La vida Secreta de V (De Victoria a V )

Así fue cómo y porqué me convertí en V...

Victoria así me bautizaron mis padres, conservando la tradición de llevar el nombre de la matriarca de la familia. La primera de las tradiciones que tendría que conservar por el bien familiar...

A mi padre lo casaron con Virginia, mi madre quien proviene de una familia con más apellido que dinero pero sus conexiones eran muy favorables para los negocios. El matrimonio de mis padres fue acordado desde que mamá se convirtió en señorita. Ellos se casaron muy jóvenes, mamá le dio honor a su nombre llegando virgen al matrimonio, y como era de esperarse en el primer año de casados quedó embarazada lo que no esperaban era que perdiera el bebé y así sucesivamente con varios embarazos hasta que nací yo.

Mi nombre refleja la lucha de ellos para tener hijos, lo que no refleja es su decepción de que haya sido mujer. He sido la desilusión más grande de mi familia, no satisfechos conmigo, ellos intentaron tener más hijos pero sin suerte. Mi madre se tornó en una mujer fría distante entregada a la iglesia buscando consuelo y perdón por no poder cumplirle a mi padre.

Mi madre dijo que en un sueño los ángeles le dijeron que para seguir la tradición yo debía casarme con mi primo Jaime, hijo de tía Magda, hermana de papá y Alex la única persona en la que papá confía y tiene tanto poder como él en el consorcio. Lo sé suena descabellado pero legalmente es permitido ya que nuestro parentesco es en cuarto grado y luego de hacer exámenes genéticos no se muestra que tendríamos ningún problema al tener descendencia.

Mi relación con papá es buena a pesar que no es un hombre muy afectivo son los únicos brazos que me han acogido y me han tratado de proteger de mama. Mi madre es insoportable ella siempre encuentra la forma de descargar su ira en mí y censurarme. Gracias a ella pasó la mayor parte del tiempo en el internado.

En el internado está lleno de chicas ricas como yo pero ninguna es mi amiga solo Lucia a quien de cariño llamo Lu. No entendía muy bien porque ninguna quería estar cerca de mí hasta que Lu me explicó

—Vicky eres boba tu eres un 10 y al lado tuyo todas nos vemos como un 5.

Mientras me reía del comentario de Lu me veia al espejo note que mi piel es blanca como porcelana, mi rostro ovalado, ojos almendrados color azul oscuro, nariz respingada, labios carnosos naturalmente color rosa y largo cabello negro como la noche.

Mi cuerpo está bastante desarrollado mido 1.60 de alto, me encanta mi largo cuello con lindos lunares que adornan hasta mis firmes pechos como toronjas talla C decorados con pezones pequeños color rosa. Mi cintura es estrecha con un abdomen plano, amplias caderas con un culazo respingón como dice mi amiga y largas piernas.

Igual nada de eso era importante ya que yo era muy tímida e insegura, estaba convencida de no tener amigas y que ninguna vendría a esa fiesta tan extravagante que mi madre planeó para celebrar mis 18 años.  Mis padres tiraron la casa por la ventana, invitaron a todas sus amistades y a todos los hijos de ellas, por suerte Lu estaba ahí.

—Vicky cambia esa cara, esta fiesta está buenísima, son tres pisos, tienes tu propia bebida y seguro regalos muy caros. Has arruinado a todas esas lagartijas del colegio que celebrarán sus cumpleaños después del tuyo.

—Lu, sabes que mi mamá planeó este circo porque es un circo y yo soy una atracción en él. Mira este vestido, yo jamás hubiese querido un vestido de princesa y mucho menos de color rosa.

—Bueno, si el vestido es un poco “too much” se pasó con todo él tulle de la falda y ese corsé con el que apenas puedes respirar, aunque mira te está dejando mostrar tetita. Trata de divertirte, todo esto es para ti.

