La webcam, centro de actuación de una ñina bella
El relato siguiente sucedió un martes de hace pocas semanas, en mi messenger tengo añadidas a muchas personas, la mayoría de estas lectores de mis relatos.
El relato siguiente sucedió un martes de hace pocas semanas, en mi messenger tengo añadidas a muchas personas, la mayoría de estas lectores de mis relatos. Normalmente suelo hablar con mis agregados, para de este modo poder saber sus opiniones, que me puedan decir que le parecen mis narraciones, e incluso poder intercambiar experiencias. Uno de estos contactos se llama Lourdes, es de Toledo, rubia con el pelo un poco más de los hombros, ojos marrones, una cara hermosa, labios finos pero bonitos, alta, delgada, senos pequeños y culo redondito. Ella es una chica a la que le gusta vivir la vida, lo cual me encanta, piensa que cualquier momento es bueno para tener sexo, todo esto sin ser ninfómana. A Lourdes le encanta leer mis creaciones porque le ponen cachonda, y eso le encanta, es una muy buena fan de mis creaciones, incluso me da ideas para hacer en sexo, cosas que practicó y le gustaron y que desea que otros prueben.
La fecha citada, estaba conectado pasando la tarde, cuando pasado un rato Lourdes entró, nos saludamos y pasamos unos breves minutos charlando, hasta que ella me dijo que si quería verla, yo le dije que bueno, y ella conectó la web cam, al raro apareció, con un top amarillo y una calzonas blancas. Momentos después, me preguntó si la veía, le respondí que sí, ella me dijo que si estaba caliente al verla, le repliqué que la verdad era que sí, que estaba un poco, entonces Lourdes me preguntó que si quería que hiciera algo para mí, tardé un rato en contestarle y cuando lo hice le dije que se bajara las dos tirantas del top, ella sonrió y empezó con una mano a jugar con su tiranta izquierda, tirando de ella, para después bajársela un poco hasta llegar a medio hombro. Más tarde con cada mano en una tiranta empezó a juguetear con ellas, tirando, bajándoselas un poco, hasta que dejó ambas a media altura. Le ordené que se las quitase, sonrió y después se las quitó, quedando ambas por debajo de los brazos, se le podían notar sus marcados pezones a través del top.
Tras realizar esto, le pregunté si estaba húmeda, ella respondió que sí, pero muy poco aun, necesitaba estimularse, después me rogó que le escribiera guarradas, que le encantaba, entonces le dije que deseaba comerme su coño caliente y mojado, ella se rió y me dijo que quería que me la follase, yo le ordené que se pusiese cachonda, que podía ver como le gustaba ponerse, que iba a tener una gran corrida, como una zorra caliente y viciosa que era.
A continuación le ordené que me mostrara su cuerpo, que hiciera un pase de modelo, Lourdes se levantó y se fue hacia el final de la habitación, cerca de la cama, moviendo su culo de forma sexy, después retornó hacia el ordenador, todo esto con movimientos sugerentes, la chica iba siguiendo las indicaciones que le iba dando. Luego se puso a escribirme en el messenger si me había gustado, podía ver su pequeño canalillo y sus pezones marcados.
Seguidamente le dije que me enseñara algo más íntimo, ella se puso a mover su cuerpo de un lado a otro, hasta que se quedó quieta, se levantó el top un poco enseñando su ombligo y se bajó las calzonas un poco, hasta la mitad de su braga, la cual era rosa clara, la tenía ante mí, con una sonrisa placida enseñándome su barriga y parte de su braguita. Pasados unos segundos, Lourdes se quitó su top amarillo, continuando con sus calzona blanca un poco bajada, dejando ver la mitad de la braga rosita. Pude ver sus tetas, no eran muy grandes, pero hermosas, bien formadas, con una aureola grandecita, con sus pezones expectantes, después se bajó las calzonas más, hasta la mitad de los muslos, dejando por completo sus bragas visibles, una vez que estuvo así empezó a jugar con sus braguitas, a tirarse del elástico, bajándola un poco y subiéndola. Mi polla era ya difícilmente contenida en mi pantalón, por lo que me la saqué, quitándome el pantalón y slip, no mucho después comencé a acariciarme mi miembro.
