La zona secreta del bar

En el cuarto oscuro de un bar acabo lleno de semen por todo mi cuerpo

Hace dos veranos, pocos meses después de cumplir los 20 años descubrí gracias a internet que en mi ciudad había varios locales con cuartos oscuros con los típicos gloryholes y cabinas privadas. A mi eso siempre me ha llamado mucho la atención y puesto muy cachondo pero lo máximo que había hecho de cruising había sido ir a un par de parques y a algún que otro baño público.

Indagué un poco más por internet para ver los comentarios por si me decidía por alguno y tras muchas páginas encontré un bar de ambiente “común” pero que si le decías cierta palabra al camarero te daba un código para introducirlo en una puerta dentro de los baños (realmente todo el mundo conocía la palabra, pero el código lo cambiaban todos los días para controlar así quién entraba); además, los miércoles era gratuito acceder a esa zona para los menores de 25 y justo al día siguiente era miércoles por lo que decidí ir.

Llegado el día, me depilé bien el culo y el rabo, me duché, me puse mis suspensorios blancos, un pantalón corto vaquero y una camiseta blanca de manga corta, me metí en el bolsillo un par de condones y salí de casa sobre las 7 de la tarde, a pesar de que en internet ponía que se empezaba a llenar sobre las 8.

Una vez allí dije la palabra, me indicaron el código y entré por la puerta “secreta”. Nada más entrar me encontré con una barra de bar y una zona con mesas altas con una luz tenue, le dije al camarero mi edad y me dijo que por tener 20 años había una oferta en la que si les mandaba una foto de mi culo abierto dibujando un 2 delante de mi ano (que sería el 0) me regalaban dos copas y preservativos ilimitados esa tarde; la condición que tenía que aceptar era que ellos pondrían esa foto en las pantallas del local para que todos viesen qué culo podían follar, y finalmente, si antes de salir del local enviaba otra foto igual pero con el ano dilatado por las folladas que me habían dado me regalaban un suspensorio con el nombre del bar. La verdad que solo por tener dos bebidas gratis acepte sin problema ya que no se me vería la cara, entré en un cuartito, me hice la foto y se la envié; en ese momento las pantallas que había en la sala se encendieron mostrando mi culo apretado. Tras esto, el camarero me indicó el camino a la zona de las cabinas.

Al entrar, la luz iba siendo cada vez más tenue, había un gran recorrido con un montón de cabinas a ambos lados, había algunas más grandes con camas y al final había una pequeña sala de cine. Había bastante gente, la mayoría señores mayores de 60 años, pero también había gente joven y maduritos con buen cuerpo. Me di varias vueltas de reconocimiento y después me metí en una cabina pequeña que tenía de agujeros; cerré la puerta y me asomé por los agujeros por si había alguien al otro lado. Tras un agujero había una pareja follando y tras el otro no había nadie, hasta que oí como se cerró la puerta y de repente apareció una polla de unos 18cm bien dura y babeando, al principio me dio cosa mamarla por no saber a quién se la estaba chupando pero no pude resistirme y me la metí hasta el fondo, lamí cada cm, chupé sus huevos y dejé que me follará la boca, me encantó notar sus huevos rebotando en mi barbilla; tras un rato me levanté para girarme y que me follara pero se fue sin decir nada, yo me quedé unos minutos más por si aparecía otro pero no hubo suerte.

