La violacion consentida de mi madre
En ausencia del padre, unos desconocidos sorprenden a una madre y a sus dos hijos (hijo e hija)con el fin de practicar sexo con ellos, la madre pacta con ellos y nada mas que la utilizan a ella para sus fines
LA VIOLACION CONSENTIDA DE MI MADRE
Tengo 60 años y cuando sucedió lo que voy a relatarles acababa de cumplir los 18 años, por tanto mi hermana iba a cumplir al poco tiempo los 13 y mi madre había cumplido ya los 36.
A mi hermana se le adivinaba un cuerpazo, pero todavía parecía muy niña, mi madre sin embargo estaba en su plenitud, mis amigos aunque en un principio procuraron disimular en mi presencia, ahora, se la comían con los ojos, pues ella procuraba vestir a la moda y la moda por aquel entonces era la minifalda.
De todas nuestras madres los amigos nos fijábamos especialmente en dos, pues las otras eran al menos 10 años mayores, pero sobre todo nos fijábamos con la mía y digo que nos fijábamos porque aunque me extrañaba mucho y quería evitarlo, no podía evitar ni el desearla, ni el que me gustara que la desearan ellos.
Y como es lógico por la confianza que nos teníamos, ellos se dieron cuenta de la situación y no tardaron en hablar en mi presencia, al principio con precaución y luego abiertamente, de lo que le harían a mi madre y tampoco se ocultaban de mi para intentar verle bajo de la falda, cosa nada difícil por otra parte.
Así las cosas, estando mi padre de viaje de negocios, fuimos a nuestra casa de campo a pasar un fin de semana largo, no teníamos como es lógico por aquellos tiempos segundo coche, así es que llegamos con el autobús, los tres cargados hasta los topes.
No habíamos hecho nada más que llegar a nuestra casa cuando sonó el timbre de la puerta, abrió mi hermana que soltó un pequeño grito al ser empujada hacia dentro, sobresaltados mi madre y yo salimos corriendo para ver que sucedía y lo que sucedió es que fuimos obligados a pasar al comedor por cinco hombres enmascarados que allí había, pensé en enfrentarme a ellos pero lo descarté inmediatamente.
Le preguntaron a mi madre por mi padre de forma perentoria, mi madre, que no sabia ni quienes eran, ni porque estaban allí, no sabia que hacer y les dijo la verdad, les dijo que mi padre no iba a venir en todo el fin de semana.
Vi extrañado la cara de satisfacción que ellos ponían al oír aquello, pues pensaba que querían algo de mi padre, pero lo comprendí todo al oír como le decía el cabecilla a mi madre después de asegurarse con sus preguntas de que no esperábamos a nadie, que ella les gustaba mucho y habían preparado aquel encuentro durante mucho tiempo.
Mi madre entendió enseguida lo que significaba aquello y retrocedió unos pasos mientras en su cara se reflejaba el miedo y sobre todo la desesperación que sentía, me acerqué a ella para ayudarla si podía, el cabecilla estaba ya a su lado y pude oír como le decía "¿ que prefieres ?, complacernos mostrándonos todo lo que sabes hacer en la cama o por el contrario prefieres que os enseñemos nosotros a ti y a tu hija lo que sabemos hacer nosotros y os obliguemos a practicarlo sin miramientos"
Tras un ligero momento de duda, me miro a los ojos y me pidió que me quedara con mi hermana y procurara ayudarla en todo. No me gustaba pero entendí enseguida que sino era lo único, era al menos lo menos malo que podíamos hacer, mi madre se iba a sacrificar por nosotros, sobre todo por mi hermana y yo no era quien para impedirlo, porque además no veía alternativa.
Dos de aquellos hombres se quedaron con nosotros en el comedor, los otros tres después de cerrar la puerta de la calle con llave y de comprobar que no había otras salidas, fueron con mi madre al piso de arriba, cuando subían por las escaleras, por lo visto no pudieron mas y ya vi como empezaron a tentarle las piernas a mi madre, que continuo subiendo sin oponer resistencia.
Desde bajo les oíamos hablar, mi madre quiso que se ducharan los cuatro y ellos aceptaron, cuando ya estaba mi madre y dos de ellos en la ducha, el tercer hombre se asomo y quiso que subiéramos todo a la habitación.
