La Visita

El deseo, el placer y el amor no tienen edad.

Por fin era sábado y la prima de mi mujer, Sonia, y su hija Laura, estaban a punto de llegar de visita para pasar unas semanas con nosotros. Ya hacía bastante tiempo que no coincidíamos.

Sobre las 22 horas llaman a la puerta. Mi mujer se acerca para mirar y abrir mientras espero en el salón. Son ellas. Escucho desde lejos el ajetreo del recibimiento, las maletas y bolsos, los saludos y besos de recibimiento. Momentos después la puerta se cierra y las escucho acercarse al salón donde las estoy esperando.

Primero veo a Sonia que está como siempre. Su edad ronda la nuestra, entorno a los 40. Su estatura es media, el pelo largo y su tez morena. La verdad que siempre fue bastante atractiva. Y desde hacía un par de años divorciada.

Junto a ella y acompañándola en el viaje su hija Laura que ya rondaría los 19 años. Al igual que la madre siempre había sido guapa. Media melena, pelo negro, ojos castaños, bastante alta, más que su madre y delgada. Bien proporcionada por delante y por detrás.

Llevaba un vestido de verano con un ligero escote al igual que su madre. Menudo estirón había pegado.

La verdad es que Sonia siempre me había “llamado la atención” a lo que creo que mi mujer era o fue bastante consciente en su momento. Supongo que seguirá siéndolo. Aunque no me lo muestre directamente esas cosas creo que nunca se olvidan.

-Hola Carlos -me dice Laura mientras se acerca a darme un beso en la mejilla

-Que tal guapa! Que bien te veo, estás magnífica -le digo complacido -ya eres todo una mujer hecha y derecha.

-Gracias, que exagerado, como siempre! -me contesta sonriendo

-Que tal Carlos -me dice Sonia con un beso en la mejilla

-Hola! Que tal -le contesto sonriendo

-Bueno, bueno ¿ habéis llegado sin problema ? -les pregunto, ya que el viaje había sido largo desplazándose desde la otra punta del país donde se encontraban temporalmente.

-Sí, sí, todo perfecto -contesta Sonia -ya sabes, al margen de las tediosas y eternas esperas en los enlaces.

-Estaréis cansadísimas y hambrientas supongo -pregunto mirando a ambas.

-Que va -contesta Sonia -ya tendremos tiempo de descansar ahora que hemos llegado y de comer con cualquier cosa nos apañamos.

Preparamos algo rápido de cenar y después de un par de horas se acostaron a dormir. El viaje había sido largo y estaban cansadas. Yo permanecí un rato más en el salón como es costumbre viendo la Tv, navegando por internet, ... pasando el tiempo.

El día siguiente fue un día normal de visitas y compras por la ciudad puesto que el día no estaba muy de playa. Pasamos todo el día por fuera.

No sé si era de manera inconsciente pero no dejaba de ver a Laura como una chica muy atractiva a pesar de nuestra diferencia de edad. Tanto sexualmente como persona, no sé, algo en ella que la hacía más adulta para su edad.

Nuestro matrimonio sexualmente no funcionaba como era debido y para mi realmente era un problema porque necesitaba el sexo mucho más que mi mujer. De ahí que fantasease muy a menudo con cualquier dependienta, chica que pasase por la calle, chat por internet, etc... ¿ Sería Laura una fantasía más ?

Al tercer día sale el sol así que playa.

Personalmente diría que sufrí y disfruté al mismo tiempo. Por un lado tuve la suerte de tener como compañera de toalla a Laura, ¿ coincidencias ? Quien sabe.

Una semi erección me acompañaba por momentos que yo trataba de disimular. Según las posturas que Laura adoptaba para tomar el sol o los movimientos que realizaba y que muchas veces acompañaba con una “mirada especial” hacia mí.

Quizás fuese mi imaginación la que me hacía parecer que fuese así. Pero dada mi reciente escasez sexual, tanto manual como de pareja no podía hacer nada por evitarlas.

No sé si se ella se daba cuenta o no.

Después del largo día y haber cenado de restaurante llegamos a casa bastante cansados.

