La vida de otro (67: Hazlo)

Tras su conversación con Ariadna, Juan vuelve a casa y se da cuenta que había olvidado que Toni se mudaba esa misma tarde. Juan le ayudará en el más amplio sentido de la palabra a sentirse cómodo en su nueva casa...

  1. HAZLO

Cuando crucé la puerta de la chocolatería suspiré aliviado, volvía a llegar tarde, como en los viejos tiempos, pero al menos había llegado. Recorrí el local con la vista y caminé hasta las mesas del fondo, las que no se veían desde la puerta… y la vi. Allí estaba ella esperando pacientemente vestida con un una camiseta de cuello alto de Custo y unos vaqueros. Llevaba su rizado pelo castaño oscuro recogido. Cuando me vio, en su cara se dibujó una sonrisa a caballo entre "que ganas tenía de verte" y "te mataré por llegar tarde".

-Siento haber llegado tarde, se ha presentado un cliente inoportuno a última hora y no he podido deshacerme antes de él.

-Tranquilo, no llevo mucho esperando, sólo 40 minutos… -dijo ella con una sonrisa justo antes de corresponder a mis dos besos.

-Espero poder compensarte

-Mmmmm… se me ocurre que un trozo de ese pastel de chocolate que hay en el escaparate ayudaría

-Eso está hecho… -respondí con la mejor de mis sonrisas.

Cuando una camarera tan agradable como un congreso del Partido Popular hubo tomado nota, la miré fijamente, mejor dicho, nos miramos

-No sé porque tengo la sensación de que hace mucho tiempo que nos conocemos

-Pues es mutua… -respondió.

-Es curioso… pero bueno, cuéntame algo más de ti.

  • Pues no sé… como ya te conté por teléfono, estoy estudiando Publicidad, bueno, acabo de empezar, antes tuve algún tropiezo con el duro mundo universitario

-Vaya… -dije preocupado.

-Nada grave, tranquilo, digamos que no pasé por una buena época. El día que nos encontramos en el Danzatoria, había ido con un compañero de clase, que también es de Tarragona, y su novio

-¿Eres de Tarragona?

-Bueno, ahora vivo en Tarragona, aunque nací en Barcelona, es una historia muy larga

-Jejejeje… eres una caja de sorpresas

-Espero que no te canses de mí antes de descubrirlas

-¿Cansarme? Nada de eso… me das muy buen rollo. Que nos encontrásemos aquella noche fue algo más que una casualidad. Me ayudó mucho lo que me dijiste ¿sabes?

-¿Sí? ¿y eso?

-Pues me hizo pensar… ya te conté que estaba bastante confundido por lo que respecta a mi sexualidad, pero desde nuestra conversación siento que recupero en cierto modo el control de mi vida

-Vaya, me alegro

-He roto con mi novia –solté de golpe. Ariadna me miró perpleja.

-¿Mis consejos te han hecho tomar esa decisión?

-No, no… sólo que creo que es lo mejor, ya le he hecho demasiado daño con mis dudas y con mi necesidad de demostrarme que… que

-¿Aún te ponen las tías?

-¿Cómo lo sabes?

-Porque me lo supongo, si estás pasando por un período de dudas es lógico que quieras demostrarte a ti mismo muchas cosas

-Puede, pero por culpa de esa fijación me he pasado con ella

-¿Pasado?

-Sí, intenté forzara para que… -no pude acabar la frase. Una ola de asco y vergüenza me invadió. Agaché la mirada, me sentía podrido por dentro.

-Tranquilo… -dijo ella con la voz serena-. ¿Ella está bien?

