La visita de mi tío Bernardo
Mi tío Bernardo nos visita a mi esposo y a mí, me doy cuenta de las ganas que me trae y después de tener que esperar terminamos encamados
Mi esposo y yo recibimos la llamada de una tía mía pidiendo que recibiéramos 2 días a mí tío Bernardo, venía a la ciudad a checar algo de su pensión ellos viven en Cancún. Nosotros aceptamos encantados, él vendría entre semana, por lo que mi esposo no tendría mucho tiempo de verlo. Cuando mi tía nos dio la fecha coincidía con un desayuno que yo tenía, le comenté que ya vería que hacer, pues creí que era bueno que acompañara a mi tío que sus 67 años es más fácil que se mueva con una persona joven a su lado.
Llegó la fecha en que mi tío llegaría a mi casa, fui a buscarlo al aeropuerto, nos saludamos con mucho gusto tenía algunos años que no nos veíamos
-Hola tío, esta igualito
-Hola Pamela, tu cada día más guapa
Nos fuimos hacía donde había dejado el carro, en una parte de esa caminata, yo tuve que ir adelante de él, me voltee para preguntarle algo y vi como observaba mi culo con deseo, pensé todos los que conozco me tienen ganas hasta mi tío. Llegamos a mi casa, pasamos la tarde platicando hasta que llego mi esposo y cenamos.
Al día siguiente yo tenía mi desayuno y mi tío iría a ver lo de su pensión, él se fue con mi esposo y yo me fui como una hora después de ellos. Llegue al lugar acordado con mis amigas, apenas tenía unos minutos cuando una de ellas me habló para decirme que Esmeralda había tenido un problema y que decidieron cancelar el desayuno que les están avisando a todas, que no creyeron bueno hacerlo si una de ellas tenía un problema.
Regrese a mi casa, podía limpiar un poco antes de que llegará mi tío, antes de empezar a limpiar me senté en la sala, escuche ruidos en el segundo piso, en mi recamara, escuche como se abrían cajones, me imagine que mi tío había regresado muy rápido, lo que se me hizo raro es que hacía abriendo los cajones de mi cuarto, subí en el mayor silencio posible, me asome a ver que hacía, él estaba con el pantalón abajo, una tanga mía envolvía su pene y otra la olía y chupaba, otras estaban fuera del cajón donde las guardo, por lo visto buscó las que más lo excitaran, me impresiono el tamaño de su verga, realmente estaba grande, se veía de una dureza que haría gozar hasta la mejor de las putas, lo espié mientras se masturbaba con mi tanga.
Gemía muy fuerte, su cabeza se hacía atrás mientras su mano derecha jalaba fuertemente su pene, hasta que entre gemidos y gritos eyaculó en mi tanga, su cuerpo temblaba, se recostó en mi cama, la tanga seguía enredada en su verga.
No resistí, me acerque a él y antes de que reaccionara lo bese, tomo mi cabeza y metió su lengua en mi boca, nuestras lenguas jugaban, el seguí acostado, y yo acostada a un lado el, con una mano tome su pene, lo masturbaba pero no reaccionaba, baje para quitarle mi tanga a su verga, me metí su verga completamente dormida en la boca, probé su semen, todo el que sacó después de venirse en mi tanga, todo el que quedo en su pene. Yo se lo chupaba con mucha fuerza, lo masturbaba con mi boca, pero su verga casi no reaccionaba, la dureza que llegó a tener era mínima
-Pamela, creo que tardare en recuperarme, déjame descansar y al rato lo intentamos
-Tío quero tu verga, si quieres voy y te compro viagra
-No, no me gusta tomar eso, dame un descanso y al rato lo intentamos
-Sí, pero de esta casa no sales sin cogerme tío
Como a las cuatro de la tarde, estábamos en el cuarto de televisión, estábamos sentados los dos en un sillón a menos de medio metro el uno del otro, me levante y me senté en sus piernas, lo besé, el tocaba mis senos y mis nalgas
-¿Crees poder tener una erección?
-Todavía no
-Buenos, pero sigue besándome y tocándome
Seguimos besándonos, después de un rato así, seguimos viendo la televisión. Yo ya no aguantaba necesitaba tener la verga de mi tío dentro de mí.
