Las 7 tareas de paula

Aún recuerdo aquella tarde de verano, había decidido viajar a España, fue en el mes de Junio del año pasado, viaje decidido a recorrer con devoción y alegría El Camino de Santiago, iba con tan solo una Mochila con menos de 5 Kg., bastón de madera, sombrero, calzado muy cómodo y elástico, siempre provisto de agua, una pizca de sal y algún dulce, gafas de sol, crema protectora y un impermeable. Era la costumbre caminar solo de día, en fila india y vistiendo ropa con tiras reflectantes. Los puntos a recorrer eran: Parroquia La Asunción del Señor en La Boyera, Parroquia Santa Rosalía de Palermo, Parque por la Paz en La Lagunita, Capilla El Calvario en El Hatillo, Seminario santa Rosa de Lima en El Hatillo, Capilla Virgen del Valle en la Universidad Nueva Esparta Los Naranjos y Parroquia Maria Madre del Redentor Los Naranjos.

Santiago fue el primero de los apóstoles que acompañó a Jesús y el primer mártir de los 12 colaboradores del Hijo de Diós. Su martirio se recuerda todos los 25 de julio.

El verano es el momento en que la mayoría de la gente, estudiantes incluidos, cogen las vacaciones, y además el buen tiempo está casi garantizado en gran parte del recorrido.

Sin embargo, esto lo convierte también en el mayor inconveniente, ya que puede llegar a sentirse “el agobio” de haber demasiados caminantes durante la jornada, perderse un poco el ambiente espiritual del Camino que puede convertirse en algo más parecido a una ruta turística,  y puede suponer además el problema añadido de encontrar dificultades a la hora de querer alojarse en un albergue.

Fueron esas algunas de las razones que me obligaron a detener mi camino en Santiago de Compostela, también el hecho de que un grupo de amigos y Yo habíamos decidido conocer mejor el lugar, sus alrededores, sus usos y costumbres; esa noche decidimos visitar un bar, fue ahí donde conocí a la chica más cachonda, fogosa e intensa y de naturaleza profundamente emotiva.

Paula, es una chica nativa de Santiago Compostela, orgullosa de su forma de ser, poseía ese encanto raro de las mujeres que se saben conducir ante la vida, de actitud decidida, mujer de retos, con una filosofía de la vida muy práctica, liberal y natural que le permitía disfrutar de los placeres del sexo sin ningún problema.

Me encanto su actitud francamente provocativa y retadora, y fue con quién me enfrasque en una conversación agradable.

Ese día lucía muy sensual llevaba un vestido entallado en color negro con toques plateados, unos zapatos de tacón de aguja que la hacían más sexy.

Yo siendo un aventurero y esteta de la belleza femenina no podía dejar de admirar su mirada, sus ojos grandes expresivos y coquetos, su larga cabellera negra y lisa que la hacían lucir como una mujer llena de magia, misterio y seductor encanto. Su piel morena, ojos marrones, labios carnosos, de 1. 61 de estatura, un cuerpo esbelto, bastante desarrollado y cuidado. 90-95 de busto, el culo respingón, de proporciones y formas turgentes llamativas para sus 17 añitos.

Desde el momento que la vi, supe que entre nosotros pasarían cosas muy locas y atrevidas, lo descubrí por la forma en que mi pene reacciono al verle, pues de inmediato y como por arte de magia, se me puso firme, duro y tieso.

Paula sintió de inmediato esa mágica conexión porque sus grandes ojos no dejaban de observar la reacción que en mí había provocado, un tanto burlona y picarona se dirigió a mí y se presento de una manera sensual y provocativa:

-       Hola me llamo Paula

-       Qué tal! Mi nombre es Rubén

-       No eres de por aquí verdad, ¿De dónde eres?

-       No, soy de México

-       ¿Y qué te trae por acá?

-       Ya sabes, el famoso recorrido del Camino de Santiago, ¿Tú de dónde eres?

-       Yo soy española y vivo en Santiago de Compostela.

-       Mmm eso es lo que Yo llamo suerte!

