La virginidad de una de mis sobrinas

Un verano vino a pasar unos días con nosotros a la playa y al quedarnos solos durante unos días y acabamos haciendo el amor, siendo su primera relación de sexo.

MI SOBRINA PATRICIA ME REGALO SU VIRGINIDAD

Esta historia la puedo contar, porque han pasado más de 25 años porque dado lo que cada día oigo en tv alguien podría denunciarme.

Había llegado como una brisa y se iba a convertir en tempestad, de echo así fue. Era pelirroja, delgadita, medía no más de 1.70, ojos azules, unas tetitas medianas, culo respingón y sus caderas eran algo generosas. Una larga melena que solía llevar casi siempre recogido en dos trenzas y tenía pecas hasta en el carnet de identidad, DNI.

Aun así, era una chica preciosa. Fue llegar ella con su madre para pasar unos de vacaciones con nosotros al piso  que tenemos en un pueblecito de playa en la costa catalana y mi esposa recibió una llamada de una de nuestras hijas en la que le contaba que había tenido un pequeño accidente con la vespino y necesitaba que alguien cuidase durante unos dias a nuestros dos nietos y las dos hermanas pudieron rumbo hacia nuestro lugar de residencia quedando Patri, Patricia, los dos solos en el piso.

Unas horas despues de que las dos hermanas se marcharan, esa noche de su llegada estaba yo sentado en un sillón, en bata de casa, descalzo, mirando la tv. Era sábado, en tv no ponian nada interesante, la deje donde estaban poniendo una película de los años de la catapunta y me puse a herharle un vistaso al periodico del día. Patri salio del baño recién salida de la ducha, con su larga melena peliroja aun humeda callendo sobre los hombros, llevaba puesto una bata de estar por casa de color azul anudada a la cintura y zapatillas.

Se sentó a mi lado en el sofa con un portátil sobre las rodillas y en uno de los cruces de piernas pude observar que las braguitas que llevaba eran del mismo color que la batita. Le pregunté:

-- yo: ¿Qué estás viendo si se puede saber?

Giro el portátil para enseñarme lo que estaba viendo.

-- ella: Claro, ¿Qué te parece esta chica?

-- yo: Guapa, muy guapa ¿Quién es?

--- ella: Se llama Natacha, más de 500 mil dólares.

-- yo: ¿Es lo que gana al año?

-- ella: Jajaja, noo, es lo que pagaron por su virginidad en una subasta den Internet.

--- yo: ¿Y se hace eso?

-- ella: Hay gente para todo.

-- ella: Yo pienso subastar la mía, ¿Crees que me pagarían tanto como a Natacha?

-- yo: A mí no me metas en ese jardín que no me gustan esas flores.

Le conteste bromeando.

-- ella: Sólo quiero tu opinión como hombre, ¿Crees que yo valgo tanto cómo ella?

-- yo: Una mujer no debería nunca vender su inocencia, pero si quieres saber a quién escogería entre las dos, te escogería a ti, sin dudarlo.

-- ella: Vale, es todo lo que quería saber.

-- ella: ¿Me enseñaras?

-- yo: Enseñarte, ¿A qué?

-- ella: A estar con un hombre y hacerlo feliz en la cama.

La mire extrañado pensando que estaba bromeando.

-- ella: He mirado mucho en Internet y enseñan mucha teoría, pero práctica ninguna, mira esto.

Puso un video donde una morena, de pie, le estaba acariciando el paquete, (polla) a un chico por encima de los calzoncillos, después le metía la mano dentro y le acariciaba los genitales, acto seguido se agacharse delante de él, le sacaba los calzoncillos, le cogía los huevos. (Testículos) con una mano y empezaba a hacerle una mamada.

-- ella: ¿Me dejarías que practicara?

Mientras me lo decía mantenía la mirada fija en el bulto de mis pantalones, quería usar y mi pene y este estaba de acuerdo porque ya se había puesto tieso y duro a más no poder.  Le respondí:

-- yo: ¿Me la quieres chupar?, si dijese que no sería un imbécil, y yo seré muchas cosa, pero imbécil, te aseguro que no.

Se levantó, y dejo el portátil sobre la mesita, y me dijo:

-- ella: Levántate, ponte en pie.

