La Vuelta a Casa de mi Amado Hijo

Recuerdo desde que era una adolescente, sentirme seducida por el cantante Tom Jhones. Su porte elegante y atlético a la vez, junto con su mirada, me tuvieron chiflada por él, hasta que dejé de ser esa adolescente.

Recuerdo desde que era una adolescente, sentirme seducida por el cantante Tom Jhones.

Su porte elegante y atlético a la vez, junto con su mirada, me tuvieron chiflada por él, hasta que dejé de ser esa adolescente.

Recuerdo haber estado decidida a viajar a EE.UU. para conocerlo en persona, pero mis padres no cedieron, y al final lo dejé correr.

Siempre he sido una mujer apasionada en todo lo que ponía mí atención, entregándome en cuerpo y alma, fuera lo que fuese que me interesara.

Quizá por mi forma de ser y vivir cada instante con esa pasión, me quedé preñada siendo bastante joven, con apenas 21 años recién cumplidos.  Él era un chico que me pareció tenía un aire con mí ídolo, cómo él, era alto y fuerte cómo un toro.

Las chicas del barrio, estábamos locas por él, estaba liado incluso con alguna casada insatisfecha, que no eran pocas, era una fiera sexual, pero un golfo.  En casa en cuanto se enteraron de que estaba preñada, quisieron enviarme a Londres a abortar, pero me negué en redondo, quería tener a mí hijo.

Coincidió que me quede embarazada con que un amigo de de negocios mí padre, le pidió mí mano.  Sin consultarme nada, mis padres decidieron que me casara con ese hombre, que era 30 años mayor que yo, pero con mucho dinero.

A las ocho semanas de tener la primera falta exactamente, nos casamos.  Mí marido era un  buen hombre, se llamaba Pablo, era un hombre sencillo y apacible, siempre me trató con cariño y respeto, sin intentar imponerme nada que yo no quisiera hacer.

Físicamente era un hombre del montón, con la típica barriga de los cincuenta, y apenas algo más alto que yo.  Soy una mujer menuda, de nada más que un metro y cincuenta y dos, no más.  Parezco una mujer asiática, entre china, coreana o tailandesa, por mí físico y altura.

Tengo una cintura estrecha cómo de guitarra, con unas caderas rectas, y un culo duro y rotundo, cómo dos hemisferios.  Mis muslos son fuertes y macizos, en mis rasgos asiáticos se ve reflejado el fuerte carácter, mí pecho es más bien pequeño, gasto apenas una copa 85 B, lo que hace que a menudo no lleve sujetador, mis pechos son duros cómo piedras.

Lo que me falta de pecho lo tengo en los pezones, son gruesos cómo dos garbanzos y de un color café.  Además de mí culo respingón, que siempre a atraído la mirada de hombres y mujeres, tengo un sexo de labios gruesos y salidos hacia fuera, lo que hace que tenga un aspecto excitante y lascivo a la vez, teniendo aspecto de un coño tragón, que necesita le metan algo.

Al no depilarme, se me ve un coño algo guarro, con los labios salidos, abultando mucho en la ropa, pues me gusta llevar los pantalones muy ajustados, igual que el bikini cuándo vamos a la playa.

Con el bikini se me marca un paquete en el coño, que todos los hombres no me quitan ojo en cuanto me ven, suerte que Pablo no está por estas cosas, y no se da cuenta de nada.  Mí pelo es algo rizado, de un color castaño oscuro, lo llevo por debajo del hombro, en una melena abundante.

Se me olvidó deciros que mí coño, al ser yo menuda, es muy estrecho, lo que hizo que al tener a mí hijo Toni, me hicieran la cesárea por si acaso podía sufrir algún desgarro.  Mí marido nunca se extrañó por el poco por no decir ningún parecido de mí hijo con él.  Desde que me casé recuerdo que hacíamos el amor por llamarlo de alguna manera, una vez cada 15 ó 20 días, no consiguiendo correrme yo nunca.

Al no correrme, me quedaba siempre excitada, teniendo que pajearme de 2 a 3 veces diarias y a veces más.  Eso hacía que siempre estuviera con ganas.  Desde que nació Toni me volqué en él, sin importarme nada más.  Procuré criarlo dándole todo el amor que era capaz de darle, sí sé que lo mimé demasiado, pero sin consentirlo ni hacer de él un malcriado.

Toni es un chico muy fuerte, recuerdo que con solo 10 años, ya nos pasaba a su padre y a mí.  Mí marido siempre se ha ausentado de casa durante bastantes días, al tener que llevar varios negocios a la vez.  Eso hacía que Toni durmiera conmigo muchas noches hasta que tuvo 12 años, bañándonos juntos normalmente, pero sin que mí marido supiera nada.

Yo al ser de un temperamento tan caliente, me tuve que pajear más de una vez y más de dos, al sentir cómo Toni me acariciaba en la bañera, o se me pegaba en mí espalda en la cama, notando cómo se me rozaba, creyéndome dormida.  Recuerdo haberme despertado en alguna ocasión , descubriendo las manos de Toni en mis tetas o en mí coño, sin saber si estaba dormido o no.

Además al mimarlo tanto, cuándo no estaba su padre, se me pegaba a mí culo, o me abrazaba cogiéndome las tetas el descarado, poniéndome nerviosa y excitada.  Yo le reñía sin mucha firmeza eso es verdad, lo que hacía que se envalentonara cada vez más.

Al cumplir los 12 años, su padre pasó una larga temporada sin ausentarse apenas, lo que hizo que dejáramos de bañarnos juntos.  Cuándo cumplió 14 años Toni, no pude evitar mirarlo sin sorprenderme lo alto que estaba, tenía el cuerpo de un hombre, medía un metro setenta y cinco, tenía unos brazos y espalda que me ponía nerviosa y excitada de verlo, además era muy guapo, con una cara de travieso y descarado que me tenía tonta, a pesar de ser su madre.

