Largos paseos por la playa
Comenzó a masturbarme, observando como disfrutaba yo de la paja, mientras veía a esa pareja follar mmm. Estaba en la gloria, más aun cuando sin esperarlo se me puso detrás, apoyado sobre sus rodillas y sintiendo su miembro pegado a mis nalgas... mmm.
Largos paseos por la playa
Antes de nada. Os debo de confesar que siempre me he esforzado en mejorar… sexualmente, como bien sabéis mis gustos son los hombres maduros, buscando en lo posible mis preferencias, no importándome nunca si comienzo con uno y acabo con varios. Busco hombres activos pero no hay día que no acabe con un versátil, me considero glotón y como curioso me gusta probar, además no hay maduros que no deseen una buena putita, encontrando en mí a esa glotona que de paso se deja preñar… mmm. Os debo dejar claro que no busco amistad, pues lo mío es puro sexo, solo relaciones a ser posible esporádicas.
No recuerdo bien desde que edad comencé, quizás desde muy pequeño, me llevaban a caminar por la playa. Desde siempre, me inculcaron que el caminar es bueno para el corazón y el cuerpo. Desde pequeño me iba a caminar por la orilla en compañía de mis padres o hermanos, siempre decían...
- "Camina por la orilla que viene muy bien".
Claro está, aquello de andar no solo era bueno para las piernas y el corazón, sino también para la vista. Pues yo como cualquier chico de mi edad, no perdía detalle de aquellas chicas en bikini o en topless. Visión que me hacía tener hasta tremendas erecciones, no quedándome otra a veces que irme a refrescar al agua, evitando que se dieran cuenta de mi situación y evitar dar explicaciones, no pudiendo evitar sonrojarme... mmm.
Bueno, os debo decir que no siempre he veraneado por la costa gaditana (costas de Cádiz), pues hubo años en que mis padres nos llevaba por la parte de Málaga, Huelva o Almería, dándonos un año la sorpresa de veranear a la isla de Gran Canaria. Para ser más exacto, nos llevó a San Bartolomé de Tirajana, para aquellos que no conozcáis este municipio, este se encuentra en el extremo Sur de la isla de Gran Canaria. Bueno dicho esto, continuare…
No recuerdo bien qué edad tendría, pero sé que sería entorno entre los quince y los dieciséis años. Verano en que mis padres habían escogido una vez más Cádiz, para ser más exacto Rota, como lugar donde disfrutar de nuestras vacaciones.
Durante mis vacaciones, era tiempo de renovación, era tiempo de cambiar, era tiempo de pensar sobre los sentimientos, tanto viejos como los nuevos, era momento de analizar las nuevas experiencias, me daba la oportunidad de limpiarme o para ser exacto… purificarme. No digo que no deseaba una canita al aire, pero la tentación no me podía, acabando por distraerme por otras cosas.
Aquellos días de veraneos eran inolvidables, yo era de esos que congeniaba rápidamente, acabando por salir en pandilla. Los días en la playa concurrían, dependiendo la marea. Pues si la marea nos permitía comer en la playa, pasábamos prácticamente el día, pero si por lo contrario, debíamos de ir a comer a la casa, entonces tras almorzar y descansar, salía con mis amigos.
Aquellos días como he dicho, transcurría en la playa, tras almorzar solía pasear por la orilla sobre dos horas, tiempo que echaba en la ida y en la venida, sin importar hasta donde llegáramos. Como ya he dicho, fueron mis padres y hermanos, quién me inculcaron esa manía o si deseáis llamarlo… antojo.
Además, era raro el día que no animaban a que me marchara a caminar soló, no deseaban que dependiera siempre de ellos. Cosa que en verdad me servía para excusarme, pues en verdad me daba miedo a dar ese paso, temía irme a andar solo y que algo me ocurriera. Hasta que un día, tome la iniciativa de caminar solo, claro está no me pusieron objeciones, soltándoles...
- "Bueno creo que me iré a dar una vuelta".
Quedándome de pie...quieto, esperando algún comentario como…
- “Sino desear irte, siempre puedes quedarte. Nosotros no te obligaremos, solo depende de ti”.
Pensaba, mientras estaba de píe esperando, que quizás alguno de ellos se animaran a acompañarme, cosa que no paso y encima, fue ellos mismos quien me dijeron...
- "A qué esperas José, no decías que te marchaba a dar una vuelta".
