Lara. Neurocirujana

Natalia, la cirujana plástica, me presenta a una compañera suya de trabajo, muy sumisa, y dispuesta...

Esta es la historia de Lara, una neurocirujana de 28 años, madrileña, que vivía una vida, volcada en su trabajo, en estudiar, sin conocer apenas, los placeres del sexo, hasta que, con ayuda de Natalia, la cirujana plástica, y, sobre todo, con mi ayuda, logramos que su vida comience a mejorar, a nivel sexual.

Yo mismo os contaré la historia

**Domingo por la mañana, en mi casa de

Campodón

, Villaviciosa de Odón**

Ese domingo, me levanté pronto, en torno a las 7, ya estaba en pie, trabajando en mi despacho, pues me esperaba una semana algo importante a nivel de trabajo, y me tenía que preparar a fondo, para que las cosas me salieran bien en mi trabajo.

En torno a las 9, me sonó el móvil que utilizo para ligar, y para comunicarme con Natalia, la cirujana plástica de la que ya os he hablado en alguna ocasión, en alguno de mis relatos (Ver el relato de Natalia, la cirujana, para una descripción que ella misma hace).

En esta ocasión, quien me llamaba, era Natalia, porque quería comentarme algo, hacerme una propuesta; yo le había pedido a Natalia que me avisara si conocía a alguna paciente con BIID, o a alguna mujer que pudiera ser sumisa y/o que quisiera ser modificada, cambiar de vida, para poder conocerla, y, con un poco de suerte, si esa mujer aceptaba, empezar a cambiar su vida, de la forma más radical que fuera posible.

Natalia me explicó, que tenía una nueva compañera de trabajo, llamada Lara, que era neurocirujana, a la que ya había conocido, pues habían comido juntas en alguna ocasión, para que pudiera hacer alguna amiga en el trabajo, ya que, al parecer, Lara, era muy tímida, y se machacaba a trabajar, de hecho, era todo un ratón de biblioteca, se dedicaba a estudiar, a trabajar, y poco más.

Pero, al parecer, en una de esas conversaciones, en los descansos del trabajo, Lara le confesó a Natalia, que, tras esa coraza de mujer estudiosa, tenía dentro, a una mujer sumisa y masoquista, que quería ser dominada por un hombre, o una mujer, o, incluso, ambos, que le gustaba el dolor, pero que, por pasarse el día estudiando y trabajando, no había tenido tiempo de encontrar a esa persona que le ayudara a sacar su lado sumiso y masoquista.

Natalia, al saber eso sobre Lara, le dijo que tenía a la persona indicada, que podría modificarla, y cambiar su vida, para que se convirtiera en una sumisa, aunque fuera sin dejar de ser neurocirujana, al fin y al cabo, según le comentó Lara a Natalia, su sueño era ser una princesa, envidiada y con buen cuerpo, en público, y una puta, en privado.

La idea de conocer a Lara, y, sobre todo, de modificarla, en lo que se dejara, de modo que su trabajo de neurocirujana, no se viera perjudicado, ni lo tuviera que dejar, me resultaba muy morbosa, así que, le dije a Natalia, que podríamos quedar, ese mismo domingo, los tres, para conocer a Lara, y que, para quedarme a solas con ella, una vez que Natalia nos presentara, Natalia se iría con la excusa de una urgencia médica, y nos dejaría a Lara y a mí, ya solos, para que yo me la empezara a intentar convencer, para convertirla en sumisa.

Finalmente, quedé con Natalia, en que nos veríamos en un restaurante de Madrid, a las 14:00, para comer los tres, y que ella, llevaría a Lara a la cita.

Durante el resto de la mañana, hasta las 13:00, momento en el que me empecé a preparar para la cita con Lara y Natalia, estuve pensando en las cosas que se le podrían hacer a Lara.