La semana que cumplió los 14, su padre tuvo que volver a ausentarse por una larga temporada, permaneciendo en casa lo necesario, que no era más de una noche o dos a la semana.  Yo le insistí que con el dinero que tenía podía buscar un buen profesional de confianza, y delegar en esa persona, algunas de las responsabilidades que tenía cómo gerente de alguna de sus varias empresas, pero no se fió nunca de contratar a nadie para ese cometido.

Al ir a estar ausente el día de su cumpleaños, que caía en Sábado precisamente, mientras cenábamos los tres una cena que Pablo pidió a un restaurant de confianza, hablamos del cumpleaños de Toni—He pensado que ya es casi un hombrecito, y puesto que voy a estar ausente en tu cumpleaños, creo que es justo que te compremos lo que tú quieras, ¿Qué te parece Toni? eso por no poder estar contigo en esa fecha tan importante—.  Mí hijo abrió los ojos cómo platos y le faltó poco para babear.  Su padre no se dio cuenta, pero Toni me pegó una mirada que hizo me pusiera nerviosa y tosiera al atragantarme con la comida.

El muy aprovechado sin cortarse un pelo, metió la mano debajo del mantel de la mesa, acariciándome el muslo subiendo su mano hacia mis bragas, mientras me decía—Mamá no te ahogues ¿Dónde voy a encontrar una mamá cómo tú tan guapa? ese vestido que llevas te sienta que pareces una actriz del cine—así se habla Toni, yo si tuviese una madre así, estaría enamorado de ella, je,je,je—.—sí papá te entiendo, tienes razón—.  Mientras

—Mamá ¿has oído lo que ha dicho papá?  ¿Me darás lo que te pida?—yo noté cómo mí coño se excitaba humedeciendo más las bragas— ¿Pablo crees es buena idea que le dé lo que me pida? no sé, es un buen chico pero...—en ese instante Toni me pidió le alargase un poco de pan, el muy golfo, sabiendo tendría que abrir mis muslos para que pudiera sacar su mano.  Mí coño lo notaba más húmedo.  Tenía los labios latiendo por la excitación—Mamá dame un trozo de pan anda—s...sí cariño—.—mujer es que me siento mal no celebrando su cumpleaños con vosotros, no sé me pareció una buena idea—mientras abrí los muslos con ansiedad y una mezcla de excitación morbosa, le dije a mí marido—si tú lo crees así, le daré lo que me pida, está bien—Toni me miraba escuchándome con atención, mientras me acarició la cara interna de los muslos, sin lanzarse a tocar mis bragas, lo que hizo me excitara aún más—cualquier cosa eh mamá, ya has oído a papá—en ese instante sí me tocó las bragas, notando cómo me acarició el coño pasando los dedos por mis abultados labios con toda calma, yo cerré mis muslos, sin que pudiera impedir que el atrevido moviera los dedos, haciendo, haciendo que mí coño se humedeciera más—s...sí hijo cualquier cosa, pero pórtate cómo un hombre, como ha dicho papá—Toni se atrevió a apartar las bragas y rozarme mis hinchados labios, haciendo cerrara más fuerte mis muslos—.

Mi hijo sacó la manó, llevándosela a los labios, chupando mis jugos de su dedo, poniendo una cara de vicio y placer que me hizo ponerme más excitada, el muy osado.  Su padre al verlo comentó—mira tu hijo, paraqué digas que nada de lo que le haces le gusta, hasta se chupa el dedo de lo que le gusta tu salsa—.—sí papá, es que la salsa de mamá tiene un sabor que me la bebería toda y más—al escuchar a Toni tuve que cerrar los muslos porque parecía que me iba a mear, pero no era pis, era mí salsa, como la llamó mí descarado hijo.  Al día siguiente mí marido se fue temprano, quería aprovechar el día.  Toni se levantó más cariñoso que de costumbre, se me acercó por detrás mientras le ponía el desayuno y me abrazó dándome un beso casi en los labios, mientras me susurró al oído, chupándome la oreja—mamá ¿quieres ser mí novia a partir de este fin de semana?—.—Toni no me beses así cariño no está bien, yo soy una vieja ya para ti—.—una vieja muy sexy y guapa, que quiero sea mí novia—.—no puedo ser tu novia nene, estoy casada con papá—.—él no lo sabrá mamá, será nuestro secreto—mientras me hablaba, mí hijo me frotaba en  mi culo su paquete, que notaba cómo una piedra—nene no te pegues así, no seas travieso—Toni me cogió las tetas que son mí punto débil, por tener los pezones gruesos y sensibles, haciendo que mí culo se frotara contra su paquete, que se mostraba más grande a cada instante—no nene...AH...mmm no hagas eso...AH deja las tetas de mamá descarado, a desayunar, y además ¿qué harías con mamá si fuera tu novia, a ver hombrecito? á si fuera tu novia, a ver hombrecito?—.

Él sin dudarlo un instante, metió su mano debajo de camiseta, cogiendo mí abultado coño con toda la mano, manoseándomelo durante un instante mientras me decía—hacerte el amor todo el día mamá, y varias veces para que vieras lo que te quiero—¡¡¡Toni!!!  suéltame so atrevido, quita la mano de ahí, te has pasado, así no te voy a dar lo que sea que quieras—.  Él todo mimoso y zalamero me dio un pico mientras me decía—mamá es que te quiero mucho y quiero seas mí novia, mí princesa—.—los hijos y las mamás no se dan picos, Toni, no seas así de osado caray, desayuna ahora vengo yo—.

Fui al lavabo porque creí tener pis, y al pasarme los dedos descubrí tenía mis labios hinchados y brillantes de los jugos que dejaban ir.  Esto me hizo me sintiera más excitada aún.

