Larga noche
Hace tiempo que Eva no es la misma chica alocada. Pero un encuentro hace que pierda los papeles y su pasado este mas presente que nunca...
Larga Noche
Es la 1 de la madrugada. El día había sido largo y gris, la lluvia aun pega con fuerza contra el cristal de la ventana. Un par de amigos de Jorge, mi novio, acampan en casa por unos días. Se encuentran en el salón viendo un partido, desde aquí puedo escuchar sus risas. Jorge se encuentra de viaje, regresará mañana.
No puedo conciliar el sueño. Me pongo un chándal con una camiseta y me dispongo a bajar al salón cuestión de matar el tiempo delante del PC. Paso a su lado sin mediar palabra, tan solo les lanzo una tímida sonrisa. Sentada cómodamente en el escritorio enciendo el PC. Los chicos siguen a lo suyo mientras baja el contenido de las latas de cerveza que tienen en sus manos. Abro páginas al azahar, ninguna llama mi atención. El MSN, me conectaré un rato. Últimamente apenas lo utilizo, asique quizás encuentre ahí una tabla de salvación para mi aburrimiento. Nada. Bueno, siempre queda buscar una buena película. Sin cerrar el MSN empiezo a disfrutar de una sesión cine en el salón de mi casa.
Un ruido distrae mi atención, se ha abierto una ventada del MSN. Alguien me ha saludado. Miro y es Él. A mi mente vienen imágenes de sexo desenfrenado, cuerpos lascivos disfrutando salvajemente el momento. Él, mi Amo. Tanto tiempo sin tener contacto y ahí esta. Mi vida había cambiado tanto, ya no era aquella chiquilla alocada. Ahora tengo una pareja, una persona que me ama y con la cual me voy a casar en la próxima primavera. Sin embargo .
- Hola
Hace preguntas banales que yo contesto. Hasta que la conversación se vuelve cada vez mas íntima. Mi mente, mi razón me dice que me marche, que zanje esa conversación ya y siga con la película. Mi cuerpo me grita que no me vaya, que hace tiempo necesita lo que solo Él sabe darle.
- ¿Qué llevas puesto zorra?
- Un chándal, camiseta, calcetines y ropa interior
- Que poco sexy va hoy mi zorra. Al menos llevaras tanga ¿no?
Tengo que irme, escapar. Pero mi cuerpo se niega, no puede poner fin a todas esas sensaciones que nacen en lo mas profundo de su ser.
- Tira de ella zorra, quiero que te apriete el coño bien fuerte.
Estoy paralizada. Por un lado me muero por hacer lo que me pide, por otro no estoy sola. Antes este último detalle me hubiera importado nada y más, pero ahora .
- ¡Me has oído zorra de mierda! ¡TIRA DE ESE PUÑETERO TANGA YA!
Con manos temblorosas hago lo que me pide, mientras mi vista no se despega de los 2 individuos que vociferan delante del TV.
- Ahora vas acariciarte. Quiero despertar esa puta que llevas dentro. Esa puta que aunque te empeñes en negar su existencia, existe. Esa puta que eres.
Mi sexo me hace daño de lo excitado que se encuentra. Noto mis pezones duros deseando que alguien los acaricie. Mi cuerpo entero esta en ebullición. Pero no puedo seguir. Los amigos de Jorge
- Creo que no me has entendido bien zorra. Me perteneces. Tu cuerpo me pertenece, tu voluntad me pertenece. Ahora mismo vas a desnudarte y complacer a tu amo como tú bien sabes hacer. ¿Me entiendes?
No puedo. No puedo hacer lo que me pide. Pero mis manos, por voluntad propia están acariciando discretamente mi cuerpo, mientras mi sentido común busca una puerta de salida a esta situación. Alzo la vista y noto las miradas indiscretas de los chicos. Es obvio que se han dado cuenta de algo. Eso me excita aun más.
- Deja que me ponga un albornoz, sabes que no estoy sola.
Necesito tiempo para encontrar mis espíritus. Es una locura y tengo que conseguir ponerle un fin.
- Está bien zorra. Para que veas que puedo ser comprensivo. Ponte un albornoz, pero te quiero totalmente desnuda debajo. No tardes.
