La vida de Manuel (Introducción)

Hola soy Manuel y los invito a conocer mi vida, a pesar de mi corta edad, verán que está llena de muchas vivencias que ya les quiero contar.

Desde siempre he sabido sobre mi orientación, así es, a mis pocos años de vida siempre he sabido que no me gustan las niñas; pero no me extraña, es solo que, siempre me ha extrañado que desde que tengo uso de memoria he sido una persona muy morbosa.

Hola, soy Manuel y actualmente estoy cursando mi 6to año de primaria (no comento edad por cualquier mal entendido), soy el tercer hijo de mis padres, mi hermana mayor se llama Sofía y ya está en la universidad, mi otro hermano se llama Andrés y actualmente ingreso a preparatoria; yo por otra parte soy el menor de mi madre, Sol y Caleb, mi padre.

Como les contaba siempre he sido muy morboso, no me importa quién era, yo me comía con la mirada a todos los hombres; y aunque nunca llegue lejos con nadie por mi edad eso no me impedía poder masturbarme viendo revistas o videos pornográficos; aunque eso cambio un día y todo gracias a una gripa.

Era martes, mis padres se fueron al trabajo alrededor de las 6:30 AM, aunque con mucha preocupación ya que dejaron a mi hermano Andrés en cama con mucha gripa; posteriormente la que se despidió fue mi hermana, dejándonos solos en casa, supuestamente hasta que yo igual me fuera a la escuela; yo estaba tranquilamente desayunando, hasta que tocaron la puerta.

Al momento de abrir, me encontré con Pedro, el mejor amigo de mi hermano y uno de los hombres con los que más fantaseo en la intimidad de mi habitación.

-Hola Pedro- dije de una manera putona

-Hola Manu- saludo el, mirando que estaba vestido en un short pequeño y pegadito

Pedro era de esos chicos buenetes que se le antojaba a cualquiera, es claro, alto y tiene una musculatura que es de envidiar.

Lo invite a pasar y aproveche para que viera como meneo la colita que me cargo, al sentarnos en el sofá, aproveche para sentarme muy cerca de él.

-Y dime Manu ¿en dónde está Andrés? Se nos hará tarde para la escuela- dijo intentando visualizar en donde estaba mi hermano.

-Uy Pedrito, creo que hoy te vas a tener que ir solito, ya que, mi hermano está enfermo- dije sin dejar de verlo

  • ¿Enserio? Que mal- pregunto el decepcionado

-Si Pedrito- dije bajando la mirada a su paquete, que al verlo me percaté que tenía una erección mañanera, eso me hico sonreír como tonto y soltar una risita, como si estuviese en celo.

  • ¿Pasa algo Manu? –me cuestiono pedro, el cual sonrió igualmente

-No mucho pedrito, es solo que vi algo que me agrado y me gusta mucho- dije sin dejar de ver su paquete, para que me entendiera perfectamente, lo cual logre ya que se puso nervioso

  • oh Manu, lo siento, pero ya sabes, la calentura es la calentura jajaja- me dijo agarrándose el paquete, lo cual me encanto ver- pero hay nenas de la escuela que no quieren aflojar nada de nada y me las tengo que arreglar con una paja, pero hoy no me dio tiempo.

-Ya me imagino pedrito, que lastima lo de las chicas, unas tontas de verdad, yo aflojaría a la primera jajaja- lo dije con un tono de voz con el cual noto que estoy en celo

-Te creo que si Manu- me dijo comiéndome con la mirada- Pero estas un muy jovencito para pensar en esas cosas

Que dijera eso me motivo a no detenerme solamente aquí, así que procedí a poner mi mano en su paquete; Pedro solo soltó una risita aun sin creerme capaz de hacerlo; hacía que le dije:

-Que tal te caería una mamada matutina- le dije con una voz putona la cual le pareció gustar ya que sonrió y me acerco a su entrepierna.

-Pues te diría que con eso rendiría mejor en la escuela- dijo eso con una amplia sonrisa en la cara.

Al escucharlo dirigí mis manos a su cierre el cual se abrió sin dificultad alguna, de hay emergió una hermosa verga de 18 centímetros, la olí primeramente y pasé ese hermoso capullo por mi lengua, lo cual le gustó mucho a pedro ya que soltó un exquisito gemido, eso me motivo aún más e inicia a comerme esa verga que ya deseaba ser comida.

-Oh así putita, que rico la mamas- decía pedro mientras empujaba mi cabeza para que entrara más a mi boquita

Si supiera que es mi primera mamada supongo que se sorprendería, continúe tragando ese hermoso fierro; Pedro decidió de la nada poderse de pie y levantarme para dirigirnos a la pared más cercana, me acorralo entre la pared y su verga la cual el no dudo en meter a mi boca.

Inicio a fallarme la boca de una manera la cual me encantaba, y aunque, en un punto me pudo faltar el aire a él no le parecía importar el solo quería continuar metiendo su verga en mi boca; pero cuando me dejo descansar un momento, era para meterme mano en mi shortsito, me acaricio la raja y paso un dedo por mi entrada, lo cual me hiso soltar un quejito.

-Que pasa zorrita, no me digas que aun eres virgencita- me dijo, aunque pude notar deseo en su rostro para que mi respuesta fuese afirmativa.

-Así es Pedrito nadie ha querido reventarme el ojete- dije fingiendo tristeza, pero expresando mucho deseo.

-No te preocupes Manu, que yo te hare el favor- dijo con una sonrisa muy amplia en su cara, la cual me calentó mucho.

-Muchas gracias pedrito y para que veas que soy agradecido- dije tomando su verga aun erecta- te sacare de tu problemita matutino- y me metí su verga completa en mi boca, lo cual le gustó mucho

Me dedique a mamársela hasta que me detuvo- ya me voy a correr putita, ¿Dónde quieres tu lechita? - me pregunto masturbándose

-En la boquita- le dije mientras sacaba mi lengüita para recibir esa semilla que tanto deseaba

El meneaba de una manera hermosa esa verga que me hipnotizaba; inicio a bufar de placer- oh si putita- decía

Yo me encontraba feliz de estar en esta situación; después de unos segundos libero esa semilla que tanto anhelaba tener; tanto era mi deseo que me trague su semen,

-Me sorprendes putita, ya me había dado cuenta que tenías estos gustos, pero no que fueras capas de esto- me dijo con una mirada lascivia

-Pues ahora ya lo sabes- le dije con una sonrisa y pensé hasta donde quería que llegara este asunto; por eso le dije- y espero que puedas descubrir los otros gustos que tengo y que siempre he querido experimentar- se lo plante de una manera según yo directa

-Pues conmigo puedes contar Manu, que para eso estamos- me dijo con una sonrisa amplia- pero bueno, déjame pasar a tu baño, que tengo que limpiarme que tengo que ir a la escuela todavía- dijo recordándome él porque estaba en mi casa

-Sí, pasa pedrito- dije con nervios, al reaccionar que mi hermano se encontraba en si cuarto, espero y su gripa no le haya permitido escuchar lo que paso aquí.

Al momento en el que Pedro salió del baño, se dispuso a retirarse de la casa, pero eso sí, no sin antes decirme que nos veríamos después y giñarme un ojo.

CONTINUARA…