Laboratorio de infieles
De conseguir que alguien chantajea a una mujer y se la folla por estar callado.
Hay que ver las vueltas que da la vida, lo que un día pudo ser y no fue, por la estupidez humana.
Mi nombre es Daniel, Dani para los amigos, tengo 30 años en la actualidad. Soy un tipo bastantea agraciado físicamente, mido 184, de cuerpo atlético, por naturaleza propia, nada de gimnasio, aunque si he hecho deporte de manera aficionada. Trabajo en un banco, en la oficina central de la ciudad de donde soy y he vivido siempre, como responsable de gestiones y convenios con entidades públicas.
Soy Economista y, bueno, he tenido suerte en la vida; acabe la carrera en el momento oportuno, cuando la crisis aún no había hecho estragos, y conseguí un buen puesto de trabajo justo al terminar los estudios. Con unas notas excelentes y buenas referencias fue el propio banco quien me ofreció un puesto. Ya llevo unos cuantos años y mi esfuerzo y tesón me ha hecho ir subiendo en el organigrama de dirección del banco.
El asunto que nos ocupa ocurrió hace 2, cuando yo tenía 28 y mi chica, Raquel, contaba con 24. Ella era estudiante becaria y estaba haciendo la tesis doctoral en un Instituto Asociado de la Universidad. Trabajaba en un laboratorio con un catedrático como jefe y dos compañeros. Arturo, profesor asociado y Ángela, también becaria.
Ella es un verdadero bomboncito, morena con pelo largo y liso, y un cuerpo de modelo, mide 175 y sus medidas son 95, 60, 89, así que se pueden hacer idea. Llama la atención por donde pasa. Tímida por naturaleza, no es una chica que se muestre más de lo debido, no lo necesita. Casi siempre va en vaqueros y camiseta o blusa. Salvo cuando íbamos a alguna fiesta o en alguna celebración que se ponía algún vestido y era la reina de la fiesta a la que asistíamos.
La conocí precisamente en una fiesta cuando ella tenía 20 años y yo 24. Una fiesta de amigos.
Nos presentaron amigos comunes y hubo ese chispazo que nos dijo que estábamos hechos uno para el otro. A partir de aquel día, en el que he decir que no pasamos de una charla agradable y el intercambio del número de teléfono, empezamos a vernos, primero una vez por semana para tomar algo, después ya casi a diario nos llamábamos, hasta que ocurrió lo más normal. Al mes de conocernos nos estrenamos en el arte del folleteo y tengo que decir que si en la vida real era tímida, en la cama es un volcán en erupción. Una verdadera exprimidora de pollas. No tiene complejos ni tabúes. Hacíamos de todo y todo, nos enseñamos a follar mutuamente, experimentábamos hasta el delirio mutuo. Nos compenetrábamos en todo, lo cotidiano, salíamos de fiesta cuando nos apetecía o nos quedábamos en mi apartamento desde el viernes hasta el domingo sin salir. Al año se vino a vivir conmigo y fue como un plus de vitalidad en nuestras vidas.
Ella acabo la carrera y obtuvo una beca para hacer un trabajo en un Instituto Universitario, a la vez que preparaba su tesis doctoral. Ni que decir tiene que alguna influencia desde el banco se hizo, jejeje. No en vano, nuestro banco aporta para investigación una cantidad elevada todos los años y ese instituto es uno de los que más subvención recibe de esa aportación. Por supuesto ella de eso no sabía nada ni se lo iba a decir. Prefería que su esfuerzo se recompensara por méritos propios.
Pero vamos al grano. Los hecho ocurrieron después de las vacaciones de Navidad de hace 2 años. Nosotros estábamos estabilizados en nuestra relación, era consistente, por lo que nunca tuve ninguna duda sobre ella. Pero…., las casualidades de la vida, a veces no tan casuales me descubrieron la realidad.
Una mañana tuve que acudir a entrevistarme con el director de instituto universitario para hablar sobre la prórroga del convenio y algún asunto más de índole profesional. La reunión estaba prevista a las 10 de la mañana, por lo que me sobraba tiempo. Yo solía estar en el trabajo a las 8 en punto. Cuando me iba, Raquel aún quedaba en la cama, normalmente yo la despertaba al salir, ella entraba a las 9. Así que aquella mañana me fui sobre las 9:15 para ver a mi chica en su salsa laboral y, de paso, tomarme un café con ella, si podía, antes de la reunión. Pero, cual fue mi sorpresa, que al entrar en el laboratorio no había nadie. Supuse que estarían en algún otro laboratorio u otra dependencia del edificio, así que espera. Eran las 9:45 y nadie aparecía por allí, por lo que decidí salir a la calle y esperar a que dieran las 10 en mi coche. A las 9:50 vi llegar a Ángela, sola y tranquilamente, sin prisa. Me extraño muchísimo, pero no le di más importancia. Llego la hora de la reunión con el director en el despacho de este. Dicho despacho estaba situado al lado de la puerta de entrada principal y sus ventanas daban a la calle de acceso. Desde fuera no se podía ver, porque los cristales eran de ese tipo acristalado, que se ve de dentro hacia fuera, pero no de fuera hacia dentro, por lo que al estar yo mirando hacia el exterior, podía ver a todo aquel que entraba y salía del edificio.
