¿Lanzarme por ti a la nada o por todo?- 1

Bueno, no soy buena en las presentaciones, ¿cómo presentarme si no tengo ni un mínimo concepto de quién soy? , en fin, algunos humanos se presentan dando sus características sociales y demás, sin mayor importancia más allá de darnos una visión, errónea o tal vez cierta de alguien.

¿Lanzarme por ti  a la nada o por todo?

Bueno, no soy buena en las presentaciones, ¿cómo presentarme si no tengo ni un mínimo concepto de quién soy? , en fin, algunos humanos se presentan dando sus características sociales y demás, sin mayor importancia más allá de darnos una visión, errónea o tal vez cierta de alguien, veamos que tal me va con esto. Soy Camila, tengo 22 años, me gustan los gatos y el té, ¿está bien así?, bueno, me conocerán durante esta absurda, importante, profunda y románticamente patética historia… ¡Que digo! , ni historia tengo…son mis pensamientos, le doy un sorbo a mi tasita de café apañante.

Solo escucho mis zapatillas golpearse augustamente con el suelo y los pequeños charcos de lluvia, producto del infier…invierno que nos ataca. Esa leve brisa que golpea mi pálida piel, fina y desmaquillada, toda desarmada llevando mis cuadernos de la universidad, el estúpido gorro de mi polerón ancho solo me cubre la nuca, camino tranquila y apurada, pérdida y con planes, llevaría mis audífonos puestos, pero no sé si es la pereza o el hecho de que comienzan a caer gotas sobre mi ser y debo correr a mi departamento, que me impiden colocarme mis compañeros de penas. Mi cabello larguísimo, café claro, rojo, a veces anaranjado, todo cuando quiere, pero la mayoría de las veces naranjo, con aquellas puntas que terminan en pequeñas ondas  como que no quiere la cosa, se ve perturbado por la lluvia que comenzó a abundarse. Ya casi llego a casa, lo de siempre, entraré, tiraré mis cosas, prenderé el computador, probablemente la televisión basura, me comeré alguna sobra que exista por ahí en mi vago espacio de vida, y me lanzaré a dormir, para repetir esto al otro día.

Pero mientras iba caminando, aquella brisa que me pareció tan normal, tan evidentemente rutinaria, se tornó aún más fría, pero un frio hogareño, distinta, el cielo seguía totalmente igual, pero nosé, algo en el distinto, ya no era lo mismo. Desvié mi mirada hacia atrás intentando calmar esa inquietud, o ese cambio asombroso en mi rutina, sin encontrar más nada que autos pase que pase rápidamente por las ya mojadas calles.

Casi llegaba a mi departamento, solo debía subir la escalera, vivo en el departamento 13 del bloque, que tiene 15 departamentos más. Me precipitaba a subir al primer escalón, segundo, tercero, cua…¿qué?,de pronto todo se vio distorsionado, fue tan impresionante verle, una chica, aparentemente de mi edad, bajaba inundando belleza y glamur por aquellas escaleras que nos unían en un solo recorrido, ello no alzó la mirada hasta ya verme ahí ,parada como una inútil, ¿QUÉ SUCEDE? Es que acaso la hermosa naturalidad, y tranquilidad que demostraba esta chica te perturbaba? Quizás su platinado cabello tomado, su elegante cuerpo que encajaba perfecto para aquel vestido rojo que me regalaban la visión de sus piernas, esbeltas, había que reconocerlo, ella era mona, muy mona, demasiado mona para vivir ahí ¿Cuándo llego? ¿Cómo? ¿Estará de visita? Ay válgame dios, contrólate Camila por favor. Cruzamos miradas, aquellos ojos me regalaron un brillo increíble, una mirada tentadora, una visión distinta de la vida, que nunca jamás olvidaré, encontré una especialidad en esos ojos pardos algo anaranjados, eran hermosos, dignos de apreciar, maravillas pérdidas, su hermosa y tenue voz que me daba seguridad, ¡quiero conocerle!, es increíble, algo en ella me hacía ya quererle sin conocerle, esa hermosa voz que me pedía que por favor me corriese, que me corriese, ¡QUE ME CORRIESE! MIERDA, yo toda embobada , le pedí disculpas, y rompió en una leve risillas que me hizo sonreír  espontáneamente, cupido de mierda y sus jugarretas, estamos en septiembre, ya vete a febrero puto. Continuó su camino, y yo con mis dotes aún no descubiertos de actriz decidí disimular aquel imprevisto encuentro y subí las escaleras, al llegar arriba le lancé una leve mirada mientras abría mi puerta, entré, tirar cosas, encender televisór, comer sobras, acostarme, pum.