—Tratare amiga como siempre tienes razón vamos a bailar y a divertirnos esta noche

Salimos del salón principal en donde los adultos conversaban y cenaban muy a gusto para ir al piso de los jóvenes. En el cual se encontraba un DJ muy conocido, fuentes de chocolate, mesas de dulces, bocadillos. Realmente mamá era muy buena para planear eventos. Mientras admiraba todo los ojos de Lu se llenaron de picardía.

—Vicky me contó uno de los chicos que Marco tiene interés en ti, dice que estás muy guapa, él quiere verte en uno de los privados para poder hablar contigo.

Como boba me sonroje con ese comentario, nunca ningún chico había mostrado interés real en mí, no suelo hablar mucho prefiero los libros.

— Lu, en el privado ¡estás loca! Los privados solo son para encerronas, y yo nunca he besado a nadie, además está lo de Jaime.

—Con más razón amiga tienes que ir con Marco, si no a este paso tu primer beso será el día de tu boda. Tómalo como tu regalo de cumple, además Marco tiene fama de ser muy buen besador.

Lu tenía razón algo debía de cambiar esta noche. Aunque tenía miedo camine hacia el privado en donde encontré a Marco esperándome.

Lu tenía razón algo debía de cambiar esta noche. Aunque tenía miedo camine hacia el privado en donde encontré a Marco esperándome. Cuando me vio pude sentir sus ojos directamente en mis pechos que resaltan por el corsé. Sin perder el tiempo se lanzó a robarme un beso. Sentía su aliento y su saliva en mi boca. Marco bajaba sus manos sobre mi espalda, apretando contra su cuerpo. El vestido le impedía llegar a mi culo así que movió sus manos así arriba para tocar mis pechos. Al sentirlo al sentir sus manos sobre mi piel me asuste y lo empuje para que se alejara de mí.

—Oye, no seas lanzado ¿porque me tocas así?

—Vamos Vicky, me gustas mucho eres muy linda. Déjame darte tu regalo de cumpleaños.

Nunca ningún chico me había dicho que era linda, no interactuaba con muchos, dejé de pensar y por primera vez me dejé llevar. Marco se puso detrás de mí, él besaba mi cuello. Sus manos se metían por arriba de mi vestido y manoseaba mis pechos de forma desenfrenada, sentí por primera vez los húmedos labios de un hombre sobre mi piel. No sabía lo sensible que podía ser mi cuerpo y empecé a sentir unas cosquillas ricas en mi entrepierna, cuando él se detuvo.

—Ven guapa dame un besito ahí abajo, uno chiquito, vamos linda te va a gustar.

Su petición me paralizó, eso era demasiado.

—Es que nunca lo he hecho y me da mucho asco.

—Eres una zorra te dejas manosear pero no quieres devolver el favor. Tienes que hacerlo guapa si no les diré a todos que te he cogido en el closet.

No supe qué decir mi reputación estaría arruinada y tuve más que asentar con la cabeza. Mientras él toma asiento en un cómodo sofá y se desabotona su bragueta. Temblando yo me arrodillaba sobre la crinolina de mi vestido, mis ojos llenos de lágrimas e incrédulos de ver por primera vez una pinga en todo su esplendor.

—Cogela con tu mano y muévela de arriba abajo, más despacio guapa. Así, vas muy bien, ah que rico me la meneas ahora dale un besito.

Con un poco de asco acerqué mis labios y le di un beso rápido a la cabeza rosada de la cual salían unas gotas transparentes.

—No, así no un besito más sabroso abre tu boquita para que te la metas y usa tu lengua.

Abrí mi boca y me la metí hasta donde pude y le di unos lengüetazos, sentí un sabor salado y el empujo su pinga hasta el fondo de mi garganta, dándome unas arcadas

—Marco me ahogo

—Respira linda pero sigue chupando así, mmm dale más rápido, dale más ah.

Como buen inexperto no tardó en correrse, empujó mi cabeza hasta el fondo y la detuvo ahí para que me tragara hasta la última gota. Sentí asco del líquido de Marco y coraje de haber sido usada. Me limpie la boca con la mano y me acomode el vestido.