Siendo ellos incluso los que me sugirieron que me llevará, tanto una camiseta como una botella de agua. Ese día caminé hasta donde una hora me alcanzó, controlando los tiempos. En mis caminatas, llamó mi atención no solo aquellas mujeres (de más de treinta) o chicas haciendo topless, sino aquellas parejas dándose el lote... mmm. Llamándome más aun la atención, cuando en mitad de camino, zona entre Rota y Punta Candor, cuyas zonas apenas eran concurridas por no decir desiertas. Observaba como las parejas, caminaban por la playa hacia arriba… hacía la loma, acabando por adentrarse en las dunas. Aquello llamo no solo mi atención, si no lo más importante, llamo mi curiosidad.
Aquellos días, mis caminatas se resumían en esto. En mi interior estaban las ganas de subir y saber que hacen, deseaba seguirlos y poder espiarlos, pero cada día algo me lo impedía, quizás mi moralidad o mí respeto por su intimidad. Pero llego un día que me decidid, me cruce con una pareja que paso por delante de mí unos metros, caminando en dirección a las dunas. Solo les seguí inicialmente con la vista, deteniéndome un par de metros al ver como estos subían por la loma y adentrarse en las dunas. Camine hacia las dunas una vez me asegure que nadie me veía, accedí a la zona, donde las dunas estaba poblada de espesa naturaleza (matorrales y arbustos).
Arriba no pude dar con ellos inicialmente, quizás pensé que habían adentrado en la maleza, acabando por entrar en unos arbustos, lejos de las miradas obscenas. No llevaba ni cinco minutos, cuando pensé en marcharme, pues no los vi y no deseaba ser visto por allí, pero fueron unos gemidos los les delato, llamando mi atención y pudiendo dar con ellos, descubriéndolos a poco metros. Me situé a varios metros de ellos, me arrodille para poderlos ver mejor, asegurándome que no me veían, aunque dado a lo que estaban, eso era lo que menos le importaban. Allí estaban ellos, dentro de unos arbustos... ocultos por la maleza. Ella sin la parte superior del bikini, menudos pechos tenia… mmm, estaba siendo devorada por el... mmm, disfrutando de esos sonrojados y erectos pezones… uuuffff.
Estaban dándose el lote, está descubriendo lo placentero que era verlo en vivo y no por unas revistas o internet. Busque la mejor postura para no perder detalle y claro esta no ser descubierto, no deseaba perderme como disfrutaba aquella chica, no perdiendo detalle de como aquel chico la puso al límite hasta que esta, no solo desnudo al chico, sino que hizo que el chico disfrutara como nunca, bueno él y seguramente to Dios… mmm.
Bueno, como os he dicho, yo para entonces estaba a cuatro patas (posición de perrito), postura más que cómoda, no solo para no perder detalle de estos sino para poder masturbarme mejor… mmm. Estaba a varios metros, no solo tranquilo por estar oculto por la abundante maleza, sino como os había mencionado antes, estaba disfrutando de una paja. Cuando de repente me vi descubierto por un desconocido, colocándose este a mi derecha. Lógicamente me corte, dejando rápidamente de pajearme y guardando mi miembro dentro de mi bañador.
Este cabrón, no parecía tener ni aun menos mostraba ningún remordimiento, no como yo, que mostraba tanto inquietud como miedo por ser descubierto. Me miro y me sonrió, sin haber presentación alguna, me hizo un jocoso comentario...
- "Uuuffff!!... menuda hembra. No te parece!".
Mirándole incrédulo, no sabiendo que contestarle, menos pensaba en delatar nuestra posición, no pensaba en formar un escándalo, cosa que creo recordar que no nada hice. Volviendo a mirar a la pareja, no deseando participar de sus insinuaciones, no perdiendo de vista a la chica, excitándome aún más por momentos, sintiendo mi glande rozar el pernil del bañador, roce que me hacía estremecerme aún más… aaahhh. Llegándome este a decir...
"Joder, no sé cómo estarás tú. Pero a mí, estos me están poniendo a mil... mmm".
"Mira... mira, toca... veras como me tienen... mmm".
Instintivamente baje la mirada, pudiendo ver como este se había bajado el bañador un poco, lo suficiente para sacarse su miembro fuera. Rápidamente este, tomo mi mano derecha, tirando de ellas hacia él, acabando por posarla sobre su duro y caliente polla. Cerrando su mano sobre la mía y al mismo tiempo que cerraba la mía a su tronco, teniendo aquello entre la palma de mi mano y mis dedos, sintiendo como latía y vibraba... mmm. Soltándome...
"A que lo notas".
“Esta dura la cabrona… uuuffff”.
Estaba blanco, no sabiendo que decir nuevamente por no decir que hacer, apenas gesticule… me quede ahí quieto, mientras este movía su mano al tiempo que involuntariamente le masturbaba… mmm. Abochornado le deje hacer, volviendo mi vista hacia esa pareja… mmm. Descubriendo como la pareja estaban ya desnudos, no hacía falta mucho para ello, no perdía detalle en ella, observaba como besaba su pecho descendiendo hasta su vientre y acabar entre sus piernas, introduciéndose ese pedazo de verga en la boca… mmm.