-       ¿Por qué?

-       Veras, cómo no Soy de aquí, necesito la ayuda de una guía para que me acompañe y me muestre estos lares…Y me encantaría más si fuera tu grata compañía.

-      Mmm, no sé, no sé, depende…

-    ¿Y de que depende?

-    tendría que dejar algunas actividades de lado y descuidar a mi novio.

-    No le veo mayor problema, por lo que veo, eres una mujer independiente y puedes hacer lo que te plazca, además te ofrezco un fin de semana plena de emociones fuertes y sensaciones nunca antes sentidas.

-   Anda con el flipado que se piensa que puede dominar esta situación.

Al ver que dudaba, decidí tomarla del talle, atraerla fuertemente a mi cuerpo y acercar mi rostro a su carita, para susurrarle un par de palabras al oído, dejándola boquiabierta y con los ojos muy abiertos, llenos de admiración y sorpresa. Lo que basto para que se decidiera a aceptar mi propuesta.

Me dirigí a su grupo de amigas y les dije: “Buenas noches, es un placer estar con ustedes, es increíble estar en este lugar tan divertido, gracias por estar aquí esta noche. Vengo buscando amantes, ¿quién es la mejor amante esta noche?”.

Desconcertada ante mi atrevida actitud, y comprendiendo la intencionalidad de mi pregunta, Paula se adelanto a sus amigas, contestando “yo” visiblemente agitada.

Yo, en respuesta le dije: “vengo a robarme tu corazón y a hacerte mía”.

Pero que te has pensado, ¿Quién te crees que eres? Si ni me conoces, ufff eres cansino ehhhhh!!!

El amor no puede planificarse. Puedes pasarte la vida entera buscándolo y cuando menos te lo esperas, encuentras a alguien. A mí, por ejemplo, ¿me habías visto alguna vez? pero ¿quién dice que mañana tú y yo no estaremos perdidamente enamorados? porque cuando sientes algo, cuando hay química, ¿quién sabe en qué acabará la cosa? Un tío como yo, un extraño, podría ser para ti una canita al aire, o tu alma gemela. Aunque también podría ser un ladrón, un chorizo que espera el momento oportuno para partirte la boca y robarte mientras el bar está vacío. Pero eso es lo que tiene la vida, que nunca se sabe lo que va a pasar...

Tras de esa declaración, me tomo de la mano y me saco del Bar, exclamándome con cara de pícara: “quiero follarte”… "Déjate c.o.j.e.r la verdad te me antojas".

A lo que Yo de manera natural y espontánea le respondí: “no será tan fácil, primero habrás de pasar por una serie de pruebas que te hagan digna de mis atenciones y afectos”…

-      ¿Qué tengo que hacer para que me poseas?

-      Algo fuera de lo común, algo distinto, atrevido, audaz y caliente…

-      Mmm, que curiosidad…dime ¿en qué consiste?

-      Bien, me agrada tu actitud, veo que eres de retos y eso te ayudara a superar las 7 tareas sexuales que habrás de llevar a cabo con éxito para que Yo te de la mejor follada de tu vida.

-      ¿Cuáles son estas? ¿Cuándo empezaré?

-      Primero debes saber que te veras inmersa en una creciente espiral de fantasías eróticas, y qué yo te iré diciendo la tarea a realizar una por una, después de que la concluyas satisfactoriamente.

-      Me parece bien. Además Yo de tímida no tengo ni un pelo guapo…

-      Yo te guiare a través de un tórrido infierno, desatando tus más primitivos deseos.

-      Wooow, me pones a 1000, estoy deseando eso…

-      Has resultado ser justo cómo yo creía que eras.

-      Anda con el chaval! Yo nunca he fingido ser otra persona, siempre he sido cómo soy y he experimentado de todo.

-      Verás, no he venido para pelearme, ¿vale? He venido para decirte que sé lo que es tener miedo de mostrarte como eres...

-      Yo lo tenía, pero ahora ya no, ahora me da igual lo que la gente piense de mí porque yo creo en mis actos y sé que ahora todo va a salir bien.

