Las Amigas de Mi novia

Una de las amigas de mi novia me hace pasar un buen rato.

Estaba sentado sobre mi toalla en la playa, observando  lo que observamos los tíos claro Las chicas en bikini y algunas que hacen toples.

Al cabo  de un rato llego Cristina la que en aquel entonces era mi novia, con un grupo enorme de amigas todo un corta rollos en aquel momento.

Me levante y salude a todas y bese con ganas a Cristina,  luego me despedí con la mano y fui corriendo a lanzarme al agua. Me aleje bastante de la orilla para intentar seguir con mi anterior actividad, Aunque ya no era tan fácil.

-          ¿Por qué te alijas de nosotras así? – pregunto julia, una de las amigas de mi novia, me había seguido hasta allí.

Julia tenía 18 años, un cuerpo de 10 y una melena larga y rubia con ojos azules.

-          ¿Qué haces aquí?

-          ¿tenía curiosidad?

-          ¿De qué?

Se aproximó a mí y me paso la mano por la cara y dedicándome una sonrisa me dijo:

-          No sé.

Me abrazo fuertemente y acercando su boca a la mía me dijo:

-          ¿Qué pasaría si te besara aquí?

Mi cuerpo reacciono elevando el  Asta central de mi cuerpo, Patricia me sonrió antes de decirme:

-          ¡vaya! Y eso que apenas te he tocado.

-          ¿Y qué quieres? Con ese cuerpo cualquiera no se entusiasma contigo.

-          ¿Y si grito el nombre de tu novia?

La aparte un poco de mí y le pregunte:

-          ¿Qué Quieres? ¿qué nos maté a los dos? – le dije riéndome.

Patricia me dirigió una sonrisa antes de lanzarse a nadar justo antes de hacerme un gesto con la mano para que la siguiera.

Braceaba lo suficientemente bien como para dejarme atrás, yo intentaba seguirle el paso pero era muy complicado.

Dimos la vuelta a un espigón quedando fuera de la vista del resto de las chicas, salimos del mar y me dijo:

-          Acompáñame:

Pasando el paseo marítimo había un hotel con forma de palacio o eso me parecía a mí, Patricia entro en la recepción y subió por las escaleras, yo con cara de situación la seguí sabiendo de sobra que aquel no era su hotel, ya que se hospedaba con nosotros.

En la primera planta había un carrito de la limpieza, y la chica responsable del mismo debía estar metida en una habitación limpiando.

Se acercó al carro y disimuladamente le sustrajo la tarjeta con la que entraban en las habitaciones.  Me sujeto de la mano y entro en la primera habitación que encontró puso el cartel de no molestar y nos metimos dentro.

Me empujo sobre la cama y luego me salto encima, aunque nuestros cuerpos ya se habían secado los bañadores seguían mojados Y olíamos a mar.

SE despojo del bikini dejando a la vista un precioso cuerpo delicadamente torneado:

-          ¡Quítate el bañador! – me dijo descarada.

Me quite el bañador mostrándole la considerable erección que me había provocado esta situación.

Se lanzo sobre la cama tumbándose a m lado agarrándome la polla con una mano, para luego masajearla.

-          ¡Voy hacerte pasar un buen rato! dejame que me coloque.

Se coloco a gatas frente a mí y me dijo:

-          Usa la puerta de atrás, no tomo la píldora.

Me situé tras ella colocando firmemente mi polla frente a su esfínter, clavándosela suavemente poco a poco.

Cada envestida la oía gritar de placer pidiéndome cada vez más y más fuerte.

Cuando tuve ganas de correrme se la saqué y antes de acabar se la metí en el coño y empecé a follarla de nuevo

-          ¿Qué haces tío? – preguntaba asustada

-          Me gusta el riesgo.

Finalmente me corrí dentro de ella, se tumbo sobre la cama y no dejaba de meterse los dedos en el coño.

-          ¡Eres un cabron!

FIN???

Se admiten criticas se que no soy muy bueno.