La visita

Historia de una chica que llegó casi por accidente a mi vida.

La visita

Esta es la historia de una chica conectada casi por accidente en Internet.

Se encontraba en el aeropuerto de la localidad, estaba un tanto indiferente pues estaba acostumbrada a que la visitaran de todas partes del país, es una chica realmente bella sus ojos son bastante expresivos y alegres, que decir de su boca, sus labios invitan a besarla sin parar, todo esto adornado con un cuerpo esbelto un busto mediano y firme, caderas moderadas y un trasero de cuento de hadas.

El avión llegó con algo de retraso y ella estaba a punto de retirarse, no estaba acostumbrada a que la hicieran esperar, cuando el apareció en la sala rápidamente supo quien era Mareli.

SV: Tu debes ser Mareli!, no veo otra chica más linda por aquí!

Mareli: Así es, pensé que ya no llegarías.

SV: Disculpa, el vuelo se retrasó desde su salida.

Mareli se tomó del brazo y caminaron rumbo a la salida del aeropuerto, se detuvieron a tomar un refrigerio antes de partir al lugar que ella reservó para su alojamiento durante su visita a esta Ciudad, la chica estaba realmente espectacular, vestía una minifalda delgada en blanco que mostraba unas lindas piernas perfectamente depiladas, arriba una blusa azul cielo con hombros descubiertos dejaba entrever un brassiere blanco de media copa y algo más al fondo de éste luchando por darse a notar, lográndolo casi en su totalidad.

Después de un par de copas, el se levantó al tocador y unos pasos adelante volteó a ver a la chica que lo acompañaba pudiendo notar entre sus piernas y su falda un triángulo oscuro que lo intrigó un poco, de regreso a la mesa pidieron la cuenta y salieron de ahí.

Mareli: Deberías ir a descansar un poco, vendrán días de mucho trabajo.

SV: Creo que será lo mejor, el viaje y este calor son desgastantes.

Salieron rumbo al Hotel, después de los trámites subieron a la habitación donde con un mejor clima y unas bebidas refrescantes la plática se hizo más amena.

Mareli: Que te hace venir aquí?

SV: Debo supervisar esta sucursal que presenta algunas irregularidades, espero no encontrar tanto problema pero en fin, platícame de ti, no estoy quitándote el tiempo?, alguien pudo vernos entrar y provocarte algún malentendido...

Mareli: No te preocupes, después de mi divorcio no tengo por que ni a quién dar explicaciones de mis actos, soy lo suficientemente Independiente y adulta como para hacerlo, no crees?, es cierto no dispongo de mucho tiempo, debo volver a mi trabajo pero aún es buena hora.

SV: O.K.

Al levantarse a ver por la ventana volteó a propósito a ver entre las piernas de Mareli confirmando ese fondo oscuro que lo había intrigado y claro, excitado, descubriendo que se trataba de una tanga que ella dice que acostumbra usar, negra calada que dejaba entrever su perfecta depilación, esto provocó una violenta erección, que poco pudo disimular sentándose de nuevo.

Pasados unos minutos Mareli vio su reloj y se levantó.

Mareli: Debo volver a la oficina, que te parece si vengo más tarde a ver si algo se ofrece, te dejo mi número por cualquier cosa...

SV: Cualquiera?

Mareli: Es decir si tienes algún problema...

SV: Claro, por cualquier problema?

Mareli: De momento, no puedo solucionar el que ahora se te presenta, será en otra ocasión.

SV: Te invito a cenar, que te parece si regresas a la salida y cenamos donde me recomiendes.

Mareli: Claro, deberás descansar un poco, darte un baño y ponerte algo elegante.

SV: Perfecto, te espero entonces.

Mareli: Bien, solo te aclaro una duda, es una tanga negra, la uso a propósito pues se que resalta y hace resaltar otras cosas. Ja, ja, ja.

SV: Uf!, y vaya si lo logra!!

Después de dormir un poco se dio un buen baño y salió unos minutos, al regresar, sonaba el teléfono era Mareli que le avisaba que estaba por salir de la oficina, el pidió la dirección, las indicaciones fueron muy sencillas por lo que pasó por ella minutos después, había alquilado un auto y quería disfrutarlo con ella.