Llego a la habitación temblando, de excitación, de miedo de . Doy vueltas como un animal acorralado. Me paro delante del espejo, veo mis mejillas coloradas. Sin pensar me quito la camiseta seguida del sujetador. Acaricio mis pechos, los pezones están duros y al rozarlos se escapa un gemido de lo más profundo de la garganta. Rápidamente me bajo el chándal y el tanga. Desnuda ante el espejo acaricio mi cuerpo. Mi sexo esta húmedo, caliente. Paso mi mano sobre él y la llevo luego a mis labios. Mi lengua no tarda en insinuarse y empieza a lamer los dedos. Mil sensaciones acuden a mi ser. Sensaciones de antaño donde el sexo y el placer ocupaba la mayor parte de mi tiempo, de mi vida.
Mientras en el salón .
Luis y Carlos vieron como ella se marcha con paso precipitado del salón. No daban crédito a lo que acababan de ver. La novia de su amigo, se había estado acariciando sin importarle el hecho de ellos la estaban viendo.
Luis decidido se levanta y se instala delante del PC. ¡Joder! La muy guarra se ha dejado una conversación abierta y ..
- ¿Estás zorra?
Luis no pudo evitarlo.
- No, Eva aun no ha vuelto. ¡Veo que os estáis divirtiendo!
- ¿Eres uno de los amigos?
- Si tío. Estamos viendo un partido, pero con el espectáculo que nos esta dando la Evita imposible concentrarse.
- Si quieres divertirte siéntate como si nada y verás. Solo pido una condición, de lo que pase esta noche ni una palabra a su novio.
- ¿En lo de diversión, te refieres a que vamos a poder follarla?
- No tengas tanta prisa. Siéntate y disfruta. Ya vernos como termina la noche.
Cierra la ventana para que la chica no se diera cuenta y corre a contarle a Carlos la buena nueva. Sus pollas se pusieron duras solo de pensar en lo que iba a pasar.
Bajo las escaleras como una autómata sin pensar en la situación a la que me dirigía. Aprieto el albornoz y con paso decidido, sin mirar a los chicos me siento delante del PC.
- Ya estoy aquí
- Bien, separa las piernas y acaríciate el coño.
- No estoy sola .
- ¿Alguna vez te ha importado eso puta? No. Asique deja de hacer el papel de la nenita buena. Separa las piernas y sóbate el coño como sabes hacerlo.
En un estado segundo, como si fuera otra persona la que controla mis movimientos, empiezo a acariciarme discretamente. Veo como me observan descaradamente, tocándose sin vergüenza sus pollas.
- Abre el albornoz y dile a los chicos que se acerquen.
Sin pensar en lo que estaba haciendo, en las consecuencias, eso hice. Me puse en pie, dejé caer el albornoz, no hizo falta más. Carlos y Luis están sobre mí. Sus manos decididas recorren mi cuerpo, sus lenguas humedecen cada parcela de piel que tocan. Me siento en el sillón con una pierna sobre el reposabrazos. Carlos sin pensárselo se arrodilla y empieza a comerme el coño. Su lengua se ocupa del clítoris, mientras sus dedos con maestría se introducen en las profundidades de mi sexo.
Luis se pone a un lado haciendo que su polla ya en erección roce mis labios. Golpea mi cara con ella antes de que mi lengua empiece a buscarla desesperadamente. La chupo despacio, tanteando su tamaño, que no era poco.
- Chicos dadle duro, que a esta zorra no le va el romanticismo.
A Luis le faltó tiempo. Agarra mi rubia melena tirando fuertemente hacia atrás y empuja su polla fuertemente. La retira para escupirme copiosamente la cara y la boca, para empezar con un mete saca frenético, follándome la boca como si de un coño se tratara. Apenas podía respirar con ese pedazo de carne que me llena la boca, la garganta. De reojo veo como agarra la Cam y la acerca para que mi Amo vea como su polla entra hasta los huevos en la boca de su perra.
Retirando algunas cosas del escritorio me tumban sobre el. Mis pechos quedaron oprimidos contra la fría madera. Luis se sube y me ofrece su polla. Carlos de un golpe me llena el coño follándome despacio. No tardó en pedirle el sitio a su compañero. En nada mi boca se llena de leche caliente que trago golosamente.