Después de comer me eché la siesta, sin conseguir dormirme, llené la bañera para darme un baño de espuma y relajarme, mí hijo al ver que me preparaba el baño quiso bañarse conmigo—mamá ¿me puedo bañar contigo? hace cómo dos años que no nos bañamos juntos—.—no sé si será una buena idea nene, si se entera tu padre no sé qué diría—.—mamá no se lo vamos a decir, anda porfa, va, mañana es mí cumple, anda di que sí—se me acercó, besándome el cuello y la oreja, rodeándome con sus brazos, cómo si fuera su muñeca, yo me sentí excitada y divertida de ver lo grande que era, parecía un crio de teta, cuándo se ponía así de mimoso y zalamero.

El descarado ya estaba cogiéndome el culo—está bien le dije—espera mamá se meta en la bañera y te metes tú después—.

La espuma era tan alta que apenas se me veía la cara, era una bañera ancha, colocada en el rincón del amplio baño.  Apenas llevaba ni diez minutos que entró Toni diciéndome si podía poner velones por todo el baño.

Me sorprendió algo así en un chico de catorce años, realmente era más maduro de lo que me pensaba—sí cariño está bien, iluminara el baño con una luz muy relajante—.  El agua estaba bastante caliente, ya que a los dos nos gustaba así.  Toni encendió cómo una docena de velones, dándole al baño un toque entre relajante y exótico.  Yo estaba de espaldas a la puerta, cuándo entró iba desnudo del todo, mis ojos se fijaron en su culo, que me pareció excitante, se veía duro y respingón.

Cuándo se giró de cara a mí, me llevé tal sorpresa, que no pude evitar que mí boca se abriera quedándome así, hasta que reaccioné aclarándome la garganta para disimular.  Hacía dos años que no veía desnudo a Toni, pero ¿cómo podía ser que un chico de su edad tuviera aquella polla?  .

Estaba morcillona y aún así se veía de un grosor increíble, parecía una morcilla por Dios.  Debía medir cómo 10 ó 12 cm. así cómo estaba debía ser el doble que la de mí marido, seguro.

Noté cómo mí coño se humedeció nada más verla, notando cómo subía un rubor por mis mejillas, Toni se relajó, exclamando cuanto lo echaba de menos—Oh mamá...mmm, ¡¡ qué bueno!!  cuanto lo echaba en falta, así que bien, esta el agua muy caliente, que rico,¡¡joder, que gusto me da!!  —.—¡¡nene!!  ¿qué es eso? será el crio éste—.—soy ya un hombre mamá—.—pues eso, demuéstralo y nada de tacos, cariño—.—así pareces una princesa asiática, con esos hombros, que suerte tiene papá—.—jajaja, eres un zalamero, adulador ¿suerte papá, por qué?—.—¿por qué? tener una mujer cada noche para hartarse de follar...—.—Toni...¡¡coño!!  —.— Ah, ¿tú puedes y yo no?—me hizo reír el mocoso descarado—yo soy tu madre le dije—mientras se me escapaba la risa—y yo tu novio—.—¡¡bobo!!  vale ya con eso—.—espera que me muevo un poco—Toni estiró las piernas del todo, al ser una bañera amplia, poniéndolas debajo de las mías, estirándose del todo casi.

Al hacerlo me dejó la cabeza de su polla, apoyada encima de mí coño, rozándome los labios, y notando cómo la tenía de gruesa y caliente.  Al notarla encima de mí coño, comencé a sudar, notando cómo mis labios se hinchaban y se humedecían cómo nunca los había notado.  Cerré los ojos, disfrutando cómo el agua muy caliente me acariciaba todo el cuerpo, sintiendo cómo crujía la espuma, disfrutando el silencio.

Las manos de Toni me acariciaban los muslos, mientras notaba su polla latir encima de mí excitado coño—que bien estamos ahora mamá—me susurró mí hijo, con los ojos cerrados también, hablando pausadamente.  Yo al sentirme tan relajada y excitada a un mismo tiempo, estiré más mis piernas encima de las de mí hijo.

Al hacerlo rocé con mis salidos e hinchados labios del coño, el tronco de la polla, que me quemó al notar cómo estaba de caliente, y de un grosor que me impresionó mucho—Mmm...  OH— susurré—Toni me comentó en un susurro—ya sé que quiero me regaléis tú y papá—.—Ah...¿sí?  ¿qué quieres nene?—me miró como si fuera un hombre hablando con su pareja, al ver su mirada, sentí un escalofrío que me recorrió toda la espalda hasta llegar a mí coño.

Después de pensar lo que quería decirme tras un prolongado silencio, me dijo esto: Quiero...quiero pasar contigo este fin de semana en un SPA, cómo si estuviéramos de luna de miel—mientras me lo decía, Toni me cogió suavemente de mis piernas, acercándome más a él, pegándome toda la polla en mis labios, que se separaron quedando abiertos, pegados a aquella barra que estaba quemando—q...que dices cariño ¿cómo vamos a ir a un SPA  los dos, como si estuviéramos en nuestra luna de miel?—.—ya oíste a papá, que quería regalarme lo que yo quisiera pedirte, así que eso es lo que quiero, ¿cuántas veces has ido a un SPA con papá?— al oírlo tan seguro, no supe que decirle, pero lo cierto es que nunca me había llevado nadie a un SPA—eh...nunca, pero eso no es un regalo para un chico de t...—él me cortó—mamá te quiero más de lo que tú crees, y ese es el regalo que quiero, estar con mí preciosa y sexy mamá todo un fin de semana, en un SPA los dos solos.  Además ése es el regalo de papá, pero quiero que tú me regales un regalo que sea solo tuyo—mientras me hablaba, Toni me acercó más a él, notando como su polla se apretaba más contra mí coño, que estaba con los labios abiertos, cómo si mordieran aquella polla, que la sentía latir en mí coño—yo me notaba excitada y cachonda cómo no lo he estado jamás, tiran Toni de mis brazos hacia él, con un tono que me tenía cómo excitada por lo maduro que lo sentía—Mmm...  ¿qué regalo es ese nene? si puedo sabes que ya lo tienes—.—sí puedes...ven acércate más te lo diré al oído—.—pero si ya estamos muy...AH...AH...¡¡Toni!!  ...AH...—sin dejarme acabar de hablar, me cogió del culo y de la cintura cómo a su muñeca, y me subió encima de sus muslos, teniéndome bien cogida, con mí coño con los labios separados del todo, frotándose contra aquella polla que ahora la notaba más gruesa aún de lo que me había parecido.