Por lo que ellas deciden retirarse para acostarse mientras yo me opté por quedarme en el salón un rato más viendo una típica serie en la Tv.

Pero realmente no le estaba prestando ninguna atención. En mi mente solo rondaba la imagen de Laura. Me había excitado con ella aunque al mismo tiempo no dejaba de pensar en lo prohibido e imposible del tema. ¿ Yo rondando los 40 y casado con mi mujer en casa y Laura rondando los 19 ? Vamos que la imaginación no tiene fronteras pero tanto...

Se estaban acostando así que el baño estaba como el metro en hora punta, un ir y venir de gente. El mismo se puede ver desde la puerta del salón ya que se encuentra al final del largo pasillo.

Me acerco a la cocina a buscar una cerveza y regresar al salón. Justo entrando en el salón me giro mirando hacia la puerta del baño. La última de las chicas en salir para irse a su habitación no es otra que Laura. Como pijama lleva una camiseta holgada de color gris claro que dejaba intuir sus pechos tersos, y un pantalón corto de color azul celeste. Dejando al descubierto parte de sus muslos, sus piernas y los preciosos pies en los cuales terminaban. Se podía intuir la tersura y firmeza de sus piernas. Y seguramente sus bonitos y cuidados pies olerían a rosas.

No pude más que tragar saliva acompañada de un largo sorbo de cerveza.

Laura avanzaba cabizbaja, lentamente y ligeramente contorneándose hacia su habitación sin percatarse de que yo estaba observándola a lo lejos desde la puerta del salón. ¿ O si se había percatado ?

No dejé de observarla y recorrerla de arriba a abajo en cada segundo que pasó hasta que entró completamente en su habitación. Que bonitas nalgas se apreciaban a través del pantalón cuando giró para entrar en la habitación.

Avanzo y me dejo caer en el sofá del salón. ¿ Y ahora ? Ufff, mi imaginación no necesita mucho para estimularse sexualmente. Y entre lo pasado esos días y esta última escena... pues que se me había puesto medio dura. Le di un par de largos tragos más a la cerveza hasta terminarla y a por otra, me digo. No podría irme a dormir con esta calentura.

Me incorporo y me acerco a la cocina, abro la nevera, cojo otra cerveza y me retiro para abrirla y pegarle un primer trago apoyado contra el mesado sin dejar de pensar en Laura.

Y es cuando estoy terminando este primer trago que veo entrar a Laura por la puerta de la cocina.

-Uups! Hola Carlos -me dice entre sorpresa y con una sonrisa- venía a por un poco de agua que tengo sed. ¿ Tenéis agua fresca en la nevera ?

Me quedo de piedra sin saber que decir ni que hacer, me ha pillado por sorpresa. Lo último que esperaba era volver a ver es a Laura de carne y hueso esta noche.

-Hola Laura -contesto -claro, hay una botella de 2l en la nevera. Por favor, sírvete.

Se gira, abre la puerta de la nevera y medio se agacha para coger la botella situada en el fondo.

Ufff, que escenita, la belleza del cuerpo de Laura adornada con el aura de la tenue luz que sale de la nevera. Recupero mi media erección de inmediato y aprovecho para un largo trago de cerveza y apartar la vista. Esto no está bien, es la hija de la prima de mi mujer y yo soy un hombre adulto y casado que no puede estar imaginando cosas lascivas viendo a Laura. Pero tampoco soy de piedra, así que aprovecho para intentar acomodar mi semi erección y que no se note.

Laura cierra la puerta de la nevera y se gira hacía mí con la botella en las manos

-Carlos, ¿ Tienes un vaso ?

-Sí, claro, están aquí -le contesto mientras me digo, vaya, si están justo aquí donde estoy yo, joder! -espera que te alcanzo uno -le digo mientras me giro y estiro los brazos para coger uno del armario.