Cuando llevábamos como una hora de reunión, (lo supe por el sonar de las campanadas del reloj de pared del despacho), vi llegar a mi chica con su compañero Arturo en el coche de este. Algo que me extraño muchísimo, puesto que se suponía que debían estar trabajando a las 9; Raquel no me había comentado nada de que tuviera que salir ni que tuviera reunión fuera del instituto. Tampoco yo le había comentado nada de la reunión, puesto que quería darle la sorpresa. Las 11 de la mañana no era una hora normal. Pero lo deje así, quise creer que vendrían de algún asunto de trabajo.
Pasaron los días como si nada y aunque yo me quede un poco mosca, lo fui olvidando poco a poco.
A la semana, tuve que ir del despacho a mi apartamento, me había dejado olvidados unos documentos que me había llevado para trabajar en casa y los necesitaba urgentemente. Eran casi las 10:30. Llegue a la calle donde vivimos, estaba aparcando a unos 50 metros antes de la entrada a mi casa por no meter el coche en el parking de casa. En ese momento les vi. Salían de casa, sin decir nada, en silencio. Uno al lado del otro, la cara de mi chica era seria, la de él sonriente. Fue como un aguijón que se te clava en el pecho. Las dudas que me pudieron entrar el día aquel de la reunión y que poco a poco habían desaparecido, ahora se hicieron tan fuertes que el odio y los celos me empezaron a corroer por dentro. Tenía que averiguar que ocurría antes de dar ningún paso. Lo primero que hice fue llamar a Raquel al móvil. Yo aparcado:
-Hola cariño, ¿Qué tal llevas la mañana?
-Hola, ¿cómo es que me llamas ahora?, ¿ocurre algo?
-No, no. Solo que me apetecía hablar con mi chica y ver como esta, ¿no puedo?
-sí, sí, claro que puedes, todo está bien, estoy en el laboratorio con un asunto importante, así que no puedo atenderte mejor cielo.
-No importa, con saber que estas bien en el trabajo me vale. Por cierto, suena raro el móvil, parece como si estuvieras en un coche.
-No digas tonterías, será la red, estoy en el laboratorio.
-bueno, adiós cariño, te veo a la tarde. Besos ya sabes donde
-Adiós, besos
Ummm, me estaba engañando. Ni estaba en el laboratorio. Además, su reacción y su frialdad al despedirse me hacían intuir que algo fallaba.
Entre en casa y me deje caer en el sillón a plomo. Me había derrumbado por completo. Mi chica me engañaba con su compañero, o eso era la impresión que daban. Un tipo nada especial. Casado. Su mujer, Maribel, una chica majísima, amable, simpática, que sin ser un cuerpo tan espectacular como el de Raquel, tampoco tenía mucho que envidiar. Un poco más rellenita, mas teta, mas cadera, pero apetecible a mas no poder.
Empecé a comerme la cabeza, a pensar en que podría haberla fallado, en pensar que era lo que necesitaba fuera que yo no había sido capaz de darle o ver. No lo entendía. Era un sinfín de vueltas a todo y no lo comprendía. Tenía que averiguarlo. Pensé en cómo, pero tenía varias opciones. La primera era hablar con ella directamente, pero me lo podría negar y bueno, quedaría como un estúpido porque no había pruebas de ello. Eso es, necesitaba pruebas, así que se me ocurrió la idea de colocar alguna cámara con ayuda del técnico de mantenimiento de seguridad del banco, especialista en las cámaras de vigilancia de los cajeros, con quien tenía una muy buena relación. Habíamos coincidido bastantes veces en algunas reuniones de la dirección y en algunos eventos y me pareció un chaval bastante íntegro y profesional. Le llamaría en cuanto llegara al despacho.
Recogí los documentos y me volví a mi oficina. Lo primero fue llamar a Carlos, el técnico de mantenimiento. Le llame desde el teléfono del despacho, que al ser corporativo, el rápidamente supo de quien era
-Sí, dime Dani, buenos días
-Hola Carlos, buenos días, necesito de tu ayuda, ¿podríamos vernos en media hora a tomar un café en el bar de enfrente y te cuento?
-si claro, en media hora estoy allí
-Gracias, perfecto. Nos vemos. Hasta ahora.
A la media hora estaba en la barra con un café recién puesto cuando llego.
-Hola de nuevo Dani.
-Hola Carlos, gracias por venir, ¿qué tomas?
-Un café, gracias
-Camarero, por favor, otro café
-Bueno, tú dirás
-Verás, el asunto del que te voy a hablar es personal, no es un tema del banco, por ello te pido que si aceptas, esto no saldrá de nosotros dos.
-Por supuesto, si puedo ayudarte, lo haré. Y el silencio está asegurado conmigo.
-Bien, el tema es el siguiente, creo que mi chica me engaña con un compañero, pero aún no he podido confirmarlo, necesito pruebas fehacientes, es por eso que he acudido a ti
-Vaya, cuanto lo siento, pero no sé qué puedo hacer yo.
-Es fácil, yo sé que tú entiendes mucho sobre cámaras de vigilancia y seguridad, me gustaría instalar en mi apartamento un sistema de grabación y vigilancia, para poder comprobar si realmente me engaña o son cosas mías.
-Ya, comprendo lo que quieres, podemos ir a tu casa o me traes un plano de ella para hacerte un estudio y ver que necesitamos. Ahora hay sistemas muy sofisticados y prácticamente indetectables, pero algunos son caros
-Por eso no te preocupes, con que me hagas el estudio y me digas cuando puedes hacerlo me conformo. Si quieres podemos ir ahora y verlo. Lo necesito cuanto antes, como entenderás es de suma importancia para mí. Te repito que por favor esto no salga de aquí.
