La Vida de Lore - Madre de Familia 2

Continuación

Hola de nuevo, antes que nada, recomiendo fuertemente que lean mí relato anterior “ La Vida de Lore - Madre de Familia , tengo que mencionar que tuve que encontrar mucha valentía dentro de mí para escribir esta continuación.

En esas navidades, como regalo, a mi hija Emma que la quedaba poco para cumplir los 18, la pagué por adelantado la autoescuela porque tenía muchas ilusiones de sacarse el carné.

Aun así, vio el ordenador que le regalamos a Juan e insistió mucho en que ella quería uno también.

Que puedo decir, ese año a nuestra familia le fue bastante bien y no se lo rechazamos, tenía pensado regalárselo por reyes, así que le escribí a Roberto.

Él no me contestó, ya arreglé con la niña que a lo mejor para Reyes no estaría, pero el día 4, viernes, Roberto apareció por la oficina.

En cuando nos saludó, le dije.

“- Oye, una cosa, quería un ordenador más, para reyes”.

“- Vaya, perdona, pero no va a poder ser, estoy bastante liado y si pedimos las piezas no van a llegar hoy mismo ni de coña, tenías que haberme avisado con tiempo”.

“- Pero si te escribí hace días ya” dije yo algo molesta

“- ¿De verdad?” sacó su móvil y se disculpó, pero un poco desinteresado, no me pareció muy sincero, estaba algo desilusionada por la niña, pero me lo tenía que tragar, al fin y al cabo, era el hijo de mi jefe.

“-Te puedo hacer un favorito, pero me deberás una porque tengo cosas que hacer y si no los hago es porque me caes bien”

“- ¿Bueno, a que te refieres?  pregunté yo sorprendida

“Te lo puedo montar hoy porque el finde si que no estoy por aquí, pero para eso hay que ir a comprar las piezas en tienda así que venga, si nos damos prisa llegamos antes de que cierren a las 2” observé que lo dijo algo entusiasta, como que tenía ganas de ayudarme.

“- ¿Pero, porque quieres que vaya contigo? No podría, estoy trabajando” contesté yo.

“- Pues, porque no hay parking en ninguna zona y paso de perder tiempo buscando, así que te necesito para conducir y quedarte en frente con el coche, y por el curro no te preocupes, la empresa es mía, solo le tengo aquí a mi padre para que mi madre no le tenga que aguantar en casa todo el día, ya sabes” dijo riendo.

¿-Qué puedo contarles más sobre ese momento? Ni pensé en que pasaría y no miento cuando digo que el chico me atraía así que nos fuimos.

Al llegar a su coche me quedé flipando, un cochazo de la ostia super deportivo que solo hay en películas

“- Móntate” dijo el mientras me daba las llaves

Me puse en el sitio del piloto y quedé como tonta porque no sabía ni como se conduce musiquero como se arranca el coche.

El se rio y me dijo que no me preocupara, que es normal, al verme la cara de tonta.

“- Mira, aprietas este botón para encenderlo, pero primero pisa el freno”.

Hecho.

“- Ahora, tienes este botón en el volante que es táctil, si deslizas hacia arriba, vas para adelante, si deslizas hacia abajo, es marcha atrás, y si lo pulsas, es el freno de mano”

¿- La verdad? Flipando, me quedé “to” boba con lo lujoso que era todo y como es que ese niñato tenía tanto dinero como para permitírselo todo. Le pillé el tranquilo y el gusto al coche bastante rápido, aunque en el recorrido me dijo un par de veces:

“- Tu loca donde vas que nos vamos a matar” porque lo pisaba demasiado, pero era imposible, a la mínima que lo pisases, el coche iba muy rápido.

Al llegar a la tienda, él se fue, volvió a los 30 minutos y como un caballero me agradeció que le llevará, me dijo:

“- Venga, ahora vamos a mí casa, ¿conduces tu?”

