La zorrita de los tres

Por una distracción fui descubierta por familiares que se aprovecharon de la situación. (ilustrado)

La zorra de los tres

-¡Por favor! No es lo que piensan-

-No pensamos que fuera verdad lo que ya veníamos imaginando. ¿Es tuya la ropa?-

-Te ves muy bien. ¡Daté una vuelta por favor!. ¡Gírate!-

-Vamos, ¡haz lo que te pide mi hermano, yo también quiero admirarte!-

Las voces en secuencia eran las del Suegro y dos de los cuñados de mi hermana. Había cometido el error de confiarme y no poner seguro en las puertas. Eso me hubiera permitido escuchar que llegaban, tomar mi ropa de hombre e irme a encerrar al baño para cambiarme de inmediato. No lo hice. Estaba allí transformada en Valeria; tenía puesto mi vestido de likra rosa corto y ajustado, debajo llevaba mis senos postizos, sostén, liguero, tanga, medias y zapatos altos, todo de color negro. Había rematado con mi peluca, igual en color negro, y lo peor es que estaba completamente maquillada.

Todos los de casa estaban rumbo a la fiesta de 15 años de una sobrina del Esposo de mi Hermana. Estas tres personas habían quedado de pasar aquí para irse en compañía de otros familiares, sin embargo no llegaron a la hora acordada. Ignoraba que tuvieran llave de la casa. ¡Qué suerte la mía!

-De verdad que no miento. Te ves divino, digo, divina-Decía el Suegro mirándome con ojos llenos de lujuria.

-Ven aquí preciosa. Me han dado unas ganas tremendas de cogerte-

-Sí preciosa, verás que te va a gustar. Te vamos a coger entre los tres-

Yo comencé a sentir un miedo terrible. Comenzaron a acercarse lentamente rodeándome e impidiendo el paso hacia las recamaras. Tenía que pensar algo. No quería salir lastimado.

-¡Por favor! No me hagan daño. Dejenme ir.-

-¡Claro que te dejaremos ir, pero antes dejanos cogerte, no podemos desaprovechar de estar con tan linda criatura. ¡Hazlo o se lo diremos a tu familia! Lo que eres en realidad-

Me tenían en sus manos. No podía hacer nada, sólo resignarme a mi destino así que cambié mi manera de actuar y los enfrenté:

-De acuerdo, dejare que me hagan lo que quieran pero no le digan nada a nadie. A cambio me portaré como una zorra con los tres.-

-Eso está mejor mamacita. Entonces adelante porque ya no aguanto el momento de poseerte-

Di media vuelta y me dirigí hacia la sala. Al caminar contoneaba mis caderas, provocando en ellos un deseo enorme. Enseguida el Suegro tomó asiento en el sillón individual y me llamó:

-Ven aquí mi reina. Quiero que consientas mi verga.-Al decir esto desabrochaba su pantalón y quitándoselo por completo procedió a dejar al descubierto su miembro. Estaba completamente erecto y tenia un tamaño normal. Me hinqué delante de el y tomando su miembro con una de mis manos deposité un sonoro beso en la punta del mismo. Comencé a masajearlo de manera suave. Desde la base y hasta la punta. Por momentos acercaba mis labios y depositaba un beso en su punta.

Después de un rato con el mismo movimiento noté que de la punta salía su líquido seminal en forma abundante. Acerqué mi lengua y comencé a girarla sobre la punta. Su líquido tenía el mismo sabor que el mio así que lo engullí todo. Besaba su pene desde la base y hasta la punta, sus testículos también recibieron besos y una que otra mordida.

Por un momento me detuve y vi lo que hacían los otros dos chicos. Ambos se habían despojado de pantalón y trusa. Sus penes se encontraban al aire completamente erectos y ellos se masturbaban lentamente.

Continué con la tarea de excitar al Suegro. Nuevamente pose mis labios en su pene y lo fui devorando poco a poco. El Suegro gemía placenteramente. Me tomo de la cabeza y dirigió mi movimiento de sube y baja. Tomo su miembro, me separo un poco y comenzó a pasearlo sobre mis labios y mi rostro. De repente sentí como ambos chicos se hincaban detrás de mi y comenzaron a acariciar mis nalgas, metían su mano entre ellas; levantaron mi vestido hasta la cintura y acercando sus rostros comenzaron a besar mis nalgas, una cada quien. Pasaban su lengua y dejaban rastros de saliva. Después uno de ellos cambio de posición de manera que restregaba su pene en mi nalga, el otro continuaba besando y mordiendo mi otra nalga.

Incremente mi movimiento en el pene del Suegro. Después de un rato me separo de el y me dijo:

-Ven aquí mi reina, quiero que te montes en mí y te ensartes en mi verga-

Hice lo que me pidió. Ya uno de los chicos se había encargado de lubricar mi ano, había retirado la tela de la tanga y estuvo picoteando e introduciendo su lengua. Posteriormente cambio la lengua por uno, dos y hasta tres dedos ensalivados.

