La vida de Manuel (una semana larga)

La vida de Manuel Capítulo 5 Les cuento como en la semana se la mamo a Pedro y veo al director; e igual habrá especial de "Manuel con su hermano", voten por ello en los comentarios...

La vida de Manuel

Capítulo 5


Antes de iniciar, les cuento que al final del capítulo hay una encuesta, la cual afectara el siguiente relato; es todo, pueden continuar…


Me la he pasado súper bien en casa de Pedro, y lo digo, solamente por su papa; ese macho, el cual me cogió de una manera descomunal y que me encanto que me mandara a dormir aun con su leche en mi ano, fue lo que me motivo a masturbarme gloriosamente en la noche y apenas conciliar el sueño, por eso mismo me encontraba adormilado en el coche de mi padre, o al menos lo iba, hasta que inicio a hablarme.

  • ¿Cómo te la pasaste Manuel? – pregunto mi padre, para que no fuéramos en silencio hasta llegar a casa, pero lo que él no sabía, es que me encontraba desvelado por la hermosa follada de viví.

  • Muy bien papa – le respondí cortantemente, tengo que ser sincero, pero necesitaba dormir, sentía que mis ojos se saldrían de sus cavidades en cualquier momento y que mi cabeza explotaría.

  • ¿Qué tal se portó Andrés y como te trato? Quiero la verdad Manuel – me pregunto, la verdad no entendía para que, él sabía que se portaba grosero con todo mundo, por ello y por mi enojo de no dormir bien hable.

  • ¿Quieres la verdad? – pregunte molesto – bien, es obvio que me trato mal, sabes que es así con todos, al igual o más conmigo, toda la noche, desde que llegamos a casa de Pedro no me hablo, salvo para cenar, ni siquiera dormí con ellos, dormí en la habitación de Pedro y ellos dos en la sala, así que, si se portó mal conmigo, solo eso diré, porque quiero dormir, así que ya lleguemos a casa.

La mirada de impresión de mi padre, no tenía precio, pero la verdad ya estaba estresado y con mucho sueño como para mentirle y decirle que me la pase súper bien con mi hermano, claro no mencionaría lo del papa de Pedro, ya que eso era algo que me gane por sufrir ser ignorado por mi hermano y Pedro.

Mi padre, después de mi respuesta simplemente resoplo y decidió continuar manejando en silencio, hasta que llegamos a casa y nos bajamos del auto; fuera de la casa nos esperaba mi mama, la cual me dio un beso en la mejilla, el cual le acepté de mala gana, e inmediatamente me fui a dormir un rato más a mi casa; aunque, antes de entrar a mi casa si note que mis padres se quedaron hablando fuera y se les veía muy serios, pero simplemente los ignore.


Sábado por la tarde

Me encontraba parado enfrente de uno de los espejos del baño, en el cual se podía ver mi cuerpo completo, el cual, se me iniciaban a notar cambios físicos, como que ya estaba creciendo un poco más de altura, aunque no tanto como para que me dejen de clasificar como enano; mis caderas se iniciaban a anchar un poco; algo que me agradaba, era que, en mi cuerpo, continuaba sin crecer bello, ya que, en mi familia era algo común el ser lampiño, aunque se bien que es por parte de la familia de mi madre, mi padre si es algo peludo, pero en fin; en lo que más me fije, y era el motivo principal, por el que me encontraba parado frente al espejo, era por mi ano; ya que me surgió un poco de preocupación, no por dolor o algo así, sino porque me percate en un video pornográfico que veía hace unos instantes, en que el pasivo, tenía ya muy abierto su ano, y eso me puso a pensar mucho en como tendría el mío; pero me tranquilice al notar que la naturaleza me ayudara, ya que se encontraba cerrado, y eso lo supe más, ya que, me ingrese un dedo en mi ano, y verifique que un me apretaba como tenía que ser.

