La vida de Manuel (La oficina del director)
La vida de Manuel Capítulo 3 Les cuento que he estado haciendo con el director...
La vida de Manuel
Capítulo 3
Estaba caminando apresurado a casa, mis padres debían de estar preocupados, ya que, era muy tarde, aunque no puedo negar que a ver follado con el director fue de lo mejor que me pudo pasar y vale todo regaño que mis padres puedan darme. Al abrir la puerta de mi casa, me encontré con mis padres sentados tranquilamente en la sala.
Hola, he llegado – fue lo primero que dije, para que se percataran de mi presencia.
Oh, hola mi amor, ¿Cómo estuvo la escuela? – pregunto mi madre, con una paz y tranquilidad en su rostro, como si no se hubiera dado cuenta de que ya era tarde.
Muy bien – fue mi respuesta, la cual dije de una manera perspicaz y dudosa – y siento haber llegado tarde.
Hijo tranquilo – me dijo de la nada mi padre – el director de tu escuela nos habló hace unos minutos para decirnos que tú y otros alumnos lo ayudaron a ordenar documentación de la escuela.
Que mi padre dijera eso me hizo despreocuparme totalmente, y al mismo tiempo sonreí internamente por la complicidad del director, todo con tal de cubrir lo hecho; por eso mismo, con plena tranquilidad, de dije a mis padres que iría a mi habitación para poder darme un baño y cambiarme de ropa; aunque mi madre me dijo que me apresurara para que pudiéramos comer.
Estaba ansioso; después de que en la noche me la pasara masturbándome y metiéndome mis dedos en mi culito, mi cuerpo aun quería más, se sentía insatisfecho con mis dedos; quería sentir la hermosa y gorda polla del director, y lo único que me impedía ir a buscar al director eran 20 minutos de clase de educación física, en la cual solo nos han hecho correr.
Pero como un pleno creyente de que, la paciencia tiene recompensa; aguante esos insoportables 20 minutos corriendo en la cancha; aunque eso provoco que terminara sumamente sudado y apestando; eso me hizo pensar que talvez al director le des agraria mi olor y que mi cuerpo estuviera sudado; por ello mismo, me apresure a ir al sanitario y lavarme el rostro, brazos, cuello y axilas; no me importaba que mi ropa terminara mojada, solo quería estar presentable para el director.
Apresurado me dirigí a la oficina del director, ya que habían pasado 10 minutos desde que sonó el timbre que anunciaba la hora de salida; yo creo que por lo mismo me encontré con el puesto de su secretaria vacío, lo que aproveché para poder tocar directamente la puerta de la oficina del director.
Adelante – escuche su varonil voz del otro lado de la puerta.
Buena tarde señor – fue lo que dije al abrir la puerta y asomar mi cabeza por esta, para poder preguntar – ¿se puede?
Adelante jovencito – fue lo que me respondió dejando de lado los papeles que tenía en sus manos - ¿en que lo puedo ayudar?
Mientras me preguntaba esto último, me di cuenta que me comía con la mirada desde su silla giratoria, lo cual me hizo sentir excitado, ya que fue en la misma silla que me follo el día de ayer; yo solo portaba una playera blanca de manga corta y unos shorts que me quedaban de una manera que dejaba remarcar mi hermoso trasero y al igual dejaba enseñar mis piernitas blancas; con el permiso del director me adentre en su oficina, la cual tenía un delicioso aroma a café.
Me preguntaba si ¿podría ayudarme de la misma manera en la que lo hizo ayer? – le dije con una voz inocente, al mismo tiempo que ponía una carita de tristeza.
Claro que si jovencito – dijo este hermoso hombre el cual aún permanecía sentado en su silla - ¿Por qué no se acerca para que pueda ayudarlo?
No me lo tuvo que repetir, ya que apresurado deje mi mochila en la entrada y di pasos firmes para poder acercármele a su lugar, hasta quedar parado frente a él; eso provocó que él director se pusiera de pie, para poder tocar mi rostro con sus manos, y después bajarlas para dirigirlas a mis tetitas.