-No tienes que preocuparte, vamos
Estuvimos viendo como podría instalarse y donde. El me pidió que le dejara la tarde para hacer el estudio y que me llamaría en cuanto lo tuviese para llevarlo a cabo
A última hora de la tarde me llamó, para darme detalles. Yo estaba en casa, también Raquel, pero no se enteró. Los dos hablábamos como si de trabajo se tratara.
Quedamos que el compraría los aparatos, por mañana y en cuanto los tuviera me llamaría para ver cuando instalarlos, Yo le dije que en cuanto los tuviera los instalábamos.
Al día siguiente, nada más irse Raquel, nos metimos en casa y entre los dos hicimos la instalación completa. Me instalo el software necesario en el portátil de casa y en el teléfono móvil, en el que recibiría un SMS cuando algún movimiento se hiciera en la puerta de acceso de casa y con un simple “aceptar” comenzaría la grabación en mi ordenador. Así mismo, podría acceder con una clave a ese ordenador desde cualquier otro para ver que se estaba haciendo, con lo que me permitiría ver todas las cámaras desde el pc de trabajo de la oficina o cualquier cibercafé. Hicimos la prueba, al abrir él la puerta, medio minuto después recibía un SMS, le di a aceptar llamada y el portátil comenzó a grabar. Tendría que dejar el portátil encendió, así que tuve que buscar un punto donde no se pudiera ver que estaba en marcha. Lo metí en la parte baja del armario y cerré con llave sin que se apreciara. Volvimos al trabajo. Haría una prueba esa misma tarde.
Llame a Raquel para decirle que tardaría un poco en llegar, así ella llegaría antes, pondría el sistema en marcha y vería desde mi oficina que hacía.
La prueba y el sistema funcionaban a la perfección. Sonó el móvil, lo puse en marcha y accedí al portátil desde la oficina. Pude ver como Raquel se daba una ducha, como se ponía ropa cómoda de estar en casa y como en la cocina preparaba alguna cosa para la cena. Se la veía tranquila, pero seria. Al poco hizo una llamada con el móvil
-Hola María,
María es su mejor amiga
………. Necesito verte, tengo un problema muy serio y no sé cómo solucionarlo
……….. Hoy no, vendrá Dani en un rato, y no quiero que se entere.
………… Si, aún sigo con eso, y se me está complicando. Arturo me sigue chantajeando
……….. ¿Y qué hago? Si se lo digo a Dani me deja, me manda a la mierda y le quiero demasiado, no podría vivir sin él.
……….. Ya, sería lo que tendría que hacer, pero no me atrevo, tengo miedo.
……….. Si, lo he pensado, pero lo único que conseguiría es que ella le dejase a él y empeorar las cosas.
………… El lunes, vale, le diré a Dani que voy a tomar café contigo por la tarde, no me falles.
…………. Vale, gracias, nos vemos.
…………. Adiós
Así que el asunto es que Arturo la está chantajeando, ¿pero por qué? ¿Qué ha hecho para eso? ¿Y cómo la está chantajeando?
Tendría que esperar, con eso no era suficiente, pero, una idea me vino a la cabeza, Llamaría a su mujer, Maribel y quedaría con ella en mi propio despacho para ver juntos lo que ocurría en mi casa.
-Hola Maribel, buenas tardes
-Hola, ¿Daniel?
-Sí, el mismo
-Qué alegría, cuanto tiempo, ¿en qué puedo ayudarte?
-Veras, necesito que vengas mañana a primera hora, antes de las 8 a mi oficina. Es de suma importancia y, por favor, no lo comentes con nadie, ni siquiera con Arturo. Es un asunto grave.
-Me dejas en ascuas, ¿no me puedes adelantar algo?
-Bueno, es una sospecha, pero creo que tu marido y mi novia están liados.
-¿Qué?, Daniel, eso que me dices es muy grave. ¿Estás seguro?
-Creo que si, por eso quiero que vengas. Podremos verlo juntos
-¿Cómo verlo?, ¿Dónde?
-Por eso, mañana. ¿Ok?
-Vale. Allí estaré
Mientras hablaba con ella, Raquel no había hecho nada interesante, así que apague el ordenador de mi despacho y me fui para casa. La congoja y la ira me comían por dentro. Mi chica, a la que quería con toda mi alma me había traicionado y lo peor, por no confiar en mí. ¡Dios!, que dolor de pecho, tenía que averiguar hasta el final y el motivo. Pero como podría llegar a casa y como si no pasara nada. Como podría meterme en la misma cama esa noche, sabiendo que en cuanto me vaya va a meter a otro. Como podría follar ese coño que ha sido follado esta misma mañana por otro, ¡Dios!
Llegue a casa, como siempre, e hice de tripas corazón, como si nada supiese.
-Hola cielo, ¿Cómo te ha ido el día?
-Hola cariño, bien, como siempre
-Voy a darme una ducha y cenamos, ¿te parece? Huele bien eso que estás haciendo
-En 15 minutos esta, date prisa, voy poniendo los platos
Joder, que difícil, me gustaría darle un par de ostias y tirarla en la cama para hacerla cantar y follarle después con rabia.