Me tranquilice al auto verificarme que un estaba apretado, por ello mismo quise iniciar a vestirme, aunque antes de que pudiera tomar mi ropa del cesto, la puerta se abrió bruscamente, eso me preocupo, ya que, hasta donde yo sabía, na estaban mis padres y mi hermana estaba en una cita con un pretendiente.

Aunque me espante al ver que, quien ingresaba era Andrés, el cual sonrió burlonamente por encontrarme desnudo; intente cubrir mi parte intima lo más rápido que pude; el, venia vestido con su ropa de entrenamiento de futbol; se notaba que estaba sudado y sucio.

  • ¿Qué haces Manuel? – pregunto burlonamente.

  • He, terminé de bañarme – le dije rápidamente, para poder excusarme.

  • ¿Seguro? – me cuestiono, a lo que yo asentí seguro - ¿entonces por qué no estas mojado? – me pregunto plantándose y serrando la puerta del baño.

  • Este, me terminé de secar, sabes que nos hace daño si salimos mojados, además estaba a punto de vestirme – me defendí, aunque si un poco nervioso, porque aún estaba desnudo.

El me miro de manera extraña, y pensó por unos segundos, pero simplemente me dijo:

  • Esta bien – dijo mientras movía sus hombros – entonces es mi turno de bañarme.

Cuando dijo eso, inmediatamente inicio a desvestirse, lo que me puso aún más nervioso, ya que, nunca vi desnudo a mi hermano, y jamás lo vi de otra forma que no fuera de hermanos. Decidí apresurarme a vestir, me coloqué mi bóxer, y un short; pero cuando estaba a punto de ponerme una playera, Andrés paso por mi lado, llegando a rosar parte de mi espalda, lo cual provocó que inconscientemente volteara; y lo que vi, me dejo extrañado, mi hermano ya estaba desnudo, y estaba dándome la espalda, ya que, estaba entrando a la ducha, pero pude ver que tenía un trasero muy lindo y grande, el cual se notaba que estaba duro como roca; no se le veía ningún pelo, en su cuerpo.

Andrés entro a la ducha y abrió el grifo; no sé qué paso por mi mente, pero me tarde más de lo necesario para poder tomar mi playera del cesto y estirarme para poder ponérmela, pero lo que sí, es que no pude despegar mi mirada del cuerpo de mi hermano, lo cual estaba haciendo que mi cuerpo despertara; el sentir mi penecito despertar me hizo despertar del trance en el que estaba y me apresure a terminar; y cuando estaba agachándome a tomar mis pantuflas, mi hermano voltea, y es cuando pude ver por primera vez su polla.

Aunque la tenía dormida, pude percatarme de que la tenia de un buen tamaño, su polla estaba debajo de una pequeña mata de bellos púbicos, los cuales eran escasamente visibles, por su color; sus piernas estaban bien tonificadas y tenían un buen grosor; su torso estaba un poco marcado por sus músculos al igual que sus brazos; pero se veía muy bien en general; estuve pensando eso, hasta que el me hablo.

  • ¿Qué te pasa pulga? – pregunto extrañado - ¿te gusta lo que ves? Jajaja - me dijo burlonamente

  • No me molestes Andrés – dije mientras me componía en postura; recordé que mi hermano es un idiota – además, tu cuerpo esta deforme – me defendí y le regresé la burla.

  • Jajaja, hay pulga, por favor varias quisieran tener el privilegio de poder ver mi cuerpo, como tú lo haces – dijo mientras continuaba con su ducha – además, mi cuerpo deforme, es muy solicitado por varias – remarco y serró simplemente la cortina del baño, algo que pudo hacer desde que inicio a bañarse.

Terminé de vestirme y Salí del baño para poder irme a mi habitación; sin duda alguna mi hermano es un idiota, aunque tengo que reconocer que es cierto, tiene un buen cuerpo.


Jueves

La última semana de escuela, en qué mundo he vivido como para no estar al tanto de que esta era mi última semana de clases en esta escuela; ahora entiendo porque el director me dijo que no estaría en la escuela varios días de esta semana, que por eso no estaría disponible para follar; pero lo que más me preocupaba era que hoy era jueves.

