La zorrita de Utha III

...El sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre. Y solo aquel que conoce esas fronteras conoce la vida; el resto es simplemente pasar el tiempo, repetir una misma tarea, envejecer y morir sin saber realmente lo que se estaba haciendo aquí...

Me había dicho que esa noche pasaría unas horas conmigo. Y yo me encontraba espectacte, ya que en el tiempo que llevó con él las noches que habíamos pasado juntos eran pocas, a decir verdad, esa seria la tercera noche. Yo iba con una amiga y el esperaba por fuera de un bar dentro del coche, hicimos los saludos pertinentes y entramos en el bar. Nos tomamos una cerveza, y salimos para llevar a mi amiga a su casa, donde yo también iría a dormir.

Por el camino hacia comentarios interesantes y graciosos. Al llegar ella se despidio y se fue.

Nosotros por otra parte entramos en un bar ya que yo tenía unas terribles ganas de ir al baño. Al regresar del baño el tenía una cerveza en la barra y dos para llevar. Yo me quedé bebiendo mientras el se fue al baño de igual modo. Nos terminamos la cerveza y emprendimos camino en el coche.

Al llegar nos pasamos a los asientos traseros. Abrió una de las cervezas la cual nos bebimos. Comenzamos a besarnos y magrearnos, el se desnudó y yo hice lo mismo, comencé a chuparsela para terminar de ponerlo a tono, el no pronunciaba más que susurros de placer, y yo iba exitandome cada vez más. Cuando la tuvo dura como una porra, me senté encima de el dándole la cara y comencé a balancearme sintiendo su polla muy dentro de mi, el me desabrocho el sujetador y se desprendió de mi camisa, comenzó a lamer mis pechos y morderlos fuertemente, tanto era así que soltaba aullidos, yo diría que eran más del placer que sentía con su polla metida dentro de mi, mientras me mordía de esa manera los pechos, que del dolor, mi corrida no tardo en llegar, aunque a decir verdad lo hice de forma silenciosa. Después de andar un rato encima de el entre jadeos, besos y mordidas, me dijo:

  • Ponte a cuatro patas puta, que se que te gusta hacerlo así.

Yo me coloque a cuatro patas y el me la clavo en mi coñito ya bastante humedecido, me encantaba sentirlo asi, de esa manera, sin poder mirarle, sin que el me mirara a la cara, sentirme dominada por el de esa forma era un placer indescriptible. El siguió castigando mi coño con su polla y yo estaba loca de placer de ganas de correrme de nuevo, el aceleraba aun más sus embestidas y yo jadeaba. Me corrí, sentí como me temblaba el cuerpo y como el no dejaba de castigarme con el placer que me daba.

Volvió a sentarse y yo me coloque de cuclillas encima de el y comencé a balancearme nuevamente encima de el, siguió castigando mis pechos con sus mordidas, para deleitarse con mis aullidos, parecía una autentica perra siendo castigada, sintiendo como su polla salia y entraba dentro de mi, como resbalaban los jugos entre mis piernas, como mi siguiente orgasmo no tardaría mucho en llegar, y así fue volví a correrme, entre el placer y el dolor que me causaba; me dijo:

  • No pares...sigue haz correr a tu papi puta.

Me balanceaba cada vez más y el agarrado a mis nalgas me movía de alante para detrás, daba profundidad a las embestidas, me indico que ya se iba a correr así k yo me agache delante de el y abrí mi boca esperando su gran corrida, fue brutal, deliciosa...yo la saboree y seguidamente la tragué. Ya me había acostumbrado a su sabor, a su dulzura y si algún día era diferente, lo notaba al instante.

Me arrope a su lado, los dos tapados con una manta mientras nos fumábamos un cigarro, nos bebíamos la cerveza que quedaba y hablabamos de cosas, de lo que pensaba, sentía respecto a mi. nos besamos y acariciamos. Ciertamente llevamos ya mucho tiempo, y aunque el siempre me lo negó, se que tenia dudas acerca de mi, de mi fidelidad hacia el. Sin razón, porque yo estoy entregada a el completamente, a decir verdad no me veo al lado de otro hombre, el me llena con solo su presencia, le amo hasta el punto de que lo que siento me duele.

El se destapó y zarandeo su polla lo acompaño diciendo:

  • Mira lo que tengo aquí, no quieres chuparla eh.

Me deslice y comencé a chuparla, la lamia y relamía, la metía en mi boca y absorbía cada centímetro de ella. Me coloque a cuatro patas y el me la metió y comenzo a moverse. mi coñito estaba mojado, chorreante y el comento:

  • Este coñito siempre esta pidiendo polla puta.

Luego se sentó y yo me coloque encima de el de nuevo y comencé a moverme buscando mi placer y aun mas el suyo, sentía su polla enterrada en mi hasta las entrañas, toda dentro de mi y el dando jadeos. Siguió en su amago de morderme los pechos y mientras me mordía uno de los pechos comenzo a darme unas nalgadas brutales, yo no paraba de moverme, y a cada una de sus nalgadas daba un respingo inesperado, el dijo;

  • Chupamela un poco.

Yo obedecí y se la chupe, disfrutando de cada lamida que daba, luego me coloque encima de el dándole la espalda y comencé a moverme, la sentía tan dentro, que me balanceaba cada vez más al ver que mi orgasmo y por consiguiente su corrida estaba apunto de llegar, yo tuve mi orgasmo y seguí balanceandome encima de el, al poco rato el me dijo que se iba a correr y yo volví a recibir su corrida en mi boca, esta vez era menos cantidad, pero no por eso menos deliciosa.

Nos vestimos y condujo el coche hasta casa de mi amiga. Allí nos despedimos el se fue y yo me acoste rendida en la cama, todo me temblaba, mis pechos estaban irritados, y me dolian las nalgadas que me habia dado. Dormí profundamente, contenta, cada vez lo siento más cerca de mi...y a cada día que pasa, no me imagino uno sin el.

Utha a tu lado he conocido lo esencial de la vida...Gracias...Pertenecer a alguien además de un regalo es un delicado elogio...Te Quiero.