Me puse de pie quedando el bulto de mis pantalones rozando su cara. Le dio para atrás al video, luego al play, y mirando de reojo la pantalla me fue haciendo todo lo que la chica del video le hacía al chico. Cuando le quitó los calzoncillos, ella hizo lo mismo con los míos. Me cogió de las nalgas con las dos manos, se metió una parte del pene en la boca y la comenzó a chupar. De tanto en tanto se la sacaba de la boca y me masturbaba con una mano mientras con la otra me masajeaba los huevos (testículos). Me volvía a coger las nalgas y se la volvía a meter en la boca lo más que podía y volvía a mamarla. Se la metía casi toda en la boca sujetándola con una mano y la lamía, se metía los huevos en la boca, primero uno y luego el otro y los  chupaba. Pasados unos buenos minutos, se levantó, se desprendió de la bata, también de las bragas quedando en pelotas (desnuda) ante mis desorbitados ojos. Qué belleza, que tetitas más perfectas, redonditas y duras con areolas color café con leche, y en el centro dos pezocitos casi inexistentes y un moñito de vello púbico pelirrojo alrededor de su rozada y brillante rajita  debido a la excitación. Desnuda como dios la trajo al mundo, me dijo:

-- ella: Túmbate boca arriba en la alfombra.

Lo veía venir, adivinaba cual iba ser el siguiente paso y no me desagradaba, la chica del video había echado al chico sobre la cama. Me tumbé boca arriba en la alfombra. Sentada a mi lado y dándome la espalda, comenzó a masturbarme de nuevo. La lamía y besaba mientras me masturbaba. Se la metió en la boca casi hasta la garganta. Yo me moría por tocarle su coñito, pero su almejita, (vagina) era un terreno muy resbaladizo y prohibido. Lamió la punta (glande) y lo chupó. Chupando la punta, (capullo) aceleró los movimientos con su mano. Escupió saliva en la punta y se la colocó entre las tetas, (senos), después, con la punta acarició pezoncitos que se le habían puesto como dos garbancitos. Me lamió desde los testículos al capullo (glande), Lo chupó durante varios minutos. Bajó lamiendo hasta las pelotas (testículos) y me las volvió a lamer y chupar. Ella ya comenzaba a jadear y gemir como si se fuese a correr de un momento a 0otro. Lamió de abajo arriba, lamio y chupó el glande, y después se incorporó y me dijo:

-- ella: Ahora levántate.

Me puse de pie. Ella, de rodillas, me de las nalgas y volvió a meterse el pene en la boca. La chupó más, más, y cada vez más de aprisa.

Cuando no pude aguantarme más la avisé, le dije:

-- yo: Cariño para y no sigas que me voy a correr.

Ella, sin dejar de seguir mamando la polla (pene), respondió

-- ella: Ummm que bien, siií córrete, córrete.

Me corrí en su boca. Fue una de las mejores corridas de mi vida. Al acabar de tragar hasta la última gota de leche, (semen) me dijo:

-- ella: Esta buena, pero sabe raro.

Yo, en aquel momento si la gloria se pudiera regalar se la daría por comerme su rajita, (coñito) y beber una corrida, jugos vaginales. Me senté en el sillón, Ella, de pie, abriendo las piernas me mostro su estrecho y virginal coñito abriéndolo con dos dedos, y me dijo:

-- ella: Mira que mojado lo tengo.

Note que pos sus muslos (piernas) le bajaban hilillos de lo  empapado que estaba su coñito. No pude evitar tener que preguntárselo.

--- yo: ¿Te gustaría que te lo chupara, me dejas probar el sabor de tu coñito?

-- ella: Claro, pruébalo, yo ya sé cómo sabe tu leche.

Se acercó a mí sin levantarme del sillón la cogí por la cintura y metí mi cabeza entre sus piernas, lamí su estrecho y húmedo coñito. Ella, exclamó al sentir mí lengua profanar su rajita:

-- ella: Oooooh, uffffff.

-- yo: ¿Qué pasa, no te gusta, quieres que deje de comerte tu chochito? (vagina)

Le pregunté levantando la cabeza y mirándola a los ojos:

-- ella: Noo, me gusta es que he notado como un calambre al sentir tu lengua dentro.

-- yo: ¿Quieres que siga hasta que te corras? (tengas un orgasmo)

--- ella: Noo, no, no quiero perder el control.

Se sentó en el sillón desnuda como estaba y me preguntó:

-- ella: ¿Crees que llegaría al orgasmo chupándome las tetas?

-- yo: Pues no sé, a lo mejor sií.

-- ella: ¿Me las chupas?

No me lo tuvo que pedir dos veces. Me levante y fui a por sus tetas, (pechos). Las toqué suavemente con los dedos, las tenía duras como dos meloncitos. Aquello para mí era terreno sin explorar. Las magreé, (acaricie) y pasé mi lengua por sus areolas donde tímidamente asomaban los pezoncitos. Los lamí con suavidad y chupé con todo el deseo acumulado. Mientras se las estaba chupando ella puso los  dedos en el mentón, me levantó la cabeza y me besó suavemente después largamente en los labios. Su lengua tan fresca, hizo que mi polla, (pene) latiera como el corazón de un caballo desbocado, una lástima pensé que esta vez se fuese a quedar con las ganas de volver a escupir el deseo acumulado en los huevos, (testículos). Después de besarnos largamente volvió llevar la cabeza sobre sus tetas, (pechos) Seguí mamando su pechos, llevé una mano a su chochito que volvía estar empapado de jugos, me la apartó con la suya, me besó. Me lamió una oreja y me dijo:

-- ella: Con la mano, noo, adlo con la lengua.