Una vez arriba a mi hermana y a mí nos obligaron a entrar en el vestidor de la habitación principal, que era un armario-habitación sin ventana que se comunicaba con la habitación principal por medio de una amplia puerta de dos hojas con persiana de madera tipo librillo que podía cerrarse a voluntad y que si se dejaba semiabierta permitía ver y oír todo lo que pasaba en la habitación.
Nos encerraron allí y ellos salieron a la habitación, no sin antes decirnos entre risas que en su opinión deberíamos observar todo lo que pasara para ir aprendiendo. Mi madre salió al poco tiempo del cuarto de baño, no iba desnuda como yo me imaginaba pero vestía un ligero salto de cama que poco dejaba a la imaginación.
Se le notaba que no sabia que hacer, estaba muy nerviosa, ellos se dieron cuenta y le dijeron que no querían hacerle daño de ningún modo y que si se portaba como hasta entonces no querían obligarla a hacer nada, por supuesto querían tener sexo con ella pero sin obligarla a hacer nada que le desagradara.
Ella les confesó que no estaba acostumbrada a tomar la iniciativa, que era su marido el que la calentaba y entonces una vez caliente, ella se desinhibía y tomaba alguna iniciativa, pero que habitualmente no le hacia falta y se limitaba a moverse cuando la tenia dentro y a ponerse como su marido quería que se pusiera.
Le sirvieron una copa de champán que habían abierto, hablaban de todo un poco sin precipitar los acontecimientos y ella se iba relajando, le sirvieron otra copa y luego otra. En la tercera copa nos enteramos que mi padre decía que la mamaba muy bien y también de que ella tenia ya el culo abierto y le gustaba recibir por el.
Nunca la habíamos oído hablar así y nos extrañaba, ellos sabían que tenían todo el tiempo del mundo y querían pasarlo bien y la mejor manera era que ella participara activamente y al darse cuenta que el champán le desataba la lengua y la desinhibía, le hacían preguntas que parecía inocentes pero llevaban toda la intención del mundo y así en muy poco tiempo dado lo parlanchina que estaba mi madre, sabían todo lo que tenían que hacer para calentarla.
El champán había hecho su efecto y ella estaba casi totalmente desnuda en medio de 5 hombres como si hubiera estado así toda la vida, ellos empezaron a hacerle las pequeñas caricias de las que ella les había hablado, estaba claro que las conocían pues las hacían con maestría, con estudiado disimulo, de forma muy natural y ella se estremecía a cada caricia.
Pusieron música y la invitaron a bailar, al principio ella bailaba muy rígida, supongo que se había dado cuenta que se habían acabado las tonterías y que la iban a penetrar sin remedio, preguntó por nosotros y le contestaron que no se preocupara que estábamos perfectamente, poco podía hacer así es que ya no preguntó mas.
El que bailaba con ella, empezó a besarle el cuello con delicadeza haciéndole con ¿disimulo? suaves caricias en los pechos, la rigidez se convirtió ante nuestro asombro en abandono, supongo que por efecto del champán, para pasar al poco tiempo del abandono a la entrega total, besándole ella a él como no había visto besar yo nunca a una mujer, ni en el cine.
Al verla así, el otro que se había duchado con ella se levantó y lo cogió por detrás, hacían, no se para que, como que bailaban, pero la realidad es que a ella le estaban metiendo mano los dos al mismo tiempo, el que estaba detrás se apretaba contra su culo mientras le sobaba y apretujaba los pechos desnudos, el que estaba delante movía lentamente su pelvis en circulo frotándole el sexo, mientras sus manos se habían adentrado bajo el salto de cama y le acariciaban y apretaban su hermoso y desnudo culo.
La realidad es que a ella debía de estar gustándole mucho pues de esa forma y sin esperármelo vi como mi madre se corría dos veces, ni mi hermana ni yo salíamos de nuestro asombro, no nos esperábamos esto de nuestra madre, sabíamos que se iba a dejar poseer porque no tenia otro remedio, esperábamos que no opusiera ninguna resistencia, pero no esperábamos que ofreciera tanta colaboración.