Evidentemente, por desgracia, en los ojos, no sería posible hacer una operación, y no sé, si tampoco tapar, aunque fuera, de vez en cuando, porque los necesitaba para su trabajo, pero, bueno, ya habría formas de modificarla, además, contaba, como es lógico, con Natalia, para el tema de las cirugías.

En el restaurante, en Madrid. Domingo 14:00

Llegué a las inmediaciones del restaurante, aparqué el coche en un parking cercano, y me dirigí al restaurante, donde Natalia, que iba con una mujer, estaba ya sentada en una mesa, y me hizo un gesto de saludo con la mano, y gritó mi nombre.

Yo fui hasta la mesa donde estaban las dos mujeres sentadas, saludé a Natalia, y, ella, me presentó a Lara.

Descripción de Lara

(Al principio, antes de todas las modificaciones)

Sin duda, necesitaba un cambio, y, había trabajo, aunque era guapa, su cuerpo, era totalmente natural, en torno a 170cm, pero, un poco sosa, tímida, morena y de media melena, por suerte, peso adecuado, pero, se notaba que quería cambiar de imagen, y que lo necesitaba. Edad, en torno a los 28 años.

Su forma de vestir, también necesitaba un cambio, pues iba vestida, demasiado casual, al lado de Natalia, que llevaba un vestido de cuero muy escotado, que casi dejaba ver sus tetas, y unas botas al muslo, sinceramente, no sé lo que parecía Lara. Sin duda, Lara podría sacarse mucho más partido, si así lo quisiera.

Estuvimos un rato charlando, pedimos tres cervezas, mientras la comida llegaba, y, una vez que ya habíamos roto el hielo, el plan previsto con Natalia, empezó.

Natalia (Suena su móvil): “Ok, voy para allá, ahora mismo, no importa que sea domingo, en 20 minutos estoy”, “Lo siento, chicos, me ha surgido una urgencia, me tengo que ir como si viniera una bigotuda a besarme, os dejo solos para que os

conozcáis

y disfrutad de la comida, aunque sea sin mi presencia”

Lara, un poco incómoda, por la situación de quedarse a solas conmigo, se ofreció a ir con Natalia al hospital, y ayudar en la urgencia, o hacer algún turno mientras, pero, Natalia le dijo que no, que se quedara conmigo comiendo, y que, empezara a disfrutar de la vida.

Natalia, acabó, rápidamente, su cerveza, y se fue, dejándonos ya, a Lara y a mí, a solas en el restaurante

Ya a solas con Lara, en el restaurante

Con Lara, había que ser directo, pensé, cuanto antes supiera mi objetivo con ella, mejor, para que pudiera, ella misma decidir, si realmente quería cambiar o no de vida.

Así que, en cuanto que nos quedamos solos, eso fue lo que le dije:

Yo: “Bueno, Lara, ahora que ya nos hemos quedado a solas, tú y yo, voy a ser sincero contigo, y te voy a contar, el porqué de quererte conocer; Natalia me ha contado, debido a que somos buenos amigos, y tenemos gustos en común, que, debajo de esa coraza de mujer normal, que no llama apenas la atención, se esconde una sumisa, masoquista, que quiere cambiar de vida, de forma que, todo el mundo la mire en público, y, en privado, se sienta como una puta; por supuesto, sin dejar de ser la neurocirujana, que ya eres”

Lara (Se pone roja): “Sí, Alfonso, es cierto, desde que era una niña pequeña, me he sentido

atraída

por el dolor, me encanta sentirme humillada, cuando hago algún descanso en los estudios o en el trabajo, y veo porno, me encanta ver videos de mujeres agredidas, sangrando, sufriendo, y me imagino que soy la protagonista de esos vídeos, y me pongo muy cachonda; llevo tiempo buscando a alguien que me ayude a cumplir esas fantasías, pero, aún no he dado con esa persona”

