Lana, La Puta con mayusculas. (IV)

Nuestros protagonistas empiezan a conocerse mejor

-Cariño, te falta mucho.

-Un momento cielo!!! Ya acabo de vestirme.

-Venga que llevo un buen rato esperando, que solo vamos a cenar!!!.

La espera mereció la pena que duda cabe. Lana llevaba el pelo liso, los labios rojo pasión que destacaban en un tez morena, llevaba un vestidito negro, ceñidísimo que no dejaba lugar a la imaginación, medias y unos zapatos con un poco de tacón. Dios cómo podía estar tan buena!!! un calor se apropió de mi cuerpo.

-¿Que tal? -dijo contoneándose cual modelo de pasarela.

-Estas preciosa -respondí tartamudeando.

-Exagerado. -exclamó.

Cogimos mi coche hasta el restaurante, el breve camino entre el parking y el restaurante (50m como mucho) fue suficiente para causar 2 contracturas cervicales, y una bronca femenina por mirar propiedades ajenas. Lana y yo nos sonreímos.

-Ves como no exageraba.

-Quería estar absolutamente perfecta para ti.

Entramos en el restaurante, la cena transcurrió con normalidad absoluta, cogiditas de mano entre plato y plato y miradas cómplices. Sus miradas, insinuaciones, relamidas de labios hizo crecer algo dentro de mi. Si por mi fuera la hubiera follado incluso encima de la mesa. Pero claro hay cosas que no se pueden hacer en sociedad. Pague la cuenta y salimos del restaurante no antes de dejar al camarero babeando ante semejante pibón.

-¿Has visto la cara del camarero? -le dije

-El pobre ha estado soltando babas toda la noche. -Sonreía ella

-Te fijaste como tartamudeaba cuando nos trajo la carta.

-Pobrecillo parecía muy joven.

-Si, sé de un camarero que se va a matar a pajas esta noche.

-Eso si no tiene nadie que se las haga. -Me dijo con voz sexy mientras llevaba su mano a mi entrepierna.

Nos besamos antes de meternos en el coche.

-Te apetece algún sitio en especial.

-La verdad es que no había pensado nada, ha sido tan repentino todo. -contestó

-Puedo llevarte a uno de mis lugares favoritos de Tarragona. -Le dije. -Seguro que será un sitio más especial ahora.

-Sorpréndeme.

Conduje desde Salou hasta Tarragona. En realidad es un camino muy corto. Pero me pidió que nos desviaramos por un camino de tierra que llevaría al muelle de descarga de los petroleros, un sitio muy recomendado para tener intimidad en coche sobretodo de noche.

-Por qué querías que paráramos aquí.

-Este es un sitio especial para mi. -Me dijo.

-Si es un camino desierto. -Sentencié.

-Mira que eres inocente. -me dijo. -¿Cómo crees que son los lugares donde la gente joven que no tiene casa, folla con sus parejas?

-Sitios como este. -Dije.

-Si, aqui perdi mi virginidad.

-¿Como fue?

-Yo tenía 16, él 18. Fue en un Hyundai Coupe. Estábamos súper nerviosos, pero fue muy bonito. Lástima que duró poco. El estaba de turismo y al acabar el verano se fué. Me gustaba mucho pero no volvimo a vernos.

-Te dolió. -pregunté

-No, fue muy dulce. se parece mucho a ti en el carácter. -Dijo mientras empezaba a sobarme el pantalón.

-Por favor para. -Le pedí. -Estoy muy duro y el pantalón me aprieta demasiado.

-¿Habrá que aprovecharlo?¿Puedes reclinar los asientos? -Solicitó

Tumbe mi asiento y le explique cómo se hace en el suyo, no me hacía ni pizca de gracia hacerlo en el coche porque tenía asientos de cuero y mis fluidos o los suyos podrían estropearlo, pero no tuve tampoco coraje para interrumpirla. De todas formas sus intenciones no eran esas. Posó su cabeza en mi abdomen y me desabrochó el pantalón..Liberó al prisionero y me hizo una mamada espectacular. Yo ya estaba muy excitado por la situación por lo que no tuvo que esforzarse mucho.

-Me voy a correr. -le anuncié.

-Quiero mi postre. -dijo mientras retomaba la mamada.

Como era ya habitual en nosotros, me corri en su boca. Ella mantuvo mi pene en el interior de su boca en un minuto de oro. Sacó la última gota.

-Delicioso. -dijo relamiéndose.

-Te debo un orgasmo. -le dije mientras la besaba.

-Me asegurare de cobrármelo. -dijo guiñando un ojo con sonrisa pícara.