Se había corrido dos veces, habían sido dos corridas muy intensas, pero a pesar de ello se le notaba caliente, muy caliente mientras continuaban bailando, el que estaba bailando con ella abrazándola desde delante le dijo unas cosas al oído ella asintió con la cabeza y vimos que sin ningún remilgo le quitaba los pantalones luego cuando el se acostó en la cama, se arrodillo entre sus piernas y le hizo una demostración de porque mi padre decía que era una buena mamona.
El otro al principio se había descolocado pero en cuanto vio el culo de mi madre totalmente ofrecido lo empezó a besar y acariciar, acabando por acostarse boca arriba y meter la cabeza entre las piernas de mi madre para comerle el sexo arrancando un fuerte y prolongado orgasmo en mi madre que se exteriorizo por los gruñidos que salían de su boca tan llena que parecía que hasta le costaba respirar pues por el entusiasmo que le producía la caricia se había introducido poco a poco el pene hasta la garganta.
Lo que al principio era una mamada suave, acariciando con los labios el pene, de abajo arriba, y de arriba abajo, entreteniéndose, tanto en los testículos, como en el capullo, arrancando suaves gruñidos placenteros de él, se convirtió en una mamada salvaje, en cuanto noto los primeros síntomas del orgasmo producido por la comida de sexo que le estaban haciendo y se lo metió en la boca empezando a chupar con ansia, chupaba con desesperación, como si estuviera follando utilizando la boca como coño y se lo fue tragando mas y mas hasta tenerlo metido hasta la garganta.
Aquel sorprendido no pudo evitar el correrse y le inundo la boca de semen, ella no dudo en tragárselo, aunque no pudo evitar que se le escapara parte por la comisura de los labios, pero sin atragantarse, disfrutando ella también de la mamada que había realizado.
El otro quiso que también le diera otra mamada, pero ella quiso lavarse primero, después estuvo comentando que se había enfriado al sentirse incomoda con la boca llena de leche y le daría mucho mejor la mamada cuando la volvieran a calentar.
Haciéndole caso pasaron uno tras otro por sus brazos bailando, para después, una vez ella caliente, desahogarse corriéndose en su boca. Yo creo que enfriarse, lo que se dice enfriarse, ella no se enfrió del todo en ningún momento de este proceso, tal vez, si acaso, después de la primera corrida, pero ella lo quería así y así lo consiguió y ellos no quedaron nada descontentos.
Cuando acabó con todos, llevaba el cuerpo lleno de chorretones de leche de las corridas, así es que quiso ducharse y nadie puso ningún inconveniente y cuando pasó a la ducha a nosotros nos bajaron al piso de abajo y pasado un momento llegó ella totalmente vestida, aunque se le notaba el ajetreo que había tenido. Entre todos preparamos una cena informal y nos la comimos.
Después de cenar, subimos a la habitación, mi madre primero, luego, cuando se metió en el baño, lo hicimos nosotros. En el habitáculo donde habíamos estado nosotros había ahora una cama y nos volvieron a encerrar allí.
Cuando salio a nuestra vista, mi madre se había vestido y arreglado bien, no como cuando habíamos bajado a cenar, ahora estaba preciosa, llevaba un vaso con una copa en la mano y no tomaron una, tomaron varias copas, mi madre estaba desconocida, parecía que aquello se estuviera produciendo con su total beneplácito, se notaba que el alcohol le había hecho mucho efecto aunque no estaba borracha, lo que sucedía es que estaba totalmente desinhibida, de ahí su comportamiento.
Reía y volvía a reír, le metían mano una y otra vez sin ningún gesto de disgusto por su parte, al contrario facilitaba la acción una y otra vez con un movimiento de pierna o de brazo, la ropa cada vez estaba más alta, pero se notaba la intervención de ella pues la "pose" era bonita, muy de señora bien, nada "basta".
Yo veía todo aquello y no hacia nada mas que pensar en el comportamiento de mi madre y al mismo tiempo me daba cuenta que el mió tampoco era muy natural pues estaba totalmente "empalmado"¡¡en lugar de estar furioso, estaba salido!!. Estaba con esos pensamientos, cuando mi hermana, que no perdía detalle, me susurro al oído apretándose contra mí no irán a hacerle daño ¿verdad?