—Gracias linda te falta experiencia, pero me has hecho ganar la apuesta.

—De qué hablas Marco, ¿cuál apuesta?

—Nadie creía que podía hacer que la cumpleañera me hiciera una mamada esta noche, además eres una guarra sé que te gusto, seguro quieres que te folle verdad.

El intento meter su mano entre mis piernas lo empuje con fuerza lejos de mí.

—Estás loco, no me gusto la tienes muy pequeña

—Callate puta

Le lancé una mirada de enojo —seré puta pero no tuya imbécil— y salí del privado lo más rápido que pude.

Busqué a Lu por todo el salón la encontré bailando, la tomé del brazo y la saque al corredor.

—¿Qué te pasó amiga te divertiste?

—No es un imbécil y tú también. Todo era una apuesta Lu, ahora estaré en boca de todos.

—No te preocupes Vicky ese imbécil no le contara a ningún adulto o las chicas del internado. Ahora tenemos todas las respuestas del examen para no tener que cursar el último año.

—¿como?

—A cambio de que te convenciera me dio la clave de la nube en donde guardan los exámenes que compran a los maestros

—¡Me vendiste Lu, no soy una puta!

—¡Calmate solo fue un beso y una mamada! ¿Qué te gusto?

— No sabía que hacer, me sentí estúpida.  Tengo que aprender el muy estúpido me dijo que lo hice mal. Para la próxima me dices el plan o te dejo de hablar.

—Era por la dos Vicky saldremos de este infierno un año antes y así podrás probarle a tus padres que eres buena en el estudio

— Amiga pero ¿todos los exámenes por una mamada?

—Bueno creo que tendremos que hacer otras a lo largo de este año pero valdrá la pena

Era difícil enfadarse con Lu, era la única relación real que tenía, volvimos a la fiesta y nos divertimos el resto de la noche.

Desde esa noche empecé a ver videos para aprender a dar buenas mamadas, aprovechaba bananas, bombones para practicar. En todas las otras fiestas de quince pagamos nuestro acceso a los exámenes en los privados con los chicos del mismo grupo de Marco. Ellos disfrutaban tocando mi piel y les excitaba cuando veían sus pingas perderse en mi boca. Recuerdo que les encantaba meterla toda hasta el fondo y como niña buena siempre me tragaba la leche sin hacer mala cara. Lo repetí cada que lo requerían, ninguna rompió su promesa y guardaron silencio.

Me creía muy experimentada y finalmente le estaba dando una lección a mi madre. Aunque me puse a pensar que es fácil hacer a un puberto correrse, pero como seria con un hombre de verdad. En fin, habría tiempo para eso después de la graduación.

Llegó la graduación pude salir del internado con casi 19 años y regresar a casa para poder convencer a mis padres de estudiar en el extranjero.

—Mamá/ Papá, quiero conversar con ustedes sobre la universidad, me he graduado un año antes y las inscripciones se acercan.

—Victoria sabes lo que tu padre y yo pensamos. No viajas al extranjero y tampoco asistirás a la universidad. Te quedarás con nosotros en casa ayudando en todas las obras de caridad, aprendiendo a llevar un hogar. Al igual que todas las mujeres de la familia saldrás de esta casa a la casa de tu esposo.

Sus palabras me enfurecieron —son los peores padres del mundo, no les importa mi felicidad solo esa estúpida boda que es un sin sentido, para que sepan no me casaré, primero muerta.

—Una mujer que va a la universidad y trabaja es una humillación en la familia hija, ve de compras y haz cosas de mujeres. Virginia controla a tu hija, hemos dicho que no y ella debe de acatar las reglas.

Papá se levantó de su silla, me dio un beso en la frente y caminó hacia su estudio sin darme la oportunidad de decir nada.

—Victoria me humillas frente a tu padre.

Mamá me soltó dos bofetadas, las cuales eran usuales cuando la contradecía.