Me di la ducha. Cenamos tranquilamente y alegando un malestar repentino, le dije que me iba a la cama. Al poco rato, se vino a la cama, se acostó a mi lado, me abrazo, ni ella ni yo dormíamos. Ya muy de madrugada conseguí dormir, ella ya llevaba bastante rato.
Por la mañana el ritual habitual, me levante. Justo antes de irme la desperté, aunque nunca se quedaba en pie, así que me daba tiempo suficiente para llegar al despacho y poner en marcha. Justo a las 8 llegaba Maribel, con ojeras, no había podido dormir nada. Quería a su marido, como yo a mi novia.
Unos minutos más tarde sonó el timbre, Raquel abrió
-Hola zorrita. ¿Cómo estás esta mañana?
-Arturo, por favor, ya vale, ya has conseguido lo que querías, ¿no tienes suficiente?
-Jajaja, no zorrita, te voy a seguir follando, o prefieres que le cuente a tu querido noviete como le pusiste los cuernos con unos cuantos boys
-Ya vale, un día nos va a pillar y podemos salir perjudicados los dos, yo le perderé, pero tú perderás también a tu mujer y ambos perdemos el trabajo
-Mi mujer no se entera de nada, por eso no te preocupes. Que se entere tu noviete solo depende de ti, si haces lo que quiero, no debe enterarse. En cuanto al trabajo, tampoco me preocupa, tengo agarrado por los huevos al director, jejejej. También él tiene secretos que yo he descubierto, mejor dicho, secretos que yo le puse para que picara y tenerlo agarrado por los cojones, jejejej.
-Que cabrón eres. Como se entere Dani, se cierra el grifo de las subvenciones y ya podemos ir buscando trabajo todos, incluido el director.
-Jajaja, pero mientras no se entere, que no se va a enterar, ¿verdad? Pues tú y yo follaremos hasta cansarnos. Así que estás perdiendo el tiempo
Mientras decía estas últimas palabras, Arturo se bajaba la bragueta y se sacaba la polla, morcillona, mientras Raquel se arrodillaba y se la metía en la boca, empezó a hacerle una mamada como ella sabe hacerlas, capaz de hacerlo correr en poco más de un par de minutos.
La cara de Maribel era un verdadero poema.
-Hijodeputa, me las va a pagar ese cabrón, le pienso dejar en la miseria.
-Está claro que la chantajea, que ella cometió un error, él se enteró y ahora se aprovecha.
-Ya te lo digo yo, su hermano pequeño es boy. Me imagino que de algún modo él consiguió que mi cuñado se follara a tu chica y por eso él pudo pillarla. ¡Será cabrón!
-Claro, hace un par de meses, Raquel estuvo en la fiesta de despedida de una prima suya y me conto que se había encargado de organizar la fiesta con una amiga. Ahora van cuadrando las cosas.
-es posible que ella lo hablase en el trabajo y él le pusiera en contacto con su hermano sin decirle quien era, para ayudarla y luego hacerla el chantaje.
-Todo cuadra, si puede ser. ¿Se te ocurre que podemos hacer?
-De momento pagarles con la misma moneda, ponerles los cuernos, ¿te hace? Te aseguro que tu chica será buena comiéndola, pero yo no me quedo atrás.
Mientras lo hablábamos, vimos como Raquel estaba en pelotas puesta a 4 patas mientras Arturo, con los pantalones por los tobillos y la camisa recogida por encima de la cadera, se la metía de lleno, montándola duro: No podía ver si se lo hacía con condón o a pelo.
La verdad es que Raquel estaba disfrutando también de la follada, le pedía -más y más, haz que me corra maricón de mierda-,-te gusta puta, si encima gozas como una zorra. ¿Quieres que llame al boy para que te folle también, puta?-Dame polla y acaba ya hijodeputa, estoy a punto, me corro, me corrooooo-,- y yo también, aaaaaaaaaaaa
Quedo el sobre ella tumbados en la cama. Se había corrido dentro. Me fije que la sacaba sin condón, lo habían hecho a pelo.
Pasados unos minutos ella se puso a llorar
-Eres un hijodeputa, esto no puede seguir, Arturo, por favor. Déjalo ya, olvídate ya.
-Mira, hagamos una cosa, le debo un favorcito al boy, que te parece si mañana venimos los dos, nos montamos un trio y ya nos olvidamos, quizás algún día muy de vez en cuando, te pida una mamadita en el curro. O alguna follada, pero nada más, ¿Te hace?
-Prométemelo
-¿Quieres o no?
-Solo si me lo prometes
-Te lo prometo
-vale
Se levantaron y mientras él se daba una dicha, ella quito las sabanas y puso unas nuevas. Dejo hecha la cama y metió las otras al cesto. Nunca me había fijado, pero ahora si me daba cuenta que las sabanas de la cama se cambiaban casi a diario.
Mientras Maribel seguía con las lágrimas brotándole, yo cogí el teléfono de mesa y marqué el número de casa; seguía grabando.
-hola cielo
-Hola, como llamas a casa, me pillas de casualidad, me he quedado dormida y es muy tarde
-te he llamado al móvil, pero lo tienes apagado y he llamado al laboratorio, pero nadie ha contestado
-¿No han llegado ni Ángela ni Arturo?, que raro, ¿está bien la hora?
