Lampara magica III (3: Cuca)
Lo que quiere Sombrero lo quiere ahora. Y lo puede....
"Cuca" "todos los que me conocen me llaman Cuca"
Aún resuenan dentro de la mente de sombrero las palabras de la clienta que se oyeron esta tarde dentro de su negocio de congelados.
Era una clienta de una edad avanzada. Se le veía una muy buena figura con unos densos pechos de los que galaba con una muy bien escogida ropa. Tiraba de un carrito con un niño que a juzgar por la edad de la mujer sería un niet@ de la que cuidaba esa tarde.
Dicha mujer le dedicó una consistente mirada a Sombrero, mientras esperaba a que la atendiese, que le indicó a este que muy probablemente sería una viuda que se decantaba inconscientemente a gozar de la compañía de un guapo varón como este, aunque después la consciencia, prejuicios religiosos, sociales, etc, se lo impidieran o pusieran recios obstáculos a ello.
Qué lástima que dispongan las mujeres prácticamente siempre de dos consciencias "piensa Sombrero" una consciente y la otra inconsciente. Si sólo dispusieran de una el mundo sería más fácil. Aunque.... como dice el dicho "Qué sería de la vida sin los insultos, los chistes malos, y los tíos y tías fe@s"
" Sin impedimentos, sin obstáculos, sin tías feas, todo sería aburridísimo.
Una relación sexual lo arreglaría todo. Un decir a la clienta: dime tu dirección y a qué hora quieres que llegue y cocíname un besugo al horno.
Pero no es tan fácil. Entablar una conversación y después una amistad y después una cita y etc, con la desconocida es más que largo y difícil. Y lo que quiere Sombrero lo quiere ahora. Y lo puede....
Al llegar a casa Sombrero recibe la bendición de su enamorada mascota que aunque lo reciba a diario muestra cada vez una pasión y entrega como si volviera de una larga guerra.
-Sombrero: hola rata..... te has portado bien?...
Seguramente lo ha hecho.
Un paseo y una rápida cena y la noche resta preparada a lo que quiera. Sombrero se traslada a su dormitorio, se apijama, se tumba en la cama y se dispone a lanzar el conjuro.
Con una tenue luz unas también tenues palabras son lanzadas al aire esa noche.
-bolobedria, pisipasurraca, ebitorretruanemielo-
Sombrer@ despierta ahora convertida en la llamada "Cuca" quien parece que se había metido ya en cama. Cuca enciende la luz y se levanta para comprobar que la que tenía primera impresión fuera cierta.
Abre el armario y con ello el espejo que contiene dentro y se desnuda para contemplarse. Efectivamente tiene un cuerpo estupendo. Una cuidada figura que sería digna de ser expuesta en una revista de desnudos, aunque desgraciadamente estas revistas tengan la mala costumbre de exponer sólo bollycaos descerebrados de máximo 30 años.
-Cuca: son las 23H. No es muy buena hora para salir a ligar y menos con mi virtual "edad" pero a todo tiene alcance la mano humana, voy a hacerlo.
Cuca busca la ropa con que fue admirada por Sombrero esa misma tarde y ahí mismo la encuentra, plegada encima la silla. Se viste, se mira al espejo y reencuentra la bella mujer de la que guarda recuerdo y da por buena la propuesta.
Cuca toma sus llaves y va bajando las escaleras a medida que los recuerdos habituales de la mujer van siendo traspasados a la consciencia de Sombrera; es efectivamente viuda, ese niño del que cuidaba esta tarde es efectivamente su nieto que ya ha sido devuelto a su hija, y efectivamente esta tarde sintió cierta atracción al mocetón de la tienda de congelados. ¿Pero como hubiera reaccionado si ese mocetón le hubiera hecho proposiciones indecentes? Pues como toda mujer honrada que a la vez honra la muerte de su esposo, y ni se hubiera dignado a contestar. ¿Y una más larga y trabajada amistad? Pues evidentemente todo tiene sitio, pero hay cosas a las cuales el tiempo y situación no podrá nunca dar sitio y para eso está la magia.
Para eso está la magia que ostenta Sombrero ahora convertido en "Cuca" que a las 00:00 de la noche se dispone a salir a la calle a "ligar".