“- Espera que yo tengo que volver al trabajo, ¿porque voy a ir a tu casa? Pregunté.

“Tranquila, te dije que no tienes que volver, la empresa es realmente mía, si quieres le llamo a tu jefe para decirle que te vas, pero vamos que no hace falta, es básicamente porque a las 7 he quedado y no tendré tiempo para llevarte el ordenador hoy, eso si es que lo quieres para tu hija este finde semana” dijo el montándose a la derecha

“- Así que dale, yo te guio”

Y bueno, era la 1 y algo, 4 de enero de 2020, un viernes, la fiesta de reyes tocaba el lunes, sabía que tendría que ir a esperar a que montara el ordenador porque si no me lo traería algún día de la semana siguiente.

Tardamos un poco más de media hora en llegar a su casa, era una casa de campo, bastante humilde, a las afueras de la ciudad.

“- Venga, ayúdame a llevar algunas cajas y sígueme”.

Le seguí a dentro de la parcela y a pesar de que por fuera estaba normal, una casa normal, por dentro, era una flipada, super grande, con un diseño increíble que me flipó.

Llegamos a su estudio, una habitación enorme de unos 100m2, con un sofá y una tele enrome en medio, un acuario de peces enorme y 2 mesas, una con todo tipo de cables y cosas super desordenada y otra, a lo largo de una pared entera, con 5 ordenadores montados.

“- Bueno, si quieres te hago un tour de la casa, pero básicamente esta es mi cueva, allí está la tele para relajarme y bueno, aquí trabajo yo” dijo humildemente.

Es verdad que había cámaras de grabar y un montón de cables y tecnología por todas partes, pensé que allí debe ser en donde graba los videos

Me invitó a sentarme en una silla al lado suya y se puso a abrir las cajas.

“- Mira, pide algo por Glovo que no comimos, a mí me gusta cualquier cosa así que pide lo que quieras para los dos” me dijo al poco rato y me dio su móvil, pero en un tono como si fuese su secretaria”

“- Ay, y que más, luego te tengo que dar un mansaje o que” pregunte yo en un tono irónico

“- No, venga, vamos a ver que pedimos” dijo mientras se me acerco para mirar al móvil y se colocó la mano en mi muslo, acariciándome …

No creo que puedo contar en palabras lo que pasaba por mí cabeza, a mí el chico me gustaba, pero no era puta ni degenerada ni tampoco había engañado a mi marido, antes de haber estado con él, había estado con 3 chicos y una chica y le había puesto los cuernos una vez mientras estaba embarazada con Emma en nuestro primer año de matrimonio, pero me sentí culpable y allí acabó todo.

Ese día tenía ropa normal, no sé, uniforme de secretaria dirían algunos, pero llevaba un vestido beige, completo, un poco más arriba de mis rodillas, un poquito ancho, zapatillas rollo tacones, pero sin tacón, medias, un sujetador que pisquera iba a juego con mis tangas, y bueno, tangas, que me cuesta admitir, pero estaban mucho más mojadas de la cuenta

Yo ni quería ni creía que pasaría algo entre nosotros, realmente no quería y no quería pensar en ello.

Estuvimos revisando las ofertas que había y pedimos comida china, después de ello me dijo si lo del mansaje sigue en pie porque tiene un día duro, así que dio un salto, se quitó la camiseta y volvió a sentarse en su silla.

“Puedes dármelo mientras yo sigo con esto” dijo el

Y madre mía menudo cuerpazo tenía, super skinny pero lleno de músculos, solo había visto chicos así en revistas, me moría de ganas por tocarle, vamos, tenía ganas de comérmele entero, así que no me resistí, me coloque detrás de él y le empecé a masajear los hombros.

El chico estaba DURISIMO no toqué a alguien tan duro en mi vida, le estuve sobando los hombros y el pecho.

“¿Vas mucho al gimnasio tu no?” pregunté yo riéndome

“Te gusta, anda que tu menuda MILF eres”.