Salimos de ese camino, y seguimos hasta Tarragona, alla tomé el camino del Faro, prácticamente desértico a esas horas. Aparcamos donde acaba la carretera.

-Démos un paseo hasta el faro. -sugerí. -Hace una noche preciosa.

Coji del maletero mi chaqueta y la lleve conmigo, la ropa que Lana llevaba no me daba la impresión que abrigara demasiado. Iniciamos el paseo, no llevábamos dos minutos cuando…

-¿Hace un poco de fresco verdad? -Dijo temblando.

-No para mi. -le dije. -Sin embargo sabía que podía ocurrir esto.

Le ofrecí mi chaqueta, cosa que aceptó de buen grado.

-Gracias. -añadiendo un beso al agradecimiento.

-no se merecen.

Seguimos andando hasta llegar al final del faro. Nos sentamos en el borde de una roca, ella frente al mar, yo me senté a su espalda, abrazándola desde atrás, ella dejó recostar su cuerpo en mi pecho.

-Bonito sitio. -dijo. -¿Tiene algún significado para ti?

-Si que lo tiene.

-¿Quieres contármelo?

-Hace tiempo viendo un programa de viajes, en Dublín tienen una costumbre que me gustó al oírla. Irlanda es un país donde muchos de sus ciudadanos tuvieron que irse de su país para trabajar. El edificio del Gobierno Irlandés deja siempre una luz encendida, que guía a los ciudadanos que se fueron del país el camino de vuelta para regresar a su tierra.

-Bonita historia, pero ¿que tiene que ver con este lugar?

-La última voluntad de mi madre fue que sus cenizas fueran derramadas en el mar. Antes de morir le dije que siempre fue mi faro a seguir y que, si alguna vez quería verme, solo tendría que buscar el faro de la ciudad. Desde entonces si quiero hablar con ella vengo aquí, y las gotas que me salpican son como las caricias que mi madre me daba en la cara. Como las que antes me distes tu y me emocionaron en la bañera.

Un silencio se apoderó de nosotros, solo el rumor del agua contra las rocas interrumpió ese silencio. Note que Lana acariciaba mis manos con las suyas en silencio. Tan solo un sollozo de ella interrumpio el momento.

-¿Cariño estás bien? -Le pregunté.

-Si. -dijo con la voz entrecortada.

-¿Estas llorando cielo? -le insistí.

-Es bonito lo que has dicho. -dijo emocionada.

Le bese en la mejilla, nos levantamos iniciando en camino de vuelta hacia el coche, en completo silencio, cogidos de la mano. Nos montamos en el coche.

-¿Lana estas bien?

-Si, pensaba de camino al coche…

-¿Puedo saber que pensabas?

-Siento como si me hubiera presentado a tu madre. -dijo. -Cuando me he prometido intentar hacerte feliz, he notado esas gotitas de agua en mi cara.

-Eres un angel. -dije acariciándole las mejillas.

Arranque el coche y volvimos a su apartamento. Nos sentamos en el sofá. Empezamos a besarnos como una quinceañeros enamorados. Nuestras manos nos acariciaban y nuestras lenguas se rozaban en nuestras bocas.

-Gracias por compartir algo tan intimo conmigo. Me siento muy unido a ti. -me dijo

-Gracias a ti por existir, me siento muy afortunado de poder contar contigo.

-Quédate a dormir. -me dijo.

-Me gustaría ducharme antes. -Le dije.

-¿Quieres compañia? -Respondió ofreciéndose.

La cogí de la mano y fuimos al baño, nos empezamos a besar mientras nos desnudamos el uno al otro. tras retirarle ese vestido ceñido vi que no llevaba ropa interior, excepto las medias. nos metimos en la bañera.

-¿No llevabas ropa interior?. -Dije abrazándola, pegándome a su cuerpo.

-Ya. Pense que era buena idea por si nos daba un arrebato.

-Durante la cena pasaron por mi cabeza proposiciones de todo tipo. estaba muy caliente.

-Lo noté, pensaba que en cualquier momento me llevarias al baño.

-Ojala fuera asi de lanzado.

-Me gusta como eres.

-Por cierto te debo un orgasmo. -Dije deslizando mis manos entre sus piernas.

-Humm Cóbratelo por favor. -Llevando su mano a mi miembro.

Empecé a masturbarla mientras note que mi polla se endurecía gracias a sus caricias y sus roces con su culo. Ella se giro, me cogió la mano y metió un dedo en su boca. tras humedecerlo me dijo.

-Métemelo por el culo.