-      Ya no puedo esperar, porque sería cómo esperar que llueva en plena sequía...

-      Quedará todo para la historia, la historia nuestra.

Esa noche dimos inicio a un juego erótico que iniciaría a Paula en los placeres del sexo sin escrúpulos…

Bien Paula, tu PRIMERA TAREA será: VIAJAR EN EL AUTOBUS DESNUDA.

Al día siguiente, decidida y dispuesta a todo PAULA se preparo para su primer reto, acudió al centro del lugar, se despojo de sus ropas una por una, hasta quedar totalmente desnuda, su esbelto cuerpo lucía hermoso mostrando sus exuberantes tetas y sus hermosas piernas; la gente sorprendida y escandalizada se apartaba y miraban de manera disimulada pero con cierta morbosidad curiosa; ella abordo el autobús, el cuál iba repleto de hombres, que de inmediato comenzaron a rodearla y a sobarle culo, senos y piernas.  La escena no podía ser más caliente, cargada de energía libidinosa y lujuria perversa.

Paula lo primero que sintió fue como múltiples manos intentaban introducirse en su coño y ano. Negros sus cabellos cubrían su bello cuerpo, tan llena de deseo... la vi temblando, unos le abrazaban, otros le besaban, pero era a mi... a quien miraba. Uno de ellos le dijo al oído: -¡Cabrona, que rico culo tienes! ¡Qué nalgas tan ricas y redondas! ¡Voy a disfrutar mucho culearte! Estando tan expuesta con el culo al aire, cerró sus ojos y sólo se limitó a disfrutar de los furtivos embates, ya sentía como varios penes la rozaban por todos lados, algunos ya se habían corrido sobre su cuerpo, blanca esperma caliente resbalaba por su espina dorsal. Esa experiencia tan intensa le estaba poniendo el culo como un tomate. Su temperatura corporal empezó a subir, al igual que su respiración se volvía agitada, comenzaba a experimentar una serie de orgasmos involuntarios que la hacían estremecer y querer gritar el enorme placer que estaba gozando. No sentía vergüenza, sólo el extraño placer que se siente al estar siendo acariciada por desconocidos en el transporte público y en pleno día…En sus ojos profundos se apreciaba aquel fuego de sus labios que eran míos y su sexo que generosa públicamente mostraba. Finalmente me acerque a ella y le pregunte: ¿Quieres ir a la cárcel o a tu casa?

Ese día su primera tarea fue debidamente cumplida.

SEGUNDA TAREA: DE REGRESO A LA ESCUELA.

En esta ocasión Paula tendrá que hacer uso de sus artes seductoras para lograr que su maestro de clases frente al grupo se desnude y le haga sexo oral en plena clase.

Paula se ha vestido coquetamente para la ocasión su traje de colegiala, una minifaldita a cuadros, pantimedias negras, zapatillas negras y una blusa blanca de botones ajustada a la cadera, permitiendo que sus lindos y pronunciados senos turgentes y firmes queden medio descubiertos.

