Labios de fresa (2)

Segunda parte. Al día siguiente los deseos y las situaciones superan a Sonia.

LABIOS DE FRESA (Parte II)

Hablamos mucho rato de todas las cosas que habíamos pasado juntas. Ella seguía sin aceptar que solo había sido sexo y que no íbamos a volver a estar juntas por el momento. Yo necesitaba tiempo y ella no se rendiría. Llegué a casa hablé de lo de la agencia. Era demasiado dinero a invertir al principio en cursos, viajes, vestuario y no les pareció buena idea.

Dormí poco y mal dandole vueltas a que tenía que conseguir que me aceptaran, o dinero o un sí de mis padres. A la mañana siguiente, me desperté, fui al baño, mi hermana estaba usando la ducha. Me puse yo con mis cosas mientras me daba cuenta de que mi hermana estaba haciendo algo más que ducharse. Parecía que estuviera disfrutando mucho de la ducha, como masturbandose o algo parecido.

No quise darle importancia - creo que no he dormido bien – pensé. Entonces la oí gemir en voz baja un par de veces. A traves del cristal de la ducha no se veia bien pero me estaba dando vergüenza a mi. Dije "buenos días" en voz alta por si no se había dado cuenta de que yo estaba allí. Pero no dijo nada. Al momento salió de la ducha y completamente desnuda sin ponerse nada, se acercó me acarició el culo, me dio un beso de buenos días y se marchó a vestirse. Es tan raro que sea un poco cariñosa conmigo… cosas de hermanas.

La mañana transcurrió tranquila. Mediodía, comimos y vuelta a la discusión en casa porque tenía que ir por la tarde a hablar con Yvonne y seguían recordandome su desacuerdo con el tema. Se hizo más o menos la hora y me fui para allá. Llegué y pregunté abajo por Yvonne, no sabían nada de ella. Apareció Carlos y me dijo que le acompañara. Fuimos a un despacho, hablamos de lo que me dijo Yvonne y empezó a hablar bien de mi, parecía que tonteaba conmigo.

  • "En un catálogo de moda quedarían estupendos y cautivadores esos labios que tienes. Parecen labios de fresa ¿nunca te lo han dicho?"

  • "No, nunca me lo habían dicho" – mentí.

Me hizo levantarme y quedarme de pie en un espacio con luz cerca de la ventana. Empezó a darme vueltas y sin tocarme pero rozandome, mientras iba dibujando mis formas con sus manos y haciendo comentarios sensuales. Dibujó las aureolas de mis pechos por encima de mi blusa, mis caderas y un bikini tanga, y me pareció que se sentía excitado y que se le abultaba el pantalón. Se puso detrás mia y mientras hablaba puso sus manos en mis hombros, convenciendome de que yo podía triunfar

La puerta se abrió, era Yvonne. Carlos quitó sus manos de mi, Yvonne le miró como mal y me dijo que sentía llegar tarde y que la acompañara a su despacho. Me explicó que a parte de las elecciones estrictas de la empresa, tenían un margen de un par de chicas de riesgo y apuesta personal. Me dijo que yo era su apuesta personal.

Seguidamente hablamos mucho de todo, sobretodo de las aspiraciones que tenía al apostar por mi. Me sentía contenta y presionada, pero al final me derrumbé. Me puse un poco triste y nerviosa al sentirme con la necesidad de contarle que en casa no estaban muy por la labor y que el tema económico también podría ser un problema. Me dio ánimos, me ofreció ir una tarde a la semana para ayudarla con sus papeleos y ser una especie de ayudante personal para ayudarme con el tema económico.

Casi lloro. Se levantó me abrazó y me dio un beso en la frente. Mientras estabamos abrazadas sentí algo más que sus ánimos, sentí el calor que desprendía su cuerpo, sentí sus grandes senos aprisionando los mios, sentí su mano recorrerme la espalda… ahora los nervios eran diferentes, me estaba avergonzando, me sentía humeda entre las piernas.

No puedo negar que Yvonne era una mujer madura muy atractiva y que empezaba a verla de forma diferente, aunque debía evitarlo si no quería marear más las cosas y tener un problema con ella. Se separó en el abrazo al tiempo que sus manos se deleitaron unos segundos en mi trasero. Miré sus grandes ojos brillantes y su sonrisa. Me dio un beso en los labios muy corto y ligero. Me excité más.