Me sentía el coño chorrear jugos cómo nunca lo había sentido, notándome caliente y cachonda cómo nunca ningún hombre me había excitado antes—Toni...nene...AH...no soy tu muñeca, cógeme con cuidado bruto...AH...dime el regalo ya so descarado—.—quiero...que me des un beso...—al oír  lo que quería, noté como mí coño se movía solo, frotándose contra su polla.

Me aclaré la voz intentando, no notase como estaba de excitada y caliente, estando encima de él tan cerca uno del otro—U...un...beso ¿cómo?—.—cómo si fueras mí novia, en los labios, papá nunca te besa así, con la boca que tienes mamá—.—Toni ¿sabes qué me estás pidiendo? un beso en los labios, las madres y los hijos no se besan así—.—anda mamá solo será uno—Toni me acercó más a él, frotándome la polla de adelanta atrás atrayéndome hacia su pecho, sin dejar de mover sus caderas.  notando cómo mí coño se empezaba a mover solo, frotándose contra aquella barra de carne, que lo rozaba cada vez con más intensidad.

Mí hijo me daba besos en el cuello y la oreja, mientras el agua caliente llenaba de vapor todo el baño, haciendo que estuviéramos muy a gusto.  Cogí por el cuello a mí hijo, dándole besos muy tiernos por toda la cara, el cuello, mientras no podía dejar de mover mis caderas notando como aquella polla tan dura y gruesa, me frotaba todo el chocho, rozando el clítoris.

Toni descendió sus besos por mí cuello, a la vez que cogió mis tetas, haciendo me pusiera loca de excitación—Toni...AH...no, tengo las tetas muy sensibles...AH...no me las toques así, no seas malo...AH, AH...MMM...OOOHHH...nene, no toques así mis pezones hijo...AH, AH, travieso—.—me acuerdo cuando era pequeño me encantaba chuparlos todo el día...estaban muy ricos mamá—.—AH, AH...sí eras un tragón, no parabas de comértelas—.—tienes los pezones duros mamá, seguro están igual de ricos que antes—.—AH...no los estires así cariño...OH, no, para hijo—sin hacerme caso, Toni se metió el pezón en la boca, haciendo que le frotara con más intensidad mí coño contra su polla, mientras le cogí la cabeza, para que se comiera mis tetas, loca de excitación.

Toni me frotaba toda la polla por mí chocho abierto, frotándome el grueso cipote contra mis labios, que parecían querer tragarse aquella cabeza tan gruesa y morada—Oh mamá tus tetas que ricas están, dámelas cómo cuándo era un bebe, así—.—AAAHHH...AAAHHH...sí cariño chupa los pezones de mamá así...MMM...OH,OH, sí muérdelos hijo, OH que atrevido eres, te aprovechas de mamá, AH nene me frotas muy fuerte, AAAHHH...SÍ—.—OH...OH...mamá tu chocho lo siento muy caliente, me frotas el coño muy rico...OH...OH...—.—no me hables así hijo, OH...eres tú que no  dejas de frotarme esa polla tan gruesa y dura que tienes, travieso...AH...AH...que polla tienes cariño—.

Excitado por mis palabras, Toni se puso de pie en la bañera, teniéndome bien cogida por la cintura y mí culo, mientras me chupaba mis sensibles tetas, sabiendo ponerme loca de excitación.  Al tenerme así cogida, me hizo que le atenazara por las caderas con mis muslos, mientras lo cogía a la vez por el cuello, sin parar de comérmelo a besos.

En esta postura mí hijo me frotó toda la polla, frotándome su hinchado y grueso cipote, por mis labios, cómo si me estuviera follando, frotándome mí hinchado clítoris en cada embestida, poniéndome excitada cómo nunca—OOOHHH MAMÁ...QUE CHOCHO TAN TRAGÓN TIENES, ESTÁ MUY ABIERTO OOOHHH...QUE RICO TE FROTO ASÍ MÍ POLLA...OOOHHH...SÍ ASÍ...¡¡QUE CHOCHO!!  TUS TETAS ME ENCANTA MORDERLAS...SÍ—.—AAAHHH...AAAHHH...TONI...AAAHHH...NO ME FROTES EL CHOCHO ASÍ DE FUERTE...AAAHHH...TRAVIESO...OH...CÓMO SIENTO TU POLLA...NO ME HABLES ASÍ DESCARADO...OH, QUE POLLA TIENES NENE, SÍ COMETE MIS TETAS HIJO...—.—ME VOY A CORRER MAMÁ...AAAHHH...QUE RICO ME FROTAS EL CHOCHO...AAAHHH...ME CORROOO YA—.

Toni aceleró sus caderas frotándome con más intensidad, haciendo que le cogiera la polla, apretando mis dedos muy fuerte alrededor de aquella barra de carne, mientras le frotaba el coño, corriéndome con él—AH, AH, AH, nene sí, dale a mamá la leche mí vida, me estás haciendo correrme contigo, así cariño, OH cómo me frotas el chocho...me corro cariño...OOOHHH...YA SÍ...—Toni me frotó la polla con unas sacudidas muy fuertes cómo si me follara, mientras mí coño no paró de frotarse contra la polla, hasta que le saqué toda la leche.