-Sí, si, por eso te he llamado a casa, porque me ha parecido raro. Te llamaba porque me voy de viaje a Madrid ahora a una reunión con la dirección y no sé si podre venir a dormir. No creo, porque me parece que quieren continuar por la tarde e igual cenamos allí, así que me quedare allí a dormir
-Jooo, si acabas pronto te vienes, ¿vale? Sabes que no me gusta dormir sola
-pues ve a casa de tus padres
-Vale, me llamas si ves que no vienes, así me voy allí
-Vale. Te quiero. Muack
-Yo también te quiero
Le comente a Maribel que la idea era ver que iba a hacer ahora Arturo, si Raquel le comentaba que yo no dormiría en casa, el querría aprovechar para pasar la noche con ella y con el boy. Seguro
Vimos como salió Arturo con una toalla enrollada,
-¿Qué pasa?
-Era Dani, que se va a Madrid y casi seguro que se queda a dormir allí.
-Pues genial, me organizo alguna reunión de amigos ficticia y me vengo a follarte, llamo al boy y que venga en cuanto pueda, jejejeje. Así terminamos ya con esto y cuando venga tu novio serás ya solo para él. ¿Te parece?
-vale
-Pues reza para que tu chico no venga de Madrid a dormir
-No importa si viene, le llamo yo a última hora de la tarde y le digo que me voy a casa de mis padres. Aunque llegue no estaría, podemos ir a cualquier sitio
-Todavía piensas, putita
- Lo único que quiero es que se termine y no volver a hacerlo
-Pero si te gusta
-Sí, pero después me doy cuenta de que quiero demasiado a mi novio.
-Bueno, bueno, voy a llamar a mi mujer, que tengo que deshacerme de ella esta noche
Justo en ese momento, cogió su móvil para llamar, le puse cascos al pc para que no pudiera oírse
-Hola nena, ¿Qué haces?
-Pues recoger por casa antes de irme a trabajar. ¿Y tú? ¿Ocurre algo?
-Si nena, me han llamado de la peña, que han organizado esta noche una cena con lo que se ha sacado de premios, que se les había pasado llamarme antes. Se lo habían dicho a mi hermano, pero a mí no. Así que no me esperes levantada.
-No bebas, vale y no vengas muy tarde
-No, no te preocupes, cenaremos, tomaremos unas copas y a dormir
-Más te vale, venga, que llego tarde. Adiós nene
-Adiós nena
Ya estaba todo en marcha
¿Y ahora qué? Me dijo
-Pues tenemos dos opciones, dejar que ellos follen por ahí y nosotros cada uno en nuestra cama, con un dolor de cabeza por los cuernos que crecen. O dos, te vienes conmigo a “Madrid” y bueno, hacemos lo mismo que hacen ellos, es como un pago a nuestros dolores de cabeza.
- La segunda es interesante, más que la primera y esos dos se lo merecen. Pero me gustaría poder pillarlos con las manos en la masa.
-Hacemos una cosa. Nos vamos a un hotel, cenamos allí, nos metemos en una habitación, con un portátil, follamos, les vemos follar, y si quieres, después nos vamos a mi casa y los pillamos in fraganti, siempre que lo hagan allí, claro
-¿Y si no lo hacen?
-Pues seguimos follando hasta que nos cansemos. Y cada uno a su casa.
-¿A qué hora me recoges?
-A la que quieras, tengo la tarde para ti si quieres
- llámame a eso de las 8 que salgo de trabajar, y te digo exacta la hora
-Vale, ¿no hay un adelanto?
-No, quiero que estés muy caliente y me folles bien.
-espera, antes de irte
Cogí el móvil de nuevo y volví a llamar a Raquel, ya lo tenía en marcha, estaban a punto de salir de casa
-hola nena, he vuelto a llamar al trabajo y aun no has llegado, ¿pasa algo?
-no, estoy casi llegando, se me ha torcido la mañana por las prisas. Dime, ¿qué ocurre?
-Veras, he hablado con Madrid y me dicen que tenemos cena porque la reunión se alargara. Así que he pensado que me quedo allí y así ya puedes llamar a tu madre e irte si quieres, para que no tengas que esperar a la tarde. ¿Te parece?
-Jo, vale, yo me hacia la idea que venias, pero bueno, llamare a mi madre y que me haga mi sitio.
-Muack, te dejo, te quiero Raquel, no lo olvides nunca
Y yo a ti, pero, ¿a qué viene eso ahora?
¿No le puedo decir a mi chica que la quiero? Si te molesta que te lo diga, no te lo vuelvo a decir más y zanjamos el asunto
-Sí, sí, me gusta que me lo digas, pero no sueles ser tan efusivo tú.
-Pues hoy lo soy, me voy a dormir fuera una noche. No es algo que haga muy a menudo. Y no me gusta dejar a mi chica sola a merced de lobos hambrientos. Creo que es evidente por qué la efusividad.
-Muack, te quiero Dani. Ya llego
-Pasa un bonito día
Estaba claro que yo jugaba con ella, intentaba subconscientemente crearla una desazón que la tuviera en alerta, pero el mal estaba hecho.
Cuando ya salían por la puerta lo último que hoy decirle fue que me quedaba en Madrid y a él un grito de júbilo.
Nos despedimos Maribel y yo con un beso que la verdad, si no fuera por el sitio donde estaba, me la habría follado en ese momento. Joder, que beso, que pasión le puso, que deseo. Me calentó sobremanera, aunque mi pecho me oprimía y mucho.