Mareli: Hola, verdad que se llega muy fácil?

SV: Si, tu dirás a donde nos dirigimos.

Fue todo lo que pudo decir ya que ella se había cambiado de ropa y lucía espectacular, Calles adelante se detenían en un restaurante pequeño, elegante y muy cómodo, el clima era bastante agradable, la música de piano daba un aire romántico y suave, se sentaron en un rincón donde se domina muy bién todo el lugar, había muchas parejas aunque algunas no tan “parejas”, Señores bastante mayores con chicas que apenas reunían un poco más de 20, por ahí una señora que por más que hacía no ocultaba sus más de 50 con un chico que fácilmente pasaría por su hijo, platicaron sobre diversos temas durante la cena él pudo apreciar lo bién que lucía Mareli, llevaba un vestido color plata que remarcaba sus líneas, los tirantes eran diminutos haciendo lucir sus hombros, el largo marcaba sus piernas pero algo causaba cierta curiosidad en él, no se percibía ninguna marca de ropa interior, lo que causó otra erección como la de la tarde, bailaron varias piezas durante las cuales pudo acariciar la suave piel que dejaba al descubierto el escote posterior, ella se dejaba hacer pues no percibía intención de hacer algo más, por lo menos ahí mismo, el tenía problema para controlar la erección que no disminuía en lo más mínimo, en una de estas piezas bailadas ella se dio cuenta pero no dijo nada, en más de una ocasión rozó a propósito a su acompañante provocando cierto rubor en su cara.

La cena concluyó y ambos se dirigían a casa de ella, al llegar ella le dio algo en una bolsa diciéndole que por favor lo viera al llegar al Hotel, no antes, el accedió y al despedirse ella el se movió en forma intencional recibiendo los labios de ella en los suyos, al no separarse ella, la abrazó bajando de inmediato su mano buscando aclarar la duda que tenía sobre su ropa interior, llevaba un bikini de encaje ultra-delgado que nunca se marcaría en su vestido, arriba al parecer no había nada pero lo firme de sus senos nunca lo delataron, ahora si estaban totalmente erectos y dejaban ver lo delgado del vestido, él acarició los senos sintiendo lo firmes y duros que eran, intentó besarla de nuevo pero ella le dijo “vas muy aprisa, nos veremos mañana, llámame”, entrando después en su casa y dejándolo afuera con una congestión terrible, de regreso al hotel encontró a una de las edecanes de un evento en el salón del hotel quién después de recibir una cantidad aceptó, oralmente, terminar con el problema que el no podía dejar para otro día.

Ya en la sucursal a supervisar, él estaba pensando en Mareli, su deseo aumentaba después de haberla llamado y saber que se verían a la hora de la comida, las horas se hicieron eternas pero al fin pasaron, pasó a buscarla a su oficina y la encontró, para variar, espectacular, una minifalda beige delgada dejaba ver una tanga clara y una blusa blanca se anteponía a un bra igual que el de recepción en el aeropuerto, con una sonrisa pícara le pregunta a su admirador:

Mareli: Como pasaste la noche?

SV: Pensando MUCHO en ti, y Tú?

Mareli: Más o menos igual, pero encuentra uno consuelo.

SV: Si?, luego podrías decirme como?

Mareli: Tal vez, nos vamos?

Comieron entre un mar de insinuaciones e indirectas, lo que a el le produjo cierta desesperación, tomaron un vino exquisito pero que causó algún inconveniente, en él causó una excitación considerable pues, mientras hablaba con ella no podía evitar imaginarla de la misma forma que a la edecán de la noche anterior, en Mareli  causó algún mareo que la obligó a asistir al tocador a refrescarse un poco.