Cuca abre la puerta y se le aparece una abandonada urbe aunque si bien aún se oyen algunos coches que se dirigen por supuesto a su nocturno retiro. Sale a la calle y empieza a caminar mirando a un lado y a otro buscando la posible "presa", o el posible sujeto del cual ser suya "presa".
Pasando al lado de un oscuro callejón oye un revolver de artefactos, se detiene, echa un vistazo y efectivamente es lo que se le ocurrió; un pobre hambriento revolviendo un contenedor de basura en busca de comida.
-No estoy tan desesperada- piensa Cuca. Podría llegar a dar la ocasión pero voy a mirar si encuentro algo mejor.
Sigue caminando hasta que llega a una plaza que parece mostrar cierto movimiento. Hay un bar en una esquina y cerca de esta permanecen un par de taxis haciendo seguramente su turno nocturno.
-sí, ya lo tengo-
Decidida, Cuca atraviesa de un lado a otro la plaza acercándose a la parada de taxis. Cuando llega al 1ero se acerca a la ventanilla y en ella se encuentra bien despierto un señor de una edad mediana un poco más pronta que la suya. Tendrá unos 40 a primera impresión.
-Cuca: disculpe.
-Taxista: sí dígame.
-Cuca: mire que me encuentro perdida porque me he quedado fuera de casa con las llaves dentro, ¿sabrá usted de un profesional que me pudiera prestar la ayuda necesaria para entrar?
-Taxista: pues... si le digo la verdad, de día en cualquier cerrajería pero a estas horas están todas cerradas y no se me ocurre cómo ayudarle.
Yo me enderezo apenada y miro a un lado y a otro como esperando que la respuesta me caiga del cielo. Me vuelvo a agachar y sigo rezando al taxista.
-Cuca: pero es que... estoy perdida, mi hijo vive en las afueras y no tengo manera de pedirle ayuda.
-Taxista: si quiere le puedo llevar a su casa.
-Cuca: oh pues estaría bien, vamos a ello.
Me introduzco dentro del taxi a la vez que me sigo inventando qué decirle. Porque mi hijo no vive en las afueras sino en la misma población y tendré que inventarme algo.
-Cuca: vaya a ......
Le digo al taxista una dirección que conozco más bien situada en las afueras mientras pienso qué hacer cuando tal búsqueda no de el resultado esperado. Llegamos a la casa en concreto y salgo del taxi.
-Cuca: espéreme aquí por favor, que voy a mirar si se encuentra en casa y a pedirle también el dinero.
-Taxista: sí claro.
Me acerco a la puerta y hago como quien toca el timbre. Como este no se oye refuerzo con engaño mi simulación para que realmente no quede duda al taxista de que estoy llamando. Toco 4 o 5 veces hasta que desesperada retorno al coche.
-Cuca: ¡no está! ay madre mía, y ahora que voy a hacer! mi hijo no está y yo estoy aquí perdida en la inmensidad de la campiña sin nada que ponerme! oy qué hago, qué voy a hacer!
-Taxista: tranquilícese señora, no hay nada perdido. Ni se ha caído el cielo ni se ha encendido el mar, no pasa nada grave. Si quiere yo le dejo quedarse en mi casa hasta mañana por la mañana, cuando yo termine mi turno y entonces podrá acudir a cualquier cerrajería para que le solucionen el problema.
-Cuca: oy gracias, gracias señor, le debo el mundo.
-Taxista: no se alarme señora, si no yo la policía también podría prestarle acojo, nunca va a estar usted abandonada en este país.
-Cuca: gracias pero prefiero pasar la noche en su casa, que la policía a ver si me dan a dormir una celda como a los ladrones, y aluego se olvidan de quien soy y je j e je... perdone mi ironía pero es que tengo que sacarme de la cabeza la desgracia.
-Taxista: la desgracia ya no existe, venga que la dejaré en mi casa y por la mañana podrá encontrar todo lo que quiera.
-Cuca: sí, y por supuesto el dinero que le deberé por tan incomparable favor.
-Taxista. venga vamos.
Me vuelvo a subir al coche y en 5 minutos nos volvemos a detener ante un domicilio situado ya dentro de la población. Ambos no bajamos del taxi y tras un ascensor nos introducimos en la vivienda.
-Taxista: mire, usted puede dormir aquí. Esta sería la habitación de los invitados y para eso está.
-Cuca: pero.... (digo susurrando) ... no hay nadie más en la casa?.....