A las 8 de la tarde la llamé. Me dijo que estaba en casa, pero que había aun moros. Más tarde me llamaría. Media hora más tarde me sonó el móvil, quede con ella para las 10. Ya un poco tarde, pero bueno. Ella tenía que arreglarse, porque no había podido antes, estaba Arturo y hubiera sospechado. A las 10 la recogí a la puerta de su casa y nos fuimos directos al hotel. Estaba maravillosa, un vestido corto y entallado con escote de esos que no llevan tirantes y una chaqueta tipo americana corta, ya había reservado yo con anterioridad. Subimos directamente a la habitación, pedimos algo de cenar a recepción. Ella entro al baño y al rato salió enfundada en un albornoz, se intuía que debajo quedaba solo lo mínimo. Mientras yo había puesto en marcha el portátil y allí estaban ellos, en mi casa, cenando como si de una pareja común y corriente se tratara., Maribel se sentó en la cama mientras yo me mantenía en la silla. Sentada con la bata abierta, podía ver el final de su pierna y el tanga negro que llevaba puesto y que tapaba su feminidad, mientras que por arriba se había despojado de todo y el canal de sus pechos se veía por completo. Me levante mirándola, le desabroche el cinturón del albornoz y se lo quite despacio, desnudando sus hombros. Descubrí unos pechos maravilloso, redondos y duros, naturales los acaricie con suavidad, notando como su piel ser erizaba, pellizque uno de sus pezones. Le di un beso suave en los labios y le susurré al oído.
-La noche puede ser larga, pero vas a ser mía. Te voy a follar, pero aún no. Y la bese el cuello. Ella quieta, sin hacer nada, con los ojos cerrados. Se dejaba hacer.
Sonó la puerta. Era la cena. Fría, pero apetecible, con una botella de cava, como mandan los cánones de la seducción bien hecha.
Entre al baño, me despoje de toda la ropa que llevaba puesta y me enfunde en el albornoz, solo el albornoz.
Ella mientras veía por el portátil cuanto sucedía en mi casa.
Estaban terminando la cena. Mientras nosotros dábamos cuenta de la bandeja, Raquel recogía los restos de la cena de ellos y se acomodaban en el sofá del salón de mi casa, recalco el mí, porque la casa es mía. Arturo comenzó a meterle mano mientras la besaba el cuello.
-putita, esta noche me vas a pedir que te folle unas cuantas veces, voy a saborearte entera. Serás mía por última vez, pero te quedará el recuerdo para siempre.
-espero que así sea, que solo me quede después el recuerdo
-Ahora me dirás que no te ha gustado ninguna vez de las que te he follado
-Sí, si me ha gustado, pero lo que no me gusta es el después, la sensación de puta traicionera con mi novio. No tienes ni puñetera idea de cómo me haces después. Ni todos los orgasmos juntos que me has provocado merecen la pena de una sola lágrima que me ha caído por el dolor que siento al engañar a Dani.
-Eso te lo tenías que haber pensado el día que te lo pasaste también con mi amigo y sus colegas nena. ¿O es que aquel día no sentiste remordimientos? Porque mientras te follaban los 3 tú ni te acordabas de tu Daniel.
-Eres un cabrón y lo sabes, pero esto termina hoy, es la última vez, no aguanto más y si aún me sigues chantajeando se lo diré, aunque me cueste perderlo, pero ya no lo soporto.
Joder, eso sí que me llego al fondo. Ella me quería con toda su alma, se sentía humillada y avergonzada, pero más humillado me sentía yo.
-Maribel, ¿qué te parece si les llamamos los dos a la vez? Jajaja,
-venga, veamos cómo reaccionan. Marcamos los dos y le damos a llamar a la vez
La llamada a la vez les asusto.
Ambos preguntamos cómo estaban y como iba la noche. Ellos inquietos y nerviosos, las llamadas duraron poco más de un minuto.
Cuando acabamos, esperamos a su reacción
-Esto es raro Arturo, parece como si nos estuvieran viendo desde algún sitio.
-No digas gilipolleces, ha sido una casualidad, de todos modos, vamos a follar, que hoy me voy a ir pronto. Pero tranquila, que te dejo en buenas manos
-¿Qué te has propuesto?
-Veras, se me ocurrió que como todo esto empezó por culpa de 3 boys, la mejor manera d acabarlo es con los 3 boys, así que les llame y quede con ellos en que cuando terminaran la actuación de la noche, se venían a hacerte compañía para que no estuvieras solita. Se van a encargar de darte lo de aquella noche. Pero vamos, que tengo ganas nena, empieza a bajarme la bragueta.
Ella se arrodillo ante él y le bajo la cremallera, sacándole la polla del pantalón. Se la metió en la boca y comenzó una de sus mamadas antológicas.
Sin apenas darme cuenta, Maribel había hecho lo mismo, se había arrodillado ante mí, me había desabrochado el albornoz y estaba dedicándose a mi polla con esmero. No era tan buena comiéndola como Raquel, pero se portaba. Mi olla reacciono, como era lógico. Una tía me la estaba chupando mientras mi novia se la mamaba a su marido. Era como un intercambio, pero no consentido.