Me de un par de vueltas más, pero nadie me llamaba demasiado la atención y yo estaba super cachondo así que me metí en otra cabina, esta tenía tres agujeros y nada más entrar se asomaron dos pollas, una de unos 16cm, gorda y circuncidada, y otra flácida pero igual de larga. A mi me ponen a mil las pollas flácidas que se ponen duras en mi boca así que me la metí sin pensarlo mientras pajeaba la que ya estaba dura. Mientras le mamaba iba cogiendo tamaño hasta llegar a los 20cm de polla babeante y cuando llegó al máximo empecé a mamar la otra, fui alternando las pollas mientras el hombre seguía asomado y supongo que haciéndose una paja. Yo seguí mamando hasta que la polla de 16cm se escondió y apareció con un condón puesto, sin dudarlo, me bajé los pantalones me la metí hasta el fondo seguido de un gran gemido de placer, ese hombre follaba increíble pero el de la polla de 20cm le debió tener envidia porque tras unos minutos se puso un condón y de las misma manera me la metí, me costó un poco más, pero entró hasta el fondo, notaba como me reventaba el culo y me encantaba, aunque prefería al otro ya que la tenia mas gorda y me daba más placer, así que me volví a meter su polla y la otra la empecé a mamar hasta que se corrió en mi garganta. El otro seguía follándome, cada vez con más fuerza y ganas y yo notaba mi culo palpitante del gusto que tenía, tras unas embestidas muy profundas sacó su rabo, se quitó el condón y se corrió en mi culo. Yo me limpié con el papel que había en la cabina, me vestí salí a por mi segunda copa.

Cuando llegué a la barra el camarero me preguntó qué tal iba la tarde, y yo le contesté que tal y como tenía el culo podía regalarme ya el suspensorio, él se echó a reír y me dijo que si lo quería ya sabía lo que tenía que hacer mientras me guiñaba un ojo y se mordía el labio. Yo iba tan cachondo que sin pensarlo me bajé los pantalones delante suya y le pedí que me hiciera él la foto directamente. Pude ver su cara de sorpresa y cómo sus pantalones se abultaban, pero dado que estaba trabajando no pretendía molestarle más, así que cuando me hizo la foto se la mandé y el me dio los suspensorios a la vez que me decía que si quería podía ir por el local con ellos y que el me guardaba la ropa, yo accedí me volví a meter donde las cabinas con el suspensorio y la camiseta nada más.

Nada más entrar, todo el mundo fue directo a tocarme el culo e intentar meterme los dedos, pero yo fui esquivándolos como pude hasta que me topé con uno hombre de unos 35 años, alto, con barba y buen cuerpo queme miro fijamente y me agarro el culo con fuerza. Mi polla empezó a chorrear y yo me arrodillé sin pensarlo a comerle la polla (en medio de toda la sala y a los ojos del resto de hombres), era increíble, de unos 17 cm, con el grosor perfecto, tenia los huevos enormes y algo peludos, me encantaba notar cómo se estremecía con mi mamada y cómo sujetaba con firmeza mi cabeza. Al rato, varios hombres más se pusieron al lado con el rabo fuera y en ese punto determinado no pude resistirme y participe en un gran bukake de 7 personas, todas cargadas de semen que acabaría en mi cuerpo. Yo estaba disfrutando como un niño pequeño, todas las pollas estaban babeando y todos gemían de gran placer. tras un largo rato decidí incorporarme un poco poniendo el culo en mirando hacia las pollas que tenia a la espalda y sin pensárselo dos veces uno empezó a follarme, y tras varias embestidas otro, y así hasta que todos me habían follado la boca y el culo. Unos iban acabando y se corrían en mi espalda, otros en mi cara… hasta que ya solo quedó uno, un joven de unos 25 años con un buen rabo que tras follarme con todas sus fuerzas y correrse en mis glúteos me dijo de vernos más después de en el bar “común”.

Para entonces serían las 10 de la noche, y me habían dejado prácticamente solo lleno de semen, no podía salir de allí así y menos llegar a mi casa tal como iba, me limpié como pude, aunque seguía algo pegajoso y al salir el camarero de la foto alucinó con mis pintas y me ofreció el baño para empleados que tenía ducha por si quería darme un agua antes de irme. Finalmente, al salir de allí y entrar de nuevo en el bar del principio vi al chaval con el que había quedado.

Si habéis llegado hasta aquí, muchas gracias por leerme y si queréis segunda parte comentádmelo, al igual que cualquier otra cosa para poder mejorar.

Gracias