Mientras Laura se acerca para situarse justo enfrente de mi y que no tenga que desplazarme. Una vez alcanzado el vaso me giro y lo sostengo mientras Laura aprovecha para echar agua de la botella en él. Mi vista empieza un recorrido “inconsciente” desde la dulce mano que sostiene la botella inclinada, continuando por su brazo desnudo hasta terminar en la silueta de sus pechos que se adivinan muy redonditos y firmes detrás de la camiseta. Todo esto no es bueno si estas en pijama y con una semi erección.

Una vez el vaso está lleno deja la botella encima del mesado y procede a beberlo acercándolo a sus labios que se ven carnosos mientras levanta su cabeza. Ahora es en su cuello donde se fija mi vista. Parece tan suave y delicado... Me deleito con esta visión y cada sorbo de agua que pasa por su cuello hasta que termina de beber el vaso. Esta escena tampoco es buena si sigues en pijama con una semi erección previa, ya que ahora se convierte en una erección completa dificil de disimular.

Como estamos en la cocina a semi obscuras, la luz del pasillo es suficiente, creo poder intentar solventar la situación y que Laura no se percate.

Termina de beber, retira el vaso de sus labios y se incorpora hacia adelante para colocarlo sobre el mesado. Aquí es cuando “inocentemente” roza con su desnudo muslo mi erecta polla que se encuentra encerrada dentro del pijama. Se queda entonces quieta un breve instante al notar el contacto que supongo la coge por sorpresa, ¿ o no ? Un breve instante que para mí parecen horas. Permanezco inmóvil, quería morirme, que vergüenza.

Laura se reincorpora sin comentar nada y sin buscar mi mirada. Seguidamente se va alejando hacia la puerta de la cocina para despedirse.

-Hasta Mañana Carlos -me dice mirándome los ojos y sosteniendo la mirada con la boquita ligeramente entreabierta. Las palabras sobran, con esa mirada me ha dicho que ha notado que se me había puesto dura.

-Que descanses Laura -le contesto mirándola y confirmando con mi mirada y como  pidiendo disculpas por el hecho anterior.

Se da la vuelta y se aleja despacio.

Dios! Que mezcla de vergüenza, morbo y deseo. Me retiro al salón con la cerveza y la erección y me siento en el sofá. Voy a necesitar masturbarme porque esto me ha puesto muy caliente y así no podré dormir.

Mi mujer estará durmiendo, Sonia también y Laura empezará a quedarse en breve después de supongo que darle unas cuantas vueltas a la cabeza.  ¿ Se habrá sentido incómoda con el incidente anterior ?

No era mi intención pero no pude evitarlo y ahora lse me ha puesto muy dura y necesito calmarla. Decido por tanto desabrochar con una mano los botones del pijama mientras introduzco la otra para liberarla. Sale disparada hacia fuera. Está muy dura, se notan todas sus venas. Es gruesa, no excesivamente pero tampoco delgada, y de largo entorno a unos 19cm.

Comencé agarrándola completamente con mi mano para empezar un suave y constante movimiento arriba y abajo. Deteniéndome más tiempo después de haber retirado toda la piel que recubre el glande, el cual quedaba al aire. Mientras con la otra mano aprovechaba para mojar mis dedos en saliva y pasarlos por el glande al aire libre. Alternando con movimientos y caricias en la bolsa escrotal.

Estaba disfrutando de esta paja recostado en mi sofá sin dejar de imaginar a Laura. A cada movimiento mi deseo por ella aumentaba más y más. Empiezo entonces a planear cual será el siguiente paso. ¿ Me arriesgo a continuar masturbándome desde la puerta de su habitación, discretamente escondido, mientras la observo durmiendo ?

Sé que no es algo decente pero estoy demasiado excitado como para terminar de masturbarme solo con la imaginación. Así que no queda más que intentarlo y si luego se ve que es demasiado arriesgado pues se aborta la operación.

Me levanto raudo y me dirijo a la entrada de la habitación de Laura para situarme medio escondido entre su puerta entreabierta. No sin antes haberme cercionado de que tanto mi mujer como Sonia se encontraban durmiendo en sus respectivas habitaciones.

Desde la puerta de la habitación de Laura se ve completamente la cama sobre la que está durmiendo plácidamente. Y como es verano y casi no refresca por las noches solo medio tapada con una ligera sábana.