-Ufff… no sé… -tenía un nudo en la garganta-, supongo que lo está pasando mal, pero aunque me pasé al intentar forzarla, no le hice daño… te lo aseguro

-Deberías hablar con ella… -dijo cogiéndome la mano por encima de la mesa-, disculparte

-Lo sé, tengo que hacerlo, pero aún no me atrevo a decirle nada, estoy muy avergonzado. Por eso siento la necesidad de hacer mi vida sin perjudicar a nadie más… bastante putadas he hecho ya a la gente que me rodea

-La gente que está a tu lado seguro que te apoya, equivocarse es humano, como te dije la noche que nos conocimos, no sirve de nada lamentarse, ahora que parece que empiezas a tener las cosas claras, es el momento de mirar hacia delante

-Ufffff… -respiré aliviado, como liberándome de un peso que arrastraba desde hacia mucho tiempo, tanto que no lograba recordar desde cuando.

Terminamos la tarde hablando un poco más de nuestro pasado. Le conté todo mi camino hasta aquella taza de chocolate caliente, bueno, fue un resumen, un buen resumen, porque aunque tengo una vida corta, da para algo más que una tarde ¿no?

Ariadna me estuvo contando que se había mudado de Barcelona a Tarragona cuando tenía seis años, que había estudiado desde entonces allí, pero que al llegar a la universalidad se decidió por la filología inglesa y se equivocó. Con la Publicidad, su creatividad estaba mucho mejor aprovechada… y es que es ingenio y creatividad de lo que más destila esa chica, ¿cómo se explicaría si no que llevase unos guantes al más puro estilo deconstrucción creados por ella misma?

Hechas las presentaciones, nos lanzamos a hablar de nuestros gustos, de televisión, de cine, de ropa, de música. Enamorada de Tim Burton, de Allan Poe, del mundo fantástico de La historia Interminable , atrapada en los sueños de Alicia en el País de las Maravillas , marcada de por vida por la mítica peli de los Goonies mientras me relataba con auténtica pasión su mundo, la envidé en cierta manera, pero fue una envidia sana. Ariadna simbolizaba todo ese interés por la cultura, por el cine, por la música que siempre he querido tener… reflejaba esa apertura de miras que se necesita para encajar en un mundo tan loco como el nuestro. Sonreí… al menos yo sabía una cosa que ella desconocía: la mejor de las fantasías jamás escritas era precisamente ella, jamás había encontrado en alguien tanta imaginación, tanto poder de seducción

-Te falta algo… -interrumpí.

-¿Cómo?

-Creo que te falta algo para ser realmente feliz

-¿Ah sí? ¿el qué? -Preguntó ella con una sonrisa juguetona.

-Una sonrisa de verdad

-Puede… pero eso sería el efecto, antes necesito un motivo para sonreír de verdad

-Lo encontraré

Mi frase fue todo un reto. Ariadna es tan intensa que estoy seguro que antes de que la conozca del todo habré logrado encontrar el porqué de esa ausencia de sonrisas sinceras, y si lo encuentro estaré más cerca de ella.

Nos despedimos en Ronda Universitat con Passeig de Gràcia. Ella siguió caminando en dirección al piso que su madre le había comprado para que pudiese estudiar en Barcelona, también en el Eixample, y yo giré a la izquierda en dirección a casa. Sus dos besos me acompañaron durante todo el camino.

Si mi vida fuera una historia novelada, se diría que en aquel momento se produjo un cambio brutal de registro. La magia de Ariadna dio lugar en pocos minutos al estupor. Cuando llegué al portal de casa, mi queridísimo amigo Toni estaba apoyado en una furgoneta de Europcar aparcada justo delante del edificio.

-Joder… -exclamé tomando conciencia de mi mala memoria- Carlos me dijo que vendrías esta tarde, pero se me había olvidado

La cara de Toni era todo un poema, ni siquiera mudó su gestó cuando le supliqué que me perdonara, que lo mirase por el lado positivo, que ya estaba allí y podíamos empezar la mudanza.

-Llevo tres horas esperando… ni siquiera siento las extremidades

-¿Ninguna de ellas? -Bromeé.