Me pare de frente al Suegro y me fui sentando poco a poco, tome su pene y lo fui dirigiendo hacia la entrada del ano, cuando lo sentí allí me fui sentando poco a poco, los chicos se encargaron de tomar mis nalgas y abrirlas, eso facilitó la penetración. Todo el pene entro sin problemas, sentí como mis piernas descansaban sobre las piernas del Suegro, estaba totalmente ensartada.

-Sube tus rodillas al sillón. Quiero besar tus pechos-Hice lo que me pidió y entonces comenzó a bombearme de arriba a abajo.

Uno de los chicos se subió al respaldo del sillón y su pene quedo a la altura de mi rostro.

-Ven mi reina, quiero que te comas mi verga-

Lo hice con deleite, la vista de ese miembro largo, no muy ancho, brilloso y completamente descubierto me enardeció Le dí el mismo tratamiento que el del Suegro. Mientras tanto el otro chico restregaba su pene sobre toda la extensión de mis nalgas; sentía como dejaba rastros de liquido seminal en ellas.

-¡Preciosa, estoy a punto de llenar de mocos tu hermoso culo! ¡Eres una puta!-

-¡Igual yo mi reina! ¡Me voy a venir en tu boca! ¡Quiero que te tragues mis mocos!-

Aceleramos nuestros movimientos. El otro chico se hizo a un lado para observarnos. Y llego el momento, el Suegro me tomo de las nalgas y las apretó de forma brusca mientras empujaba hasta el fondo su miembro, sentí un ligero cosquilleo y el semen caliente que estaba descargando. El chico que tenia su miembro en mi boca me tomo de la cabeza y también empujo al fondo al tiempo que descargaba su semen el cual llego a mi garganta, lo pase con apuración ya que su venida fue extensa. Los tres terminamos extenuados. Seguí lamiendo el miembro del chico hasta dejarlo completamente limpio, al tiempo sentí como disminuía la erección del Suegro.

El chico se retiro lentamente y yo, con las piernas adormecidas, fui levantándome poco a poco desensartandome del miembro, sentí como escurria semen por mi entrepierna.

-Ahora sigo yo preciosa. Ellos ya tuvieron lo suyo. Ven aquí mamacita-

Camine hacia el con algo de dificultad. Se lanzo hacia mi y me ayudo a recuperar mi equilibrio.

-Ven mamacita-me dijo al tiempo que me levantaba en sus brazos. Me sentí enternecida por tan noble gesto. Se dirigió a la mesa del comedor y me deposito en el. Quede sentada y me invito a recostarme. Su pene era mas hermoso que el de los otros dos. Me acerco de manera que mis nalgas quedaron en la orilla de la mesa y tomo mis piernas las cuales paso por encima de sus hombros.

-Te voy a coger con mas cariño, mas despacio, quiero que gimas de placer y me pidas mas verga en el culo.-

Acto seguido dirigió su miembro a mi ano y me penetro de una sola vez llegando hasta el fondo. Lo que dijo era verdad, se mantuvo quieto disfrutando la estrechez de mi ano, de vez en cuando se retiraba lentamente y volvía a arremeter con fuerza. Era una caricia deliciosa, sentir como empujaba su miembro con fuerza, yo gemía deliciosamente.

El Suegro y el chico tenían una nueva erección, se acercaron a la mesa y me pidieron que tomara sus miembros con mis manos. Comencé a masturbarlos mientras el que me tenia penetrada aceleraba su movimiento de mete y saca.

-Mamacita, que rico culo tienes, y tus piernas huelen delicioso, tus medias-

-¡Ay, ay, me gusta como lo haces, quiero tu verga hasta el fondo!-

-Eso es mamacita, pídeme mas verga-

-¡Si, quiero tu verga en mi culo-

El Suegro y el otro chico se retiraron y siguieron masturbándose Yo esteba muy acalorada, ellos igual, todos gemíamos Y enseguida todo un baño de semen. Sentí lo mismo que cuando el Suegro eyaculo dentro de mi ano, pero con más abundancia; mientras el Suegro y el primer chico disparaban su semen en mi rostro, en mi cuerpo, mi vestido fue alcanzado también.

-Hemos pasado un rato agradable contigo. Esperamos no sea la última vez.-

-Así es mamacita, eres una chica deliciosa y tienes buen gusto para vestir-

-Eres una zorrita a fín de cuentas. Serás nuestra cada vez que queramos. Si no estás de cuerdo tenemos forma de presionarte-

-No hay problema chicos. Me gustó haberlos atendido de esa manera. Tengo bastante ropa que no conocen. Si gustan seré la zorrita de los tres-