  • "Perdona, creo que no debí hacerlo. No te lo tomes a mal, es que estoy acostumbrada a que a veces me saludo con un pequeño beso en la boca, con algunas de las chicas que más confianza tengo" – se sintió como avergonzada

  • "No, tranquila, no pasa nada…" - dije

  • "…incluso me ha gustado"- ¿y por qué dije eso?. No lo sé, pero ella sonrió mucho, sus ojos brillaron más. Me estaba empezando a gustar demasiado esa pedazo de mujer.

Llegué a casa, no había nadie y me fui a mi habitación. Me recosté sobre la cama y me sentí contenta. Pensaba en esos ojos y ese beso. Saqué de mi cajón escondite un pene gelatinoso transparente que me había reghalado Anna tiempo atrás. Habíamos jugado tantas veces con él. Me fui a disfrutarlo en la ducha.

El agua tibia caia sobre mi cabeza. Me quedé inmovil volviendo a recordar a Yvonne. Sus cabellos rubios y rizados, sus grandes pechos, un cuerpo de vértigo. Me estaba acariciando mis tetas sin darme cuenta. Saqué la lengua, saboree el agua como esperando lamer el sexo de aquella mujer. Mis pezones se endurecieron. Sentí un escalofrio. Mi pelo mojado me acariciaba la espalda.

Bajé mi mano imaginando que era la de Yvonne. Sentía un tacto tan suave y tan excitante que no pude esperar a intrducirme dos dedos lentamente. Mi lengua estaba fuera buscando lascivamente el agua. Cogí el consolador y me recosté en la bañera. Con una mano me apretaba los pechos mientras que la otra jugaba con el consolador en la entrada de mi vagina.

Veia la impresionante belleza de Yvonne reflejada en mi cabeza. Sus curvas, sus grandes pechos, tenía ganas de lamer su coño humedo… el consolador entró en el mio. Empecé a jugar con mi clitoris con una mano y a mover el consolador con la otra buscando fuentes de placer que se confundían con el agua. El ritmo ya era acelerado, suspiraba, respeiraba fuerte, no podía evitar gemir ligeramente.

Sentí que un torrente de lujuria y placer se acercaba y solo veia a Yvonne desnuda sobre mi besandome. Aprisionandome con sus pechos, dandome calor, otro escalofrio me recorrió el cuerpo, gemí fuerte

La puerta del baño se abrió de repente. Rápidamente volví la cabeza. Era mi hermana, se puso una mano en la boca con los ojos muy abiertos, sorprendida y cerró y salió gritando algo que no entendí. "Mierda! Me ha visto y con su juguetito". Cogí una toalla y salí enseguida del baño para explicarle, o mejor dicho, para saber que había visto o pensado. Entré en su habitación. Estaba cambiandose de ropa.

  • "No sé por donde empezar" - dije

  • "Pues no empieces" – dijo ella

  • "A ver… sobre lo que… has visto…" – volví a empezar

  • "Estabas guapísima en esa pose" – rió – " Tranquila, no he visto nada"- volvió a reir

De repente oimos gritos de mi madre "Sonia!!! Laurita!!!" Salimos de la habitación de mi hermana, yo con una toalla solo y mi hermana con sujetador y braguitas solamente. Ahí estaba mi madre. En la puerta del baño con el pene gelatinoso en la mano. "¿Alguien me puede explicar que hace esto en esta casa?"

  • "Es mio" – dijo Laurita enseguida. Me quedé atónita.

  • "Tu padre y yo tenemos que irnos ahora, pero cuando volvamos hablaremos seriamente de ello" – dijo mi madre con tono severo

  • "Sí, mi capitana" – replicó mi hermana en voz baja cuando mi madre ya se había marchado. Nos reimos las dos.

  • "Anda, ve y termina lo que hacías que yo me pongo música" - rió Laurita.

  • "¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué dijiste que era tuyo?" – Pregunté aún sorpendida.

  • "Siempre quise tener uno" - rió descaradamente

  • "No, en serio"- me preocupé por ella

  • "Ultimamente tienes demasiados problemas en casa…" – se preocupó por mi

  • "Ya hacía tiempo que no veia a mi hermanita cariñosa conmigo. Si puedo hacer algo por ti me lo dices. Te debo una. Gracias hermanita"

  • "Sí que puedes hacer algo por mi… bueno no, olvidalo, otro día" – corrigío ella

  • "No importa, dime" – confié yo

  • "Darme un beso" – dijo timidamente - "Claro…" – sonreí. Le di un beso en la frente y la abracé fuerte. Noté sus manos acariciando mi culo suavemente por debajo de mi toalla y susurró en voz baja "…ahí no …en los labios".