La puerta se abrió en forma inesperada mientras Mareli se encontraba refrescándose la cara, al escuchar que el seguro se corría volteó intrigada para verlo que se acercaba a ella y sin más la tomaba por la cadera para darle un beso más que caliente al tiempo que pegaba su vientre al de la asombrada dama, ella abrió los labios dejándolo entrar casi violándola, aceptó y respondió de la misma forma, para ese entonces el había levantado su falda tocando su precioso y firme trasero pasando de vez en vez por el frente rozando su intimidad por encima de la diminuta tanga que se encontraba más que húmeda, se abrazaban y besaban descontroladamente, ella tocaba su miembro que luchaba por escapar de su pantalón, de un solo golpe levantó su blusa dejando libre su bra y sobre este chupaba su senos más erectos que nunca, ella dejaba escapar leves gemidos al tiempo que le pedía irse a otro lugar para seguir el encuentro, el parecía no escucharla, temía hacerle caso y que el encanto se perdiera mientras se trasladaban, por ejemplo, a su habitación de hotel, habiéndola sentado sobre el lavabo del baño, siguió besando sus senos para seguir en dirección a su vientre, ella pedía irse de ahí el llegó a su tanga, misma que retiró y comenzó a lamer sus partes escandalosamente húmedas y de vez en cuando insertaba su lengua para hacerla retorcer su cuerpo ante los escalofríos que sentía, tiempo después se levantó y sacando su miembro del pantalón comenzó a rozarla y cuando ella menos lo esperaba fue ensartada de un golpe, el impacto la hizo venirse por enésima vez y moverse en forma frenética, el aferrado a sus tetas la penetraba, paró un momento para voltearla y, mientras ella se miraba en el espejo, el la penetraba desde atrás sin soltar sus senos que también parecian estallar, en medio de gemidos el anunció su inminente venida, “hazlo, me estoy cuidando!!”, respondió ella al tiempo que el estallaba en su interior e inundaba ese espacio de placer, al término, ella volteó para tomar su falo y llevarlo a su boca, ella gusta del sexo oral y el no deseaba otra cosa después de haberla penetrado, arreglando lo mejor posible sus ropas salieron del baño ante la mirada de una señora de mas de 45 que los observaba con repulsión, él se acercó a la señora para decirle “Nunca tuvo usted ganas de algo asi?”, ella casi se persigna ante lo que seguramente catalogó después de Satánico.

Ahora estaba seguro que podría tenerla en su cama y disfrutar sin tanta prisa de ese cuerpo tan delicioso, mientras llegaba los hora de la comida le había llamado no menos de tres veces, su voz lo excitaba, era una chica exquisita y no podía dejar de poseerla al menos una vez más antes de irse, el sabía que sería suya solo mientras estuviera en su ciudad y le hacía sentirse mal, casi robado, ahora ella era lo que mas deseaba y no quería dejarla ir, el teléfono lo sacó de sus pensamientos, era de su empresa que le informaban que tendría que aprovechar y desplazarse a una ciudad cercana a entrevistarse con unos clientes al terminar su revisión a la sucursal, aceptó con la idea de seguir cerca de Mareli, la princesa que lo tenía más que loco.