La verdad es que me calentó lo suficiente. La levante y la tire en la cama, y me puse sentado sobre su vientre, besándola con ansia, mientras le manoseaba los pechos. Ella mientras con una mano agarraba mi polla, moviéndola despacio, suave. Me baje a mamarle los pezones, se los mordisqueaba con mis labios, mientras ella me pajeaba suavemente. La verdad es que nos estábamos recreando. Me gustaba el ritmo que llevábamos en el asunto. Con Raquel era menos pausado, pero es que ella era más rápida y violenta.
Mientras le mamaba los pezones, le metí la mano bajo el tanga y su coñito empapado pedía a gritos guerra. Mis dedos jugaron entre los labios de su coño, sacándola los primeros gemidos, estaba a punto. Me puse a un lado suyo, de rodillas, con mis labios en sus tetas y mi mano en su coño, masturbándola, estaba ya casi en el punto, se iba a correr, ella me tenía agarrada la polla y en movimiento se giró hacia mi metiéndose la polla de nuevo en la boca. Yo seguí masajeándola el coño hasta que se corrió como una posesa, se tensó, y encogió, el espasmo fue contundente. Había sacado la polla de su boca, pero no la soltó de la mano.
-Necesito que me folles ya, quiero esta polla en mi coño, quiero que me la metas tan hondo que la saques por la boca. Quiero ver como a ese hijodeputa le crecen los cuernos.
-Ponte a 4 patas mirando al portátil
Ella lo hizo, vimos en la pantalla como Raquel montaba a su marido en el sofá, como se habían desnudado y él le agarraba las tetas mientras ella subía y bajaba, gimiendo
-Vamos zorra, sácame toda la leche, vamos, escúrremela.
-Aaaaaaa, joder, me voy a correr, joder, si no fuera por lo que quiero a mi novio no dejaría de follar contigo.
-Joder que guarra, ¿y mi mujer, qué?
-Que se joda,
Yo no podía imaginar esa aptitud. Maribel estaba rabiando. Yo la tenía a 4 patas, abriéndole las nalgas.
-Vamos, jódeme bien, que la puta de tu novia se entere de lo que significa que se joda.
Se la metí sin esperarlo ella, sin pensarlo, de golpe y al fondo, ella dio un respingo y un gemido de gusto.
-¡Dios!, que bien entra, que bien me follas, el cornudo de mi marido no tiene ni idea de lo que es tener a una tía cachonda. Sigue, sigue, no pares. Mira esos cabrones como follan. Me pone ver como joden y hacer lo mismo pero que no sepan que lo hacemos. Aaaaa. Sí, no pares, me voy a correr, dame, dame más. Siiiiii, aaaaaaa, me corroooo, aaaaa.
Y calló desplomada en la cama y yo seguía y seguía metiendo y sacando la polla. No paraba
Ella casi inconsciente, casi sin moverse.
-Me matas de gusto, aaaayyyy, me revientas.
Paré sin sacársela, para ensalivar el agujero de su culo y meterle un dedo, apretándolo contra la pared que lo separaba del coño, que teniendo mi polla dentro se notaba tensionada, encontré el punto del placer y gritó tan fuerte que tuve que tumbarme sobre ella, presionándole la cara contra la cama, para ahogar sus chillidos.
-Te voy a follar el culo, Maribel
-Haz lo que quieras Dani, me estas matando de gusto, aaaaaayyyy.
Con rabia le saque la polla del coño y se la empecé a meter en el culo. Un grito de ahogo contra la sabana.
-Me duele pero no pares, córrete en mi culo, joderrrrrr, me viene otro orgasmo Dani, me vieneeee, aaaaaa
Yo empujaba mi polla dentro del culo. Aquel polvo quedaría en los anales. Había perdió la cuenta de los orgasmos que llevaba, uno tras otro o el mismo continuado. Y yo sin correrme, me iba a correr. Viendo a mi chica montando al cabrón de Arturo, viendo como ella lo disfrutaba también me daba más rabia y más fuerte le daba por el culo a Maribel.
-Aaaaa, me voy a correr, joder, joder, me viene
-No la saques, échamela toda dentro, no la saques, aaaaaaa, me viene a mí también.
Y la explosión mutua, me corrí explotando dentro de su culo. Caímos rendidos, sin decirnos nada, viendo a Arturo como fumaba en mi casa, cabrón, en pelotas en mi sofá y como Raquel ponía un par de copas
-Creo que debíamos joderles la noche, ¿Qué opinas?
-Sí, pero quiero que me prometas una cosa, volver después aquí y acabar la noche que hemos empezado.
-Prometido, ¿qué hora es?
- Las 12 de la noche.
Cogí el móvil y llamé a recepción a pedir el número del local donde trabajaban los boys. Me dieron el número, llamé y me dijeron que estaban terminando por esta noche, que saldrían sobre la 1. Me disculpé porque era tarde ya y colgué
-Vamos, vístete, vamos a darle una sorpresita a esos dos. En menos de una hora tenemos que estar allí.
Nos duchamos juntos casi, nos vestimos y en menos de media hora estábamos camino de mi casa. Mi corazón latía a mil por hora. No quería que el cabrón de Arturo se las pirara antes de llegar nosotros, pero también quería llegar casi a la vez que los boys.
Saqué mis llaves, aunque, me lo pensé y llamé al interfono. Contestó Arturo.
-Llegáis a tiempo, venga, subir.
Dí en la diana, subimos y ya la puerta estaba abierta, entramos en silencio hacia el salón
-Venga tíos, aquí tenéis el postre………….
