Lara. Neurocirujana 2

Segundo capítulo de la historia de Lara.

Este es el segundo capítulo, de la historia de Lara, una neurocirujana de 28 años, madrileña, que vivía una vida, volcada en su trabajo, en estudiar, sin conocer apenas, los placeres del sexo, hasta que, con ayuda de Natalia, la cirujana plástica, y, sobre todo, con mi ayuda, logramos que su vida comience a mejorar, a nivel sexual.

Este capítulo, incluye dominación lésbica.

Yo mismo os seguiré contaré la historia

**En mi habitación, en

Campodón

. Domingo por la tarde**

Después de hablar con Lara, sobre todas las modificaciones que le haría, si pasaba la prueba, consistente en hacerme una felación, y dejar que le follara su coño y su culo, subimos a mi habitación, a hacer la prueba, pues, Lara, lo estaba ya deseando.

Al llegar a la habitación, tomé a Lara por la cintura, le di un beso en la boca, y empecé a quitarle la ropa.

Llevaba un jersey, no demasiado agradable a la vista, unos vaqueros, y unas deportivas, como ya dije en el primer capítulo, (Que, recomiendo leer primero, si no lo has leído ya) se veía, claramente, que Lara necesitaba un cambio, radical, de imagen, si realmente quería mostrar su lado de sumisa que llevaba, escondido, en su interior.

Debajo del horrible jersey, llevaba un sujetador, blanco, que parecía sacado del armario de mi abuela, la que tenía bigote, así que, no me quedó más remedio que, pedirle a Lara que me esperase, ir a buscar unas tijeras, y, al volver, cortar el sujetador de Lara, en pedazos, para que, nunca más, volviera a usar semejante cosa.

Las bragas de Lara, que llevaba debajo del pantalón vaquero, tenían el mismo problema, así que, Lara, tendría que regresar a su casa, sin nada debajo, porque, también, me vi obligado, a destrozar sus bragas, porque no me gustaban nada, y, claro está, no pegaban nada con la ropa interior de una sumisa que se precie a serlo.

Lara se sorprendió, al verme destrozar su arcaica indumentaria, pero, creo que se excitó, al pensar en que, volvería a su casa, sin ropa interior.

Una vez que Lara se quedó desnuda por completo, porque, al no llevar botas, preferí que se quedara descalza también, le ordené que me bajara el pantalón y el calzoncillo, y que empezaba, en ese momento la prueba; le dije, sobre la ropa, que no me importaba, que eso no formaba parte de la prueba, que, ya iríamos de compras, para comprarle lencería de sumisa.

Los pezones de Lara, estaban ya duros, pude observar que sus tetas, no estaban del todo mal, pero, con las manos de Natalia, mejorarían mucho, en tamaño, y, al poner los piercings, mejorarían a nivel de estética.

Lara, me empezó a bajar el pantalón, con cuidado, como si pensara que me iba a hacer daño, se notaba que estaba algo nerviosa, su coño, empezaba a humedecerse, y, por suerte, se podía ver bien, pues, por consejo de Natalia, se lo había depilado, ese mismo día, antes de ir a la cita en el restaurante.

Después, me bajó el calzoncillo, y, al ver mi polla, que ya estaba erecta, y con ganas de que Lara, se la metiera en la boca.

Lara:” Vaya, Alfonso, sí que es grande, no sé si podré metérmela entera en la boca, además, solo hice una felación una vez, y no me salió muy bien”

Yo: “Tranquila, Lara, no te pongas nerviosa, y empieza, poco a poco, a

metértela

en la boca, con suavidad”

Lara comenzó, poco a poco, como yo le había indicado, a meterse mi polla en su boca, y a chupármela, empezó con suavidad, y fue aumentando el ritmo, hasta que consiguió que, pasados unos minutos, yo me corriera, en su boca, y, Lara, llevada por la curiosidad, se tragó mi semen.

La cara de Lara, irradiaba felicidad, pues, según me dijo, la experiencia, le había gustado mucho, aunque, era consciente, de que tenía mucho camino por recorrer.

Sin dar demasiado tiempo a Lara, para que relajara ni se le fuera la excitación, le dije que era el momento de la prueba de follarme su coño, tal y como me pidió, a pelo, pues, Lara, llevaba el DIU, que Natalia le había puesto.

Agarré a Lara, por banda, y fui, con mi dedo, hasta su coño, y se lo metí, para comprobar como estaba su coño, me salió el dedo, totalmente húmedo, así que, Lara, ya estaba lista para follar.