Durante estos días, me tenido que aguantar la calentura y controlar las ganas de follar, que traigo guardadas desde hace cuatro días; durante estos días no he podido ver al director, ya que, no ha estado en la escuela, y los días que si esta, los maestros lo rodean y es imposible hablar con él; al papa de Pedro, no lo he visto desde lo que paso, y aunque deseo mucho poder hacerlo con él, no sé qué podría decirle a mis padres como para poder quedar con él, además de no tener forma de comunicarme con él; y pues, quedaba pedro, el cual, estaba en la sala jugando con mi hermano, pero recordé que le prometí que lo dejaría para que pudiera estar en paz con su novia, pero enserio tenía que hacer algo para poder calmar un poco mi calentura.

  • ¿Entonces Manuel? – me pregunto mi madre de la nada; mientras se me quedaba viendo.

  • ¿Disculpa? – le pregunte a mi madre, ya que me saco de mi trace; yo estaba sentado plácidamente en la mesa del comedor.

  • Te pregunte que si irías con nosotros al súper mercado a la ciudad? – me pregunto mientras tomaba su bolsa de mano.

  • No lo sé mama, creo que no, no me siento muy bien – le dije mientras me ponía de pie para poder dirigirme a mi habitación.

  • Esta bien hijo, pero cuídate bien, te quedaras solo he – me decía mientras avanzaba a la sala, y yo me detenía para voltear a verla.

  • ¿ha sí? – pregunte extrañado - ¿y Andrés? – pregunte por mi hermano.

  • Él va con nosotros – respondí mientras se apresuraba a guardar su cartera en su bolsa.

  • Ha, está bien – la verdad me agradaba poder quedarme solo en casa, de ese modo puedo ver algunos videos pornográficos.

Estaba iniciando a pensar en que página porno entrar para poder deleitarme viendo, mientras me dirigía a mi habitación, pero una mano se plantó en mi hombro, lo cual me hizo voltear mi rostro; era Pedro, el cual está cerciorándose que nadie nos viera.

  • ¿Pero, qué haces?  – le pregunte en voz baja.

  • Quiero hablar con tigo – me dijo viéndome a los ojos.

  • ¿Sobre qué? – pregunte algo extrañado.

  • ¿Puedes o no? – pregunto algo nervioso, mientras volteaba nuevamente.

  • Si, pero mis padres, están por irse, y supongo que piensan lo mismo de ti – le dije.

  • Eso es lo bueno, creen que me iré, pero solo fingiré que salgo de tu casa, me esconderé en la esquina, y cuando ellos se vayan, yo regreso para que hablemos, ¿bien? – la verdad era un buen plan, y si quería saber, que era lo que quería Pedro.

  • Esta bien – le dije, él sonrió y regreso a la sala.

Lo que paso después fue, que vi como Pedro se despedía de Andrés, para poder caminar hacia la esquina y desaparecer; mientras que mi hermano y mis padres se subían al auto negro de papa; vi como simplemente papa me decía adiós con su mano y yo le regresaba el acto; después de que iban cerca de 4 minutos que se fueron, apareció nuevamente Pedro, y rápidamente volvió a entrar a mi casa.

  • ¿De qué querías hablar? – le pregunte, sabía que a mi corta edad el verme serio era imposible.

  • Sobre lo que te dije en mi casa – me dijo mientras se sentaba en un sofá.

  • Ha, el día que me ignoraste y me dijiste que solamente follarías con tu novia, ¿no? - le dije mientras me hacia el indignado.

  • Si, ese día – respondió – siento mucho el estarte ignorando, la verdad el encontrar una buena novia es complicado, ya que todos creen que me la paso follando con todas.

  • ¿y no es así? Incluso follaste conmigo, el hermano de tu mejor amigo, jajaja – le dije burlón.

