarme en una frenética saca y pone. Lo estaba cogiendo con voracidad.

Nunca había tenido ese tipo de sensación, estaba como desbocado. Gastón no paraba de gemir y exclamar. Continuaba en forma desenfrenada, tomándome de su cintura, sentía como su conducto oprimía mi pija, era una sensación alucinante, no tarde mucho más, cuando eyacule borbotones de leche en su parado culo.

Caímos sobre la alfombra, al girar a Gastón note como había acabado sobre el tapete.

Gastón se quedo con las ganas, propuso otra partida rápida, acepte. Volví a ganar, penetrándolo nuevamente

Sabia que se había quedado caliente, al no poder hacerlo, su rostro lo decía todo.

Sabia que el día, que mi culo fuese su trofeo, tendría que bancármela.

Algún día les contare lo que Gastón me hizo cuando perdí, pero será motivo de otro relato.