Yo, como cualquier persona, sí que veo porno, aunque la relación con mi marido está bastante fría, ósea, tenemos sexo de vez en cuando pero después de 18 años es más raro que frecuente, y bueno, él ya tiene una edad, pero a pesar de todo ello, sabía bien que significa “MILF” aunque me hice la boba.

“MILF? ¿Qué es eso?

“Pues que estas buena” dice eso mientras me tira de la mano hacia él, para sentarme en sus brazos, de lado, colocándose una mano en mis muslos ligeramente abiertos y otra en la espalda. Me coge la mano y me la coloca encima de su abdomen, que estaba duro y en relieve como unas pierdas. Yo no me niego y, lo toco.

“Te gusta, ¿no?”

“Si…bueno, pero que eres un niñato y yo soy una señora” digo yo en forma de rechazo, pero, lo que ocurrió a continuación, no me lo esperaba ni yo ni nadie, iba a ser una experiencia sin preceder para mí.

Se colocó la mano en mi cuello, pero sin apretar y me da un ligero beso, uno que me cuesta rechazar, después de ello se levanta y me dice:

“Vamos a ver lo señora que eres, arrodíllate y chúpame la polla”

Me quedé de piedra totalmente, no me gustó nada que me dijese eso, por lo menos no de esa forma, quien se pensaba ese niñato que era, obviamente me ofendí, pero antes de poder reaccionar, me cogió de la mano y me llevo al sofá, en donde se sentó, se sacó la polla del pantalón y sin haber soltado mi mano, me hizo colocármela encima de su polla.

Polla…más bien pollón porque si algún cuerpo como el suyo ví en las películas porno o en revistas, un pollón como el suyo ni siquiera, no lo tenía muy gordo, pero la cabeza si que era bastante gorda, de largo, enorme, en esos momentos yo tenía un Samsung s10plus y creo que ese trozo de carne de largo era algo más que 2 móviles míos colocados uno encima de otro, pero lo que más me impactó fue lo dura que era, estaba como una pierda no toque una polla tan dura en mi vida, y las venas, tenía venas por todas partes me retiré la mano pero me quedé con la boca abierta

No podía entender como las cosas se torcieron así, que, de un caballero, bueno, un niño educado pasó a portarse así y no estaba segura si me disgustaba o no, pero lo bueno que estaba madre mía.

No entendía nada de lo que está pasando ni sabía cómo reaccionar.

“- A ver bonita, tranquilízate, te entiendo, eres una señora, pero puedes estar tranquila, se que lo deseas y yo te puedo dar lo que nadie más te puede dar, además se te cae la baba, no seas estrecha, no harás daño a nadie” me lo dijo mientras alzo la mano, colocándola detrás de mí cabeza, haciendo un poco de esfuerzo para que bajara.

¿Qué podía haber hecho? Tengo que admitir que sus palabras me tranquilizaron pero que me sentía humillada e iba en contra de mis principios todo aquello, pero mis hormonas estaban a mil no sabía cómo aguantarme las ganas.

Así que lo hice, me caí de rodillas a sus piernas y acto seguido me acerqué la cara a ese impresionante pollón que tanto admiraba, lo olí, olía a macho y a sudor, lo besé, lo lamí y encontré coraje para metérmelo en la boca, ese capullo suyo era enorme se sentía super bien, duro y super caliente en mí boca, hice mucho esfuerzo en abrir tanto la boca como para no arañarle con los dientes, pero era impresionante de grande, nada que ver con la de mi marido, y, no me cabía en la boca mucho más que el capullo, pero vamos, que me juntaba las 2 manos en la base de su polla y aun así quedaba más de lo que podía meterme en la boca, me sentía cerda, sucia, vulgar, pero lo estaba disfrutando y quería satisfacerle, quería levantarme a la altura de las actrices porno no quería quedar mal quería impresionarle, pero aun así no podía meterme más de eso en la boca así que me resumí a disfrutar de su sabor lamiéndole la punta por dentro de mi boca, sabía algo salado y sentía en interior de la boca como palpitaba en ritmo con los latidos de su corazón.