Luis es más rudo, más brusco en sus movimientos. Como a mí me gusta. Agarra mis nalgas con fuerza mientras embiste mi coño salvajemente. Siento unas fuertes nalgadas que erizan toda mi piel. Tira hacia atrás de mi melena obligándome que lo mire. Sus dedos se introducen en mi boca casi desencajándome la mandíbula. Recibo un escupitajo que se mezcla con los restos de leche que me quedaban en la cara. Calos se acerca de nuevo y me trago su polla haciendo que vaya recuperando su tamaño.
Tumbado en suelo me coloco sobre el. Mi cuerpo estaba endiablado. Viendo lo que iba pasar se puede leer en el PC
- Su culo es mío chicos.
A Luis no le importó. Si no podía meterla en el culo, la metería en otro lado. Abriéndome bien acerca su polla, donde ya otra me esta llenando. No opuse resistencia, estaba acostumbrada a eso y más. En una época mi Amo adiestró mi cuerpo para el placer de los hombres. Mis agujeros se amoldaban a los distintos tamaños que podían tener los cuerpos que los invadían. Una fuerte presión y las dos pollas luchan en mi coño para que sus dueños alcancen el placer. Carlos es el primero, retirándose del juego al terminar.
Solo quedábamos Luis, yo y mi Amo vigilando cada movimiento detrás de un monitor. Las manos de Luis amasan mis tetas, tira de mis pezones retorciéndolos hasta el dolor. Se corre sobre ellas ante la atenta mirada de mi Amo.
- Siéntate un rato chico, mientras recuperas te la voy calentando.
Luis se ríe. Mi cuerpo está ardiendo. ¿Podría estar aun mas caliente? Con restos de leche y marcas de los fuertes apretones por todo el cuerpo, con el pelo enmarañado me siento ante el monitor.
- Veo que la puta esta de vuelta. Ahora vas a buscar los juguetillos que supongo aun tienes. (me levanto para ir) ¡Ah! Y ponte unos zapatos, no queremos que te enfríes por el camino.
Ponerme unos zapatos. A mi Amo le gusta que los lleve siempre puestos. Zapatos de un fino tacón de aguja que hace que mi culo se contornee a cada paso que doy.
En una caja encuentro lo que busco. Un consolador bastante grande, que mi Amo había utilizado antaño para abrir mi culo. Después de conseguir que entrara sin dificultad ya no tenía problema para que por ahí entrara cualquier cosa. Unas bolas chinas que solía llevar puestas en todo momento y que hacían que no me olvidara que era una zorra. Su zorra. Otro consolador que terminaba en una forma de cola de caballo. Con el azotaba mi cuerpo, dejando marcas rojas sobre mi piel cuando estaba enfadado y me castigaba fuertemente. Pero lo que mas le gustaba era que lo llevara puesto. Me lo metía en el culo y poniéndome a 4 patas se reía de lo mucho que me asemejaba a una perra. Por último las pinzas. Un par de pinzas que se ponían en los pezones apretándolas a voluntad.
Con todo esto en las manos y unos zapatos rojos de alto tacón en los pies, bajo de nuevo al salón. Luis seguía tumbado en el sofá, con una pícara sonrisa en los labios.
- Veo que se te han olvidado las cosas. Por eso como comprenderás, te mereces un castigo.
No entiendo que había hecho mal. Pero si Él lo decía seguramente algo había.
- Me has tratado desde un principio como si fuera un amigo, un colega que te acabas de encontrar. ¿Lo soy? No. Soy tu Amo, tu Dueño, asique por esa ofensa tu amigo ahí presente te dará con su cinturón 10 latigazos en tu culo. Luego veré si son suficientes. Prepárate.
Veo a Luis acercarse con el cinturón en la mano mientras yo me coloco con mi pecho apoyado en la mesa, mi culo en pompa con las piernas ligeramente separadas. El primer golpe cae por sorpresa. Es un golpe seco, fuerte, pero soportable. Así recibo un par más.
- Más fuerte, quiero ver las marcas en sus nalgas. Quiero que cada vez que se siente recuerde quien es el dueño de su culo.