Me quedé mirándola porque la pregunta no tenia sentido en ese momento, queriendo adivinar sus pensamientos, ella se había echado hacia atrás para hablarme al oído y luego había cambiado su posición inicial, antes estaba a mi lado ahora estaba delante de mi, antes de vez en cuando su brazo rozaba el mío, ahora era su culo el que se apretaba contra mi.
Estaba claro que la pregunta la había hecho para llamar mi atención, tenia yo ya bastante claro lo que pasaba, la niña se había puesto caliente, muy, muy caliente.
Estaba claro que después de pasar el primer momento de miedo creyendo que a ella también le iban a hacer algo la situación tenia su morbo, por una parte su subconsciente continuaba esperando que le hicieran algo, pero cada vez estaba mas claro que la iban a dejar tranquila.
Por otra parte y mientras saciaba su natural curiosidad, veía como su madre estaba disfrutando como una loca, sin sufrir ningún daño y el ver como disfrutaba y el oír como gemía de gusto y como se aplicaba a dar y recibir placer era lógico que la hubieran calentado hasta hacerle perder la mas elemental compostura. Hacia un momento su culo se restregaba con pretendido disimulo contra mi sexo y la pregunta pensé que mas bien debiera haber sido no me harás daño ¿verdad? Ahora ya no disimulaba en absoluto
Le susurre al oído que lo que le iban a hacer a nuestra madre no le produciría daño alguno, que al contrario le produciría un placer aun mayor que antes y continué diciéndole que ese tipo de cosas solo hacían daño, cuando se hacían contra la voluntad de alguien y ese no era el caso de nuestra madre en esos momentos, de lo cual me alegraba.
Estaba claro ya, quien era el que se la iba a meter primero a nuestra madre, el cabecilla era el que hacia prácticamente todo el gasto, era el único que la besaba y el que mas intensas le hacia las caricias. Los acontecimientos empezaron a desarrollarse con rapidez, invitada por la mano que tenía entre las piernas, mi madre había levantado el culo para que le bajaran un poco la braga y se había tumbado de espaldas.
En esa posición, veíamos en primera fila, a muy poca distancia, como la estaban empezando a pajear, al mismo tiempo que le iban bajando las bragas poco a poco, la situación era todavía mas caliente porque mi madre empezó a respirar de forma jadeante. El cabecilla se había desnudado del todo y observaba a mi madre esperando el mejor momento para penetrarla
Yo estaba totalmente empalmado, mi hermana muy caliente se había pegado a mí y yo a mi vez la había abrazado por detrás y claro tenia que estar notando el pene en todo su esplendor. Le hice observar como no le estaban haciendo daño y si le estaban dando mucho placer, ella asentía y se restregaba contra mi y cuando le pregunte si le habían hecho alguna cosa de esas alguna vez, me dijo que no con la cabeza.
Ella se giró hacia mi y me miró suplicante sin decirme nada, no pude resistirme y le pregunte si quería que le enseñara y ella por toda contestación acerco su boca a la mía y torpemente me beso, al mismo tiempo que acercaba su mano a mi entrepierna y me cogía el miembro para que no hubiera ninguna duda sobre sus pretensiones.
Le hice dar la vuelta y la empecé a acariciar mientras la tenia abrazada por detrás, metí la mano por el escote de su vestido para acariciar sus pechos todavía no acabados de formas pero no por ello menos habidos de caricias y con la otra mano subí su falda y separe un poco las bragas.
Ella tartamudeo susurrante que le hiciera lo que quisiera pero que no la dejara embarazada, le dije que no se preocupara, la verdad es que la cosa no creo que hubiera llegado muy lejos, aunque yo estaba muy salido, pero creo que tenia mas interés por ver lo que disfrutaba mi madre, que en disfrutar yo con mi hermana.
La verdad es que no sabia yo quien estaba mas entregada al placer, si la madre o la hija. Para la madre no era ninguna novedad, lo que le estaban haciendo, pero si las formas y cuando al fin la habían penetrado parecía una potrilla a la que cabalgaban por primera vez, subiendo el culo y arqueando los riñones para que se le metiera más a fondo y subiendo y bajando su culo como una poseída.