—Sigue así que te enviaré a un convento, me pones en vergüenza mostrándome como una madre que no sabe controlar a su hija, no sé qué he hecho mal contigo.

—¡Mamá solo quiero estudiar!

— No sé quién te ha metido esas ideas en la cabeza sabes las reglas de esta familia y punto.

— Son otros tiempos mamá, puedo estudiar y llevar el negocio no necesito un hombre.

—Calla niña insolente que no te escuche tu padre. Te casarás con Jaime y llenarás tu casa de hijos hombres, ese será tu trabajo.

—¡Odio ser parte de esta familia, odio esta vida!

Corrí llorando a mi cuarto, no sabía qué hacer, mis peores pesadillas se estaban volviendo realidad. Lo único que se me ocurrió hacer fue marcarle a Lu.

—Amiga no me podré ir al extranjero y la boda es una realidad no sé que hacer.

—Vicky ya no llores todo tiene solución pensaremos en algo juntas.

—¡No entienden Lu! Mis padres son como unos dinosaurios que solo les interesa el futuro de la familia, quiero escapar y ser otra persona.

—Te diré un secreto Vicky, recuerdas cuando mis padres se fueron a la quiebra, pues en ese tiempo encontré una app que se llama lil book en donde hombres que se sienten un poco solos…

—Sigue Lu no te quedes callada

—Bueno ellos pagan por un poco de compañía

—¿qué tipo de compañía? Lu yo no soy como tú, no estoy lista para hacerlo me entiendes.

—No es solo sexo, puedes dar tus famosas mamadas, bailes eróticos, solo hacerles compañía, lo que te sientas cómoda, de esa manera puedes ganar dinero ahorrar y escapar antes que Jaime vuelva.

La idea de venderme me hizo sonrojar pero no era del todo descabellada había dado mamadas y recibido dinero en el internado esto no sería tan diferente. Mis conocimientos sobre el sexo eran limitados a chupar pollas para el placer de ellos. Yo nunca había experimentado un orgasmo, ni siquiera me había masturbado.

—Lu tu idea es una locura, piensa en algo más

—No hay de otra amiga

—Dime, ¿cómo saldré de casa?

—Dirás que vas a lecturas bíblicas a mi grupo de la iglesia.

—No se si funcionara pero estoy desesperada are lo que sea, como creo mi perfil en la app.

—Bueno primero debes tomarte unas fotos sensuales para agregar a tu perfil. Lo podemos hacer este sábado en mi casa, tomamos lencería de mi madre que aunque no creas es una guarra te tomo fotos y creamos tu perfil.

— Lu eres lo máximo te quiero mil.

Mamá me llevó a casa de Lu. Era mi única amiga y era muy buena en aparentar ser una niña de grandes valores morales. En casa de Lu me explico de nuevo cómo funcionaba el app pero teníamos que decidir algunas cosas.

—Vicky debemos escoger un nombre para ti, algo sensual.

—Que tal Jenna

—No eres estrella porno duh,mmmm qué te parece V corto y misterioso.

—Me gusta, desde ahora llamame V.

Juntas creamos mi perfil pusimos que haría de todo menos penetración vaginal, anal o BDSM. No sabía qué era lo último pero Lu prometió explicarme después.

—V pruébate lo que escogí para ti, mi mama es super puta tiene todo esto en su closet

Me quite la ropa frente a Lu, pero note que sus ojos se fijaban en mí.

—Amiga estas buenísima si me gustaran las chicas yo querría contigo. Pero qué es eso en medio de tus piernas es como una jungla, ahí algo se puede perder.

—Eres ordinaria como se te ocurre decirme eso

—Lo de ahora es el brazilian wax

—No, Lu me da pena, no estoy lista para eso.

—Esta bien no te presionare

Lu saco un babydoll negro y con unas bragas a juego era muy sexy. Me vi al espejo, note que mis pechos se veían suculentos y mi culo se comía mis bragas, pensé que eran un poco exagerados pero confiaba en que Lu sabía que les gustaba a los hombres. También me dio un sombrero de los que su mamá usaba así nadie reconocerá. Me acosté sobre la alfombra de pelaje e hice mis poses más sensuales para la cámara.