-Eres un cabrón tío… tienes un memoria propia de un pez y no me vengas ahora haciéndote el simpático

Me acerqué a él, tanto que casi sentía su cálida respiración en mi cara. Apoyé mi mano en su hombro y la deslicé brevemente hasta su pecho. Toni se quedó en silencio. Le miré fijamente a los ojos, olvidándome del resto de la gente que pasaba por la calle.

-Seguro que encontramos una manera de compensarte por la espera… -mi gran frase.

Subimos en el ascensor junto a las primeras cajas de Toni. Apenas nos separaban unos escasos centímetros. Mi amigo me miraba de vez en cuando, sin poder mantener su mirada. Me gustaba verle inquieto… ponerle nervioso.

-¿Carlos no está? –Preguntó al entrar en el piso.

-No, creo que había quedado con alguien… -respondí.

-Vaya… -murmuró Toni.

-Tranquilo, no voy a hacerte daño… jejeje –bromeé.

-Lo preguntaba para saber si podíamos contar con su ayuda… -respondió él con una sonrisa.

-Pues va a ser que no… creo que deberás conformarte con el hermano menos guapo… -bromeé.

Descargamos las cajas de la furgoneta y lo acomodamos todo en el portal. Mientras yo iba a devolverla, Toni subió el resto de paquetes al piso. Cuando volví, mi amigo colocaba sus cosas en su nueva habitación a ritmo de Elephant Love Medley de la banda sonora de Moulin Rouge. Me apoyé en el marco de la puerta. Toni se había quitado la camiseta, vestía únicamente unos pantalones vaqueros. En la habitación hacia un calor asfixiante. Con la calefacción a toda máquina y el esfuerzo físico, sobraba ropa.

-¿Qué? –Preguntó él al verme allí parado.

-¿Y tu novio?

-Se ha ido a pasar las Navidades al pueblo de sus padres.

-¿Ibiza?

-No, Calatayud

-Ah… -suspiré y sonreí-. Me encanta esta canción

-Y a mí… -respondió él-. Me trae muchos recuerdos

-¿Y eso?

-El día que vimos esta peli juntos el cine creo que entendí que me estaba enamorado

Me acerqué a él. Casi podía sentir su respiración. Le brillaba la piel. Posé mis manos en su pecho y recorrí sus pectorales y su abdomen. Le miré a los ojos, esos ojos verdes tan profundos, es carita de niño bueno tan cercana a un anuncio de Polo Ralph Lauren… Nos besamos.

Con Ewan Mcrgregor y Nicole Kidman inundando con sus voces la habitación empezamos a acariciarnos, a besarnos con deseo acumulado. Me quitó la camiseta mientras yo le empujaba contra la cama y le lamía desde el cuello hasta el pecho. Sus dedos se clavaron en el cierre de mis pantalones y empezaron a liberarme de la presión. Continué lamiendo su cuerpo hasta llegar a su obligo y sin poder detenerme, abrí el cierre de sus pantalones y tiré de ellos. De nuevo ante mi vista aquel apetecible paquete bajo unos boxers blancos. A esas alturas ya me había quitado los pantalones. Le mordí en una especie de arrebato incontrolable por encima de la ropa. No puede esperar más, se los arranqué literalmente y empecé a devorar su polla. Toni gemía y se retorcía.

Cuando intuía que su excitación se acercaba peligrosamente al final, le di la vuelta y empecé a relajar su esfínter con mis dedos. Después mi lengua hambrienta se perdió de nuevo entre sus piernas. Toni gemía mientras dos de mis dedos se adentraban en su interior.

-Hazlo

Me quité los boxers y apunte mi polla, me moría de ganas de follármelo. Cuando empecé a penetrarlo sentí una descarga que me recorrió todo el cuerpo. Casi perdí el sentido cuando empecé a correrme en su interior. De fondo… nuestra canción

We could be heroes

Just for one day

Just for one day

We could be heroes

Forever and ever

We could be heroes

Forever and ever

We could be heroes

Continuará