El, de esta forma, se corrió enseguida, pero a pesar de ello, mi madre obtuvo un orgasmo largo, intenso y prolongado, chillando y gimiendo, pidiéndole que no se saliera, estrujándole al máximo.
El que estaba fallándose a mi madre se quedo tumbado encima de ella extenuado, los demás observaban asombrados a mi madre, maravillados por lo explosivo de su forma de joder.
Mientras tanto, mi hermana, sin apenas tocarla, se había corrido en mis brazos y la había tenido que besar fuertemente en la boca para ahogar así sus gemidos, de hecho creo que se corrió mas por lo que estaba viendo que por lo que yo le hice.
Ninguna de las dos se enfrió después de correrse, a mi madre la penetró el segundo y para ella parece que fue como una continuidad del primero, así es que poco después de metérsela ella se volvió a correr aunque de forma menos explosiva pero igual de efectiva.
A mi hermana yo la continuaba acariciando, pero no intensificaba las caricias, para que, si no hacia falta, ella había conseguido controlarse y ahogaba sus gemidos, pero yo veía como se corría una y otra vez, bueno en realidad creo que fue un prolongadísimo orgasmo que por momentos subía o bajaba de intensidad.
Cuando mi madre acabó con el tercero, vi que una ligera mueca de dolor se dibujaba en su cara, se le estaba irritando el sexo, me di cuenta que esto la preocupaba, era normal que se preocupara pues se debía imaginar que aquellos hombres no querrían que se acabara todo tan poco.
Les explicó a los dos que quedaban lo que le pasaba y ellos fueron muy comprensivos, se esperarían al día siguiente, siempre y cuando ahora los dejara servidos y cuando ella les ofreció el culo, sus ojos brillaron de alegría.
La encularon con facilidad aunque con precaución, se notaba que no era ni la primera, ni la segunda vez que le daban por el culo, su ano recibió la punta y se fue tragando el pene poco a poco hasta que los testículos estuvieron pegados al culo de mi madre, mientras la cogían de los pechos y de la cintura indistintamente para apretarse contra ella e introducirse mas si cabe dentro de ella.
Tampoco tardaron nada de tiempo en correrse y mi madre volvió a disfrutar con los dos intensamente. Cuando terminaron estaba realmente pringosa de sus flujos y del semen de ellos y se tuvo que dar una buena ducha.
Mi hermana, no se si porque se preocupó por el gesto de dolor de mi madre, o por curiosidad por ver como le daban por el culo, se separó un poco de mi y no estaba receptiva para mis caricias por lo que deje de hacérselas.
A la mañana siguiente nos despertaron temprano los ruidos que hacían mi madre y aquellos hombres, nos dimos cuenta que los que no habían probado el culo no querían saber de otra cosa, ni tan siquiera querían desayunar. Los dos que esperaban follar con ella se reían viéndoles discutir por ser los primeros, pero mi madre tuvo para todos y todos se quedaron satisfechos.
Cuando ella se metió en la ducha, ellos aprovecharon para marcharse, nos dejaron encerrados en la casa, menos mal que mi madre tenía una llave de reserva. No nos tuvimos ni tan siquiera que preocupar de cambiar de cerradura, pues la llave no se la llevaron.
Mi madre quiso acostarse después de comprobar el buen estado de la casa, mi hermana se interesó por si le habían hecho daño, y mi madre la tranquilizo diciéndole que lo único que le pasaba es que estaba muy cansada.
En principio mi hermana y yo estuvimos hablando y quedamos en no decirle a mi madre que la habíamos visto hacer de todo, le diríamos que habíamos estado encerrados en el piso de abajo.
Pero yo no hacia nada mas que pensar en lo que había pasado y en la forma en que esto tenia que influir necesariamente en nuestras vidas, sobre todo no podía dejar de pensar en lo cerca que había estado de follarme a mi hermana y en que esa idea continuaba viva en mi.
Mi hermana no hacia mas que preguntarme cosas sobre el sexo y sobre las relaciones entre familiares y cuando vi que su atención se dirigía hacia fuera de el entorno familiar me preocupe mucho por ella y decidí contárselo todo a mi madre.
Pero esto será objeto de un nuevo relato si veo que este os gusta.