La vuelta a casa
Mi desconocido de ojos claros, resulto ser muy buena compañia, despues de follarnos en la piscina como si nos fuera a faltar el tiempo, nos fuimos a tomar algo y lo pasamos genial...
LA VUELTA A CASA
Después de nuestro encuentro en la piscina y unas cuantas copas de más, Mikel y yo volvimos a casa, fue una noche divertida, en la que hablamos de todo y de nada, gastamos bromas como si nos conociéramos de toda la vida, bebimos, reimos, bailamos como dos grandes amigos… La noche empezó de una forma intensa, follando como dos adolescentes al aire libre, como si nos faltaran el tiempo o lugares donde hacerlo, pero después todo transcurrió con normalidad, ni un beso, ni un roce, ni una mirada de lujuria, tan solo buena conversación y un rato agradable haciéndonos compañía el uno al otro.
Cuando nuestros niveles de alcohol en sangre superaban los limites de lo permitido, decidimos que era la hora de volver, habíamos pasado una buena noche, en la que en realidad habíamos empezado por el final, en vez de salir a divertinos y terminar la noche con un buen polvo lo hicimos al revés, empezamos por donde se suele acabar.
Yo iba como flotando en una nube, la falta de costumbre hace que el alcohol me afecte mucho, asi que no tardo en marearme y empezar a decir tonterías, me costaba incluso mantenerme de pie, Mikel agarró mi mano para evitar que terminara con los huesos en el suelo, ese fue el primer contacto que tuvimos desde que nos dimos la ducha juntos, yo me sentía insegura en cada uno de mis pasos, incluso con aquella mano grande y fuerte agarrando la mia, le solté la mano y aproximando mi cuerpo al suyo me cogí de su brazo, de manera que el llevaba casi todo mi peso.
- ¿ Pero como te voy a llevar asi hasta casa? Maña, parece que te has pasado un poquito esta noche ¿eh? – me decía entre risas.
- Tu tienes la culpa que me lias, además, estaba tan rica esa bebida que me pediste, entra como el agua asi fresca, lo que pasa es que es muy fuerte, ay! Que malita estoy…
- Jajaja, no es que sea fuerte, lo que pasa es que a lo mejor después de seis empieza a afectar un poco.
- ¿ Seis? Madre mia, como me he cebado, ¿ por que me dejas beber tanto?
- Pues porque estas muy graciosa con esos colores que se te ponen, además de muy simpática…
- Yo no llego asi a casa, vamos a sentarnos a descansar.
- No no, que si te sientas después será peor, porque no te levantaras.
- Vale, tráeme la cama, que me quedo a dormir aquí a la fresca, que me estoy muriendo prácticamente – le dije como si el mundo se fuera a acabar.
El no podía dejar de reírse, pasó su mano alrededor de mis hombros, me apretó todavía mas contra su cuerpo y dijo:
- ¿ Todos los maños son tan exagerados como tu? Menos mal que estoy aquí yo, esta noche voy a ser tu angel de la guarda.
Llamó a un taxi, que nos dejó en la misma puerta de casa, ya parecía que se me iba pasando el mareo que tenía, me acompañó hasta el rellano de mi piso de vacaciones, empecé a buscar en el bolso y en todos mis bolsillos:
- Jeje, te vas a reir, pero me he dejado las llaves.
- ¿Y ahora como vas a entrar? Si llamas tus amigas se mosquearan.
- Que se jodan y se despierten.
Empece a llamar al timbre, una, dos, tres, hasta cuatro veces y no salía nadie, ¿era posible las amigas tan fiesteras que me habían salido? Se habían ido de casa antes que yo y no habían vuelto aun, Mikel y yo nos quedamos los dos parados en el rellano con cara de circunstancias…
- Bueno ahora todo depende de mi angel de la guarda, ya que estoy desvalida. - le dije con mi mejor cara de niña buena.
- Vamos a mi casa, quédate conmigo hasta que vuelvan tus amigas y puedas entrar.