Se encuentra tumbada de espaldas a la puerta, medio arqueada y dejando entrever parte de sus piernas y sus pies que están desnudos. El resto ligeramente tapado entre la sábana utilizada y las diferentes partes del pijama. Lástima que no se haya quitado la camiseta para poder contemplar su desnuda espalda, me digo picaronamente.

Realmente empiezo a disfrutar de la situación. El morbo de estar observándola en directo en la intimidad de su habitación acompañado del incidente anterior en la cocina hace que mi polla se ponga cada vez más dura.

Deslizo una mano a mi polla para apretarla y suavemente calmar esta excitación mientras la observo. Estoy sintiendo mucho placer y me da miedo que se me escape algún gemido que pueda despertarla. Solo faltaba que me pillase ahora en esta situación.

Imagino mi glande totalmente descapullado rozando su piel. Mi tronco duro deslizándose desde su nuca y recorriendo toda su desnuda espalda hasta detenerse en sus nalgas y hundirse entre ellas levemente. Disfrutando del roce de cada mm de su piel. Continuando luego por la parte posterior de sus muslos y piernas para llegar a la planta de sus pies. Donde sus deditos jugarían con mi rojo y ardiente glande para luego entretenerse acariciando mis huevos, dándoles ligeros golpecitos.

De repente empieza a moverse y a girarse hacia mi dirección. Mierda! Me escondo detrás del marco de la puerta. La verdad el pasillo está bastante obscuro y la única luz es la exterior que entra por la ventana de su habitación.

Con mucho cuidado comienzo a espiar por la puerta. Sus ojos están cerrados y está respirando profundamente, parece dormida. Dudé por un instante entre seguir arriesgando o abortar llegado este punto. Pero la verdad es que estaba demasiado caliente como para abandonar ahora. Así que continué con la semi fantasía.

Volví a retomar mi dura polla mientras ahora veía su dulce cara con su dulce boca entreabierta. La imaginaba así como estaba pero con los ojos abiertos, tumbada y yo de rodillas encima con su cara entre mis piernas. Con mi dura polla abarcando toda su cara desde el mentón hasta su frente. Posándose sobre ella.

Laura empezaría entonces a olerla, entrecerrando sus ojos y acompañándose de respiraciones profundas. Luego abriría su boca, sacaría su lengua húmeda y empezaría a darle lametones. Al tiempo que yo desplazaría la polla muy suavemente a lo largo de su cara arriba y abajo para que ninguna zona se quedase sin probar.

Después de un rato así sería el momento de probarla y saborearla más intensamente. La ayudaría dejando mi glande a la entrada de su boca. De esta manera podría empezar a besarlo, rozarlo con los dientes y empezar a chuparlo cada vez un poquito más y más adentro. Una vez todo el glande dentro Laura tratría de abarcar un poquito más del tronco de la polla. Golpeando siempre con su lengua y dientes mi glande en el interior de su boca. Mis manos acompañarían acariciando y dandole suaves masajes en su cuello y pecho para estimularla en sus acciones. Y seguidamente deslizaría una de mis manos para posarla entre sus piernas y ayudarla a poco a poco ir calmando sus ardientes deseos.

Estaba muy caliente y ya masturbándome cada vez con más fuerza y velocidad. Quisiera disfrutar del momento mucho más tiempo pero también estaba corriendo muchos riesgos.

Al margen de todo eso el deseo de correrme era cada vez mayor.

De nuevo más movimientos, se medio gira estirando los brazos y quedando boca arriba. Dios! Que susto! Escondido de nuevo sigo observando. ¿ Se habrá despertado ?

Parece que no aunque no sé si dormida o no retira la sábana que le cubría. Noto su respiración, parece dormida.

Sin embargo de repente se medio incorpora y quita la camiseta. Joder! Está despierta, como salga ahora y me pille me da algo.

Falsa alarma, creo que el calor la ha despertado. Se vuelve a tumbar...