  • Puede que solo un poco sea verdad; pero cuando tengas mi edad, entenderás que te tienes que iniciar a fijar en el futuro, aparte ya terminare el semestre en la preparatoria y he estado estresado, aparte mis planes no han salido del todo bien que digamos – me conto.

  • Puede que tengas razón, pero me preocupare del futuro cuando sea el momento, mientras disfrutare mi juventud; lo mismo que tienes que hacer tu Andrés – le dije, mientras me sentaba a su lado y plantaba mi mano izquierda en su hombro.

  • Puede que tengas razón Manu – me dijo ya un poco relajado al razonar las palabras que le dije.

  • Genial, ¿Por qué no me cuentas por qué tus planes no salen como esperabas? – le pregunte, esperando saber algo que estaba rondando en mi mente.

  • Prométeme que no te burlaras – me dijo seriamente, mientras me veía a la cara, yo solo asentí y levanté mi mano – ok, mmm digamos que mientras estaba teniendo sexo con mi novia, pues he, ¿Cómo decirte?; mmm – se veía muy nervioso.

  • Vamos Pedro, confía en mi – le dije mientras sonreía.

  • Si, lo hago, pero es algo vergonzoso; pero te lo diré; digamos que mientras estaba follando con mi novia, pues, de la nada mi novia quiso parar, ya que, según ella, le dolía demasiado, y pues tuvimos que detenernos – todo lo menciono a manera de queja; yo permanecí con mi cara tranquila, pero dentro de mí, estaba festejando, ya que aún había oportunidad de que Pedro me follara.

  • Y te quedaste con las ganas supongo, ¿no? – le dije, ya que quería convencerlo de que me follara - ¿y qué tal una buena paja? – tenía que sonar natural.

  • No me quiero hacer una paja, estuve conteniéndome y aguantándome de hacerme una para que al final se hiciera la estrecha y no quisiera continuar follando – dijo algo molesto.

  • ¿y qué tal una mamada? – dije de manera sugerente, la cual el pareció entender, y la pensó.

  • No lo sé Manu, no quisiera serle infiel a mi novia, ya sabes, muy independiente de lo mala en el sexo, es una buena chica.

  • Te creo que sea una buena chica Pedro, pero tú tienes que sacar aquello que sientes – le dije mientras estiraba mi mano a su entrepierna – además, una simple mamada no cuenta como infidelidad.

Se ve que lo pensó mucho, pero supuse que su respuesta fue afirmativa, ya que no hizo nada para apartar mi mano, la cual inicia a masajear su paquete, el cual se sentía que ya estaba despierto; Pedro inicio a gemir un poco, y creo que lo pensó muy bien, tanto que decidió poderse de pie; Pedro se bajó el pantalón y ya la tenía la polla dura como roca, supe en ese instante que era lo que quería.

De forma automática me agache para probar aquella verga tan hermosa, la cual me quito la virginidad, era clara, estaba dura, y pude darme cuenta de que había aumentado un poco su grosor; me volvía loco el poder tenerla ante mí.

  • Chúpamela pues perrita – me dijo ya caliente.

Apresuradamente abrí mi boca, la cual ya estaba deseando poder tener esa polla dentro, saque mi lengua y lamí desde la base, hasta la punta de esa hermosa verga; posteriormente la tome y la alce para poder ver esos hermosos testículos, los cuales sabían a gloria.

  • Uf Manu, vamos, comete mi polla – dijo viéndome e invitándome a meterme su fierro a mi boca.

Posteriormente deje esos hermosos huevos, me dispuse a meterme su polla en mi boca, Pedro inmediatamente me acarició del cabello para poder llevar el ritmo de la mamada; eso provoco que tuviera arcadas por la fuerza de la mamada.

  • Humm – era el único sonido que podía salir de mi boca, ya que estaba ocupada.

De mi boca empezó a salir siento de babas en toda esa polla y en los testículos de Pedro; este me tomo de la cabeza con ambas manos, para poder iniciar a follarme la boca de forma salvaje.