- Desvístete perrita – dijo mirándome directamente a los ojos.
Solo me limite a asentir, su mirada seria me hacía sentir excitado, ya que, aun nos encontrábamos en un lugar en el cual podrían descubrirnos; inicie dando un paso hacia atrás para que pudiera ver bien lo que hacía; me despoje primero de mi playera para dejarla sobre el escritorio, mi excitación me hizo pasar mis manos por mi torso desnudo para pellizcar mis tetitas y poder excitar al director, ese acto pareció gustarle, ya que, esturo su mano derecha para poder alcanzar uno de mis pezones y pellizcarlo; sabiendo lo que estaba logrando, retire amablemente su mano de mi tetita, para poder darme media vuelta de quedar de espaldas ante él; esto dio paso a que iniciara a bajar lentamente mi short y ropa interior, todo para que el pudiera disfrutar la vista de mi trasero, que estaba dispuesto a ser devorado y usado por un macho como él.
- Muy bien perrita, ahora quédate, así como estas – cuando dijo eso, no pude evitar el intentar voltear - sin hacer trampa he
Lo único que pude escuchar fue como se fue desprendiendo rápidamente de sus prendas que usaba; eso provocó que mi cuerpo ya excitado, se prendiera aún más, lo único que pude hacer fue acercar mi mano izquierda a mi pequeño pene, el cual apenas y media unos diez centímetros; me dedique a hacerme una paja rápida y desenfrenada, hasta que sentí un hermoso y gran cuerpo que se pegaba al mío, primeramente su brazo paso alrededor de mi cintura y llegaba hasta mi mano, la cual me estaba dando placer; su musculoso cuerpo se pegó al mío, haciéndome sentir un pene vigoroso y muy despierto.
¿Acaso no querías mi ayuda? – pregunto mientras retiraba mi mano de mi pene, para poder tocarme con sus manos y recorrer cada parte de mi pequeño cuerpo.
Claro que sí señor, pero, ah, solo estoy iniciando esto – dije mientras contenía los gemidos que me provocaba sentir sus manos sobre mi cuerpo.
Pues iniciemos bien entonces – dijo mientras me giraba y jalaba hacia su silla.
Eso me permitió ver su hermoso cuerpo de este hombre, el cual me follaría con esa hermosa polla regordeta a la cual ya extrañaba; mi hermoso director se sentó en su silla, dejándome delante de él y su poderosa verga; no dude en arrodillarme para quedar al mismo nivel de esa verga bien parada; acerque mis manos para poder tocar esa hermosa herramienta, y casi de inmediato me lo metí a la boca.
Mi boquita besaba su polla, mientras mis manos la recorrían con suavidad sus gruesas piernas, provocando que su erección aumentara a cada momento. Sus manos estaban sobre mi cabello, acariciándolo y haciendo un poco de presión al mismo tiempo; eso me hizo chupar su pene con más ganas.
Me encanta tu boquita, uff, te gusta mi verga, ¿verdad? – dijo mi director al cual se le escapaban unos hermosos gemidos los cuales me motivaban a aumentar mi trabajo.
Sí señor, me encanta su deliciosa verga, me gusta su leche y lo dura que se le pone – conteste con una sonrisa pícara, siguiendo con mi labor.
Pues este hombre va a darte mucha de su lechita hoy, te voy a dejar lleno de ella, tanto que no vas a oler a otra cosa que no sea a mí leche.
Eso me prendió aún más y abrí mi boquita para meterme su glande en ella, mientras que con mi lengua seguía lamiendo su polla; sentía su polla cada vez más dura, mientras más la metía poco a poco en mi boquita.
- Así, así, Manuelito, qué bien la mamas, ha - mis manos apretaban sus huevos, para poder darle más placer.
Todo era hermoso, yo trabándome una hermosa polla y el director disfrutando de una mamada hecho por mí, al menos hasta que su teléfono sonó; lo cual provocó que me asustara un poco y dejara de chupar su polla.
- Tu continua, solo atiendo la llamada – dijo al mismo tiempo que metía su polla en mi boca para que continuara con lo que estaba haciendo – ¿Hola?