Los golpes siguientes cayeron más fuertes, mis ojos se humedecen con el dolor, mientras mi coño se humedece de placer.
- Bien. Quédate así zorra de mierda. Dime una cosa. ¿Como te he aprendido a andar en presencia de tu Amo? ¿Acaso las perras saben andar de otra manera que no sea a cuatro patas? Para refrescarte la memoria otros 10 latigazos te serán dados.
Una tras otra vez el cinturón golpea mis nalgas con furia. Pero mi Amo tiene razón. Eso no era lo que Él me había enseñado. Me merezco el castigo.
- Ahora veamos tu coño. (Luis me dio la vuelta separando mis piernas y mostrando mi sexo peludo) ¿Cómo te enseñé a tener tu coño? ¿Te parece que este es un coño digno de una perra como tú? Vas a ir por cera caliente, la traes preparada y vamos a ver que podemos hacer.
A cuatro patas, como la perra en la que me había convertido fui corriendo a por la cera. Con manos temblorosas la dejo sobre el escritorio.
- Tu amigo va iniciarse en el mundo de la depilación. Prepárate y disfruta zorra. Vamos a dejar ese coño como el culo de un bebe. Lisito y sin pelo alguno.
Me tumbe sobre la mesa temblando. Era una zona muy delicada y sabia que me iba a doler. Mas aun cuando me iba a depilar una persona que no sabia como hacerlo. Sentí el primer pegote de cera caliente en mi pubis.
- Tienes que hacerlo despacio, con golpecitos pequeños para que los pelos vayan arrancándose poco a poco y así le duela lo menos posible. Es una zona sensible y no queremos lastimarla mucho
Luis se reía. A pesar de no haber hecho nunca una depilación, sabia que si lo hacia así iba a dolerme mas. Así fue. A cada tirón era un suplicio. Las lagrimas bañan mis mejillas mientas mi cuerpo se retorcía de dolor. Pero aguantaré o será peor. Estaba enfadado y eso podía ser peligroso. Después de una eternidad terminó. Tengo toda la zona irritada. Yo no puedo dejar de llorar.
- Busca lo que te dije y échaselo. No olvides de encender esa vela que esta ahí en la esquina, luego nos servirá(pudo leer Luis en el monitor)
No podía moverme estaba desencajada. Cuando de pronto un líquido frio escuece toda la zona de mi sexo. Quise incorporarme pero Luis me mantiene firmemente con uno de sus brazos, mientras sigue vaciando la botella de alcohol sobre mi ya irritado pubis.
- ¡Espero que lo hayas comprendido zorra! Yo soy el Amo y como tal debes tratarme, 10 azotes en ese coño para que entre en calor.
Quise cubrirme .
- Que sean 20
Ahí entendí que no serviría de nada luchar. Era suya y sus órdenes serian llevadas a cabo sí o sí. No se de donde saqué fuerzas para aguantar los latigazos que caen uno tras otro sobre mi sensible sexo. Pero de pronto se terminaron. Abrí los ojos y me quedé mirando al techo. La cara sádica de Luis aparece en mi campo de visión. Con un gesto suyo me incorporo, quedando sentada sobre la mesa. Acaricia mis tetas, apretándolas con fuerza. Mis pezones reaccionan y se ponen duros. Los retuerce tirando fuertemente de ellos. Acerca una de las pinzas y la coloca en uno de los pezones. Hace lo mismo con la otra. Se los muestra a mi Amo.
- Mas (los aprieta mas) Mas (otra vuelta mas) Mas fuerte
Notaba la fuerte presión sobre mis pezones, otra vuelta y no lo resistiría, pero ahí seguía intentando mantener el tipo. No quería defraudarlo de nuevo. Por suerte para mí parece que así fue suficiente. Tas tirar y jugar un rato con ellos los deja en paz.
Me hizo recostar de nuevo. Cierro los ojos esperando. Esperando un nuevo castigo. Este era el resultado por enfadarlo. Aunque podía ser mucho peor de lo que hoy era.