Yo: “Muy bien, si te parece, Lara, ahora, cuando acabemos de comer, vamos a mi casa, y hablamos del tema, te haré una propuesta de modificación, con calma, y en privado, ahora, sigamos comiendo, con normalidad, por mucho que tu coño se esté humedeciendo, que se nota a kilómetros, que es algo que te está sucediendo”

Estuvimos disfrutando de la comida, a la vez que hablábamos de temas más normales, nuestra vida, sus estudios, de cómo Lara se machacaba a estudiar y a trabajar, que siempre había querido ser neurocirujana, y no había parado, hasta conseguirlo, y que, además, estudiaba, online, Ingeniería Informática, su otra gran pasión, pues se consideraba un poco friki.

También me estuvo contando, que apenas había tenido tiempo para tener novios, que los pocos hombres que se fijaban en ella, o eran muy aburridos, o solo querían follar una noche, y, si te he follado, ni me acuerdo, lejos de lo que Lara buscaba, un Amo, o, una pareja de

Am@s

, que le modificaran, lo más posible.

Al acabar la comida, agarramos el coche, que estaba en el parking, pues Lara había ido al restaurante, en el coche de Natalia, que le había pasado a recoger a su casa, para llevarla al restaurante.

**En mi casa, en

Campodón

, domingo por la tarde 16:00

y, ya con Lara.**

Lo dicho, agarramos el coche en el parking, y fuimos hasta mi casa, en

Campodón

, durante el trayecto en coche, pude observar que Lara, se mostraba un poco tensa, supuse que era debido a sus nervios, pues, estaría pensando, en cómo iba a ser su vida, si aceptaba la propuesta que iba a hacerle, y, también, estaría pensando, en los contenidos de esa propuesta.

Llegamos a mi casa, aparqué el coche, en el garaje, y fuimos al salón, le ofrecí a Lara una copa, pero no quiso, me dijo que prefería un café, así que, preparé dos cafés, y nos sentamos a hablar de la propuesta, en el sofá de cuero de mi salón.

La propuesta, de sumisión, que le hice a Lara

Yo: “Bueno, Lara, ahora que ya estamos a solas, y que ya nadie nos puede escuchar, voy a hablarte de la propuesta que voy a hacerte, si alguna de las cosas, que te voy a ofrecer, no te parece bien, estoy dispuesto a negociar, o a adaptarlas a lo que tú creas que puedas cumplir”

  • Le pediré a Natalia, que te opere las tetas, para que te ponga una talla (más), en condiciones, pero, tampoco en exceso, para que no se te haga cuesta arriba, cuando tengas que operar, y hacer neurocirugías.
  • Te llevaré a una tatuadora, que te hará varios tatuajes, en varias sesiones, por todo el cuerpo, pero, en zonas, que puedas tapar con la ropa de médico, para que nadie te vea, si no quieres o no te sientes segura de ello.
  • También te pondrán piercings en tu coño, y en tus pezones, y, si quieres, en la lengua, para que, cuando (me) hagas felaciones, disfrutes más
  • Iremos de compras, con Natalia, que te asesorará en un cambio de forma de vestir, para que, cuando salgas a la calle, todo el mundo te mire, y llames la atención.
  • En la medida de lo posible, aunque tengas que madrugar mucho, te tendrás que inscribir en un gimnasio, que yo te indicaré, para que vayas un rato, si puede ser, todos los días, mejor, para que, poco a poco, tu cuerpo, vaya mejorando.
  • En cuanto al tema de follar, lo harás, conmigo, con Natalia, cuando ella te lo pida, con los dos, a la vez, haciendo un trío, o, si Natalia o yo te lo pedimos, con alguna paciente de Natalia.
  • Cuando estés en el hospital, trabajando, y Natalia te proponga hacer alguna operación, no te podrás negar, aunque sea una operación, “especial”, que un médico, normal, se negaría a hacer. (Operaciones a una paciente con BIID, por ejemplo, que, Natalia, realiza, sin problema, eso sí, a cambio de mucho dinero)
  • Cuando estés en mi casa, para tomar el sol, tendrás que hacerlo desnuda completamente, a menos que yo te diga otra cosa
  • Si crees que necesitas masturbarte, o, ya te masturbas mucho, y lo ves como un problema,