Me fije en como lo hacía, observando como sujetaba el tronco con la derecha mientras desaparecía dentro de su boca. Acabando por sacársela, siendo ahora su mano izquierda la que lo pajeaba al tiempo que la derecha magreaba los testículos, no dejando de lamer su glande… no dejando de chuparlo… mmm.
Pudiendo ver como el, masturbaba a la chica con su mano derecha, haciéndole un dedo cosa que por la expresión de la chica debía de hacerlo de la ostia. Siendo ella la que acabo por colocarse sobre él, colocando una pierna a cada lado de su cuerpo, tomando la polla de este e introduciéndosela ella solita dentro de su coñito… uuufff. Viendo con todo detalle como esta entraba, como disfrutaba tanto ella como el… mmm. Soltó mi mano, apartándola yo segundos después, retirándola de su miembro, impregnada de precum. Soltándome este en ese preciso momento...
- "Uuuffff!!!... y tú que, no te empalmas".
Rápidamente dirige su mano a mi entrepierna, notando como estaba, sonriente nuevamente, me suelta…
- “Mmm… como la tienes”.
Acto seguido, tiro de mi bañador hacia atrás, deslizándolos por mis muslos hasta quedarse en mis rodillas. Volviéndome a soltar…
- “Joder, déjala a la vista”
Me quede más blanco que antes, no dije nada, estaba petrificado, mi polla estaba empalmada, ya no solo por la pareja, sino por los acontecimientos. Vi como este dirigía su brazo hacia mi costado, tomando con su mano izquierda mi miembro, suspirando y comenzando no solo a masturbármelo, sino a magrearlo a su antojo… uuummm. Diciéndome…
- “Déjala que disfrute, no vez como le gusta, seguro que como a ti”.
Comenzó a masturbarme, observando como disfrutaba yo de la paja, mientras veía a esa pareja follar… mmm. Estaba en la gloria, más aun cuando sin esperarlo, note como este se me puso detrás, apoyado sobre sus rodillas y sintiendo su miembro pegado a mis nalgas. Acabando por inclinarse hacia abajo o sea sobre mí, pegando su velludo pecho contra mi espalda, sintiendo como su mano derecha me coge mi miembro al tiempo que con su mano izquierda… mmm, comienza a acariciarme mí pecho e ir descendiendo hasta mis caderas, dándome alguna que otra nalgada sobre mí trasero… ooohhh. Susurrándome al oído…
“Uuuuffff, a que no te imaginabas esto, cuando saliste de casa esta mañana”.
“Sabes, estas ardiendo”.
“Noto tu culito duro, siento como mi polla se introduce entre tus glúteos, pidiendo probar una polla”.
Cierro los ojos, dejándome llevar por el placer, dejándome llevar por el morbo, sintiendo que en poco me iba a correr… uuummm. Mientras este no dejaba de hablar, no dejando de decirme…
“Como me gustaría ser el primero… mmm”.
“Como deseo introducírtela dentro, estas empapado, estas toda mojada, como una hembra en celo… ooohhh”.
No pudiendo evitar correrme, sin llegar a decirle nada, descargando toda mi leche en su mano. Asustado, abrí los ojos, descubriendo que ya ni estaba la pareja, no sé ni en qué momento se habían marchado. Cosa que yo, tras levantarme, me subí mi bañador y me marche corriendo, baje la duna sin a verme percatado de que no hubiera nadie, baje la loma en dirección a la playa, introduciéndome dentro del agua. No solo a refrescarme, sino a quitarme cualquier evidencia de esto, no deseaba que hubiera prueba alguna.
Minutos después, me encamine hacia donde estaban mis padres, abochornado y enrojecido, como si algo malo hubiera hecho, pero con el recuerdo de aquella experiencia... mmm. Iba, con el mal sabor de boca de haber dejado a esa persona de esa manera, sintiéndome mal por haberme ido sin despedirme siquiera.
Esa noche dormí, no porque estuviera agotado, sino por las tremendas pajas que fueron a su salud. Durante esa semana, no pasee solo mas por miedo, pero en la siguiente me envalentone, encontrándome de nuevo a esta persona. Encuentro que quizás en otra ocasión os la hare saber, hoy de momento os dejo con esta experiencia… mmm.
Bueno aquí dejo una experiencia más… vale. ¡OJO!... digo experiencia, no cuento o relato, ya que es algo que he experimentado. Espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Mi email de contacto es, lógicamente va todo junto… Jhosua 1974 @ Gmail . com