Me arrodillé delante Patri, (Patricia) , la sobrina de mi mujer, ella abrió las piernas y se recostó hacia atrás en el sillón. Introduje la lengua entre los labios de su chochito que ella acogió un fuerte suspiro, después la punta de la lengua entró en el terreno virginal. Su pequeño orificio se abría y se cerraba al contacto con la punta de la lengua. Sin dejar de Gemir como una loca, me dijo:

-- ella: Más, más adentro, más, ayyyyy, voy a sentir mi primer orgasmo con algo dentro mi rajita, aayyy, ayyy que me viene, Oooooh, ahhhh, ya, yaa me corro, me corro, sigue, sigue más, maás adentro mete la lengua massss.

Ella, gimiendo y retorciéndose del placer que le producía mi lengua dentro de su virginal chochito explotó en un fuerte y largo orgasmo. Se corrió en mi boca, recibí como un regalo celestial aquellos virginales jugos, calentitos que manaban de su rajita y inundaban mi boca, y que antes de tragármelos, saboreé como el elixir más preciado.

Me senté a su lado, con la polla latiendo mirando al techo, Ella se sentó a horcajadas en mis rodillas, con mi polla sobre su vientre  subiéndola hasta su ombligo. Me volvió a besar en los labios, y me dijo suavemente al oído:

-- ella: Mi segundo orgasmo lo quiero tener con tu pene dentro mi rajita, quiero que me desvirgues.

Cogió la polla, (pene) con una mano no sin que antes yo le preguntara:

-- yo: ¿Estas segura?

No me respondió, lo colocó entre los empapados labios vaginales en dirección a su diminuto agujerito, y se dejó caer suavemente, la punta del pene  se fue abriendo camino, exclamó:

-- ella: Aaaaaay, ayyyyyy uffffff.

Al entrar mi glande en su chochito sentí que algo muy caliente bajaba por mi polla. No eran sus jugos vaginales. Cuando me besó tenía los ojos húmedos, pero sonreía. Se fue dejando caer hacia mis rodillas  y se la fue introduciendo hasta el fondo. Dejé que me cabalgara (follara) a su aire. Pasados unos minutos de estar subiendo y bajando notando como su chochito se aplastaba contra mi vientre si dejar fuera un solo milímetro de mi pene note un fuerte hormigueo en los testículos, era inevitable que me iba a correr si no paraba y así se lo hice saber:

-- yo: Paraa, paraa que me voy correr.

-- ella: ¿Quieres que nos miremos a los ojos mientras nos corremos los dos?

-- yo: ¿Noo, no es muy peligroso, y si quedas preñada? (embarazada).

Su respuesta fue:

-- ella: Mírame.

La miré, me miró. Cerró los ojos de golpe mientras resoplaba y cuando los abrió ya no veía nada, los tenía en blanco. Fue el detonante para que no me pudiera aguantar y me corriera dentro de ella, eso y su estrecho chochito apretando y mojando mi polla (pene) con los jugos de su corrida. Le llené de leche su estrecho chochito entre fuertes gruñidos de placer, temblando de lo que me estaba haciendo sentir y sacudiendo y  como temblaba y se contraía.

Al acabar de corrernos, con la polla dentro de su chochito calentito, le dije con palabras entre cortadas al tener la respiración acelerada.

-- yo: Siento haberte privado de tu sueño de hacerte rica vendiendo tu virginidad.

-- ella: No digas tonterías, ni tú lo sientes ni yo iba a vender mi virginidad, tengo 19 años, quería perder mi virginidad y con quien mejor que un hombre al que adoro y con experiencia, el que lo siente es mi chochito que me lo has reventado, pero quiero echar otro polvo, esta vez me gustaría hacerlo en la posición del perrito.

No solo echamos otro polvo, fueron dos más esa tarde noche. Antes hablamos sobre el tema de que podía quedar embarazada, ella me dijo que estaba a dos o tres días de que le viniera la regla y en esos días no se podía quedar embarazada, que varias de sus amigas hacía tiempo que lo hacían con sus novios y ninguna se había quedado preñada. Fueron más de tres años los que estuvimos manteniendo sexo, nunca paso nada. Un día después de una sesión de sexo me dijo que teníamos que dejar de vernos que había conocido un chico con el que quería ir en serio y no deseaba engañarlo. Volvimos a tener sexo pasados unos años, pero eso será otro relato.