Lara, cerró los ojos, y yo, le empecé a meter mi polla, en su coño; Lara, empezó a gemir, cada vez que yo se la iba metiendo y sacando, con mis embestidas, Lara emitía un gemido, que, era de mayor volumen, hasta que, conseguí que se corriese.

Yo, tal y como Lara me pidió, me corrí dentro de ella, de su coño.

Al acabar de follarme el coño de Lara, le propuse, como premio, que

bajáramos

al sótano, donde, entre otras cosas, hay un jacuzzi, y nos diéramos un baño, porque se había portado muy bien.

Lara aceptó, así que, de nuevo, la tomé de la mano, y bajamos al jacuzzi, a seguir la tarde, o, al menos, eso quería yo...

En el jacuzzi

Antes de bajar al sótano, me desnudé por completo, para que el jacuzzi, se disfrutara más, bajamos los dos, Lara y yo, desnudos por completo, y tomados de la mano, hasta el sótano, en el que tengo, aparte del jacuzzi, una bici estática, que uso poco, y algún otro elemento deportivo.

Llegamos al jacuzzi, y, mientras lo llenaba de agua, y lo ponía en marcha, se me ocurrió, que sería un buen momento, para pasarle a Lara, la prueba, casi, final, la del sexo anal, follarme su culo; si Lara pasaba esa prueba, ya sólo le quedaría, follar con Natalia, para poder empezar a convertirse en una de mis sumisas.

Pero, justo en eso estaba, cuando, el móvil de emergencias, que siempre llevo conmigo, incluso cuando voy al baño, sonó.

Tomé la llamada, y, era una urgencia, que, al menos, me llevaría tres horas poder atender.

Yo:” Lara, ya habrás podido oír, me han llamado, y me tengo que ir, porque es urgente, hay dos opciones, o bien te quedas aquí, desnuda y tranquila, sin masturbarte, y me esperas a que vuelva, o bien, te vas a tu casa, y ya haremos las dos partes de la prueba, que te quedan por pasar, otro día, mañana, tal vez”

Lara: “Prefiero, si no te importa, quedarme, prometo ser buena y no masturbarme”

Yo: “Vale, Lara, pero, como a mi vuelta, te pille en plena faena, me enfadaré, y te tendré que castigar”

Se me ocurrió que, como no me fiaba de Lara, podría llamar a Natalia, para que viniera a mi casa, e hiciera un poco de compañía a Lara, en mi ausencia.

La llamada a Natalia

Yo: “Hola, Natalia, estoy aquí con Lara, me ha surgido una urgencia, que me llevará, unas tres horas, atender, ¿Podrías venir a mi casa, y vigilar a Lara, sobre todo, ya sabes, que no se masturbe?

Natalia:” De acuerdo, Alfonso, salgo ya para tu casa, en 45 minutos, estoy”

Yo, le expliqué a Lara, lo que Natalia me había dicho, me vestí como pude, con algo de pena, porque me habría gustado poder probar ya el culo de Lara, pero, me preparé, y me fui a atender la urgencia.

A partir de este punto, habla Natalia.

En casa de Natalia. Madrid- Barrio de Salamanca

Cuando Alfonso me llamó, estaba en mi casa, pues, la llamada de la supuesta urgencia del hospital, era falsa, una argucia (Parafraseando a Amancio de LQSA), para dejar a Alfonso y a Lara, a solas, para que Alfonso le pudiera convencer para que Lara se convirtiera en sumisa, y cumpliera su sueño.

Al estar en mi casa, estaba desnuda, salvo por las medias y las botas, las que llevaba en la comida, y, aún, no me había quitado.

Me puse el mismo vestido de cuero, que había llevado para comer, agarré el coche, y me fui en dirección a

Campodón

, a la casa de Alfonso.

**En casa de Alfonso, en

Campodón**

Debido a que soy una de las pocas personas de confianza de Alfonso, tengo una llave de su casa, por si acaso, en algún momento, es necesario usarla, para una emergencia, o, una situación, como esta, en la que Alfonso no me podría abrir la puerta.

Entré en la casa de Alfonso, con esa llave que tengo, de emergencias, y, vi que Lara, estaba sola, algo nerviosa, pero me sonrió al verme.

Natalia: “Hola, Lara, ¿Qué tal va la tarde?

Lara:” Hola, Natalia, bien, aunque con muchas ganas de masturbarme, por eso es que estoy algo nerviosa, estaba a punto de ser follada por el culo, con Alfonso, pero, se ha tenido que ir, porque le han llamado para una urgencia, y, me ha dejado, con las ganas de follar, que yo tenía, y toda la calentura...”