Ha llegado al salón de clases y se sienta en primera fila frente al escritorio del maestro, el grupo se compone de 20 estudiantes (mitad hombres y mitad mujeres) de edades entre los 17 y los 19. El lugar que Paula escogió le permite mostrar deliberadamente sus bien torneadas piernas, mismas que el maestro mira de cuando en cuando, en especial cuando Paula hace ese cruce de piernas fatal que deja al descubierto su coñito, ya que no lleva puestas las bragas; cosa que no pasa inadvertida ni para el maestro ni el resto de sus compañeros. El maestro visiblemente turbado, no atina a articular palabras, balbucea y tartamudea cuando intenta infructuosamente dar la clase al grupo; la situación se agrava cuando empieza a tener una erección que es demasiada notoria y evidente para el grupo, quienes empiezan a verse afectados por la atmósfera que existe en el ambiente, sube el calor y la naturaleza humana comienza a reaccionar de forma natural ante el clima de excitación, lujuria y morbo que a todos está contagiando. El maestro apenado y confuso ante la risa nerviosa que se oye de las chicas, se dispone a marcharse y suspender la clase; lo que pone en peligro la tarea de Paula, por lo que en un rápido movimiento, Paula se acerca de manera insinuante al Profesor mostrando generosamente sus hermosos senos, lo que provoca en el Profesor un morboso deseo por acariciarlos, morderlos, chuparlos, hacerse una paja rusa con ellos. Paula consciente y más dueña de la situación, se acerca al Profesor y le dice que ella desea lo mismo pero que siempre ha soñado con la idea de chupar su pene en plena clase, el Profesor rebasado por la insólita declaración no atina que hacer, mientras que Paula en un santiamén le ha bajado el cierre de su pantalón y de un rápido movimiento le ha sacado el pene y lo comienza a succionar de manera fenomenal (ante la incredulidad grupal), al chupársela, cerraba los ojos y se imaginaba que era Yo. El profesor totalmente excitado movía su cintura metiendo y sacando su polla de adentro de su boca, Paula fue sintiendo como su verga iba poniéndose dura y más larga.

La situación no podía ser más morbosa y caliente, lo que anima al resto a imitar a Paula y comienzan a besarse y abrazarse alumnos y alumnas en parejas, lo que posteriormente se convierte en una orgía escolar colectiva desenfrenada. En medio del grupo de las guapas colegialas me encontraba yo totalmente desnudo, teniendo a una de las chicas de rodillas chupándome la verga, otra se encontraba de pie besándome apasionadamente, una tercera me acariciaba golosa mi espalda y pecho, una cuarta me susurraba al oído: “quiero tú gran pene, nada más que cuándo me lo metas lo haces despacito ¿ok?” Yo solo respondí: “quítate la ropa y empieza a mamar!”. Paula era consciente que era deseado por muchas de sus propias amigas. Yo, tomaba a una de ellas de las manos y las ponía en mi polla, que comenzó a acariciarla, su mano era pequeña comparada con el largo de mi miembro. Luego le jale de la cabeza y casi le obligue a metérsela en su anito. Comencé a penetrarla rítmicamente, dándole empujones duros y secos. Paula jamás había vivido una situación de tal tipo, solo lo había visto en películas XXX, pero nunca imagino que lo experimentaría. No dejaba de observarme  y al hacerlo se convulsionaba de placer, le sobrevino un orgasmo, seguido de otros, estaba totalmente mojada por sus jugos vaginales. Estaba tan caliente que llego de nuevo a otra corrida, solo mordí sus labios y no se detuvo para nada, no quería parar, estando en total éxtasis se preparaba para ocupar el lugar de sus compañeras. Pero, en el momento máximo del clímax, llego a interrumpir la terapia sexual estudiantil, la directora del Plantel, quien escandalizada por lo que descubre, despide al cachondo maestro y da de baja de la escuela a Paula y al resto de sus compañeros. Había sido cabrón pero que gusto me había dado también.

A pesar del lamentable desenlace, Paula ha realizado una más de sus tareas.

TERCERA TAREA: HACER DE UN PAR DE MONJAS DE CONVENTO UNAS ESCLAVAS DEL SEXO.

Nos trasladamos a la Capilla El Calvario en El Hatillo. Esta capilla fue dedicada a Santa Rosalía de Palermo por Baltasar de León, quien estando preso en La Carraca observó que la peste de viruelas cesó tras haber pedido el capellán de la prisión intercesión de esta santa y la adoptó como su patrona particular. Esta capilla es la que se encuentra a mano izquierda de la Avenida Ínter comunal La Trinidad - El Hatillo, en dirección hacia La Lagunita, y es conocida como la Capilla del Calvario.

Este escenario sería el sitio ideal para que Paula pudiera ejecutar su tercer trabajo, lograr que un par de monjas se volvieran adictas al sexo; vaya reto!