Respondió y de inmediato me dedico una sonrisa en su rostro, lo cual me hizo pensar en quien era el que lo llamaba.
- Señor Caleb – era mi padre - ¿Cómo se encuentra? – pregunto
El escuchar el nombre de mi padre me hizo sacarme la polla de este hombre para enderezarme rápidamente y mirarlo incrédulo.
- Si señor Caleb, está aquí conmigo y otros estudiantes ayudándome a ordenar unos papeles – dijo, mientras me miraba y me indicaba con su mirada que regresara a lo que estaba haciendo.
Confiando en que mi padre le creería lo que dijo para que esto pudiera proseguir, me arrodille nuevamente para continuar mamándole la polla a este bello hombre.
- No se preocupe; claro que sí señor, su hijo será bien recompensado por ayudarme con estos documentos – le dijo a mi padre mientras sonreía.
Lo que menciono me dio una die; por ello mismo, solté su polla para poder recargarme en el escritorio, dejando mi culito expuesto; quería provocarlo, por ello mismo, con mis manos tomé mis nalgas y las abrí, dejando a su vista mi anito.
- Si señor Caleb, tardara como unos veinte o treinta minutos por mucho – dijo aun en la llamada, mientras se acercó a mí y comenzó a sobar mis nalgas, jugando con ellas, separándolas, apretándolas, disfrutando de ellas, todo al mismo tiempo que hablaba con el padre del chico al cual se follaria, que cosa más excitante.
Supe que su polla estaba dura y caliente, con ganas de estar dentro de mi culito, cuando apresurado se despidió de mi padre para poder separar mis nalgas y llevar su boca a mi huequito; paso su lengua por él, lentamente, notando cómo soltaba un suspiro de excitación; volvo a llevar su lengua a mi ano, lamiendo copiosamente de él, metiéndola y sacándola, sintiendo cómo se contraía cuando la tenía dentro; mi culito pedía ser follado y no sabía que él no me fallaría.
Continúo lamiendo, mientras movía mis caderas para sentir mi lengua más adentro; llevo tres dedos a mi boquita, los cuales lamí con rapidez, sabiendo lo que me esperaba; quería que me cogiera mientras que mi padre seguía al teléfono, pero no se puedo; hubiera sido algo súper morboso, pero ya será para la otra.
Metió uno de sus dedos con rapidez, haciendo que casi soltara un grito, no espero mucho antes de meter el siguiente, para cuando el tercero entró, ya había tomado mi playera y me la había metido a la boca; esto era sumamente excitante, ya deseaba poder sentir esto; comenzó el mete y saca con sus dedos, deteniéndome de la cintura para que no moviera mi culito.
Saco sus dedos y los metió de nuevo, pero esta vez se quedaron en la entrada de mi ano, sin llegar todo lo lejos que podían; intenté mover mis caderas hacia atrás, pero me detuvo; por ello preferí contraer mi ano alrededor de sus dedos, muriendo por sentir más; así que me destapé la boca y volteé a verlo, sabía que el deseo estaba plasmado en mi cara.
- Por favor, fálleme, se lo pido por favor – le suplique apresurada mente - No aguanto más, por favor, métamela toda, hágame suyo ahora mismo.
Saco sus dedos, notando la desesperación en mi rostro cuando se acercó a mí y me planto un beso. Fue un beso largo y caliente, el cual me hizo sentir deseado; levanto mi culito y se puso de pie, hasta que su hermosa polla quedaba a la altura de mi ano; sin esperar ni avisar, metió su verga hasta el tope, lo cual me hizo aferrarme a mi playera y varios papeles que estaban en el escritorio, al mismo tiempo que soltaba un grito allí mismo.
- Oh si Manuelito, si supieras lo exquisito que se siente tu culito – me dijo así nada más.
Sobo mis nalgas, redondas y firmes, esperando que me acostumbrara un poco a su polla, pero estaba tan caliente que comencé a moverme para poder sentir su polla dentro de mí; inicio a embestirme con fuerza en cuanto noto que estaba listo, mi cuerpo chocaba contra el escritorio, que se movía y crujía de repente; sus huevos chocaban deliciosamente contra mis nalgas.