Cambiamos de vestuario a unas bragas y una camiseta blanca sin sostén que llegaba al filo de mis pechos, para que se vieran parte de mis pechos y mis pezones erectos.

—V has nacido para eso. Nadie va a pensar que eres una monja todo de ti invita a cogerte.

—Caro que no

— Creértelo V eres muy sensual, tus pechos, tu entrepierna son muy sexis, además ese culote que te cargas y para colmo tienes una cara de niña buena que le pararan el corazón y otras cosas a tus clientes.

—Nunca olvidaré lo que has hecho por mí Lu, te quiero.

Al terminar las fotos regresé a casa super ansiosa sobre que pasaría. Revisaba la aplicación cada minuto y de repente entró mi primer mensaje. Sentí que me sonrojaba al leer el contenido pero conteste que sí.

Cuando desperté el día lunes no sabía ni que ponerme. Toda mi ropa es muy de niña y nada sensual. Opte por un cheekini y bra blanco, unos jeans y una camisa blanca de botones, deje mi cabello suelto y lo adorne con una diadema, mama no me deja usar maquillaje pero llevaba un brillo de boca en mi bolso.

Mi mama me estaba esperando en el coche para llevarme a la iglesia a mis estudios bíblicos y ahí mismo había quedado con Adrián mi primer cliente. El me recogería en la parte de atrás de la iglesia. Me bajé del coche muy tratando de verme normal y espere a que mi mama se fuera en cuanto su coche se alejó camine al hacia la parte de atrás y vi un Audi A5 de color azul estacionado con un hombre relativamente joven.

Me acerque al auto con un poco de temor

—Hola, ¿Eres Adrián?

—Si, V sube al auto

Abrí la puerta y me senté al lado de él, al verlo de cerca note que era un hombre en sus treinta, alto, flaco, ojos marrones y bastante pálido, con aspecto nerd. Durante el trayecto no hablo mucho pero sentía sus ojos sobre mí.

Subimos a su piso, se notaba que era de un hombre soltero que vive solo.

—V ¿Te ves nerviosa, estás bien?

—Esta es mi primera vez haciendo esto, no se ni como comenzar.

—No te preocupes, ¿te apetece algo de beber?

—No bebo gracias

— Pondré un poco de música, para que bailes para mí, hey Google...

— Si, me encanta bailar

Él se sentó en el sofá y yo empecé a mover mis caderas y baje hasta al suelo al ritmo de la canción.

—Quítate la ropa poco a poco

Mordiéndome los labios de nervios y sin dejar de bailar desabotono mi camisa y la deje caer al suelo, luego desabroche mis pantalones y lentamente me los baje hasta quedar en ropa interior. Adrián se acercó puso tanto que sentía su respiración puso sus frías manos alrededor de mi cintura, bajo sus manos lentamente hasta llegar a mi culo.

Quiero que te pongas esta ropa me dio unas bragas de hello kitty, una camisa blanca con el logo. Me cambié en su baño y salí con lo que él me pidió, lo encontré desnudo sus manos regresaron a mi culo, Me tiró sobre su sofá y sentía su cuerpo sobre el mío rozando con fuerza y sus manos tratando de entrar a mis bragas y lo detuve.

—Adrián, esto no es lo que acordamos

—No te preocupes V no voy a penetrarte, pero te pago el triple por esto eres demasiado sexy y lo más atractivo de todo es tú lo inocente que eres que no te das cuenta.

—Está bien acepto

Adrián siguió sobre mí acariciándome y empecé a sentir cosas que nunca había sentido. Mi entrepierna se humedecía las infantiles bragas como nunca me había pasado con los bobos del cole.