Nuestros sexos estaban cómo pegados de su leche y mis jugos.  Toni se dejó caer de nuevo en la bañera, que continuaba teniendo el agua muy caliente.  Estábamos los dos sudorosos, con la respiración algo agitada aún, yo estaba encima de mí hijo con las piernas estiradas del todo, abrazada a su cuello, y con mí cara en su pecho, mientras lo besaba poco a poco, besándole todo el pecho y ascendiendo por su cuello.  Toni quedó con sus piernas abiertas del todo, con nuestros sexos el uno encima del otro.

Yo seguí besándole por toda su cara, respirando muy relajada, jamás me había sentido así de bien, mí hijo me tenía cogida de mí respingón culo, sin dejar de manosearlo con mucha calma, en total relax los dos.

Notaba su polla medio erecta contra mí coño.  Mientras besaba a mí hijo por toda la cara y la frente, le frotaba el coño contra su polla que volvía a estar  dura cómo una piedra, mí coño estaba más caliente a cada segundo, notando como aquella polla me separaba los labios rozándome los labios menores y mí hinchado clítoris, que lo sentía fuera de su capuchón, hinchado y duro—OH...OH...nene...que bien estamos

así cariño—.—sí mamá muy bien...mmm, me gusta tenerte así de cerca...así...OH MAMÁ—.  Toni mientras me decía esto, me apretó más contra él, pasándome una mano entre los muslos sin soltarme el culo, notando cómo se me clavaba más aquella barra de carne tan dura, rozándome más el clítoris, poniéndome caliente, el muy osado—AH...AH...¡¡Toni!!  no te frotes así hijo, me pones mala...AH...—.

Arrastrada por la excitación que sentía, no pude evitar sentir una lujuria y morbo incestuosos, como no podía imaginar sentiría nunca.  Me abracé más fuerte a mí hijo cogiéndolo del cuello, mirándolo a los ojos le dije—Toma el regalo de mamá mí vida—diciéndole esto  lo bese en los labios, buscando su lengua con la mía, mientras le frotaba todo el chocho contra su polla que me hacía chorrear jugos cómo una perra en celo.

Mí hijo gimió de gusto, mientras me cogía más fuerte el culo, pasándome los dedos por mí ano, y frotándome el coño al ritmo que yo le marcaba, como si fuéramos uno solo—Mmm...  mamá que bien me besas, sí no pares...OH TU COÑO...DÁMELO SÍ—.

Toni apoyándose en sus fuertes piernas y la espalda, levantó las caderas fuera del agua levantándome con él.  Yo al verme así, me puse loca de cachonda frotándole todo el chocho a mí hijo, cogiéndolo con ambas manos del culo, haciendo que me frotara su grueso c8ipote por mis labios abiertos, y mí clítoris, haciendo me corriera empapando de jugos la polla—OH...mamá sí toma mí polla en tu coño, así te la froto más...OH qué coño tan caliente y húmedo tienes...OH—.—AAAHHH...AAAHHH...AAAHHH...¡¡¡Toni!!!  sí, sí...frótame tu cipote así en mí clítoris...AH...AH...me corrooo...me corrooo nene...sí toma el coño de mamá, córrete mí vida, dale tu leche a mamá hijo AAAHHH...que placer me das—.—sí mamá me corrooo, toma mí leche...yaaa...OH me corrooo muy fuerte...que rico...AH...

Después de este baño cogimos un taxi y nos fuimos al SPA, que había elegido Toni por ser su cumpleaños.  Para vergüenza mía me desperté más de una vez durante la noche, viéndome con su polla en mí mano.

No era un sueño, pedí una habitación doble con una única cama, con Jacuzzi por supuesto.  Toni dormía con una cara de niño bueno, que no dejaba ver el descarado y travieso hombre en que se estaba convirtiendo.

Durante todo el día estuvimos disfrutando de las magnificas instalaciones de aquel hotel de cinco estrellas tan exclusivo.  Le pedí a Toni que por favor utilizara un traje de baño estilo pirata, holgado, pues no paró de meterme los dedos en el coño el muy perverso, en una piscina que estaba llena de chorros de agua, con rincones en penumbra.

Me puso tan caliente y cachonda, que en esta piscina con los chorros de agua, nos pusimos ocultos tras uno de estos chorros de agua medio en penumbra, y mientras me metía el descarado dos dedos en el chocho, me pegue a él dándole la espalda, sacándole la polla fuera del bañador, metiéndomela entre los muslos y el bikini, frotándosela con mis salidos labios, hasta que nos corrimos los dos, sacándole toda la leche, poniendo a mí hijo loco de excitación, haciendo me hablara cómo nunca lo había hecho antes—OH...OH...mamá sí, que bien te froto así el coño...mmm, que caliente y húmedo lo tienes, me voy a correr ya mamá cachonda...OH, te voy a follar por ponerme así de caliente...OH, qué buena estás mamá...me corro...OH sí—.—córrete hijo así, frótale a mamá toda la polla en el chocho, hijo perverso, me has puesto muy caliente tocándome así...AH, AH...sí échame toda la leche hijo...OH, cuanta leche tienes travieso—.

Por la noche después de cenar en un restaurant cerca del hotel, tomamos un refresco en la piscina del hotel.  Toni me sacó a bailar, después de haberse ausentado durante 10 ó 15 minutos, sin querer decirme cual había sido el motivo de su ausencia.

Durante el baile, me fue llevando hacia la parte más oscura y tranquila, para poder besarme en los labios el muy pillo.  Yo le aparté la boca, poniéndolo más caliente y excitado, manoseándome el atrevido el culo, lamiéndome el cuello y la oreja, poniéndome los pezones duros.  Pasada la media noche subimos a la habitación, en el ascensor me cogió del culo contra la pared besándome cómo un animal en celo, me puso tan excitada que le dejé me metiera toda la lengua, chupando mí lengua como mí marido no lo había hecho nunca, me noté las bragas húmedas.

