La vida sexual de Nerea y su entorno (5)

En este capitulo conoceremos el deseo de Nerea

Capitulo 5: El deseo de Nerea.

En este capitulo volvemos a Nerea, en él conoceremos la razón por la cual le pidió ayuda a su novio Iván.

Nerea después de que Iván le colgó el teléfono, quedo muy decepcionada con él, verdaderamente esperaba la ayuda de su novio, o por lo menos, que hubiera puesto mas interés en saber que es lo que le pasaba.

Iván le había decepcionado, esperaba más de él, le hubiera gustado que su novio hubiera demostrado más preocupación, pero todo lo contrario, le notó distante, como con ganas de deshacerse de ella, y eso era algo que le preguntaría en el momento que lo estuviera delante.

Pero que importaba eso, verdaderamente estaba decidida, con ayuda de su novio o sin ella, y lo tenia decidido, sería esa noche.

Desde que la noche anterior contempló con sus propios ojos, los trabajos manuales de su primo lo tenía decidido, esa noche tenia que perder la virginidad como fuera, estaba segura que esa noche cuando saliera por los locales del pueblo, seguro que encontraría algún chico que estuviera dispuesto a follar con ella y desprenderla de su virginidad.

Nerea se duchó pensando en lo que le depararía esa noche, sus manos comenzaron a acariciar su sexo y sus pechos, cosa que comenzó a excitarle, pero desistió, ya que prefería esperar a la noche.

Se limpió a conciencia su piel, prestando especial atención a sus pechos y a su sexo, se secó pausadamente y muy lentamente, prestando mas atención a su chocho, que ya empezaba a sentir impaciente.

Se maquilló como nunca antes lo había hecho, se vistió de forma sexy y provocativa, se coloco unos shorts con bastante escote, dejando ver el nacimiento de sus pechos, y una falda supercorta, que dejaba ver sus muslos torneados por el sol.

Era tan corta la falda que se puso, que si mirabas fijamente se veía una parte pequeña de su diminuta braguita, ya que tanto la falda y las bragas eran del mismo color.

Pero la verdad es que la noche no transcurrió como Nerea le hubiera gustado, eran las dos de la madrugada y Nerea se dirigía hacia casa decepcionada, a pesar de haberlo intentado aún era virgen, lo había intentado con tres chicos pero al final no había ocurrido nada.

Con el primero que lo intento, y cuando el chico estaba casi a punto de recibirla en sus brazos, Nerea recibió una llamada telefónica de su amiga Sara, ambas chicas se enfrascaron en una larga conversación, cosa que desespero al chico y se marchó.

Con el segundo, sencillamente, cuando estaba a punto de recibir la mano del chico en su sexo, se arrepintió y de un salto brusco, chilló y se marchó.

Con el tercero, y estaba casi a punto de marcharse con él a su casa, apareció la novia de esté, Nerea se sintió engañada, y dándole una bofetada al chico, se marchó, así que después de todo el esfuerzo que había hecho para ponerse provocativa no había servido para nada.

Nerea entró en casa, desilusionada y frustrada, a pesar de ser verano, esa noche era fresca y tenía algo de frió, deseaba llegar a su habitación, desnudarse y meterse en la cama, estaba cansada de estar toda la noche recorriendo los distintos locales para no conseguir nada.

Al entrar, vio que la luz del comedor estaba encendida, eso significaba que había alguien en la casa, ¿pero quien?. Sus tíos era raro que estuvieran levantados a esa hora, a no ser que hubieran ido a alguna fiesta, y su primo Jorge, cuando salía de fiesta no solía volver hasta las 7 de la mañana.

Nerea dirigió sus pasos hacia el comedor, cuando llegó a la estancia y entró, lo que contemplo la dejo atónita, en un primer momento se quedó sin palabras, abrió su boca en gesto de sorpresa y sus ojos se abrieron de forma extremadamente exagerada.

Por segunda vez en dos días sus ojos volvían a ver la misma escena, allí sentado en el sofá estaba su primo Jorge desnudo, con su pene erecto y con una de sus manos masajeando aquel miembro que tanto había perturbado a Nerea desde el mismo momento que la contemplo por primera vez.

- ¿Qué te pasa primita, te has quedado muda, parece como si nunca hubieras visto una polla en tu vida –dijo Jorge.

-¿Pero que estás haciendo...?. No tienes vergüenza, ¿porque no te vas al baño a meneártela?, podías tenerme un poco de respeto, sabes que vivo aquí. –contesto Nerea.

-Por favor, prima, no seas hipócrita, es que acaso no sabes que anoche vi como me mirabas mientras me hacia una paja, y por lo que vi en tu expresión, y por como te quedaste cuando te fuiste a la cama, te gusto bastante ver mi polla y ver como escupía leche. –le espeto Jorge.

-Eso es mentira, no me gusto ver tu polla –gritó Nerea.

-Anda, no digas tonterías, no te creó, se que esta deseando coger esta polla y metertela en tu coñito jugoso y aún virgen. –dijo Jorge.