Vista la primera parte de la función, le dije que había estado muy bien, que me gustaba su predisposición, que se veía que era una buena puta, una guarra, de las mejores zorras que había visto, ella me contestó que gracias, yo le dije que me encantaría follármela, comerme su coñito de puta viciosa, ella sonrió, y me dijo que se iba a masturbar para mí, se fue hacia el final de la habitación y se tumbó boca arriba sobre su cama, incorporada, con las bragas rosas como única prenda, se empezó a acariciar el cuerpo, recreándose con sus pechos, se pasaba las manos por ellos, le gustaba acariciarse y hacer que me pusiera cachondo, continuaba amasando sus tetas, pellizcándose los pezones. Después se metió las bragas por su rajita, haciendo que casi desaparecieran, para seguidamente pasar a acariciarse con su mano su coñito, mientras la otra lo hacía con sus tetas.
Cuando pasó un rato, ella empezó a disfrutar de la situación, se tumbó entera en la cama y siguió acariciándose su rajita con las bragas dentro, sus dedos iban pasando por sus labios, metiéndose en su vagina y acariciando sus ingles. La otra mano continuaba acariciando sus pezones, todo esto hacía que ella soltase a veces algunos gemidos. Ella me preguntó si me gustaba verla, le dije que sí, que me encantaba poder contemplarla en plena acción, que me estaba masturbando, y que me encantaría que ella me la chupase, como una buena puta, como la mejor guarra, tras leer esto, ella empezó a chupar los dedos de la mano que estaba en su coñito, imitando el mamar una polla, después continuó con el masaje de su coño.
Lourdes estaba muy caliente, así que paró de masturbarse y se incorporó, se puso delante de la cámara y me dijo que si quería ver su coñito, le dije que sí, ella me dijo que lo intuía, sonreí y ella me dijo que iba a dejarme ver un poco, se bajó unos centímetros las bragas y pude verle los primeros pelos de su monte de Venus, le dije que eran preciosos, ella bajó un poco más, para finalmente llegar hasta medio monte, dejando contemplar la mitad de sus pelitos, no estaba rasurada, pero tenía los pelos cortos, se paró ahí, entonces me preguntó si me estaba masturbando al verla, le dije que por supuesto, ella replicó que eso le gustaba, se sentó en la silla y se quedó inmóvil unos segundos, para que pudiera contemplar sus pechos con tranquilidad, ella sonreía, me miraba desafiante, yo seguía masturbándome, cada vez con más energía. Pasado ese tiempo le dije que me enseñara su culito, se levantó se dio la vuelta y me mostró su culo, envuelto en sus bragas rosas, estaba muy bien, era muy apetecible.
Después le pregunté que si había abandonado la tarea de masturbarse, me dijo que no, que estaba descansando, que antes casi se corre, dicho esto, nuevamente se tumbó en la cama boca arriba, incorporada, se abrió lo que pudo de piernas, empezó a acariciarse el cuerpo, recreándose en mimar sus pechos, se pasaba las manos por las tetas, le gustaba ponerme cachondo a la vez que ella se ponía también, Lourdes continuaba sobándose sus tetas, pellizcándose los pezones, momentos después, nuevamente se metió las bragas en su raja, haciéndolas desaparecer, seguidamente pasó a acariciarse con su mano su coñito, mientras la otra lo hacía con sus tetas, ella disfrutaba de la situación, se tumbó entera en la cama y continuó acariciándose su raja con las bragas dentro, sus dedos iban pasando, haciéndola disfrutar, la otra mano continuaba acariciando sus pezones.
Los movimientos lo hacía cada vez más rápido, yo le decía que se corriese, que se corriese para mí, que era una putita, continuábamos masturbándonos, yo seguía diciéndole que era la mejor zorra del mundo, ella sonreía y apretaba el ritmo a la vez que gemía más fuerte, le decía que era una perra mala, que quería ver sus jugos salir de la vagina, hasta que me dijo que se corría, yo aceleré y me corrí al momento, empezaron a salir borbotones de semen de mi polla, los cuales iban cayendo sobre mi pecho en principio y después sobre mi mano, estaba totalmente embadurnado de mi leche, Lourdes seguía gimiendo, cada vez más hasta que se corrió, se quedó tumbada inmóvil, con los brazos levantados, disfrutando del orgasmo.
Cuando se repuso, se quitó las bragas y se dirigió al ordenador, pude verla venir hacia mí completamente desnuda, pudiendo observar su coñito, me enseñó las bragas mojadas y le dije que muy bien, estaba en primer plano, podía ver sus tetas enrojecidas del sobeo, y su coñito húmedo. Momentos después me dijo que se iba a desconectar para irse a bañar, cosa que hizo a continuación.