Dios! Pero que hace. Lejos de quedarse una de sus manos se posa sobre su pecho y empieza a acariciarse muy suave con las yemas de los dedos y en círculos que abarcan todo su pecho. A continuación la palma de su mano desciende y los círculos se hacen más pequeños abarcando la base de cada una de sus tetas. Sigue con ese movimiento suave, sensual. Primero con un pecho y luego con el otro. Después de un rato así se detiene sobre uno de manera sensual, apretándolo muy suave, casi puedo sentir como su pezón que se ha puesto duro roza la palma de su mano. Sigo espiando y estoy enloquecido.

Continúa con este masaje ahora con las dos manos cada una sobre uno de los pechos.

¿ Se habrá percatado de que estoy aquí ? ¿ Se debe a que está cachonda por el incidente anterior en la cocina ? Cualquiera de una respuesta afirmativa a esto me hubiese bastado para explotar o para lanzarme sobre ella y follar apasionadamente. Pero lamentablemente eso solo era parte mis deseos ya que a saber en que estaría pensando y tanto su madre como mi mujer estaban aquí al lado.

Después de un tiempo masajeandose así los pechos una de sus manos se desliza al interior de su pantalón. Noto en ese momento unos leves suspiros y gemidos prácticamente inaudibles mientras se arquea ligeramente en la cama.

Se está masturbando y parece que está siendo muy intenso. Ya que está tumbada boca arriba creo que no corro mucho riesgo de que me descubra medio escondido detrás del marco de la puerta. Este deseo por ella me supera y más observándola así. De nuevo agarro mi dura polla con fuerza y empiezo a agitarla.

Laura se medio incorpora levemente para deshacerse ahora de su pantalón. Ufff, veo parte del vello púbico, su tersa piel y sus preciosos pechos con sus pezones tan duros. Demasiado para mi!

Comienza de nuevo a girarse y esta vez hacia la puerta. Rápidamente me escondo presa del pánico.

Joder! No me atrevo a mirar ahora. Podría estar con los ojos totalmente abiertos y pillarme a la mínima. Desconozco cual sería su reacción.

-mmmm  -suspira Laura muy muy bajito

Ya solo puedo escucharla levemente no me atrevo a mirar por nada del mundo. Pendiente al mismo tiempo de escucharla levantarse para plantarme ipso facto en el baño y que no me pille.

-mmmm Carlos -susurra nuevamente

Joder! Joder! ¿ He escuchado Carlos ? ¿ Será mi imaginación ?

-mmmm Carlos ¿ estas así por mi ? -sigue susurrando

Joder! ¿ Estará fantaseando con el incidente de la cocina, la playa o realmente me ha pillado ? ¿ Estará jugando al gato y al ratón ? ¿ Estará dormida y fantaseando en sueños ? ¿ Estará pensando en cualquier otro Carlos, un novio, amigo, ... ?

Cuantas dudas y yo en este estado, sentado contra la pared y con una excitación enorme.

No acabo de darle vueltas a todas estas preguntas mientras me la estoy machacando cuando...

-Hola -escucho susurrar en bajito.

Levanto la vista y ahí está Laura desnuda de pie mirándome desde arriba con una sonrisa. Joder! Me quedo un breve instante petrificado

-Te he visto Carlos -sigue susurrándome mientras avanza hacia la pared sobre la que estoy recostado. Se apoya sobre ella con sus manos y yo quedo situado entre sus piernas, sentado, con su coño húmedo prácticamente a la altura de mi cara.

Esto no está bien podría ser su padre, pienso, pero es que me puede mucho más el deseo en estos momentos.

-Sshhh -me dice Laura mientras con sus manos acaricia mi cabeza.

Encima empiezo a notar como me embriaga el aroma de su joven coño. Por mucho que luchase contra ello no podría evitarlo. Me dejo llevar y mis labios se juntan con los suyos, los vaginales. Beso y saboreo su vello húmedo, sigo embriagándome con su aroma vaginal y mi lengua empezando a cercar su clítoris.

A todo esto y por precaución he tenido que llevar una de mis manos a su boca para que pueda morderla y no gritar o gemir de placer. Entonces si que estaríamos muertos.