Paula, no tenía la más remota idea de cómo lograría superar tal reto, pero contagiada por la aventura, la curiosidad y el morbo, se resolvió a entrar en la Capilla; en el lugar estaba un sacerdote confesando a los parroquianos; hacia él se dirigió Paula, se hinco y escucho al Padre decir: ¡Hija mía dime tus pecados! Ella sin inmutarse, le dijo acúsome de estar poseía por la lujuria,  le he hecho pajas a mi novio, no sólo eso, he tenido pensamientos pecaminosos, pienso todo el día en el sexo, en lo bien que la paso cuando me quito la blusa y la falda, el brassier y las bragas, me empiezo a masturbar imaginando que me follan entre varios hombres. El Padre le contesta: entiendo, vas a rezar tres padres nuestros y tres aves marías. Además cómo penitencia, se quedarán tú y tu grupo de amigos orando toda la noche por la salvación de sus almas y me ayudarán a limpiar la parroquia. Ella encantada (pensando en cómo todo estaba saliendo de maravilla para sus perversas intenciones), no pudo más que atinar a decir: “gracias”. El sacerdote se dirigió a un grupo de monjas les dio una serie de indicaciones y señalo a Paula y su grupo de amigos, entre ellos iba Yo y sus sabrosas y ensabanables compañeras. A quienes yo les prometía: no me follare su escultural culo y eso las hacía querer exactamente lo contrario.

Tremenda suerte la de Paula, ya que las 2 monjas designadas por el sacerdote nos ofrecieron albergue por esa noche, ya que con la cantidad de peregrinos en la calle no había lugar para hospedarse. A pesar de los hábitos de las monjas, sus anatomías resaltaban a detalle, sus caras eran de facciones bonitas. Me acerque a Paula y le dije, es tu oportunidad de ganarte su confianza y llevar a cabo lo acordado. Las monjas ignorantes de la situación y de lo que estaban por vivir nos condujeron a nuestros aposentos, a las chicas las llevaron con ellas a sus dormitorios y a nosotros en la sacristía del convento. Ya instaladas cómodamente en sus camas, Paula se acerco a las monjas Rosario (18 años) y Josefina (21 años), con quienes empezó a hacer migas muy pronto, les comento de dónde veníamos, lo que hacíamos y a lo que nos dedicábamos; algo que había notado Paula, era la manera tan insistente en que las monjas me observaban; ¿el chico moreno alto es algo tuyo? Le preguntaron, no en realidad es un amigo con ciertos privilegios; vaya pues es muy atractivo y simpático. Paula conocedora de la debilidad femenina y el impacto que causaba mí magnetismo animal, empezó por confiarles sus  secretos ocultos, deseos e intimidades y lo mucho que disfrutaba imaginándose escenas cachondas conmigo. Sería el nivel de la plática, lo especial de esa noche o el ambiente que se respiraba, pero Paula empezó a trabajar hábilmente a las monjas, hablándoles sobre el amor y el sexo, ellas jamás habían sabido lo que era estar con un hombre. De repente una monja le comenta que ella tiene ganas de hacer el amor, la otra le dice que casualidad porque ella también tiene ganas. Paula les dice que tiene una idea y les propone que en el sótano esta un padre dormido que hicieran el amor con él. La monja le contesta buena idea pero tú tienes que hacer el amor primero. Ella acepto, entonces

Paula

empieza a desnudar al padre y le dice que rico esta hermana, acérquense. La monja Rosario que era la primera vez que lo hacía, estaba toda inspirada que rico! que rico es esto, tocaba el pene duro y firme, palpitante y grueso, sentía morir por lo bien que la estaba pasando. El Padre profundamente dormido por el efecto de las pastillas para dormir, se estaba perdiendo la mejor noche de su vida, tres mujeres lo estaban gozando y poseyendo cómo nunca nadie lo había hecho. Mientras Paula ayudaba a la monja Josefina a desnudarse, le tocaba los pechos, le besaba las nalgas, le acariciaba su clítoris y le metía el dedo por el ano. La monja Rosario, al ver la ardiente escena, se despojo de sus hábitos y comenzó a chupar el pene del padre, que se estaba poniendo altivo, desafiante, puntiagudo y amenazante a punto de estallar. Paula se desnudo completa dejando sus jeans y blusa a un lado de las demás prendas, con la yema de los dedos acarició su vientre, deslizó las manos entre sus muslos, palpó el jugo que los cubría e involuntariamente sus dedos fueron hasta el centro mismo del placer; la monjita le estaba masturbando hábilmente. Se sorprendió moviendo sus caderas al ritmo de sus dedos, los mismos que entraban y salían mojadísimos y por primera vez en su vida comenzó a oler el aroma del sexo, su aroma de mujer, a oler su propia excitación, lo que aumentaba más y más su propio deseo. La mente de Paula volaba a la cama de sus deseos : RUBEN y sin que pudiera apartar semejante pensamiento de su mente, se imaginaba entre esas sábanas, bajo las manos de RUBEN, sintiéndose dominada por el placer que le provocaba que la hacía gritar y suspirar de esa forma, con  tan solo pensar en él.