-Sí, soy el postre, somos el postre
Sus caras pasaron del rojo del calor del momento al blanco nieve. Su sangre debió quedar helada y parada.
-¿Dani?, ¿queeee?
-Pssssss, cállate zorra, ni se te ocurra decir nada, tapate y siéntate.
Maribel sin decir palabra se acercó a su marido y le soltó tal bofetón que este casi cae del sofá. La ostia sonó bien dura.
-Cabrón hijodeputa, ésta la pagarás muy cara, la pagaréis
-Esperaremos a que lleguen los que faltan, después ya organizamos esto. Por cierto, Raquel cielo, ¿sabes que el boy es hermano de Arturo? ¿Sabes que todo lo organizó tu querido compañero para tenerte a su merced? ¿Sabes que te ha utilizado y se ha aprovechado de ti? Te ha chantajeado porque lo organizo todo para tenerte a su merced
-Hijodeputa, -se levantó y le soltó otra ostia, ésta más fuerte que la que le dio su mujer-
Los 4 en silencio, esperando a que se yo lo que. El timbre suena
-Abre Maribel, por favor, ya llegan
No dijo nada y abrió
Cuando entraron al salón
-¿Pero qué coño es esto Arturo? Se suponía que iba a estar la tía esa sola y resulta que tienes aquí a tu mujer y a este fulano.
-Haber tío, este fulano que tú dices es el dueño de esta casa, eso para empezar. Segundo, te he dejado entrar para que me cuentes que paso con la puta esa el día que os la follasteis los 3. Si también sé que pasó eso, -dije mirando a Raquel- Y después os vais por donde habéis venido.
-¿Y por qué coños voy yo a contarte algo así?
-Pues ya estas saliendo por dónde has entrado, venga, a la puta calle.
-Eeeee tío, que yo he venido de buen rollo.
-Pues de buen rollo te mando a la puta calle, largo.
Y se fueron por donde han venido
-Bien, aquí estamos los 4. De momento voy a poner las cosas en su sitio. Tú, Arturo, te vas igual que tu hermano, te vistes y te vas, por cierto, a tu casa ni se te ocurra, como me entere de que entras en tu casa o te metes con tu mujer, te denuncio, por acoso, por chantaje, por violación y te aseguro que sé de qué hablo, pisas el talego una temporada y sabrás bien lo que es limpiarte el culo. Lárgate y que no te vuelva a ver. Por cierto, el director ya no es director, así que tampoco tienes trabajo. Ni creo que lo encuentres de profesor, las universidades están todas aleccionadas sobre tu comportamiento. Tienes expediente abierto por ausencias injustificadas y continuadas del trabajo. Estas tardando en irte
-De mi casa no sacas más que lo que es tuyo, ¿me has oído?-Dijo Maribel-
-Ya veremos, ya veremos,
Se había vestido, y se largó por donde había venido, igual que su hermano.
-Daniel, por favor escúchame,…-Dijo Raquel-
-Cállate, no quiero oírte, te dejo que te quedes aquí esta noche, mañana a media mañana te quiero fuera de mi casa y fuera de mi vida. No quiero volver a saber de ti. No quiero que te pongas en contacto conmigo jamás. Si quieres algo, por carta o correo electrónico,….
Llorando y sollozando me pedía que la escuchase
-No quiero escucharte, todo lo que has hecho y ha ocurrido ha sido culpa tuya. No quiero volver a saber nada de ti, ¿me oyes? Tienes hasta media mañana para recoger todo lo que tienes en esta casa y largarte de ella, dejas las llaves encima de esta mesa y tiras de la puerta. Vámonos Maribel
-Daniel, por favor, solo quiero que me escuches
-Mira, tenía intención de escucharte, pero cuando te he oído esta noche decir que se joda en referencia a Maribel, mientras te estabas follando a su marido, he comprendido que no mereces la pena. Que eres igual de asquerosa que él. Ya tienes vía libre para follártelo cuanto quieras, no necesitas mi permiso, eres libre de hacer lo que te salga del coño. Adiós, fue muy bonito mientras duro, pero,……………..
Así que me cogí a Maribel y nos fuimos, dejándola sola, llorando, tendida en el suelo. Me estaba quemando el corazón, pero tenía que ser fuerte.
De camino me sonó el móvil, era ella
-Daniel, no me cuelgues el móvil, de aquí no me muevo hasta que me escuches
-Pues habla, te escucho
-No, quiero hablar cara a cara, por teléfono no
-Pues mañana hablamos, hoy tengo ya que hacer. Espérame si quieres que hablemos en casa
-¿Puedo preguntarte algo?
-Sí, pregunta
-¿Por qué no puedes venir ahora?
-Porque me voy con Maribel a un hotel a pasarme la noche follando, ¿te sirve? Prefiero eso que escuchar como mi novia, a la que quería con toda el alma, por la que daría la vida, me ponía los cuernos un día sí y otro también. Los motivos no los sé y espero que me los explique, pero no había sido necesario dejarse chantajear, habría sido más fácil si el primer día que ocurrió me lo hubiera dicho, seguro que podría hasta haberlo comprendido y haberlo perdonado. Pero una mancha no se limpia con otra mancha.
-Daniel, te quiero y nunca he dejado de quererte, estaré aquí mañana cuando vuelvas, gracias por darme la oportunidad.
-No he hablado de oportunidad, solo de escucharte. Adiós.
CONTINUARÁ