  • Ho si, Manu toma polla – decía mientras gemía – toma, trágate mi verga.

La fuerza en la que me follaba la boca era tan fuerte, que me aferre de sus piernas que estaban duras, sin soltarlas alce la mirada un poco, y pude ver como Pedro gozaba de esto; deseaba que esto nunca terminara, pero pude escuchar como Pedro gemía aún más fuerte y aceleraba el ritmo de la mamada; hasta que pude sentir con mi legua como su verga se hinchaba aún más y llegaba a liberar cuatro trallazos de leche que permanecieron en mi boca, hasta que me los tuve que tragar y su saber fue increíble.

  • Hooooo – gimió fuertemente Pedro, tras su orgasmo.

Pedro continuo con su polla en mi boca, al ritmo de una mamada, pero más calmada, mientras su polla paso de sentirse dura, ha morcilla; fue muy placentero, lo mire a la cara y él tenía sus ojos cerrados, hasta que sintió que lo observaba; este abrió los ojos y me miro, el simplemente sonrió.

Yo por mi parte me saqué su polla de la boca, y la relamí por última vez, para poderme poner de pie e intentar quedar a la altura de Pedro; este solamente me revolvió el cabello; y me dijo:

  • Muchas gracias Manu – se acomodó su pantalón y posteriormente tomo sus cosas – Sabes manu, enserio te agradezco lo que hiciste por mí, quiero a mi novia, pero esto enserio que lo necesitaba.

Yo simplemente le sonreí, y le dije:

  • No hay nada que agradecer Pedro, puedes contar conmigo; te creo que quieras a tu novia, pero este tipo de cosas las necesitan los hombres como tú; además, esto no cuenta como infidelidad.

Posteriormente Pedro simplemente sonrió, y se fue de mi casa, dejándome completamente solo, o bueno, hasta que llego mi hermana de la universidad.

  • Hola chico, ¿Cómo estás? – me saludo, mi hermana es una chica muy linda conmigo, todo lo contrario, a Andrés.

  • Hola, hermana – la salude con mucho gusto, ya que, últimamente pasa poco tiempo en casa por la universidad, peo cuando esta, es grato tenerla cerca – estoy un poco cansado, mama se fue con papa y Andrés al súper.

Y así nada más se me paso el día, me la pase hablando con mi hermana, me entere que su pretendiente le pidió que fueran novios, a lo que ella se escuchaba muy emocionada.


Viernes

Era el último día de clases, todos mis compañeros están emocionados, preocupados, nerviosos, entusiastas, emocionales, algunos se despedían ya que se irían a la secundaria a otros lugares, otros daban gracias al cielo por que las clases terminaran; pero yo me encontraba estresado, ya que, durante la semana no tuve oportunidad alguna de poder encontrarme con el director, o al menos de entablar algunas palabras; y eso me preocupaba, ya que, podía ser que no lo encontrara y de ese modo, no volver a verlo, en lo que resta del verano.

Me encontraba caminando tranquilamente hacia mi salón, venia de regreso de la ceremonia de clausura, en la cual nos dijeron lo feliz que tenemos que estar por concluir la primaria, el avance en nuestros estudios y mucho más cosas las cuales no les preste atención, ya que, solo pude enfocarme en mi hermoso director, el cual estaba en el escenario dando las palabras, pero en cuanto termino el evento, el desapareció.

Antes de ir a mi salón por mis cosas, decidí desviarme un poco para poder pasar al baño, pero me llevé la sorpresa que, al entrar al sanitario, mi hermoso director se encontraba dentro, lavándose tranquilamente las manos.

  • Hola – dije emocionado.

  • Ho, hola Manuel, ¿Cómo has estado? – pregunto coquetamente, mientras me comía con la mirada, lo cual me hizo sentir deseado.

  • Mejor ahora que lo veo al fin solo – dije mientras me acercaba a él – lo extrañe esta semana, no pude verlo y pues cuando estaba en la escuela, se encontraba rodeado de los profesores – me queje.