Ah sí señor que rico me folla – fue lo poco que pude decir sin soltar gemidos del tremendo placer que sentía-
Pero que puta eres Manuel, sabiendo que tus padres te esperan en casa, estas aquí pidiendo ser follado; mira qué caliente me has puesto - saco su verga casi por completo, volviendo a meterla de golpe.
Ah, señor, se siente muy rico - mis caderas volvían a moverse, a pesar de las salvajes embestidas que me estaba propinando.
Dirigí mi mano hacia mi penecito el cual estaba parado y pidiendo ser acariciado, pero me agarro la mano y la llevo al escritorio de regreso.
- No te voy a dejar que te toques - me dijo al oído, sin dejar de meterme la verga tan duro que el escritorio se había movido de más.
De repente, se detuvo, estoy seguro que está a punto de terminar, pero quería alargar ese momento; saco su verga de mi interior y me todo de la cintura e hizo que me pusiera en pie; me llevo hasta la pared.
- Pon tus manos contra la pared - me dijo al oído.
Estaba tan excitado que no puse objeción; puse mis manos sobre la pared y pare el culito hacia su polla; me tomo de las caderas y metió su polla de nuevo, hasta el tope; solté un gemido que resonó en la oficina; entonces volvió a embestirme.
- ¡AAAAH, SÍ, SÍ, ASÍ, ¡QUÉ RICOO! - gritaba de tanto placer, aunque por desesperación inicia a tocarme mi pene con una de mis manos, totalmente apresurado, hasta que sentí como me venía, y unos cuantos chorros de semen dieron contra la pared, dejando mi cuerpo tembloroso.
El director simplemente soltó una risita y se separó de mí, sacándome su verga de mi interior; mis piernas apenas y me sostenían tras el orgasmo que había tenido, pero de la nada me cargo, dejándome con la espalda pegada a la pared y volvió a meterme su polla; lo cual me hizo aferrar mis piernas a él.
Volvió iniciar a embestirme, mientras yo recuperaba cada vez más las ganas; sabía que pronto se vendría, sobre todo al ver su cara llena de deseo, con ese cuerpo chorreando sudor y esos músculos totalmente marcados; llevé mi lengua a su cuello, notando el sabor salado que me ofrecía, el por otro lado chupo mis pezones, arrancándome gemidos de éxtasis; estaba en el paraíso, teniendo apenas la tercera follada de mi vida.
Aaaah, me vengó - grito, tomándome de la cintura para poder meterme la verga hasta lo más profundo que pudiera; mi culito se contrajo, exprimiéndole hasta que no pudiera sacar más.
Ah, señor - mis manos lo tomaron de la nuca, logrando acercarme a él para darle un beso caliente y hambriento.
Nos separamos y tuvo que ayudarme a no caer de nuevo; posterior a esto, me vestí para poder irme a casa; no sin antes despedirme de mi hermoso y sexy director; con el cual continúe follando el resto de la semana, ya que, les dijo a mis padres que lo ayudaría por el resto de la semana.
Todo fue alegría, placer, excitación y deseo hasta que el día viernes después de terminar una hermosa follada por mi director, me dijo:
- Te extrañare el fin de semana Manuel
Esto me hizo recordar que no hay clases los fines de semana; ¿Qué es lo que iba a hacer sin alguien dispuesto a follarme?, no iba a poder aguantar dos días sin ser follado, tengo que hacer algo…
CONTINUARA…
Hola, espero se encuentren bien y que les gustara este relato; sé que ahora es un poco corto, pero originalmente es la primera parte del capítulo completo, solo que decidí dividirlo en uno nuevo, para que el siguiente no quedara muy largo; recuerden que pueden comentar libremente cualquier opinión que tengan, que les ha parecido o que les gustaría que se mejorara; igual pueden enviarme sus correos, los leo y les respondo, muchas gracias por leerme… Manuel