Las andanzas de mi esposa viii

Un joven cantante de ranchera, nos muestra la mil manera en que se puede disfrutar la vida en Acapulco, la tremenda jornada de sexo que vivió con mi mujer, nos marcara por el resto de la vida.

LAS ANDANZAS DE MI ESPOSA VIII

DE VIAJE EN ACAPULCO

El trabajar no es lo mejor que se inventó, pero hay trabajo que te brindan muchas satisfacciones, sobre todo cuando te gusta lo que hace y procura vivir, esa es la mítica de mi mujer, y la mía, siendo fiel a esto, es que encada viaje, cada actividad tratamos de sacar lo mejor de ella.

Las obligaciones laborales nos llevan con frecuencia a visitar distintos países, tratamos de conocer la cultura, la comida, y sus costumbres sexuales, teniendo una historia diferente para cada país que visitamos.

Recientemente estuvimos en México, una ciudad enorme, con múltiple bellezas y diferencias culturales profundas con el resto de américa, si visita esta ciudad de verdad que te sentirá atemorizado por lo imponente de la misma, pero nosotros solo pasamos, nuestro destino era Cancún.

Cancún es una ciudad turística, nada diferente a las demás ciudades cuan igual desarrollo, múltiples hoteles, buenas playas, etc. Como estamos acostumbrados a esto, sólo usamos las instalaciones del hotel, después de cenar nos sentamos en una mesa situado en el borde de la piscina desde donde disfrutábamos de un trago y un espectáculo al aire libre con un grupo de mariachi.

El cantante del conjunto, era un muchacho joven, cabello oscuro y una piel morena, parecido a los Fernández,  ( Hijos de Vicente Fernández el cantante), con su ajustado traje de mariachi, sombrero mexicano y el brillo y colorido característico de esta indumentaria, el cual disfrutamos.  En su repertorio, el mariachi fue pasando mesa por mesa y le permitía a algunos de los asistentes cantar una estrofa con ellos, así llego cantando a mi mesa y paso el micrófono a mi mujer, ella canto una estrofa y él se asombró, la miro y le paso el micrófono y de ahí en adelante cantaron 8 canciones juntos, al terminar el público pidió más y más.

Terminado el show, Miguel, así se llama el cantante se sentó con nosotros y de dijo a mi mujer que ella era una cantante profesional, que si había gravado, bla, bla, bla, pero no, es sólo aficionada, pero igual, el no le creyó, incluso insistía en presentarla al gerente para que cantara la noche del domingo, recibiendo una estadía como pago. No la rechazamos, pero tampoco nos comprometimos.

Llegando la 12 de la noche Miguel invito a Jacky a bailar, y lo hicieron por bastante tiempo, luego nos invito a entrar a la discoteca y ahí fue que me di cuenta de que miguel no era más que un utiliti del hotel, miembro del grupo de entretenimiento que hacen de cantantes, bailarines, deporte, animación en general y en ocasiones de mesero.

Le dije a mi esposa que me iría a la habitación, no tenía sueño pero me interesaba ver un juego de béisbol de la costa, como a ella no le atrae mucho, decidí dejarla divertirse y me fui a la habitación, comencé a ver el juego, pero no se en que momento quede dormido.

Entrado el amanecer, unos gemidos me despiertan, tardo unos momentos en despertar por completo tomar conocimiento de los acontecimientos, en la cama del lado, a un metro y algo de distancia, mi mujer estaba en posición de perrito, con sus manos apoyada en el espaldar de la cama, con el vestido enrollado casi hasta su cuello y se veía un poco mojado, detrás estaba el mariachi (Miguel), con su sombrero puesto clavándola con fuerza, agarraba sus entonados glúteos con sus dos manos y la empujaba asía él para logue clavarla y hacerla regresar a su posición inicial, ella gemía, como loca, él no decía nada, pero sus gestos evidenciaba que se estaba dando el mejor culo de su vida.

En estos afanes pasaron unos 10 a 12 minutos, luego ella lo recostó en la cama y se puso el sombrero, se sentó sobre la polla de él y comenzó a cabalgar, dándole nalgadas a Miguel para que intensifique los movimientos. Después de una buen rato la vi y la oí gemir teniendo un orgasmo y caer recostada sobre el pecho de Miguel, así paso un gran rato, pensé que se había dormido, pero él seguía moviéndose suave pero con una penetración profunda.

Cuando se sintió repuesta, se paró, llevo por el brazo a Miguel y se para frente a mi cama, corrió las sabana y recostó la mita de su cuerpo sobre mi, quedando en forma de cruz, sus piernas apoyada en el suelo y le dijo a Miguel que la coja duro, el la obedeció y comenzó a clavarla con intensidad, sus movimientos me mecían de lado a lado, las tetas de ella estaban aployadas contra mi pecho y su calor me tocaba, me beso, bajo hasta mi poya, la chupo con ganas y nos pidió a ambos que quería su leche, le gritaba palabras sucias a Miguel, esto me excitaba cada vez más, él también y de pronto se cambió de posición, se subió totalmente en la cama y se sentó sobre mi verga, aló a Miguel para que se parara sobre la cama y se la entrara en la boca, comenos a pajearlo y chupársela como loca, hasta que él no pudo más, sus chorros de semen entraban en la boca de ella y salían por la comisura de sus labios y bajaban por el medios de sus pechos hasta caer sobre mi, así soltándolo se recostó sobre mi, sobando su pecho contra mi cuerpo hasta hacer espuma con el semen de Miguel y finalmente comencé a inundarla con el mío, a la vez que ella tenía otro gran orgasmo.

Miguel se acostó en la cama continua, nosotros no quedamos dormido y en la mañana siguiente nos despertamos, pero el mariachi se había marchado, abrimos las cortinas y vi desde el ventana el hermoso paisaje de Acapulco, y mi mujer con sus cuerpo pegajoso con semen seco en todo su cuerpo, ambos reímos y lentamente, sin violencia, sin nada de intensidad sintiendo y disfrutando de cada movimiento tuvimos sexo mientras ella me contaba el polvo que el mariachi le puso en la playa antes de subir a la habitación, la verdad que salió puro macho, pues se la cogio en una silla de playa, sacándole un orgasmo, en el agua y se corrió dentro de ella sobre la arena, además de los que consiguió en la habitación.

El Llanero Solitario

jeencruz@hotmail.com