Sin dejar de morrearme me preguntó si quería ser su novia, con voz mimosa el muy zalamero—Mmm...  ¿quieres ser mí novia, eh, mí mamá sexy y caliente?—.—Mmm...  no me beses así travieso...mmm, me haces perder el control, golfo, ¿quieres de verdad que mamá sea tu novia—.  Al detenerse el ascensor, me cogió en brazos, haciendo me cogiera a él de su cuello.  Así me beso mientras le susurraba que me soltara, sin oponerle ninguna resistencia, no pudiendo evitar sonreírme mientras me llevaba cómo a su novia a nuestra alcoba.

La puerta la abrí yo, sacando la tarjeta del bolsillo de su pantalón,  al meter la mano, palpé el enorme bulto de su bragueta, mojándose mis bragas más de lo que ya lo estaban.

Nada más entrar me quedé con la boca abierta, sin poder reaccionar ante lo que estaba viendo.  Estaba la alcoba iluminada por lo menos con dos decenas de velones, y además escuché una música de saxo, muy sensual de fondo.

Besé a Toni como nunca pensé besar a mí hijo, chupándole y lamiendo su lengua con lujuria y deseo sexual.  Él me dejó en el suelo, mientras el uno desnudaba al otro, sin que nuestras bocas se separaran nada más que para respirar.

Me llevó de la mano al baño, sintiendo que mí corazón se aceleraba cómo si fuera una adolescente.  La bañera estaba empotrada en el suelo, toda rodeada de velones que iluminaban el agua de forma mágica y sensual. Nos metimos en el agua sin soltarnos de la mano, besándonos cómo dos enamorados.

Mí corazón y mí mente iban igual de veloces, sintiendo cosas que jamás pensé sentir con mí hijo, y que mí mente trataba de asumir tan rápido, como le era posible.  Atraje hacia mí a Toni, mientras con la otra mano, acariciaba su gruesa y dura polla, deslizando mí mano, lentamente. notando cómo vibraba y crecía más a cada caricia mía, llenándome la mano de aquella increíble polla.

Llevé la cabeza de mí hijo a mis tetas, que las acarició chupándolas y comiéndose mis pezones, haciendo me corriera casi de gusto—AH...AH...sí cariño así comete las tetas de mamá así...AH...AH...chupa mis pezones más travieso...AH, tu polla está muy dura y gruesa hijo OH...voy a correrme de lo cachonda que me tienes...OH que lengua tienes cariño, me corrooo...chupa mis pezones así...muérdemelos...AAAHHH...—.

Llevé una mano de mí hijo a mí coño haciendo me cogiera mis salidos labios con toda la mano, frotándome todo el coño mientras me corría por lo bien me comía las tetas.

—Sí cariño toca así mí coño...AAAHHH...AAAHHH...—.—Tienes el chocho muy abierto y húmedo mamá, OH...que rico—.  Toni aprovechó al verme así de excitada, para meterme dos dedos hasta el fondo de mí coño, mientras me corría, haciendo se los empapara de jugos.

Al verme con el coño así de jugos, el perverso me los metió y sacó rápido, haciendo mí chocho chapoteara de forma morbosa, excitándonos los dos, haciendo me corriera de nuevo, mientras separaba más mis muslos por el placer que sentía, moviendo mí coño sin parar, mientras le decía no me los metiera tan rápido—AH...nene...AH, AH...no me los metas así...hijo...AAAHHH...AAAHHH...tus dedos AAAHHH...me los metes hasta el fondo, perverso...AAAHHH...me haces me corra otra vez...AAAHHH....cómo me chapotea jugos el coño...AH hijo...no seas así de malo...me corrooo...más.

Sin poder ni querer evitarlo, agarré la polla y la lamí toda entera como si me fuera la vida en ello.  Toni me metió dos dedos en el coño, mientras se quejaba cómo mis labios le comían toda la polla apretándola fuerte—OH...OH...mamá...OH...sí comete así mí polla, OH...que rico...sí comete mí cipote más, así.

Centré mis labios alrededor de aquella cabeza morada, pasando la lengua, saboreándola, degustándola.  Mí hijo me tenía pinzado el clítoris, haciendo gimiera gritándole, del gusto que sabía darme, mientras le comía su cipote con más deseo a cada momento.

En esos momentos me sentí enamorada de mí hijo, sin que mí mente rechazara esa descabellada idea, sin asustarme por este descubrimiento, ante el que solo podía hacer una cosa: hacer feliz a mí hijo y amarle como estaba haciendo, sin atarle a su madre para nada, que fuera libre para volar cuándo él quisiera.

—Mmm...  AH cariño...OOOGGG...OOOGGG...que bien me tocas el coño...OOOGGG...SÍ—.  Sin resistirlo más, cogí de la mano a mí nene llevándomelo a la cama.  Me estiré haciendo se echara encima mío, besándonos cómo una pareja de novios.  Toni me frotaba la polla en el coño, mientras mí mano no se la soltaba, dándome yo misma con la cabeza de la polla en mí excitado clítoris.

Después de frotármelo varias veces, enfile la amoratada cabeza entre los abiertos labios de mí coño, pidiéndole a mí hijo me follará—dámela toda cariño, métele a mamá toda la polla en el coño—.

Levanté el culo de la cama, con los muslos en alto, mientras cogía a Toni del culo con ambas manos.  Mi hijo me cogió bien del culo con ambas manos, mientras metió la mitad de la polla de una sola embestida.

Al ser tan estrecha de puente, parecía que me estuviera desvirgando, notando como me llenaba todo el coño.  Sin saber cómo lo hacía, por verme así de excitada, los músculos de mí coño apretaban la polla como si la mordiera, de forma morbosa, excitándonos más los dos, yo me corrí nada más sentir la polla de mí hijo en mí coño.

Le grité con la voz tomada por lo cachonda que estaba, con una mezcla de dolor y placer, siendo mayor el segundo que el primero, sintiendo como me llenaba todo el coño, rozándomelo cómo  nadie me lo había rozado jamás—AAAHHH...AAAHHH...AAAHHH...Toni...tienes la polla muy gruesa, OOOGGG...OOOGGG... cómo me llenas el coño—.—OOOHHH....mamá tienes el coño muy estrecho y caliente, que rico,  me aprietas muy fuerte la polla...OOOHHH...QUE CHOCHO TAN ESTRECHO, toma toda la polla mamá así...AAAHHH...SÍ, ASÍ TODAAA...—.