Empecé a penetrarla lentamente ese agujero tan cerrado. sus besos llenos de ternuras se convirtieron en mordiscos en mi cuello y mi oreja, su excitación era creciente sin dejar de masturbar mi polla.

-Uff que bien lo haces, taládrame el culito.

-Me tienes a punto de reventar. -le dije al oído entre gemidos.

Lana cogió el bote de gel y me embadurnó la polla con medio bote.

-Vamos fóllame. - me pidió girándose poniendo su culo en pompa delante mio.

Apoyé la cabeza de mi polla en la entrada de su culo, agarre sus caderas y presione poco a poco hasta de me abri paso en ese culito objeto de mis pensamientos mas lujuriosos. empecé un vaiven lento a la espera de feedback de mi pareja.

-Lana ¿voy bien? ¿te duele?

-mmm un poco si pero tranquilo se me pasará.

-No tienes que pasar por esto, no quiero hacerte daño. -dije cojiéndola hasta recuperar su posición vertical.

-Solo necesito ir despacio, duele menos que ayer. -aseguró. -Sigue, mmmm sigue metiéndola poco a poco. -Volviendo a inclinarse ofreciéndome su culo.

Continué penetrándola poco a poco mientras sus gemidos cambiaban de un tono angustiante a un tono placentero. a mi la situación me sobrepasaba, solo me faltó escuchar…

-Dame mas fuerte, dame más, ohh dios sigue no pares ahh.

-Voy a reventar dentro de tu culo, Lana.

-Vamos dame más, llename el culo de leche.

Pocas embestidas más tarde me corrí, agarrándome a sus caderas.

-Sigue sigue estoy a puntoo. -gemía Lana

La gire y me agaché hasta su sexo, ella elevó una pierna encima de mi hombro para facilitar el acceso, mientras succionaba el clítoris con mis labios y la torturaba con la lengua, dos de mis dedos le penetraban el culo, ella se agarró al toallero con una mano mientras la otra aseguraba mi cabeza contra su sexo. seguí mamando su coño, tomando todo el néctar que pude. Era delicioso, aun mas oyendo como ella se corría.

-ahh sii me siento llena, ohh me voy a correr, sii aahh.

Todo su cuerpo se estremecía, temblaba con las oleadas de ese orgasmo que recorría su cuerpo.

-Zanje mi deuda. -dije sonriendo.

-Delicioso cielo. -me dijo.

-Me vuelves loco. -le dije

-Te quiero. -Dijo besandome.

-Te quiero. -Respondí mientras la abrazaba.

Terminamos de aclararnos y limpiarnos y nos metimos en la cama, adoptamos la postura de la cucharita. Ella acurrucada de lado y yo a su espalda, abrazándola con mi sexo pegado al suyo.

Desperté de madrugada en medio de una sensación placentera inexplicable, Lana no estaba a mi lado pero vi como algo se movía bajo el nórdico a la altura de mi entrepierna.

-¿Aahhh cielo qué haces ahí?

-Siento haberte despertado. -dijo besando mi glande. -Me levanté para ir al baño y al volver noté tu erección y no pude resistir llevarme tu polla a la boca.

-Puedes despertarme asi cuando quieras. -Le respondí. Pero ahora que estoy despierto mejor jugamos los dos.

Capto la indirecta y rápidamente puso su sexo sobre mi boca, solo tenía que empezar a mamar esa rajita brillante que ya empezaba a lubricar. Capture su clítoris con mis labios y lo apreté un poco mientras lo acariciaba con mi lengua. Ella pasaba su lengua sobre mi glande, mientras sus labios cercaban mi polla y aplicaba succiones profundas y prolongadas. Yo penetre su sexo con mi lengua, buscaba su profundidad moviendola lo más rápidamente posible por todas sus paredes, y tratando de capturar la mayor parte de sus jugos, me encantaba su sabor. Lana aplicaba cada vez mamadas más profundas hasta rozar su garganta. Al final ella venció el partido llegando primero yo al orgasmo.

-Cielo me corroo, aahh, toma mi leche se que te gusta. -Descargue todas mis reservas en la boca de mi felatriz. Afortunadamente su orgasmo también era inminente.

-mmm yo tambien me corroo, voy a mojarte toda la cara. uuuhhh. -Dijo empapándome la cara mientras sus piernas temblaban.

Volvió a tumbarse a mi lado, limpie su cara y ella limpio la mia.

-Que bien sabes por la mañana mi amor, delicioso. -Dijo mirándome a los ojos.

-no podria imaginar un despertar mejor.

Volvimos a quedarnos dormidos abrazados.

Agradezco los consejos y los votos.

Espero poder brindaros pronto otra entrega.