La vieja sociedad

Estos gerontes tienen tanta lujuria como años en su cuerpo.

La vieja sociedad.

No cabe duda que se permanece tan joven como uno se sienta.

A través de la línea telefónica se llevaba a cabo la conversación:

-Ramón, recuerda que hoy tenemos nuestra reunión de cada mes en la casa de Pedro. -Por supuesto que no puedo faltar. -jajaja, nunca has faltado, en todo el tiempo que llevamos en esta sociedad eres el más cumplido por ello es que eres el presidente: Julio el explorador. -Pues es que es mi naturaleza.

La vieja sociedad estaba conformada por 7 personajes, ya senectos, que aún lograban mantener una erección, cuando menos una, su edad oscilaba entre los 60 y 75 años, de gran riqueza material, libres de hacer lo que les plazca por su posición social...se reunían desde hace años en el sótano de uno de ellos, los placeres eran maquinados cada mes por cada uno de los integrantes...y todos lo disfrutaban...

Llegó la hora y a la casa de Pedro, llegó Ramón, Julio (el presidente), Gabriel, Abel, Tomas, Cesar. El anfitrión era quién había preparado el espectáculo. Fueron conducidos por hermosas mujeres vestidas con tangas, desnudas del torso, portaban un antifaz que simulaba una mariposa dorada, descalzas, En el sótano la luz era tenue, pero en el escenario la iluminación era perfecta, los invitados ahora usaban una bata de seda negra, que era lo único que cubría sus ya arrugados cuerpos...

El anfitrión salió al escenario y dio la bienvenida a sus 6 invitados, que yacían sentados cómodamente, y unas bebidas “exóticas” en cada lado de sus asientos.

-Bienvenidos, viejos amigos, esta noche les he preparado algo que espero sea de su agrado... El escenario fue iluminado con más fuerza, entonces salió una mujer joven, (que de igual manera cubría su rostro con un antifaz de mariposa, en este caso color café) gorda, su enorme culo se movía al compás de su caminar, bailó un poco, su enorme abdomen se contoneaba, se sentó en el escenario y mostró sus grandes labios vulvares sin vello, se masturbó un poco, gimió, al ritmo de su masturbación, y una de las edecanes llevó una mesita...la gorda se levantó y colocó la mesita a modo que su culo estuviese cerca, salieron entonces tres enanos 2 varones desnudos totalmente y maquillados como pigmeos, 1 mujer enana, desnuda, peluda de piernas y vulva, se acercó a la mesita...puso en orden 7 conos para helado...cajeta, chocolate, mermelada, chispas de chocolate, etc...la gorda se colocó de espaldas a los invitados se agachó y los dos enanos de cada lado abrieron las enormes nalgas de la rolliza mujer, se apreciaba el oscuro ano y las líneas que deja la piel cuando ha estado sometida a mucha presión por peso... Un sonoro pedo salió del gran trasero, los enanos rieron, la enana corrió como loca de la cabeza alrededor de la gorda con una mueca de asco (simulado, pues) hasta llegar a su punto de partida, la mujer agachada movía las manos como queriendo volar, la pequeña mujer tomó un cono y lo acercó al gordo trasero, poco a poco el ano se fue abriendo permitiendo la salida del bolo fecal, fue entonces servido el primer cono, luego el segundo, hasta completar los 7 conos. El culo de la gorda quedo lleno de mierda, que los enanos se encargaron de limpiar con leche y un paño, acto seguido aplicaron crema de olor... La enana mientras, preparaba los conos con los sabores favoritos de los ancianos, quienes tenían una perfecta erección gracias a las bebidas servidas con anticipación. Todos comenzaron a comer sus respectivos conos, mientras la enana y los enanos masajeaban los testículos de los vejetes...

-Ahora sigamos con el programa – decía el anfitrión mientras lamía su bien servido cono de mierda.

Fue entonces cuando los enanos salieron corriendo a preparar el siguiente número, como sigue:

Colocaron un recipiente de cristal, en medio del escenario, una chica salió del fondo del sótano, corría y brincaba con mucha apuración, se detuvo ante una jarra de agua y apuro gran parte del contenido líquido. Ella llevaba un antifaz color dorado (en forma de mariposa), peinada en dos coletas, blusa blanca sin sujetador, minifalda tableada, pantaletas blancas, calcetas hasta la rodilla, zapatos negros, llevaba una mochila de “conejo”, su cuerpo era delgado, casi no tenía pechos, de hecho solo sus pezones eran prominentes, al momento de sonreírle a los viejos asomó unos dientes blancos, grandes, sus facciones correspondían a una edad de aproximadamente 15 ó 16 años. Dijo en voz alta:

-Quiero hacer pipí. Se sacó las pantaletas y dejo ver una puchita sin pelos, casi núbil (si no es que en realidad era núbil) mostró sus nalgas y corrió hasta el retrete improvisado...

Descubrió su escaso pecho, levantó la falda y unas gotas de color amarillo-naranja emergió de la uretra de la niña, ella pujó un poco más y el chorro aumento de fuerza,

-ccchhhhhsssssssssss  - era el sonido

-Ay, mi pipí es de otro color, jijijijijiji, será por la pastillita que me dieron??, jijijijijiijiji

-ccccccchhhhhsssssssssss – seguía orinando.

-mmmhhhh, que rico siento al mear...pero ya acabé como me limpiaré?

Hizo la pregunta y la mujer gorda llegó a su petición.

-Yo te limpió hijita -Gracias mami.

Y la gorda se inclinó para lamer la mojada puchita.

-te sabe rico mami? -mmmhhh, amargocito, mi amor, pero ya estas limpia

la gorda vistió a la niña y tomadas de la mano salieron de escena.

-Amigos míos -  dijo el anfitrión – las horas han caminado y nuestra reunión casi esta por terminar, no sin antes hacer un brindis, pero primero lo primero.

Y los enanos salieron directos a mamar las erectas y flacidas vergas, lo hacían de tal modo que todos tuvieron erecciones, cuando sentían que estaban al borde de la eyaculación, se acercaban a la enana quien los esperaba con la boca abierta, recibiendo los mecos de los vejetes y al final de los enanos, y sin más ni más con la boca llena, haciéndo buches sirvió en copas la orina de la niña, mientras golosa deglutía el semen.

-Brindemos por nuestra vieja  sociedad, hasta que podamos darnos los lujos del sexo. Levantaron sus copas y bebieron la colorida orina de la niña.

Poco después, cansados por la edad y el esfuerzo se despidieron con un beso en los labios...

Afuera, en la sociedad moral, se despidieron con un abrazo, y un apretón de manos.

Pronto se reunirían, otro de los integrantes traería una “novedad” para los ancianos.