Eran como las 6, fui a mi recamara y saque una película porno, la puse en el cuarto de televisión. Empezamos a verla y empezó con la mamada de una muchacha a la verga de un hombre que toco a su casa, se la mamaba como toda una profesional
-Tío así te la quiero mamar, que ya se te pare
Pero la verga de mi tío seguía sin reaccionar, después de media hora quite la película, mi marido ya no tardaría en llegar
-Pues ya mañana tío
-Perdóname Pamela, realmente te quiero coger pero esto no se me para
Como a la hora llegó mi esposo, cenamos, mi esposo y mi tío estuvieron platicando mientras yo limpiaba la cocina, dieron como las 11 30 cuando decidimos ir a dormir, mi esposo se fue a nuestra recamara y mi tío me ayudo a llevar unas copas en las que habíamos tomado un poco de vino a la cocina, en la cocina mi tío y yo nos volvimos a besar, después fuimos cada uno a su recamara. Cuando llegué a la mía mi marido estaba completamente dormido, él ya estaba roncando, yo quería que me cogiera pues llevaba todo el día pensando en verga, y mi tío no me la pudo dar. Como a la 1 y media de la mañana mi tío entro a mi cuarto, mi marido seguía roncando, me hizo señas para que saliera, fuimos al pasillo y ahí me dijo
-Tengo la verga bien parada
-Que rico, vamos a tu cuarto
Llegamos a su cuarto, le quite la pijama, tome su pene bien erecto y se lo masturbe, era una verga enorme, había valido la pena la espera, la recargue en su estómago tomándola de la punta y me dedique a pasarle la lengua a lo largo del tronco, mi lengua no se despegaba de su verga iba de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, después pase mis labios por el tronco, como si me fuera comer aquel pedazo de carne que se había tardado en hacerme caso, le pase mis labios varias veces, me separa, solté su verga y mi tío me veía con desesperación, la volví a tomar y me la metí toda en la boca, me la tenía y sacaba sin dejar de ver a mi tío a los ojos. Me tomó de la cabeza y me quería hacer tragar más verga, yo me dejaba hacer, hasta que me costó trabajo respirar, me zafé de sus manos y de su verga
-Acuéstate en la cama te quiero montar
Él se acostó, me puse arriba de el sentada, tome su verga y me la metí, quise sentir como su verga llenaba mi vagina, cuando sentí como aquel hermoso instrumento de placer me tocaba cada espacio de mi vagina empecé a moverme de arriba hacia abajo, lo hice lento pues quería que los 2 duráramos y disfrutáramos de esto.
Me recargaba en su pecho al bajar y subir, mi tío me jaló hacia él y me besó, por lo visto a mi tío le encantaba besar a su sobrina. Después me voltee, estaba en la misma posición que antes pero esta vez dándole la espalada, mi tío me tomó de la cintura y acompañaba mis movimientos, después me moví en círculos, siempre lo hice de forma lenta, ya que sabía que una vez que mi tío acabara no habría forma de pararlo otra vez.
Estuvimos un rato así, el empezaba a agitarse mucho, no tardaría en acabar, quise darle un descanso llevábamos como 20 minutos en su cuarto, cuando me acorde que mi marido dormía muy cerca.
Me acosté en la cama, a su lado
-Mámame las tetas
Paso su lengua por todos mis senos, después golpeó mis pezones con su lengua, después trataba de meterse cada teta en la boca
-Te falta poco para acabar
-Sí y quiero acabar dentro de ti
-¿En qué posición me quieres?, ¿cómo quieres que este cuando acabes?
-Ponte de perrito
Me puse de perrito, y mi tío se puso atrás de mí, me la metió y me tomó de la cintura, me jalaba súper rápido, me la metía muy fuerte, yo quería gritar del placer que me estaba dando pero no podía pues mi esposo nos podía descubrir, mi vagina se abría cada vez más a cada metida de verga que me daba mi tío, nuestro movimiento era muy rápido, la cama ya brincaba, esperaba que mi esposo no escuchará la cogidota que me estaba dando mi tío, eyaculó en mi concha, me la sacó y se dejó caer en la cama, yo me quede en la posición de perrito, mi tío me dijo
-Que puta eres, coger con tu esposo aquí
-Sí tío desde hace muchos años soy súper puta
-Sí me hubiera dado cuenta antes, que cogidotas te hubiera dado
-Lo importante es que supimos lo que es coger entre nosotros y fue riquísimo
Me vestí, nos volvimos a besar y me fui a mi cuarto, mi esposo seguía dormido.