-Eh, como... sabes que aún soy... virgen –dijo Nerea aturdida y sorprendida.

-Me lo ha dicho tu novio, cuando salimos de marcha y nos vamos de putas, y después de follar me comenta, que eres muy estrecha y que se tiene que ir de putas porque contigo nada de nada, que quieres seguir virgen. –dijo en torno burlón Jorge.

-Pero... Que Iván se te ha dicho eso... Pero ¿por qué té cuanta esas cosas?. Además no me creo que Iván busque profesionales del sexo. ¡¡ No me lo creo!!. –contestó Nerea enfadada.

-Como quieras prima, pero no seas sosa, desnúdate y ven a aquí a tocármela, estoy deseando sentir tu boca en mi polla.

-Yo... no sé... No creo que eso sea buena idea, no quiero seguir viendo tu pene, me voy a la cama. –dijo Nerea nerviosa.

Jorge lanzó una sonrisa a Nerea, le encantaba ver la cara de incredulidad de su prima, y los movimientos nerviosos del cuerpo de la chica, agarró mas fuertemente su miembro y comenzó a masturbarse despacio.

Jorge comenzó a reírse cuando contemplo como su prima miraba fijamente su pene, estaba convencido que su estrecha prima al final terminaría metiendosela en la boca, para terminar follando con ella y así, desprenderla de su virginidad.

Nerea, después de algunos minutos contemplando los movimientos de su primo, sus manos se dirigieron a sus shorts, y con movimientos torpes y nerviosos comenzó a desprenderse de la prenda, cuando sus dedos terminaron de moverse, sus pechos tersos y suaves quedaron libres.

Jorge esbozó una sonrisa de satisfacción, había conseguido que la chica mostrara sus senos, ahora tenia que convencerla para que se desprendiera de su falda y de su braguita, para así contemplar el sexo de la chica.

-Prima, tienes unas tetas preciosas, tienen que ser muy deliciosas y suaves –dijo Jorge.

-Si... de verdad... que te gustan mis tetas –dijo Nerea, medio alabada medio avergonzada por mostrar sus pechos.

-Sí, me gustan mucho tus tetas, son preciosas, ahora quítate la falda y las bragas y enséñame tu coñito, seguro que tiene que ser delicioso.

-No sé si debo –contestó Nerea, con sus ojos fijos en el suelo.

Nerea, levanto sus ojos y miró a su primo, el chico hizo un gesto de afirmación, y la chica procedió a quitarse la falda, prenda que cayó al suelo, dejando al descubierto las diminutas braguitas que llevaba.

- De aquí no paso –dijo Nerea- no pienso quitarme las bragas.

-Anda prima, no seas así, tienes que desnudarte completamente, no ves que yo estoy completamente desnudo, si tu no lo haces, no tiene gracia. –dijo Jorge.

Nerea asintió con la cabeza, y con sus manos temblorosas comenzó a bajarse las bragas, cuando su sexo empezó a mostrase puso una de sus manos delante, y con la otra siguió bajándose la prenda.

Una vez que las bragas quedaron en el suelo, puso sus dos manos delante de su pubis, para de esta manera impedir que su primo lo viera.

-Hum, prima, que vergonzosa que eres, no seas tontita, y déjame ver tu chochito.

Nerea, no dijo nada y volvió a bajar su cabeza, y apretó mas sus manos sobre su sexo.

- Bueno, si de momento no me dejas ver tu rajita, por los menos, date la vuelta y déjame contemplar tus nalgas. –dijo Jorge.

Nerea se volvió y poniéndose de espaldas a su primo dejó que este contemplara sus redondas y preciosas nalgas.

-Preciosa, tienes un culito muy bonito, ahora ven aquí, arrodillate entre mis piernas y comienza a chupar y lamer mi impaciente pollita.

Nerea, al escuchar las palabras de Jorge, bajo aún más sus ojos, y su cara se sonrojo aún más que antes.

-No sé, es que..., no me atrevo. Por favor, no me pidas que te haga una mamada, ¿es que no te conformas que verme desnuda? –suplico Nerea, aunque sabia que su suplica no seria aceptada por su primo.

-¿Qué...?, ¿Qué me conforme solo con verte desnuda?, ¿pero que dices?. No, no me conformo solo con eso, quiero que me la chupes, y luego quiero meterte mi polla en tu coño, te voy a meter hasta los huevos.

Nerea, no dijo nada, sabia que era imposible convencer a su primo, así que tendría que ceder a sus deseos. Además, acaso no estaba decidida a perder la virginidad, acaso no había estado cinco horas recorriendo los bares para encontrar a un chico con el que pasar la noche follando.

Sí, deseaba ser follada, deseaba sentir las palpitaciones y el calor de una verga en su boca, y sobre todo sentir y ver como una masa de carne entraba en su interior, sentir la calidez de esa carne dentro de su cuerpo, y también la pringosidad del semen recorriendo su cuerpo, sentir la tibiadez de aquella leche en su cara, en sus tetas, en su vientre, en sus muslos o en cualquier parte de su cuerpo.