  • Hay Manuelito, siento mucho el haberte dejado estos días, pero la verdad si estuve ocupado – me dijo, y era cierto se le veía estresado – pero, como ya termino el curso, pues ahora ya estoy más tranquilo, ¿Qué te parece si vamos un momento a mi oficina? – me pregunto coquetamente y con una sonrisa en el rostro, me emocione mucho, ya que al menos podría follar con él, aunque sea el último día.

  • Claro que sí señor – le respondí inocentemente.

E inmediatamente nos dirigimos a su oficina; en el transcurso me pude percatar que eran escasos los alumnos que continuaban en la escuela, algunos esperaban esperando a sus padres, y otros solamente tomaban sus cosas para no dejar nada es esta escuela.

Al entrar en la oficina, me percate que el directo le puso seguro y que me miraba fijamente con una sonrisa llena de lujuria, sus ojos me hipnotizaban y como venía vestido con su traje negro con el cual se veía súper sexy.

  • Me da gusto poder verte sabes – me dijo.

  • A mi igual señor – le respondí tranquilamente.

  • Sabes que esta será nuestra última follada ¿no? – me dijo, a lo cual yo me descompuse, sabía que el verano podía ser largo y que la secundaria estaba en otro sector, pero yo podía buscarlo para poder hacerlo.

  • Pero, el verano se pasa volando y yo puedo venir después de la secundaria – dije como solución, aunque el simplemente negó.

  • Lo siento Manuel, me van a transferir de sector, me mandaran a otra cuidad, en la cual seré supervisor, así que, ya sabes – me dijo algo decepcionado.

  • Lo entiendo señor – le dije algo triste.

  • Sabes, durante estos días que no te pude ver, me la pasaba sobándomela y haciéndome pajas mientras recordaba cómo te follaba en este lugar; uff no sabes cuantas veces lo he recordado, es más, si supieras las ganas que tengo de follarte ahora.

Se acercó a mí, sin quitarme la vista de enzima; él sabía que estaba a su merced, pude olfatearlo, y como siempre olía a café; el bajo su rostro, hasta dejarlo a la altura del mío, y me planto un beso de forma pausada y lenta, pero profunda a la vez, mientras me quietaba el aliento.

Sus manos, iniciaron a sobarme mis nalgas y sin perder el tiempo, metió una de sus manos en mi pantalón e introdujo un dedo hasta alcanzar la entrada de mi culo;

  • Ha, señor – gemí por sentir su dedo.

  • Me encanta que estés tan apretadito de tu culo Manuelito – dijo mientras me lamia mi cuello.

Mi director, no paraba de pasar sus labios por mi cuello; inicié a tocarlo, pude sentir sus músculos bien marcados y tonificados; sus músculos iniciaron a presionar mi cuerpo, pude sentir sus pectorales en mi cara, sus brazos alrededor de mi cuerpo y sus piernas, entre las cuales se podía sentir aquella verga que se cargaba este macho.

  • Hoy te voy a follar de una manera, que me vas a recordar, por el resto de tu juventud – me dijo de una manera súper caliente, que hizo que me prendiera aún más.

  • Y ¿Qué es lo que me hará? – dije de una manera que demostró mi entusiasmo y emoción.

  • Que caliente eres manu, aunque te falta aprender; pero tu tranquilo, que yo te enseñare – me dijo.

Mi director me jalo hacia su silla giratoria, detrás de su escritorio; este macho, al detenerse, inicio a besarme el cuello nuevamente, supongo que para prender de nuevo el ambiente; sin dejar de besar mi cuello, inicio a bajarse quitarse su cinturón, para posteriormente bajarse su pantalón y bóxer; al igual quitándose no sé cómo sus zapatos; se quedó únicamente con su camisa de vestir blanca.