El teléfono sonó y al contestar se iluminó su cara, su princesa estaba por salir y lo esperaba en su habitación, hizo los arreglos para que ella ingresara a la habitación mientras el llegaba, recibió una infracción debido a su exceso de velocidad, misma que casi arrebata al policía para no perder más tiempo, al llegar subió por el elevador y frente a su puerta trató de calmarse para no entrar y lanzarse sobre ella, pero las sorpresas seguian, ella estaba sobre la cama, llevaba un vestido azul oscuro de falda amplia, medias y zapatillas del mismo color, despojándose de los zapatos se acercó a ella y le dio un tierno beso que marcó el inicio de un encuentro más dulce que el del día anterior, ella respondió al beso mientras el acariciaba su cuerpo por encima del vestido, no había un escote espectacular ni mucho menos, lo que obligó a buscar entrada por la parte inferior encontrando arriba de las suaves medias un bikini muy parecido al del vestido plata solo que este era de color marino y hacia juego con toda su vestimenta, la sorpresa fue mayúscula al percibir que portaba un liguero, el es amante de la lencería y la ropa sexy, siempre cuidando no caer en la vulgaridad y ella parecía adivinar estas preferencias, con un poco de ayuda fue despojada del vestido dejando al descubierto ese exquisito monumento a la belleza que es el cuerpo de Mareli, en forma casi de cámara lenta pero muy hábil ella abrió el pantalón dejando su miembro al descubierto, una mirada bastó para que ella supiera lo que el quería y sin más se encargó de desaparecer su falo dentro de su boca, haciendo lo una y otra vez causando sensaciones nunca antes vividas por él, en pago el tomó su pierna y la atrajo buscando darle placer logrando un 69 lento y minucioso, para esto él corrió su bikini a un lado, acariciaba sus piernas y su trasero que estaba a su completa disposición, era imposible para él dejar de chupar y tocar, metió la mano debajo de ese precioso bikini e insertó un dedo en su ano, ella gimió y aceleró su acción sobre el duro miembro que parecía no aguantar más al tiempo que el mete y saca de su dedo provocaba escalofríos en Mareli como pudo anunció que se venía en ese instante, ella ni siquiera bajo el ritmo seguía con el falo en su boca recibiendo la descarga anunciada, tragando todo siguió en forma más lenta y detallada logrando levantarlo en poco tiempo, el seguía penetrando su ano y ahora su vagina que no dejaba de mojar la mano de él, gemía cada vez más aceleradamente y se soltó para pedir que ya la penetrara, después de hacerla casi desesperar accedió ensartándola pero ahora en forma suave y lenta ella no toleró y se lo comió entero cuando aún no recibía ni la mitad, empezó a moverse en forma casi bestial haciendo que el se dejara llevar por esa ola de placer que después de un momento más que razonable disminuyó, aprovechó para voltearla, deseaba más que nada penetrarla por el ano, ha sido uno de sus sueños pero pocas acceden a cumplírselo, ahora ella no objetaba tal petición y poniéndose a su disposición, con todo el cuidado que esto requiere la penetró en medio de gemidos, primero de dolor y luego de placer por parte de ambos, al tener todo adentro esperaron un momento después del cual ella inició el movimiento suave para ir en aumento rápidamente, el la tomaba por las tetas y cadera en forma alternada sobando ese culo que tanto placer le daba ahora, fue la mejor cogida por el ano que el había tenido, ella sabía perfectamente lo que el quería y se lo dio sin reparar, al tiempo que le anunciaba una venida más ella gemía al recibir la descarga caliente en su interior.

Rendidos en la cama, desnudos, Mareli solo con el liguero y medias puestos, descansaba sobre el pecho de él, no había más que ellos en el mundo.

Antes de llevarla a su casa, tomaron una ducha donde repitieron casi todo lo hecho anteriormente, ella había percibido que a el le gustaba hacer todo pero era apasionado de la felación y el sexo anal, lo que la hizo dejarlo exhausto de esta manera, el pagó esta alegría haciéndola venirse infinidad de veces mamando su clítoris y sus tetas, salieron rumbo a casa y al llegar a dejarla le anunció que en dos días más saldría a una ciudad cercana y que de ahí se iría de regreso a su ciudad ella, un poco triste le pidió retrasar lo más posible su regreso, el le solicita que sea su acompañante, serían dos días aproximadamente, ella aceptó y se despidieron con un beso y algunos toques íntimos.

Al día siguiente él se encontraba solo y bastante entretenido preparando el reporte para el Director General cuando tocan a la puerta de la sucursal:

SV: Hola Mareli, como estas?, pasa por favor.

Mareli: Acabo de salir a comer y pensé darte la sorpresa visitándote.

SV: Que gusto!, pero sabes lo que eso ocasiona?

Mareli: No lo s...

El la tomó por la cintura y la besó apasionadamente, para el esa chica es la tentación con falda, esta última fue levantada, era amplia y fácilmente llegó a su culo que tenía puesta una tanga de encaje, era una delicia para el tocar sus nalgas suaves y firmes, tocaba su panocha perfectamente depilada y si decirle más se bajó a tomar sus jugos que para ese entonces ya eran abundantes, ella solo se recargó sobre el mostrador de la entrada, abría las piernas para sentir la lengua de él en su sexo húmedo, ardiente, momentos después era levantada y sentada sobre el mostrador para seguir mamándole como a ella le gusta, sus orgasmos eran uno tras de otro, se sentía desmayar pero el mismo placer la tenía incapaz de hacer nada, temblaba, se retorcía gimiendo y pidiendo casi a gritos que no se detuviera ya que ahora el tenía firmemente agarradas sus tetas, había quitado un brassiere de encaje y media copa, y retorcía sus pezones haciendo de ella solo una receptora de placer.