—Ven V te quiero sobre mi

Me senté sobre él, sus manos tocaron mis pechos, yo seguí en mi misión de llevar mis manos a su larga y delgada pinga. La acaricié hasta que me puse en posición de gatita en el suelo y sin dudarlo me la introduje en la boca y le daba pequeñas succiones, y enrollaba mi lengua alrededor de ella. Mis manos bajaban sus bolas masajeándolas de forma circular, él jadeaba de placer.

—Puta, chupa con más fuerza, más fuerte ah, tragatela hasta el fondo, que rico que te cabe toda eres una experta.

Solo se escuchaban los jadeos de él y el ruido de la succión que yo le daba

— ¿Te gusta? Quiero oír que te gusta,

Fingí unos gemidos para excitarlo.

—V arquea la espalda quiero ver ese culo en el aire, abre tus piernas nena. Quiero sentir el calor de tu coñito, tu humedad.

Las manos de Adrián estiraba mis bragas que se me metía en mi rajita y culito, eso lo excitaba cuando las veía todas metidas en mí masajeo mi culo y la palma de la mano bajo a masajear mi rajita sobre las bragas. Sus manos finalmente se metieron debajo de mi braga y sentí por primera vez los dedos de un hombre sobre mi cono. Él me toqueteaba con firmeza y no pude evitar mis gemidos.

— Tu piel es tan tersa, me encanta que no te desconcentres de tu objetivo, sigue nena, sigue estoy cerca aunque no quiero que acabes.

Al escuchar sus palabras y por mi excitación acelera la mamada y sentí cómo los flujos de Adrián estaban por salir y con una última embestida de mi boca le saque toda su leche a ese desconocido que seguía con su mano dándome la primera masturbada de mi vida.

Me moví de la posición en la que estaba para así evitar que me siguiera tocando. Me puse de pie. Él puso sus briefs y me tomó por la espalda, besando mi cuello.

—¿A dónde vas? Todavía hay tiempo, Quiero tocarte un poco más, estoy curioso de ver la mata de pelos que sentí en medio de tus piernas.

—Porque lo haces Adrián, eres guapo e inteligente puedes tener a quien quieras.

—No me gusta complicarme la vida con relaciones amorosas, de esta forma todo sucede bajo mis condiciones.

Definitivamente era un nerd, pero bien estaba pagando por hora el triple de lo que acordamos.

—V sé que tu conejo está mojado, acomódate sobre la mesa de vidrio

—No, se va a quebrar

— No, tú pesas nada

Me senté sobre el vidrio el cual estaba frío y no puedo negar que eso me ponía mucho.

—Ahí estás perfecta, te voy a cambiar como a una beba levanta ese culito para sacarle las braguitas sucias y dejemos libres tus bellos pechos.

Yo estaba desnuda frente a un hombre por primera vez, el cual tenía su boca pegada a mis pezones me los succionaba con delicadeza. Adrián llevó su boca a mi conejo abriéndose paso entre la espesa melena dio los primeros lengüetazos. Yo cerré mis ojos al sentir la lengua invadiendo mi cavidad. Él succionaba con más fuerza y se esmeraba por darme placer yo perdí mi timidez y me retorcía sobre la mesa. Separó su boca y sus dedos comenzaron un baile sobre mi clítoris que me llenó de placer y arrancó chillidos de mi garganta nunca había sentido nada así, sentí un calor en mi vientre como un choque eléctrico que anunciaron mi primer orgasmo. Convulsione sobre la mesa, abrí mis ojos y vi a Adrián limpiándose mis jugos de la boca.

—Sabes a un jugoso durazno.

—Tienes que llevarme de regreso, mi madre me matará si no me encuentra ahí.

—Está bien V, pero quiero llegar a un acuerdo contigo, nos veremos 3 veces a la semana para repetir lo de ahora, te llevas la misma cantidad cada visita.

— Es un trato

—Solo te pido discreción guapa no quiero saber tu edad, pero me imagino que es poca, no quiero problemas

—Claro yo te pido lo mismo nadie puede saber de esto.