Se sentó en su silla y con su dedo índice, me ordena que me acerqué, le obedecí sin rechinar, hasta dejar mis piernas cerca de sus rodillas; sin apartar mi mirada de su polla que estaba completamente dura, esperé sus indicaciones.

  • Manuelito, quítate la ropa – me ordeno – quiero ver ese cuerpecito hermoso.

Me decide de mi pantalón y mi bóxer blanco; al igual que mi camisa blanca, quedándome solo en camiseta; quede semidesnudo, y con mi penecito parado, al igual deje a la vista mi culito; mi director me tomo de la mano y me jala hacia él, para poder presionar mi penecito con su mano y con la otra acaricio mi trasero e introducía sus dedos; lo cual me hizo iniciar a gemir.

  • Ha, que rico señor – pude sentir mientras gemía.

  • Que bueno que te guste Manu, te estoy preparando para algo mejor, y ya lo sabes – me dijo apresurando el movimiento de sus dedos.

Se sacó los dedos del interior, para poder desabotono su camisa; dejando al descubierto su pecho bien remarcado de sus músculos y sudor, lo que resaltaba su aún más su musculatura y se veía aún más deseable.

  • Ven Manuel, apoya tus dos pies en cada lado de la silla, y sujétate de mí para que no te vayas a caer – me dijo.

Me subí sobre la silla quedando frente a él, sujetándome bien del cuello de este macho, dejando expuesto mi culo, y rozándolo con el glande de su polla; me le quedé mirando mientras me fijaba en la posición tan morbosa en la que estábamos; sus manos se posicionaron en mi trasero, masajeando mis nalgas, abriéndolas y cerrándolas.

  • Ahora, veras lo que es bueno – me dijo muy caliente y sonriéndome – cuando te la meta, quiero que subas y bajes a tu gusto.

Mi director dirigió mi culo a su polla; acomodando la cabeza de su polla en la entrada de mi ano; presiono su polla, abriéndose espacio en mi interior; el sudor que estaba expirando, más el líquido pre seminal que salía de su polla, ayudaron a que la entrada de su polla, fuera más fácil; aquello me fascinaba, me sentía en el paraíso, fue metiéndomela lentamente y continuo hasta metérmela toda; y pude sentir su bello en mis nalgas.

  • Ho Manuelito, que rico se siente tu culito; me súper aprietas la polla uf – me dijo mientas gemía.

  • haaa, que rico señor umm – le dije, mientras intentaba no gemir tanto, lo cual era inevitable.

  • Vamos Manuelito, inicia a subir y bajar – me indico, lo cual obedecí.

Inicie a obedecer lo que me indico mi director, inicie a subir despacio, sin que su verga saliera de mi interior, hasta que llegue al glande; e inicie a bajar, igual lentamente, hasta volver a sentir su bello; eso me inundo de ola de placer, que me provoco querer repetirlo; por ello, de forma inconsciente inicie a acelerar el ritmo y la fuerza en que lo hacía.

Mi director inicio a gemir de placer, por los movimientos que hacia; me tenía tomado con sus manos alrededor de mis caderas y extendió su cabeza hacia atrás, apoyándola en el respaldo de su silla. Verlo de ese modo, sudando, con su manzana de Adán extendida, sus labios, su sudor cayendo en su pecho recubierto de ligeros pelos, me incentivo a saltar más fuerte y apresurado; acerque mi lengua a su pecho, cuello y boca; lamiendo cada parte de su cuerpo.

  • Ho, si vamos Manuelito vamos – gemía.

Gemía aún más, a medida que intensificaba mis movimientos sobre su verga de este macho; mi director no aguanto más, por lo que me apretó más las caderas y me dijo con su voz caliente sobre mi oído:

  • Ahora si Manuel, te preñare y tendrás mi leche dentro de ti; ahora ya sabes cómo cabalgar a un macho – cuando me dijo eso, me calenté aún más.

  • Ha, señor que rico se siente – le dije – me gusta mucho follar con usted – le fui sincero.