¿Acaso es mi puerta? Un sonido algo leve, pero que retumbaba en mi pequeño departamento inundaba mi habitación, haciendo que despertase de mi temprana siesta, sí era la puerta, me limite a arreglarme y me dirigí a abrir. Abrí la puerta, estaba con mi ropa, esta vez toda despeinada , más de lo habitual, pero la vida es muy corta para peinarme, apoyé levemente mi cuerpo en el marco de la puerta aún sin ver quién era, cuando alzé la mirada y abrí bien mis recién despertados ojosSTOP! ¿Era ella? ¿La misma chica del encuentro imprevisto que me dejó más que con ganas de conocerle tocando mi puerta? ¿REALLY? Pues sí. Esta vez la noté nerviosísima, se le notaba a kilómetros, mundialmente, wow.

-¿Sí?-Dije con un tono naturalmente cansado y disimulando un mínimo interés por aquella mujer.

Demoró en responder unos cuantos segundos, ya que va chica, no creo que yo y mi desordenada no sensualidad te tengan así con las palabras a medio que no salir.

-Disculpa si te interrumpí…-Claramente había notado que esta durmiendo. ¿Es muy evidente? ¿Aparte de mi asqueroso, mi ojos y mi cara hinchada ?-…soy del departamento 14, aquí al frente… – Mientras apuntaba levemente con su mirada, me limite a asomarme, sisé cual es el departamento 14 querida -…resulta qué...-Miró hacia abajo, jugueteaba con sus uñas y yo le busqué la mirada evidentemente perdida.

-¿Todo bien?-Interrumpí.

De pronto aquella chica se me lanza a los brazos, rompiendo en leves sollozos, me recordó a mi tía cuando el marido le engaño, a las personas en el funeral de mi abuelo, claramente , a esta chica le había pasado lo peor. Como si ya nos conociésemos mis manos se elevaron a su cabeza para dar una consolación física rápidamente, fue incómodo, no sabía cómo actuar, ¡No se consolar a la gente cuando llora!, recuerdo que la última vez me puse a saltar enfrente de Tamara para que no llorara más, sí, tienen derecho de reírse de mi inutilidad. Me sentía afortunada y apenada a la vez, me dolía ver aquellos ojos tan hermosos hace un momento, ahora repletos de lágrimas masoquistas, cerré la puerta como pude y la llevé…como pude también hasta mi cama ¡Opa! Para que se siente, la pobre estaba totalmente literalmente hecha añicos. Aún le abrazaba, ya sentadas en la cama, comenzó a calmarse, ¿y ahora qué hago? Que se me ocurra algo, que se me ocurra algo, no quedes como una tonta, dale imbécil Camila, dale.

-Tranquila, todo está bien, tranquila, estoy aquí …-¿ESTOY AQUÍ? ¿REALLY? Ni siquiera nos conocemos, que importancia debe tener para ella mis palabras, continué con mi estúpida ocurrencia . –Ya no llores, sea lo que te haya pasado, cálmate, tranquilízate y si quieres desahogarte, aquí hay un alma abierta a escucharte. Omito comentarios.

Alzo su mirada y nuevamente nos encontramos, esta vez en otro momento, otra situación, más cerca , yo sé que ella veía algo en mí, personas, o amigas no se mirarían así como nosotras ahora, no lo creo, mi radar tampoco anda tan mal que digamos, bueh, tema que les dejo para más adelante.

-Gra..gracias, ay disculpa, que tonta soy Dijo respirándose las lágrimas y calmando el llanto -ni siquiera me conoces y aceptas que te venga a hacer este show, disculpa, yo venía por una tontería, ya …–Mientras se paraba de la cama, supongo que dispuesta a irse-

¿Camila dejarás que una extraña continúe aquí? Odio la cursilería y los llantos, solo acepto los míos por la noche, y ni que los aceptara, los odio profundamente. Por muy linda que fuese y especial y peculiarmente atractiva y…ya basta, te vino a llorar acá como una niña que no recibió su juguete que pidió para navidad. Pero por un lado, las lágrimas de ella se me clavaban en lo más profundo ¿por qué hacían tanto daño? ¿Por qué te haces preguntas? ¿Qué pasa contigo Camila?, me dolían sus ojos ya no pardos anaranjados, sentía hasta que mi cabello estaba más obscuro, ella causaba esa extraña sensación de elefantes en mi estómago como cuando tenía 15 años y me gustaba este artista él… ah que, no me acuerdo, elefantes digo porque las mariposas me dan asco, lo que sentía yo no eran ‘cositas’ eran ‘COSOTAS’ incomparables. Mente 0 – Corazón 1. Y por ultima excusa para que se quedase, la ética social y humana, no podía dejarla ahí, no por lo menos hasta que esté completamente normal o decente como para salir. ¿Desde cuándo me importa la ética moral o los hábitos de educación? Excusas dije, Excusas.