dímelo

, y te pondré un cinturón de castidad, para que no puedas masturbarte. (Si podrás mear y cagar, pues tiene agujeros para poder ir al baño, sin problema) * Lo más importante de todo, el objetivo de todo esto, es hacer que tú, Lara, te sientas como un objeto, como un trofeo, mi/nuestro (Citando también a Natalia) trofeo; no sé si Natalia te ha contado, pero, yo, por mi trabajo, siempre estoy ocupado, y puede que tenga que salir con urgencia, por lo que, puede que, en alguna ocasión, te deje tirada, a mitad de una sesión de juegos, es por ello que busco a alguien a quien eso, no le importe, es más, que le excite, sentirse un objeto, un trofeo. * Al ser sumisa, y masoquista, si no cumples alguna de las normas, sin una justificación, habría castigo, acorde al grado de incumplimiento. * Por último, y también, para cuidar tu cuerpo, en este caso, tu pelo, Natalia te acompañará a su peluquería, cada vez que vaya ella, para que tengas el pelo, y tu coño, de revista, de 10

Lara (Pensativa, lee, en voz alta, cada uno de los puntos):” Me parece bien, aunque, echo en falta, algo de lo que me habló Natalia, que te gustaba la ceguera, no entiendo

por qué

a mí no me lo ofreces”

Yo: “Porque, Lara, tus ojos, son fundamentales para tu trabajo, taparlos, no sé si sería buena idea”

Lara:” Bueno, quizás, llevarlos tapados, mucho tiempo, no, pero, llevar un parche, o, incluso los dos ojos con parches, y con una venda encima, para que la luz no pase, unas horas, no debería pasar mucho, ya, en alguna ocasión, para los estudios, los he usado, y sin problema”

Yo: “Bueno, en ese caso, lo podemos probar, ya lo iremos viendo, (Bueno, Lara, tú no), nunca mejor dicho”

Lara:” El tema del cinturón de castidad, creo que sí que va a ser necesario, pues, ya tengo ganas de masturbarme, sólo al saber todo lo que me va a pasar,”

Yo: “Entonces, se lo comentaré a Natalia, y ella, en el hospital, te lo pondrá”

Lara: “También me comentó Natalia, que, antes de que la sumisa, sea aceptada por ti, te gusta ponerla a prueba...”

Yo: “Sí, Lara, así es, suelo pedir, una felación, sexo por el coño, y por el culo. No sé, Lara, si es algo que te excita, y quieres pasar la prueba...”

Yo:” Además, Natalia, te hará también una prueba, que ella misma decidirá en qué consiste, yo ahí no tengo voto, decide solo Natalia”

Lara:” Pues, sí, estoy deseando, de hecho, estoy ya, tan caliente, que me encantaría poderla pasar, ahora mismo, si tienes tiempo”

Yo:” Ok, Lara, por mi parte sí, pero, ya sabes, en cualquier momento, me puede sonar el móvil de emergencias, y puede que tenga que salir corriendo, como le pasó antes a Natalia en el restaurante.”

Lara:” No hay problema, vamos a probar, me encantaría ver tu polla, que me han dicho que es grande, y (quiero) ver a que sabe...”

Yo: “Vale, pues vamos a hacer la prueba, pero, antes, ¿Hay algo más que me quieras contar o preguntar?

Lara:” Sí, me puedes follar a pelo, si quieres, porque, Natalia, me convenció para ponerme un DIU, que ya llevo puesto, así, que, venga, a la prueba, que estoy muy caliente”

Así que, tomé a Lara de la mano, y, subimos a mi habitación, para que Lara, pasara la prueba...

En el siguiente capítulo, sigue la historia.