-Taxista: no, mi mujer se fue con otro hace ya muchos años y mi hijo con otra, que espero que afortunadamente les vaya bien.
-Cuca: oh bien, lo lamento pero bueno, cada cual que siga su senda.
-Taxista: bueno pues, si me disculpa, voy a continuar mi trabajo y vendré entre 8 y 9 de la mañana.
-Cuca: vale, aquí lo esperaré.
-Taxista: buenas noches.
-Cuca: buenas noches.
Una vez el taxista y su taxi se han alejado salgo de la habitación de los "invitados" y examino mejor el habitáculo. Es un apartamento pequeño y ordenado. Está la cocina limpia no sé si porque el taxista en cuestión es un hombre limpio o porque come fuera de casa. El baño, el recibidor, el balcón, están más o menos limpios y lo que es más importante ordenados.
Reviso la que será la habitación personal de mi anfitrión y empiezo a planear como será mi conquista. Dispone de una cama de matrimonio como persona que se ha acostumbrado a dormir en una de estas, o quizá es que de vez en cuando goza de compañía y por ello dispone de ella.
¿Y si me metiera en su cama y lo esperara mañana por la mañana? Uhmmm, muy cafre me parece. Si me encontrara ahí igual me despertaba/me echaba y santas pascuas.... pero y si me encuentra duchándome??
Domicilio taxista - 8:30AM
Shhhhhhhhhhhhhhh.
El sonido de una ducha parece recibir a Ambrosio, el trabajador taxista que vuelve de ejecutar su turno de noche.
Ambrosio parece inicialmente sorprendido por tal sonido pues nadie más que él vive en su casa. Pero después recuerda que esta pasada noche acogió con provisionalidad una elegante mujer que parecía haberse quedado encerrada fuera de casa.
-Ambrosio: Será ella que habrá decidido ducharse. Está bien pues habrá tomado confianza porque hay gente que ni ir al retrete se ve capaz su no es en su propia casa.
Ambrosio se sienta en la mesa de la cocina y empieza a prepararse una pequeña cena/almuerzo antes de terminar la tarea; que esta noche durmió en su habitación de los invitados, e irse a dormir. Al cabo de un rato el sonido de la ducha se detiene y al cabo de unos pocos segundos una mujer totalmente desnuda y secándose con una toalla aparece por la puerta.
-Cuca: hola, he dormido muy bien.
"Lo celebro" hubiera sido una respuesta de lo más genérico pero ningún mote llega a salir de la boca de Ambrosio pues no da crédito a lo que ve ante sus ojos. La invitada que hospedó por emergencia esta pasada noche aparece ante él después de ducharse sin ni una sola prenda. Piensa Ambrosio que lo normal es que se hubiera vestido o incluso ni se hubiera duchado en la casa de un desconocido, pero la llamada Cuca aparece ante él confiadamente sonriente, con una toalla en la mano secándose el pelo, y mostrando un peludo monte de Venus, unas que envidiaría cualquier muchacha tetas, un conjunto de rostro, pechos, cadera, humedad, que hace erguirse dentro de sus pantalones una recia polla.
-Ambrosio: Santa Virgen, me ha sorprendido usted.
Yo no me limito a responder: es que me gusta mucho el nudismo, ni, es que estoy acostumbrada a ir así por casa, ni, es que no sabía que llegó usted, sino que me le acerco y abrazo su cabeza entre mis tetas.
-Ambrosio: Uyyyyyy.
Un gemido de espanto sacude la voz del taxista. No es que no le guste lo que hago, ni que no esté dispuesto a hacer lo que quiero, pero ni en su más lujurioso sueño se le hubiera ocurrido que una abandonada mujer a la que prestó acojo en medio de la noche por no tener otra opción, lo reciba de esta manera y con estas intenciones.
-Ambrosio: lap lap.
-Cuca: así, muy bien.
Ambrosio aún lame con torpeza como si fuera un helado veraniego pues aún no llega a creer lo que le está ocurriendo. Su consciencia aún tiene que reconocer que lo que está lamiendo es una teta que de la noche a la mañana se ha puesto en su boca.
-Cuca: tranquilo, tranquilo....
Le digo mientras acaricio su cabeza para que vaya tomando mente de la situación. He preparado su propia cama y la he dejado abierta para cuando acudamos a ella. Espero que no se asuste...