-Nono! Quédate por favor, no quiero que te vayas así –Solté como vomito en una fiesta del Tomás-

Ella continúo mirándome y sonrío, como si estuviese esperando aquella respuesta. ¡Que bella era!

-¿Quieres un té o algo ?-¡ERROR! No ofrezcas un ‘algo’ que no tienes, solo tenía té, que diga té, que diga té.

-Bueno gracias, creo que un té me vendría bien-Dice riendo levemente y embozando una sonrisa ahora más honesta. ¡Bingo! Acabo de evitarme una incomodidad hogareña.

Me levanté soltándola levemente, mis manos recorrieron sus hombros hasta alejarse considerablemente, apreciaba cada segundo pudiendo tocar su cuerpo, aunque estuviese cubierto, mientras caminaba a la cocina, recapacité de lo hermosa que era, prepare lo único que tenía, té, y le eché una mirada desde aquel lugar, ahora podía verle con detalle, sus perfectas terminaciones faciales me hacían creer que ella no era de este mundo, su inclinación y su espalda erguida que le daban ese toque tan femenino, sus miradas descubridoras de mi departamento, ese aroma que traía con ella a prado, a flores, me recordaba la bella parcela de mi tío Niall. De pronto echo una mirada hacia a mí, desvíe la mira rápidamente, volví a mirarla, ella lucía de unos botines negros, shorts retros hasta la cintura, y un polerón con un estampado de ‘Las chicas buenas van al cielo, las rebeldes a donde nosotras queramos’ , que me hacía comenzar a formarme una imagen de ella, sus test morena, que quedaba como negra al lado de la mía JAJA. ¿Por qué estoy riendo? Tiene derecho a golpearme que leidy. Sus carnosos labios, tentadores, que producían más que querer besarlos en mí, su respingada y pequeña nariz, eran muy hermosos su detalles. Volteé mi mirada para el té, tampoco quiero intoxicarla con la cosa esta, solo mi organismo está acostumbrado a un té tan recargado.

De pronto, cerré mis párpados como acción habitual y cuando los abrí, ella estaba junto a mi observando lo que hacía, se apoyaba sobre el mesón y me lanzó una mirada divertida, respondí moviendo mi torso hasta un mueble cercano para tomar la azúcar, sin quitarle la mirada, ninguna dijo nada, solo miradas, ellas miraba hacia abajo y volvía a mirarme divertida, esta chica me confundía. ¿Qué tipo de intenciones tiene conmigo? Miren que tan coqueta. Mi yo no reconocido, mi yo romántico y mi claro yo coqueta, estaban en un baúl, con llaves, como debe ser, forevah. Pero pues, saqué una que otra cosilla por un hueco que tenía el baúl y lancé mi mirada más provocativa para pronunciar y romper aquel silencio de miradas infinitas.

-Supongo que ya te sientes mejor-Dije mirándole provocativa y divertidamente, para romper en una leve sonrisa que terminaría en el té-

-Eres muy amable… -Dijo honestamente agradecida, sin quitarme mirada-

Aquellos ojos pardos anaranjados me atravesaban una y otra vez, nuevamente, no me quitaban la mirada, me disparaban olas y olas, sonrisas y sonrisas, miradas y caricias, solo en su mirar. Me hizo recordar la canción de Francisca Valenzuela , y entre palabras y caricias y miradas infinitas yo voy a estar, de lo que puedo darte amor, es amor (8). Caminamos hasta mi sala principal, ay suena como si tuviese el MEDIO departamento y la hueá es toda chica, con la cama, la tele , el baño todo ahí mismo, pff, caminamos a ‘la cosa rara’  de mi departamento y nos sentamos, ella suspiró profundamente, se veía dispuesta a comenzar a contarme aquella cosa que causó tal tristeza. Yo estaba fascinada, sin duda era un comienzo digno, amable, provocativo, lindo, inolvidable, tierno de conocer a aquella chica, me le quedé mirando aquellos hermosos ojos, fingiendo interés pleno en lo que me comenzaría a contar, apoyé mi mentón en mi mano y crucé de piernas, ya le sentía aquí dentro, conmigo. Se me vino devuelta nuevamente la canción, esta vez solo se repetía la frase:

“Soy tan afortunada de tener, una segunda piel para recorrer, Soy tan afortunada, Soy tan afortunada”..

___________________________________________________________________________

___________________________________________________________________________

Holi, bueno, supongo, este es el comienzo de un relato que espero continúe, todo depende de ustedes y del interés, me gusta escribir para y por la gente, más que por mí, a mí me gusta bastante. En general tengo muchas expectativas para esta historia, espero no haber sido tan confusa durante el relato, es mi estilo, estoy abierta a todo tipo de críticas, y les agradecería mucho que comentaran :) , me harán crecer como ciberescritora, y en todo ámbito.Un besoteeeeeeeeeeee.

¡Chauchau!

Ñaña.