Mí hijo me la clavó toda, hasta sentir sus huevos llenos de leche en mí coño, haciendo que le gritara cómo una guarra, de sentir como me llenaba todo el coño con aquella polla, corriéndome sin parar, excitada por lo bien que mí hijo estaba sabiendo follarme a pesar de su juventud, excitándome más oír cómo se atrevía hablarme con aquel desparpajo—.—OOOGGG...OOOGGG...¡¡¡QUE POLLA!!!  Sí folla a mamá así cariño...AAAHHH...no pares de metérmela toda así hijo, me corro de gusto, folla mí chocho ASÍ...OOOGGG...¡¡¡CÓMO ME FOLLAS!!!  —.—OH mamá sí abre más tu coño, que te la clavé toda, que chocho tienes tan estrecho y que rico, toma toda la polla...ASÍ...ASÍ...ASÍ...OH QUE COÑO—.—sí cariño toma mí coño...OH...¿así quieres mamá te lo abra?...AAAHHH...más sí ¡¡¡FÓLLAME!!!—.

Obedeciendo a Toni, loca de placer, me separé con las dos manos los labios del coño, abriéndomelo todo lo que pude, mientras mí hijo, me dio un mete saca diabólico, hablándome como si fuera su puta, mientras se corría llenándome todo el chocho de leche, y haciendo me corriese con él, hablándome sucio y caliente, como no lo había hecho en mí vida.

—OOOHHH...SÍ MAMÁ...OOOHHH SÍ, ASÍ ÁBRELO ASÍ ¡¡¡PUTA!!!  TOMA TODA MÍ POLLA ASÍ, ASÍ, ASÍ...QUE BIEN TE LA METO TODA AHORA...¡¡QUE COÑO TIENES MAMÁ!!  ME CORROOO TOMA MÍ POLLA, ASÍ, ASÍ, ASÍ...TOMA MÍ LECHE—.—OOOHHH...SÍ...OOOHHH...SÍ...ME LA ESTÁS CLAVANDO TODA...AAAHHH...FOLLA EL CHOCHO DE MAMÁ ASÍ MÍ VIDA...ASÍ...ASÍ...ASÍ...LLÉNAMELO DE LECHE...¡¡CABRÓN!!  COMO ME FOLLAS CARIÑO...ME CORRO CONTIGO...AH...ME QUEMA TU LECHE...MÉTELA MÁS SÍ, MÁS...AH QUE FOLLADA ME DAS...ME CORROOO NENE...—.

Desde este fin de semana, fui la novia de mí hijo, hasta que con apenas 20 años se casó con una chica, que tenía cierto parecido conmigo.

Yo me sentí muy feliz por él, no quería atarlo a una relación que quizá podría hacerle daño, después de seis años.  Nunca mí marido supo hacerme tan feliz, como supo hacerlo Toni.  El día de la boda, una parte de mí se sintió triste, aunque no lo dejé ver en ningún momento.

La otra parte sí estaba contenta, porque mí hijo hubiera encontrado a una mujer que supiera hacerlo realmente feliz.  Un poco antes de los dos años de la boda, mí marido falleció por un infarto miocardio.  El doctor le advirtió que dejará el tabaco, pero fue incapaz de conseguirlo.

Toni vivía a más de tres horas en coche, así que desde la boda solo nos veíamos en los cumpleaños y las navidades.  Al verlos en el funeral, me pareció  que entre ellos no había apenas química, como esperaba que hubiese, él nada me refirió, así que yo tampoco nada le dije.

Desde el día de su boda, supe que seguía enamorada de él.  Eso hizo se adueñara de mí una melancolía, al saber que había perdido a mí hijo para siempre, aunque me alegraba realmente que fuera feliz con su mujer.

Apenas pasado un mes del entierro de mí marido, que llamarón a la puerta poco antes de la hora de comer.   Al abrir la puerta me quedé de piedra, era Toni, con una maleta grande, estaba algo triste, aunque se sonrió al verme y me besó, dándome un pico que no me esperaba— ¿puedo entrar mamá?—.—bobo, como no vas a poder entrar si es tu casa—.

Me abracé a su cuello, resbalándome dos lagrimas que limpié enseguida, evitando que me viera así de emocionada—¿Qué haces aquí en casa?  ¿Y esa maleta tan grande, qué ha pasado cariño?—.  Toni sin dejar de tenerme en sus brazos, me respondió sin mirarme a los ojos, con la mirada triste y clavada en el suelo—Mamá dame unos días por favor, prometo contártelo, pero ahora me sería duro el hacerlo—.—claro nene, no te preocupes, no tienes que explicarme nada que no quieras, ya lo harás si quieres hacerlo—.

Fueron pasando los días, hasta que al mes Toni, mientras comíamos me dijo—Mamá ella quiere separarse de mí, porqué según ella, no la quiero como debería quererla, así que nos vamos a separar, ya lo sabes.

No sé si estarás de acuerdo que vuelva a vivir aquí contigo—.—Toni no me cabrees diciendo tonterías, es tu casa igual que mía, ya está todo dicho—.  Después de una semana de contarme Toni los motivos de su separación, estaban hablando en la radio sobre el tema del incesto, y en concreto sobre el incesto madre-hijo, diciendo los psicólogos  y expertos del programa que se daba más de lo que la población en general creía.

Los dos lo estábamos escuchando con gran interés, cuándo uno de los contertulios explicó que en Italia en la ciudad de Génova, un juez había dado el divorcio a una mujer que había alegado, que su marido había reconocido estar enamorado de su madre, solo 18 años mayor que él.