En ese momento eran tres pequeñas diablillas lujuriosas poseyendo un  cuerpo inconsciente, inerte, como muerto. Monjas de convento, pero antes que nada, mujeres de carne y hueso; les estaba resultando muy difícil separar las cosas y no excitarse con los sonidos, con la situación y con la fantasía de esa situación que se estaba desarrollando.

Los cuerpos de las monjas estaban sudorosos, olía a sexo, se sentía la tensión sexual y había que aliviarla.  Paula estaba haciendo sexo oral a la monja Rosario, Josefina al Padre y los dedos del Padre estaban siendo introducidos en el coñito de Paula. Ya pasaban más de las 3:00 de la madrugada, y ellas se encontraban en el éxtasis, embriagadas de la lujuria, del placer y de sensaciones jamás experimentadas. La mañana las sorprendió besándose apasionadamente, acariciándose con ardor y metiéndose mano unas a otras, follando sin parar. Así fue como, entre fantasías prohibidas y caricias furtivas, las monjas alcanzaron el primer orgasmo de su vida, cayendo exhaustas y rendidas sobre sus espaldas.

Esa noche fue la iniciación de las monjas Rosario y Josefina en el sexo. Quienes fueron seducidas por Paula, ella les condujo al Paraíso y conocieron el Cielo. Para redimirse las monjas tuvieron que expiar sus remordimientos y sentimientos de culpa haciendo penitencia nocturna que se diluían entre rezos, cirios y obras de caridad.

El domingo decidimos platicar acerca de las nuevas pruebas que habría de superar antes de pensar en que pudiésemos gozarnos mutuamente. Paula al verme acercarme a ella, me soltó un beso largo y profundo y me dijo “te deseo”, “te necesito”, Yo entre divertido y ambiguo le conteste: Te dije que te gustaría. Se le veía exhausta pero ansiosa por seguir adelante con el juego…Paula me comento: Dicen que todo tenemos un punto débil. ¿Cuál es el tuyo?

-      Yo simplemente le sonreí, y le conteste sin responder: Yo no conquisto, sucumbo, ’’el poder en una relación lo tiene el que menos quiere de los dos’’.

-      ¿Quién eres realmente?

-      Quiero que te des tiempo a averiguar quién soy yo, saber lo qué me gusta, hacer y probar cosas, y cumplir todos mis deseos.

-      RUBEN, quiero que me hagas tuya, follame, cojeme, no puedo más, necesito sentirte dentro de mí, ardo en deseos de tenerte.

-      Bueno, no sería muy fácil, Paula.

-      Calla y dame las pautas, haré que te hagas la mejor paja de tu vida.

-      Soy difícil de complacer Paula!

-      Eres muy extraño, Rubén... No sé qué decir.

-      Las estrellas, querida, pregúntales...

-      ¿Por qué yo?

-      Porque todas las demás me aburren, porque tú eres diferente.

-      ¡Hijo puta! Dime ¿Que quieres de mí gilipollas?

-      Qué sigas en el juego, pero te advierto las pruebas que vienen son más audaces y de un nivel extremo.

-      Si lo abandono ahora, me arrepentiré para siempre…

Este relato continuará…