Él me dejó al lado de la iglesia, yo podía creer cuánto había disfrutado con él, ni el dinero que había ganado en esas pocas horas. Mamá llegó a los minutos me hizo todas la preguntas de rigor yo hablaba poco quería seguir disfrutando de aquella sensación en mí y del sabor de Adrián en mi boca.

Los estudios bíblicos se convirtieron en la coartada perfecta, mamá estaba feliz que finalmente había encontrado una iglesia que me gustara. Mi cara de felicidad cuando regresaba le daba felicidad. Lo que ella no se percataba era de mi aliento a lefa, de mis pantis mojados y de los billetes en su cartera.

Durante varios meses me dedique a diferentes clientes, algunos de una sola vez, otros que veía hasta 3 veces a la semana Adrián que siempre tenía alguna prenda que quería que luciera para él y se la dejase llena de mis jugos. Esta era mi forma de oponerme la decisión de la familia aunque guardaba la esperanza que algo cambiaría, tal vez Jaime se enamoraría o mamá tendría un hijo, un milagro que me salvara de tener que dejar todo y huir. Esa esperanza murió cuando mamá empezó hablar que mis 18 se acercaban y teníamos que empezar a planear el compromiso y demás.

—Mamá quiero ir a casa de Lu, ¿dime que si?

— Está bien, un poco de diversión no te hará mal.

Llegue a casa de Lu y como siempre subí a su habitación y le conté de mis aventuras y de lo que sucedía en casa con los planes de boda.

—Lu con Adrián todo es sencillo, aunque su pinga es delgada me gusta mucho chuparla hasta dejarla limpia y luego él me come tan rico mi conejito lo hace también con su lengua, cuando me levanto de la mesa puedo ver todos mis jugos en ella.

—¡Eres una guarra V!

—Me he corrido en su boca varias veces y el dinero es bueno, pero no suficiente. Mamá solo habla de la boda, me estoy quedando sin tiempo. He decidido tomar otros clientes y vender mi virginidad.

— Muy bien amiga que valiente, el placer y el dinero nunca son malos aliados, te envidio que te pagaran por tu virginidad yo la perdí gratis con un bobo.

— Me han llegado muchas ofertas, pero creo que tengo al indicado. Es alguien mayor, él me ha contactado varias veces. Su última oferta es increíble no me puedo resistir, quedamos para el viernes.

— V que emoción, me tienes que contar todo

—Pero no sé qué hacer con mi madre necesito más tiempo de lo usual. Fácil amiga le diremos a tu madre que iremos al retiro juvenil.

— Mama pedirá todos los documentos

—Déjamelo a mí, tendré los documentos oficiales y todo listo solo es de seducir al de iglesia un poco.

—¿Te tiras al sacristán?

— Solo un poquito

Todo resultó como lo planeamos, Lu obtuvo los documentos, ella nunca me falla. Mi mamá se sintió muy orgullosa. Yo busque lo más sexy que tenía en mi closet opte por un vestido estilo camiseta azul arriba de la rodilla y unos tenis blancos, un juego de ropa interior de tanga y sostén de copa corta color piel que me había comprado a escondidas de mamá. Tenía mucho miedo no sabía mucho de sexo. Me sacudí los miedos y recordé que era esto o casarme con el antipático de Jaime.

Pedí un Uber de la casa de Lu para ir al lugar que habíamos acordado. Llegué a un hotel muy lujoso, en la recepción les di el número de habitación que me había enviado el misterioso hombre. Un chico muy amable me guio a un elevador privado que me llevaría al penthouse.

Al salir del elevador note que la puerta de la habitación estaba entreabierta. Él estaba de espaldas y yo tomé un segundo para apreciar lo apuesto que era. Él era Una cabeza más alta que yo con cuerpo atlético, tez blanca, su cabello mostraba algunas canas, vestía camisa Oxford blanca y pantalones de vestir azules. Con una voz un poco infantil emití un ¡hola! El misterioso hombre se dio la vuelta y nos reconocimos enseguida era nada más y nada menos que Alexander Terzi, mi tío, padrino y futuro suegro.