Yo al escuchar la noticia noté como un ligero rubor, levantándome de la mesa para recoger lo del desayuno.  Toni se dio cuenta, siguiéndome con la mirada sin quitarme ojo de encima.  Desde su vuelta a casa, le había pillado mirándome casi embelesado al pasearme por casa en bragas y camiseta, notando como mí coño se humedecía al ver cómo me miraba, y ver cómo su pantalón se abultaba con un bulto de escándalo.

Esto pasaba casi a diario, pero ninguno de los dos, le decía nada al otro.  Cómo decía, —al escuchar lo del hijo enamorado, y que en base a reconocerlo él, le habían concedido la separación a su mujer—, mientras dejaba los vasos del desayuno en la pica de la cocina le comenté a mí hijo—Yo seguramente no valgo tanto como esa madre, jajaja, ¿no cariño? como para que te separases por mí...—Toni se levantó al oírme decirle eso y me confesó al oído—mamá debo decirte algo muy importante—esto me lo dijo  abrazándome muy fuerte, pegándome a él que casi no podía respirar.  Notaba su polla morcillona, presionando mí coño que al sentir la polla, mojó mis bragas—Yo...no te lo he dicho todo sobre los motivos de mí separación...—mientras le escuchaba noté cómo se me aceleraba el corazón, mí respiración era más entre cortada, sintiéndome sofocada realmente—¿Qué no me has contado hijo, qué más debo saber?—.

El tamaño del bulto en su bóxer había aumentado de forma considerable, lo mismo que la humedad de mis bragas—He sido yo el que le he pedido a ella que quiero separarme porque estoy enamorado de otra mujer—.  Al oírle decirme esto, mí corazón se aceleró, cómo si corriese una maratón, a la vez que mí coño empapaba mis bragas.

Notaba el paquete de mí hijo, clavado encima de mí coño, como si fuera atravesar la tela que lo cubría, en esos instantes en el programa de la radio sobre el incesto, los expertos en el programa, convenían en estar todos de acuerdo en lo siguiente...—En una relación de incesto entre una madre y su hijo, si esta es totalmente consensuada por los dos, y ambos tienen la capacidad totalmente sana sin ninguna perturbación física ni mental, la relación no ofrece ninguna diferencia a como sería una relación totalmente normal, entre una mujer y un hombre—.

Al escuchar esto Toni, me acercó los labios a la oreja susurrándome con voz mimosa y zalamera— ¿Me das la teta mamá?—.  Al oírlo, mí coño se inundo de jugos, mientras me bajé el tirante del camisón llevando su cabeza a mí teta diciéndole —Tómala cariño, comete las tetas de mamá cielo, son todas para ti—.

Toni chupó mí pezón cómo un bebe hambriento, sin dejar de acariciarme las dos tetas a la vez, mientras mí mano sacó de su bóxer la polla, que no podía estar más dura y gruesa, realmente tenía que estar incomodo pobre hijo, con aquella polla tan dura.

Mientras me mordía los pezones, mí mano la apretaba recordando lo gruesa que era, subiendo y bajando por toda la polla, mientras no podía dejar de sollozar de gusto, de cómo me comía las tetas Toni—AH...AH...sí cariño no dejes de comértelas mí amor, OH...como te necesito mí vida—.

Sin dejar de comérselas me echó en el suelo de la cocina, arrancándome las bragas de un tirón, poniéndose entre mis muslos.  Le cogí la polla llevándomela al chocho, que se tragó la hinchada cabeza empapándola de jugos.

Toni se puso mis piernas en sus hombros, abriéndome así más mí estrecho coño, clavándomela toda de una sola embestida, haciéndome gritar de placer y morbo como si me estuviera matando, mientras yo no paraba de mover la cabeza a un lado y otro, mientras no dejaba de mirar cómo me clavaba el descarado toda la polla, volviéndome loca de placer—AAAHHH...AAAHHH...BRUTO...AAAHHH...SÍ...SÍ...AAAHHH...COMO ME LA CLAVAS...AAAHHH...NOTO TUS HUEVOS EN MÍ CHOCHO...FOLLAME ASÍ HIJO...FOLLATE A MAMÁ ASÍ...AAAHHH...—.

Al hablarle así de caliente, mí hijo se echó encima mío, haciendo que le atenazara con mis muslos por sus caderas, mientras le cogía del cuello, él me cogió del culo con ambas manos, metiéndome toda la polla muy rápido, dándome la lengua sin dejar de decirle que no parara de follarme así—SÍ...SÍ...NENE AH, AH, AH...ASÍ DÁMELA ASÍ TODA...AH, AH, ¡¡FÓLLAME!!  ¡¡FÓLLAME ASÍ!!  AH...FOLLA  MÍ CHOCHO ASÍ...AH...ME CORRO NENE, DAME TU LECHE MÍ VIDA...AH, ¡¡QUE POLLA!!  AH...ME CORRO CABRÓN...LLENA A MAMÁ DE LECHE...AH...—.—ME CORRO MAMÁ...AH, AH, SÍ...COMO ME APRIETAS LA POLLA...PUTA...TOMA MÍ LECHE...EN TU CHOCHO...OH QUE BUENO ME CORRO MAMÁ SÍ...AH...AH...TOMALA TODAAA...—.

Esa noche Toni se pasó a mí habitación, no dejando de hacerlo jamás.  Mí hijo me estrenó analmente esa misma noche, sin entender cómo pudo meterme aquella polla en mí estrecho ano.

El perverso me hizo sentarme encima suyo con la polla clavada en mí culo, haciendo me corriera por el culo de gusto, volviéndome una adicta y una guarra del sexo anal.  Le pedí no dejara de buscar a una chica que lo hiciera feliz, él me respondió lo siguiente—Mamá donde voy a encontrar una chica tan guapa y caliente cómo tú, que sabe sacarme toda la leche como tú sabes hacerlo?—.

Soy una madre feliz de amar a mí perverso y amado hijo, besos.

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