Que ella le pusiera las piernas sobre sus hombros facilitó que recibiera, primero, un dedo y después más en el culo, sabía que el enloquecía cogiéndosela por esa entrada, ella sufría un poco pero solo al principio ella bién lo sabía, por lo que se relajaba para recibir primero los dedos y después lo demás.

Cuando ya no podía más le pidió cási en forma imperante, “métemela, no aguanto más, cógeme ya!”, el aún no recibía nada por lo que se sacó la verga y sin más se la introdujo en la boca ella la mamada en forma espectacular, era una experta a pesar de decir que no era muy afecta a la felación, hizo que se viniera después de probarlo de todas formas, la descarga fue abundante, ella no dejaba que una gota se derramara, bebió todo y limpio esa verga que ya la tenía delirante  para repetir su acción y provocar una nueva erección, cuando al fin logró su cometido solo se hizo a un lado la tanga y se sentó casi de golpe desapareciendo dentro de su ser ese miembro que le provocó, aún lubricada, algo de dolor, de inmediato comenzó a “devorarlo” sin darle tregua, entraba y salía de su panocha entre gemidos de ella y mamadas de tetas de él, la falda larga hacía un poco misteriosa aquella sesión, de inmediato salió cási de chorro una venida más de Mareli, el aguantó más pues ansiaba nuevamente ese precioso culo del cual Mareli era dueña, ella estaba agotada tanto por el calor en el lugar como por las abundantes venidas, por lo que solo se dejaba llevar por el, quien al darse cuenta de esto suavemente la volteó para lograr su más ansiada pose, puso su verga, aún más erecta por la emoción de lo que seguía, en la entrada de su culo y suavemente la deslizó hacía el interior, ella gimió suavemente después pedía que se detuviera un momento para acostumbrarse a la presencia de ese invasor, momentos más tarde, ella misma comenzó el mete-saca que aceleró conforme sentía su orificio más dilatado, el solo gemía y le decía cuanto gozaba cogiéndosela de esa forma, minutos después una nueva descarga caliente era depositada en el interior de Mareli casi a la par que ella se venía debido a los toques que recibió en el clítoris.

Exhaustos, se arreglaron la ropa lo mejor posible y salieron a tomar aire, esta sesión había sido bastante agotadora así como agradable, a opinión de el, ella es la chica con la que mejores encuentros ha tenido en toda su vida.

Mareli: Sabes?, no podré acompañarte, tengo asuntos que resolver aquí.

SV: No es posible, tú lo prometiste!

Mareli:: Es cierto pero surge un imprevisto...

SV: Está bién, aunque sé que no existe un motivo real, no digas más, mañana me iré y no será fácil volver a vernos, lo siento por que he notado que no solo en el sexo somos afines.

Durante la noche el no pudo conciliar el sueño, durante un par de horas tuvo una invitada en su cama, al amanecer Mareli se presentó en la habitación, estaba radiante pues llevaba un conjunto blanco de encaje (bra, medias, bikini y liguero), solo alcanzó a sentir el ambiente denso que prevalecía en la habitación, con ese sexto sentido que solo las princesas tienen, pudo darse cuenta que el había cogido con una chica nocturna, pudo notar que no fue con gusto, que hubo rabia y lágrimas en él, así como dolor en ella, quién recibió su paga y fue casi sacada a la fuerza de la habitación, la TV, presentaba una imagen de una tarde en el campo donde llovía, una lágrima se asomó en el rostro de Mareli, presentía que nunca volvería a saber de él, la despedida fue incompleta, corta, triste.

A kilómetros de ahí el secaba una lágrima que, a la par de la de Mareli, había asomado en sus ojos, cuando volteó a su derecha alcanzó a ver un hermoso perfil, era una chica rubia, quien al verlo le sonrió, el simuló no verla y miró de nuevo por la ventanilla.

Vampiro