Pero hacerlo con su primo, no le parecía bien, le parecía abominable, hacerlo con una persona de su misma sangre, a eso se le llamaba incesto, y para ella eso no era natural, era algo pecaminoso, pero... a la vez, y de una forma casi fugaz, le pareció morboso, atrevido y sobre todo emocionante.

Imaginarse que hubiera la posibilidad de que su tía los pillara en plena acción, la hice sonreír, podría ser muy emocionante ver la posible cara de incredulidad y de sorpresa de su tía si por un casual la pillara a ella y su primo follando como locos. Podría ser muy divertido contemplar la cara de su tía.

Así, que no lo pensó más, aparto sus manos de sus pechos y de su sexo, y con paso lentos pero firmes fue acercándose a su primo, sabia que aquella lentitud en su caminar pondría muy nervioso a Jorge.

-Siiiii, acércate, ven a mí, date prisa, estoy muy caliente, como tardes mucho voy a correrme antes de que llegues.

Nerea levantó levemente sus ojos, lo suficiente para contemplar como el chico agarraba su pene erecto y comenzaba a masturbarse con movimientos nerviosos e impacientes.

Cuando al fin, Nerea llegó, parándose entre las piernas de Jorge, mantubiendose unos segundos inmóvil, fijando su vista en aquella verga ya caliente, una verga que estaba ya casi a punto de eclosionar.

Al cabo de un rato, la chica se arrodilló muy lentamente, poniendo sus manos en ambas rodillas de Jorge, colocando su boca a escasos centímetros del glande, en ese mismo momento Jorge dejó de masturbarse, no quería eyacular antes de tiempo, primero quería sentir aquella boquita en su miembro, pero sobre todo, investigar la cueva aún sin explorar de su primita.

- ¡Vamos Nerea!, A que esperas para empezar a chuparmela.

Por primera vez, se sintió dominadora de la situación, sabia de la ansiedad y desesperación de su primo, en ese mismo momento comprendió que su primo estaba más ansioso por follar con ella, que ella por perder su virginidad.

Nerea, abrió su boca, y bajando un poco mas su cabeza introducció aquella verga en su boca, al sentir el sabor de aquel pene en su lengua comenzó a recorrer con ella toda la extensión de la verga, entonces se dio cuenta, que le gustaba aquel sabor, aquel calor en su lengua y en su paladar, entonces se preguntó porque no lo había hecho antes, porque había tardado tanto tiempo en hacerlo. Si tener una polla en la boca era delicioso como tendría que ser tenerla dentro de su chocho o de su culito.

La chica comenzó a sorber, a lamer y a succionar cada vez con mas avidez, a cada momento lo hacia con más ritmo y con más rapidez, aquello era mejor que tener una piruleta en la boca, pero sobre todo más sabroso.

Jorge vio que si su prima seguía chupandosela con esa energía, era inminente la corrida, y eso no le interesaba, él lo que quiera era introducir su muñequito en la casita de su prima, así que tenia que hacer que su prima parara de inmediato.

-¡Espera!, ¡Espera!. No sigas, para.

-¿Por qué?. ¿Es que no lo hago bien? ¿No te gusta como te la mamo?. –preguntaba Nerea con aire de confusión, aunque en el fondo sabia él porque.

-Sí, sí, me gusta mucho, me encanta como lo haces, pero es que si sigues me voy a correr, y yo lo que quiero es follarte.

-¡Ah...!. Entiendo, perdona, es que me he entusiasmado y no me podía controlar. –contestó Nerea, mostrando una sonrisa de picará- Pero es que no me fió –prosiguió la chica.

-¿No te fías? ¿Y eso?, si no te voy a hacer daño, lo voy a hacer con mucho cuidado.

-Lo sé, sé que no me vas ha hacer daño, se que me vas a tratar con mucho cariño, pero... ¿y si me quedo embarazada?.

-Noooo, no te vas a quedar embarazada, porque me voy a poner una goma, ¿es que te creías que íbamos a follar a pelo?.

-Ahhh, entonces me quedo más tranquila, ¿y de donde vas a sacar los preservativos?. ¿Tienes?.

-Claro que sí, tengo varios en mi mesilla, porque no vas a por ellos, anda, levántate y mueve tu culito hacia mi habitación y tráetelos.

Nerea le lanzó una sonrisa, levantándose, dándose la vuelta para encaminarse hacia la habitación le mostró al chico sus nalgas, Jorge no lo pudo resistir, y le dio un pequeño cachete a la chica.

Nerea se volvió y de nuevo le regalo una preciosa sonrisa al chico, por fin, aquella noche haria realidad su deseo.

Y comenzó a caminar hacia la habitación, meneando sus preciosas caderas y sus lindas nalgas, Jorge, empezó a imaginarse la fantástica noche que pasaría con su prima, la visión de aquellas nalgas meneándose al ritmo de sus pasos le hacia sentirse el hombre mas afortunado de la tierra.

Continuará...