Una gota caliente cae sobre un pezón. Abro los ojos y veo que tiene una vela en la mano. Una gran vela roja que adornaba antes el escritorio. Vuelve a dejar caer más cera sobre mis pechos. La sensación de quemazón sobre mis pezones ya dolorosos de por si era casi insostenible. Cuando siento el reguero de cera que va dejando mientras se dirige a mi sexo intento incorporarme. Pero desistí al ver sobre el monitor
- Quiero ver como esta perra se retuerce y no de placer precisamente
La rabia y el orgullo se apoderaron de mí. Esta zorra iba a demostrarle de que madera esta hecha. Cuando las primeras gotas de cera caen sobre mi sexo, mi cuerpo instintivamente se retuerce, pero al tiempo se pudo escuchar un gemido de placer saliendo tímidamente de mi garganta. Cuanto más fuerte era la sensación de dolor mas fuerte era el gemido que se escuchaba.
- ¡Vaya, mi perra orgullosa esta de vuelta! ¡Fóllala!
Al momento tenia la verga de Luis en mi coño follándome duro, salvajemente, con furia. Cuando estaba por correrse paró
- Aun no quiero correrme, me esta gustando el juego y quiero llegar al final.
- Bien, aun podemos divertirnos con esta putilla. Coge las bolas y méteselas en el culo.
Me giré para que quedara mi culo en pompa y una a una fue entrando en mi culo. Cada vez con más dificultad. Una mezcla de dolor y placer recorría mi columna vertebral a cada intrusión.
- Quítaselas de un golpe y que las limpie.
Un tirón en seco hizo que salieran las bolas dejando mi culo bastante dilatado. Cuando de pronto las veo frente a mí. Vi restos de mierda sobre ellas, no podía hacerlo. Él sabía que eso era una de las cosas que menos me gustaba.
- Lámelas, que queden limpias para tu coño.
No me queda otra. Una a una las fui limpiando. Recién terminada la tarea no pude más y vomité. Las risas de Luis llegan a mis oídos. Sin darme tiempo me coloca de nuevo con el coño abierto y las bolas fueron entrando en él.
- Fóllale el culo. Rómpeselo.
Las embestidas eran brutales, su polla entra y sale de mi culo ya bien abierto con furia. De pronto para y da la vuelta a la mesa. Tira de mi cabeza hacia el, dejándola colgando y empieza a follarme la boca como antes me follaba el culo. Aprieta mi garganta o mi nariz cortándome la respiración por unos segundos mientras no para de follar mi boca. Se corre abundantemente, me atraganto con tanta leche que salía a borbotones y cae en mi boca, mi cara, mi pelo.
- Que no quede nada, lame todo sucia perra.
Mientras con mi lengua y mis dedos intento limpiar toda la leche que tengo en mi cara, Luis vuelve agarrar las bolas chinas y las introduce sin miramientos en mi coño y la polla con forma de cola de caballo en mi culo. La mueve hasta que queda bien adentro.
- Gracias tío. Ahora le voy a dejar unas instrucciones a esta perra para mañana. No voy a necesitarte más. Espero te hayas divertido y ya sabes. Calladito.
- Gracias a ti men. Espero que la putilla esta quedara satisfecha de mis servicios.
- No lo dudes ¿Verdad zorra?
- Si Amo
- Bueno parejita, que os divirtáis. Yo me retiro.
Dándome una palmada en el culo sale de la pieza, dejándome sola con mi Amo.
- Bien puta. Esto no es nada en comparación de lo que vas a recibir cuando estés entre mis manos. ¿Lo sabes, no?
- Si Amo
- ¿Mañana que planes tienes?
- Tengo comida en casa de mis padres Amo
- Bien, pues iras tal cual. Te adecentas algo la cara y el pelo pero nada más. Quiero que vayas oliendo a puta recién follada. No te quites nada de lo que tienes puesto y mucho ojito con intentar engañarme o sabes como te irá luego.
- Si Amo
- Por ser tus padres ponte algo decente. Una falda larga que disimule tu cola de perra y tu coño lleno y caliente, una camisa ligera, que insinúe lo que llevas pero sin dejarlo ver. Bueno tú ya sabes.
- Si Amo, así lo haré.
- Venga zorra que disfrutes la comida, si te portas bien quizás mañana deje que te corras como la zorra guarra que eres.
- Gracias Amo, hasta mañana.
- Adiós zorra