-Cuca: ¿te gusta?
Ambrosio retira la cabeza de mis pechos y dice.
-Ambrosio: por supuesto que sí, pero cómo...
-Cuca: qué importa, qué más da... vamos.
Tomándolo de la mano nos encaminamos a su habitación. No dice ni una palabra al encontrar la cama abierta pero creo que empieza a comprender lo que pasa. Lo ayudo a desvestirse y cuando lo tengo despantalonado me siento en la cama y me le como el miembro.
-Ambrosio: ooooohhhhhhh.
Chupo, rechupo y requetechupo la también sorprendida polla a la vez que voy acariciando tanto el costado como el pandero de mi nocturno salvador. La boca de la recién secuestrada "Cuca" parece apta para lo que quiero pues consigo tragarme una tamaño importante de miembro sin mucha dificultad. Por fin Ambrosio empieza a tomar confianza y me toma de la cabeza para forzar a comer un poco más esa boca que le esta haciendo ese gran favor.
-Ambrosio: es maravilloso.... pero cómo usted.. si la vi tan asustada.
-Cuca: se me ha pasado el miedo.
Digo retirando la polla de mi boca. ¿Y a ti?
-Ambrosio. sí, por supuesto, me ha costado un poco la verdad, pero ya estoy preparado, je je.
-Cuca: pues va, túmbate en la cama.
Ambrosio se tumba y yo prosigo mi mamado en un ahora más relajado y desatado taxista.
-Ambrosio: así, muy bien putita, muy bien.
No tardo en tener suficiente "polla" por lo que me le pongo encima y después de encajármela, me dejo caer.
-Cuca: uhmmmmm.
Mi chocha ya estaba debidamente húmeda y la verga entra sin problemas. Empiezo a mover la cadera para aumentar si puede la lubricación y la polla va entrando entera hasta "el mango". Mi cadera va bailando una polla que va de dentro a fuera y de un lado a otro.
-Cuca: uhmmmm.
Me cojo las tetas para que no bamboleen y cierro los ojos para sentir como la polla sigue bailando dentro de mi. Está toda dentro, pero si me muevo y le doy a mi cadera entra un poquito más y ese poquito más me lo representa todo.
-Cuca: oooh, oooh, oooh, oooh.
Mi armonioso danzar no tarda en transformarse en un fiero botar y termino cabalgando al galope un hombre, el cual esto es lo último que se esperaba, como mínimo esta misma mañana.
-Cuca: siiii, siiii, siiii.
-Ambrosio: santo dios, oooh, oooh, que tigresa.
Lo sigo botando con locura un largo rato. A las que siempre estoy prestando atención mías manos, parecen desaparecer y todas las conexiones neuronales de que dispongo parecen dedicarse esa noche a una redonda parte de mi cuerpo de la que habitualmente no dispongo; el pandero. Que calo de un lado a otro y de alante p'atrás como si amasará una gran hogaza de pan que en el centro me clava algo de acero al rojo vivo que por contra de lo que pudiera parecer; me atormenta.
Mi cara se enrojece, mi garganta se adolora, mi pechos recuerdan etapas de juventud botando a los mismos lados que mi cadera. Siento ese hierro al rojo vivo que cada vez que me entra derrite el hielo de mi entrepierna. Siento que mi cadera está cada vez más caliente, cada vez más, hasta que lentamente, gota a gota, el hervido se siente venir. Como lo ha hecho siempre; el hervido llega de pronto, como un estallido.
Blop Blop Blop Blop Blop Blop Blop Blop Blop.
Nos dormimos abrazados en su cama aunque yo me despierto no mucho tiempo después. Él sigue KO y lo comprendo porque lleva toda la noche trabajando. Me visto, retorno lo que puedo a su orden y me largo. Cuando llego a casa de Cuca tomo unas cuantas notas para recordar su existencia y posible re-visita, me tumbo en la cama y vuelvo a decir las palabras mágicas pero al revés.
-ebitorretruanemielo, pisipasurraca, bolobedria-
Cuando me recupero en mi propia cama sé que esa mañana Cuca se despertará un poco apaleada, sin saber qué es lo que le ha pasado esa noche por lo que siente ese inhabitual agotamiento. Espero que no le de mucha importancia porque igual se repite.