Subimos a su casa, me dejó una toalla y su ducha, me saqué la ropa, me metí debajo del chorro del agua fría, me quedé allí mucho tiempo, me estaba sentando genial, mi mareo ya había desaparecido, pero aun con todo me recree allí debajo un rato mas, envolví mi cuerpo en una toalla, y salí del baño.
Empecé a buscar a Mikel por toda la casa, lo llamé, pero no contestaba, hasta que vi luz en una habitación, entre allí y la visión que tuve, activó todos mis sentidos, allí estaba el tumbado encima de la cama, en calzoncillos, unos bóxer blancos que resaltaban aun mas el color dorado de su piel, me quité la toalla que envolvía mi pelo y se la tire encima del pecho, el impacto de la toalla hizo que se despertara.
- Parece ser que no es a mi a la única que le afecta esa bebida.
No dijo nada, solo sonrió, yo después de la ducha ya estaba perfectamente, y el estaba tan guapo, que con esa mirada y esa sonrisa, hizo que toda la sangre de mi cuerpo se concentrara en la misma zona, fui hacia el que seguía tumbado en la cama, me puse a horcajadas en sus piernas y empecé a besarle despacito, el respondió a mi beso metiendo su lengua en mi boca, haciéndome enloquecer con cada uno de sus movimientos, yo solo llevaba la toalla puesta, asi que no tardé en notar su polla dura rozando mi coño.
Seguiamos comiéndonos la boca, subiendo la intensidad de nuestros besos al ritmo, que iba subiendo la temperatura de nuestros cuerpos, de pronto con un movimiento magistral, el se dio la vuelta conmigo encima, de manera que ahora era yo la que estaba debajo, asi en esa postura, fue bajando con su boca por el cuello, después volvia a besarme, y volvia a bajar al cuello y mas abajo, me chupaba los pezones que ya se habían puesto duros en su boca, mientras sus dedos entraban en mi coño una y otra vez, me estaba volviendo loca.
Pero yo necesitaba mas, necesitaba chuparle la polla para sentir su excitación, se lo dije `` tengo que chuparte la polla pero ya´´ se tumbó boca arriba y antes de que yo pudiera degustar ese manjar, me sentó encima suyo de nuevo, esta vez puso mi coño en su cara de tal manera que mientras el me lo comia yo también pudiera llegar a esa zona de tanto interés para mi.
En esa postura yo le empecé a chupar la polla y los huevos, primero con la lengua de arriba abajo, después me la metia toda en la boca, hasta que rozaba mi garganta con ella, la dejaba bien mojadita, para meterme entonces los huevos en la boca y con la mano le masturbaba el pene… mientras el, estaba jugando con su lengua en mi rajita, chupando hasta la ultima gota de flujo que salía, jugando con el clítoris, volviéndome loca con esa lengua que sabia a la perfeccion que tenia que hacer para hacerme llegar una vez mas al orgasmo, estaba a punto de correrme, cuando me dijo `` necesito follarte este coño, te voy a meter una follada que te voy a rebentar´´,y yo también necesitaba sentir dentro de mi su polla dura, mas después de aquellas palabras, que me pusieron muchísimo mas cachonda, me tumbé boca arriba, el se puso sobre mi y de golpe, sin avisar, clavó su polla en mi coño con tanta fuerza, que no pude evitar un grito, de dolor pero también de placer, empezó sus embestidas fuertes, salvajes, primitivas… yo me abrazaba a su espalda, clavaba las uñas en su piel, gritaba de placer, estaba gozando como una puta perra en celo, asi en esa posición tuve un orgasmo increíble, mientras el me seguía follando sin piedad.
Cuando el estuvo a punto de correrse, paró aquella follada que me hizo subir al cielo, sacó su polla de mi coño y se masturbó hasta venirse encima de mis tetas…
Fue increíble, caimos los dos sin fuerzas, sudando encima de la cama, el se quedó dormido, yo me fui a la ducha de nuevo y después salí de su casa, para ir al piso en el que me alojaba a ver si mis amigas habían llegado y me abrían la puerta.