-Esto es peligroso pueden pillarnos -le digo a Laura.

-Lo sé, por eso ahora solo busco algo rápido para que podamos desahogarnos ambos y quitarnos esta calentura -me contesta -te he sentido observándome todos estos días, desde que he llegado. Me han gustado tus reacciones en la playa, las he notado. Espero que hayas entendido mis miradas cómplices -sigue hablándome con dulzura mientras sonríe -Lo mismo que antes en la cocina y hace un rato cuando te he presentido y he empezado a masturbarme. ¿ Sabes ? No dormía y te he visto.

Todo eso hace que esté todavía más cachondo y quisiera follar con ella sin parar durante horas. Me ha enloquecido. Así que sigo saboreando, succionando, lamiendo su clítoris y alrededores si bien con mucha más intensidad ahora. Noto como su arquea y tiembla de placer. Mi otra mano no para de apretar y mover mi polla con fuerza.

En un momento empieza a bajar su coño poco a poco, muy despacio. Hasta que su boca queda a la altura de mi boca y me da un ardiente y húmedo beso. Su lengua me enloquece.

-mmm, que rico tu saliva y labios mezclados con el sabor de mi coño -me susurra.

-Quiero sentir un momento tu polla tan dura dentro de mi -me dice mientras la busca con una de sus manos para situarla a la entrada de su coño.

-Ooohh -gime casi llorando de placer -me voy a correr ya deseaba mucho esto -continua diciéndome.

Lo que no sabe es que después de todo lo que lleva pasado esta noche y días tampoco podría aguantar mucho más sin correrme.

Noto como se contrae y aprieta fuerte contra mi con mi dura polla dentro de ella. Se está corriendo. Yo la abrazo fuerte buscando su boca húmeda para que sus gemidos y placer se mezcle con el mío.

-Carlos te toca, quiero ver tu leche -me dice mientras sigue corriéndose.

Se gira hacia atrás ligeramente sacando mi polla para apretándola con fuerza pajearla con mucha intensidad.

-Quiero ver la cantidad de leche que puedo provocarte -me dice sonriéndome mientras me mira directamente a los ojos -quiero ver tu cara de placer mientras te corres por mi.

-Ufff, me encantará bañar todo tu cuerpo en leche Laura -le contesto -me gustas y me has puesto muy caliente.

Dicho y hecho, enormes chorros de leche salen sin parar de mi polla que Laura no deja de pajear y mover con intensidad. A la vez que alterna con miradas directas de lascivia y deseo sonriéndome. Creo que estuve corriendo durante más de 20 segundos gimiendo con ahogados gritos de placer.

Permanecimos luego un buen rato así abrazados, besuqueándonos, mezclando nuestros flujos al roce de nuestro cuerpo. Seguidamente nos levantamos y por turnos fuimos al baño a limpiarnos. Aproveché para poner un ambientador de pared para que disimulase un poco los “aromas”.

No habíamos dicho ninguna palabra después del último clímax. Laura se fue a su habitación a dormir y yo me dirigiría al salón para descansar un poco antes de acostarme al lado de mi mujer. Le había sido infiel sexualmente, pero la verdad es que no me arrepentía de ello. Lo que había sentido con Laura creo que fue mucho más que solo placer. Después de tantos días había sido mucho mejor de lo imaginado y tenía la impresión de que no sería la última vez.

Antes de irme al salón pasé por la habitación de Laura para darle las buenas noches.

-¿ Duermes ? -le pregunto

-No, todavía no -me contesta

-No sé como explicar todo esto o si este es el momento preciso -le digo -pero...

-Lo sé, no te preocupes. Jamás diría nada que pudiera comprometerte -me contesta

-Gracias Laura -le digo mientras le doy un beso la frente.

-De nada Carlos, pero los besos me los das en la boca. No soy ninguna niña y menos si son tuyos -me contesta incorporándose para devolverme un beso tierno con lengua en los labios.

No hace falta decir que el resto de días que quedaban por delante serían de lo más morboso y apasionantes.