  • Te creo Manuel, pero te dará tan fuerte que me recordaras muy bien – me dijo.

Y fue el momento en el que tomo el control de la follada; detuvo el movimiento de mis caderas, y empieza a follarme tan fuerte, que se escuchaba el choque de sus huevos con mi culo; inicie a gemir aún más fuerte de lo que ya hacía.

El ritmo de la follada que me estaba dando, en ningún momento disminuyo, en todo tiempo mantuvo el ritmo y la velocidad; así, hasta sentí una explosión caliente dentro de mí, lo cual me provoco sentir una algo que recorrió mi cuerpo.

  • Haaa – solo pude gemir.

Mi director se detuvo con una estocada fuerte y profunda; lo cual me hizo tocar el cielo; este macho inicio a calmarse, para poder apoyar su trasero en la silla, mientras me sostenía bien a él; me dio pequeños besos en mi pecho y cuello, yo estaba sumamente cansado, apoyado en mi director y tratando de que este momento quedará en mi mente, para poder recordar a este macho; ya que será la última vez que estoy con él.

  • ¿te gusto? – me pregunto mi director, con su voz entrecortada por el cansancio.

  • Me encanto señor – le fui sincero.

Posteriormente me baje de él, e iniciamos a limpiarnos, hasta quedar vestidos y listos para despedirnos.

  • Bueno Manuel – me dijo mientras me miraba a los ojos – espero que estés bien, que te vaya bien en tus estudios; y espero que nos podamos encontrar más adelante – me dijo con suma honestidad en sus palabras.

  • Gracias señor, e igual espero volver a verlo – le respondí.

Con cierto sentimiento me despedí del director, al cual ya no vería más; Salí de su oficina y me encamine a la salida; durante el trayecto me percate que ya no había ningún alma, lo cual me preocupo, ya que tenía que regresar rápido a casa.


Al llegar a casa, me recibieron mis padres, los cuales me cuestionaron por mi tardanza; solo les dije que la ceremonia se sobre alargo y varios compañeros se estaban despidiendo de mí, a lo que ellos me creyeron; me dispuse a ir a mi habitación para poder cambiarme de ropa por una más cómoda.

Estaba desnudo en mi habitación, limpiándome un poco más mi trasero, ya que dé el, inicio a salir el semen del director en abundancia; por ello mismo me encontraba con un espejo pequeño en mi mano izquierda intentando ver mi ano, y con la otra pasándome un trapo; eso, hasta que la puerta de mi cuarto se abrió de golpe.

  • Oye pulga, dice mama q… - Andrés no pudo terminar de hablar, ya que, se dio cuenta de lo que estaba haciendo - pero ¿qué haces?  – me cuestiono aturdido y alarmado.

  • he, nada – dije, mientras rápidamente componía mi postura y dejaba el espejo en mi cama y me cubría mi intimidad.

  • ¿Cómo que nada? – pregunto mientras cerraba la puerta, quedándose Andrés dentro – estabas viéndote en culo y pasándote un trapo – dijo un poco alarmado.

  • Cálmate Andrés, solo estaba…he – no sabía que inventarle, ya estaba nervioso, no quería que les dijera a mis padres.

  • Pulga, no me digas ¿eres maricon? – me cuestiono.

No sabía que decirle, tenía que pensar en algo para que no les dijera a mis padres; pero ¿Qué seria?

CONTINUARA…


Hola ¿Cómo están?, como ven les daré lo que me piden, un “especial de Manuel con su hermano”; pero quiero que ustedes elijan desde que perspectiva la quieren leer, puede ser desde la de Manuel (como de costumbre) o desde la de Andrés (que sería interesante leerlo ¿no?), es elección de ustedes, pueden decirlo en los comentarios; igualmente espero que les gustara este capítulo; recuerden que pueden comentar libremente cualquier opinión que tengan, que les ha parecido o que les gustaría que se mejorara; igual pueden enviarme sus correos, los leo y les respondo, muchas gracias por leerme… Manuel