Las amigas de don julio (parte tres)

Desde siempre el sexo entre mujeres es de lo más excitante y tolerado entre nosotras aunque lo disimulamos muy bien pero más de una de nosotras lo hemos disfrutado con toda la intensidad que nos da nuestra parte lesbica

LAS AMIGAS INTIMAS DE DON JULIO… (PARTE TRES)

No habían pasado más de dos meses cuando ya tenía perfecta idea de los gustos y preferencias de Don Julio, sus inquietudes, fantasías, amistades y pasatiempos que sin duda lo hacían un personaje muy singular con un grupo de amistades muy selecto de hombres y mujeres que se reunían en su casa donde la regla más importante era no tener prejuicios.

Había ocasiones en que el señor se reunía con sus amigos para jugar cartas invitando alguna mujer para compartirla que les hiciera más amena la velada o bien se reunía con mujeres para hacer juegos eróticos en su refugio a puerta cerrada.

En cuanto a nosotras casi todas casadas nos reuníamos ahí por el mismo interés: sentirnos liberadas en ese espacio sin tabúes ni prejuicios, en el refugio no había cabida a la frustración ni al enfado se trataba de divertirse sin romances ni compromisos.

Los propios amigos de Don Julio todos ellos eran hombres mayores que pasaban de los sesenta mientras que las mujeres del clan con un perfil de edad menos rayando los cuarenta años, amigas de antaño, conocidas por referencia o excompañeras de trabajo que nos fuimos integrando por alguna relación con los señores del grupo así nadie era del todo desconocido.

Ya en confianza entre nosotras puede más el morbo y la curiosidad femenina conociendo la vida íntima de cada una sin ser yo la excepción y coincidimos en que la aventura siempre deja una experiencia más excitante, a esas alturas de nuestras vidas nos envuelve la monotonía igual que pasa con los hombres solo que ellos viven liberados mientras nosotras aunque aventureras nos reprimimos por eso nos venía bien asistir a las reuniones.

En esos días nos juntamos varias chicas en casa de Don Julio para celebrar el cumpleaños de una de ellas sin pensar en nada especial así nos reunimos cuatro mujeronas con la festejada llevando botanas, bebidas de licor y desde luego su pastel…ya en el refugio Don Julio fue el anfitrión procurando que la pasáramos bien poniendo música y organizando actividades para divertirnos como juegos eróticos, bailes sensuales, bromas, imitaciones y cuanta cosa se le ocurría que ya con unas copas nos relajamos de lo lindo.

En la reunión bailamos entre nosotras compartiendo al anfitrión, cantamos imitando algunas artistas y una de nosotras hizo un stripteases y seguimos hasta ponernos bien cachondas, total nuestro nivel de convivencia nos permitía eso y más, mientras que Don Julio se dio a la tarea de atender personalmente a la festejada con mimos y caricias muy subidas de tono en tanto que nos ocupamos de seguir la fiesta muy prendidas sin que fuera para menos mirar como tenia sexo la festejada con el anfitrión.

Cada una de nosotras teníamos una historia que dejamos en casa, ahí estábamos realmente desatadas casi en la desnudes mostrando nuestros cuerpos sin reparo, ya no éramos las chavalas de antaño pero a esas alturas la madurez toda vía nos dejó cuerpos que palpitan de emoción bien definidos con pechos, cintura y caderas  que seguían siendo la delicia de propios y extraños.

No tardando dos de ellas se empezaron a fajar acomodadas en un sillón con tanta calidez que me sentí motivada para hacer lo mismo con la otra mujer tan dispuesta como yo y en cosa de nada nos teníamos mutuamente una a la otra abrazadas con besos y caricias muy prendidas.

Para mí el sexo entre mujeres es exquisito me da más placer que nada, me excita hasta la locura al punto de no parar por nada y es que la continuidad se da sola como si no hubiera límite, sientes como te sube el calor, sudas a mares y te fluyes hasta perder la conciencia.

Esa tarde no fue la excepción de nada cada pareja estaba en lo suyo con un frenesí de locura disfrutando de nuestros cuerpos placenteramente intercambiándonos de pareja y el mismo Don Julio participo en la ronda siendo yo misma la que continuara la cabalgata después de la festejada y seguir con el intercambio, así la pasamos por un buen tiempo hasta quedar muy relajadas terminando la reunión entre amigas.

Fue un desfile sensacional entre nosotras y ya no supe quien se llevó el premio del anfitrión, lo que si yo quede como todas muy satisfecha en la intimidad del refugio del papa de mi amiga.