Estuve tratando de tranquilizar a Lara, para intentar que no se masturbara, y, sobre todo, que no pensara en follar, ni en la polla de Alfonso, fue difícil, pero, creo que lo logré; intenté dirigir la conversación, hacia temas médicos, de cirugías, para que pensara en trabajo, y no en guarradas, aunque, se notaba, que la cabeza de Lara, estaba en otra cosa, muy larga y dura...

En torno a las 21:30, recibí un

Whatsapp

de Alfonso:

Alfonso: “Natalia, id cenando, Lara y tú,

espósale

a Lara las manos, y dale tú la cena, que yo llego enseguida, ya voy de salida”

Fui a buscar unas esposas, las encontré, las puse, a buen recaudo, para que Lara no las viese, todavía, y le dije a Lara que me acompañara a la cocina, porque teníamos que hacer algo de cena, para que, cuando Alfonso llegase, pudiéramos cenar los tres, juntos.

Como la cocina de Alfonso, es un poco desastre, por suerte, encontré unos huevos, para poderlos freír, y unas empanadillas, congeladas, que puse a freír en la freidora.

Al acabar, una vez que ya tenía la cena hecha, llevé la cena, y a Lara, al salón, y fui a buscar las esposas, y se las puse a Lara, por delante, tal y como, Alfonso, me había indicado, y, poco a poco, le empecé a dar la cena a Lara.

En eso estaba, cuando llegó Alfonso, que sigue contando la historia.

Hablo yo, Alfonso

Domingo por la noche. 22:00

La gestión, me había llevado, algo más de tiempo del esperado, y llegué a mi casa, en torno a las 22:00 del domingo.

Cuando llegué a mi casa, vi a Lara, que, estaba desnuda, esposada por delante, y, Natalia, le estaba dando de cenar, algo que, ella misma, habría cocinado, con algo de esfuerzo, pues, mi cocina, es un poco caótica, y no demasiado bien acondicionada en cuanto a buena comida, se refiere.

Yo me senté con ellas, en el sofá, y me comí alguna empanadilla, y uno de los huevos fritos, que quedaban, y, estuvimos un rato, hablando los tres, tranquilamente.

Como estaba ya un poco cansado, pues, el domingo, había sido más ajetreado de lo que pensaba, le pedí a Natalia, que le hiciera la prueba a Lara, lo que Natalia quisiera pedirle, por mí, estaba bien, y, le prometí a Lara que, al día siguiente, el lunes, por la tarde, le follaría su culo, que era lo que le quedaba por probar, conmigo.

La prueba que Natalia le hizo a Lara

Natalia: “Tu prueba, conmigo, Lara, consistirá en lamerme el coño, para hacer que me corra, no hay problema con el tiempo, pero, contra más tardes, en hacer que me corra, mejor” (Sic)

Lara: “De acuerdo, Natalia, voy a intentar hacerte gozar, espero que lo disfrutes”

Lara se arrodilló, Natalia, se quitó el vestido de cuero que llevaba, lo dejó en el salón, y, se tumbó en el suelo del salón, y, Lara, empezó a lamerle el coño.

Unos segundos antes, agarré un móvil, puse la función de cronómetro, y, empecé a poner dicho cronómetro, en marcha.

Lara estuvo unos 18 minutos, según el cronómetro, lamiendo el coño de Natalia, hasta que, por fin, Natalia, se corrió, en toda la cara de Lara, que se quedó un poco exhausta.

Entre pitos y flautas, eran ya casi las 11 de la noche, así que, le pedí a Natalia, que se llevara a Lara, a su casa (Cada una, a la suya), le dije también, lo del cinturón de castidad, que le tenía que preparar uno para Lara, y, le informé a Lara, de que, al día siguiente, lunes, quedaríamos para pasar a recogerla, al acabar su turno en el hospital, para que viniera conmigo, a mi casa en

Campodón

, a hacer la prueba que faltaba, la de follarme su culo.

Lara tuvo que ir buscando, por mi salón, la ropa que le quedaba, pues, la ropa interior de abuela bigotuda, ya había desaparecido, pues, yo, se la había destrozado, para que aprendiera a llevar ropa interior, algo más atrevida.

Mientras Lara se vestía, le pedí a Natalia que, al día siguiente, le llevara a Lara, al hospital algo de ropa interior, pues, Lara, no la tenía “decente”

Al final, se pudo vestir, y, Natalia y Lara, se fueron, juntas, a descansar...

En el próximo capítulo, os iré contando, lo que pasó el lunes, el día siguiente, y, cómo fue, la prueba de Lara, de sexo anal, follarme su bonito culo.

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