Yo creía que todas las mamadas eran iguales, pero no. Hay algunas que te marcan, que las disfrutas de una forma especial sin saber por qué y esa era una de ellas, vamos que lo estaba disfrutando yo más que el, juro que me sentí como una adolescente con una polla en su boca por primera vez. Noté como estaba de dilatada, de dura, de deliciosa. Poco a poco me la he ido sacando de la boca, arrastrando mis labios por el pedazo de mástil que tenía ante mis ojos.

“- Vamos que ya te vas soltando” y al decirme eso, me agarro del pelo colocándome entre sus piernas totalmente abiertas, yo, yo, yo … allí, de rodillas, bajo suyo.

Lo tenía frente a mí, con su polla alzada, los huevos colgando y su culo pidiendo atención. Le he ido lamiendo los huevos hasta llegar a su culo. He empezado a lamerlo, nunca había hecho eso, pero me excitaba muchísimo, el sabor de su polla, huevos o ano no era tan distinta, algo más a sudor, pero me encantaba como me hacía sentir, a pesar de la situación, me sentía especial, querida.

Subí con mi lengua por todo su miembro hasta llegar al pollón, y me lo volví a meter en la boca, esta vez, intenté hacer un poquito de sube y baja con mi boca en su pene, esta vez lo hacía, unas cuantas veces y traté de meterlo más en mi boca, y por un momento lo hice, pero me dio una arcada y tuve que sacarlo, al mirarlo, vi que no me había metido ni siquiera la mitad. Agarre con mi mano su pene y esparcí mi saliva por todo el tallo y testículos. Trate de nuevo de comérselo, pero esta vez me paró.

“- Vamos, yo sé que tú puedes, no me toques con las manos, colócatelas atrás.”  y sosteniendo mi nuca alzó un poco su cadera, con esa polla en mi boca, así dure unos segundos hasta quedar sin aire, me gustaba sentirme llena de su pene, lo hicimos 4 o 5 veces, metiendo hasta la mitad, hasta que, en la 6ta vez, desesperado comenzó a follarme la boca, se sentía divino, es como si la garganta se me hubiese dilatado, lo tenía por la mitad dentro, lo sentía más atrás de mi campanilla y lo goce, hasta que no pude más y me tuve que retirar y toser por las arcadas.

El me cogió del pelo y con el pollón lleno de babas y liquido prese minal empezó a golpearme en la cara, en las gafas, me lo metió un poco en la boca e hizo tope con la punta contra mi mejilla, pero le debo de haber arañado con las muelas porque alzó mi cabeza y me dijo:

“Cuidado con los dientes perra, ahora chupa bien”, dijo eso antes de escupirme.

Si, lo que estáis leyendo, me hecho una flema en toda la cara, antes de soltarme y metérsela en mi boca de nuevo.

Ni siquiera tuve tiempo para procesar bien todo lo que estaba pasando, que sonó el timbre, el repartidor había llegado.

“- Venga, ve a por la comida.”

Me quedé bloqueada, no sabía que hacer estaba toda sudada toda llena de babas no quería salir así estaba desesperada en negación bloqueada no sabía que pensar, por mí cabeza pasaba no, no, no.

“Vamos, no seas tonta que te dará morbo salir así, además, nadie te conoce.”

Es como si ese niñato de mierda supiese lo que pasa por mi cabeza, debe ser que ya le había hecho eso antes a otra mujer, me sentía denigrada, estaba ardiendo por dentro, pero, pero …. Pero… lo estaba disfrutando.

Me fui a la puerta a recoger el pedido, así asquerosa como me sentía, es obvio que el repartidor supo que estaba follando porque tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero me entrego el pedido y se fue.

Volví con la comida china que dejé en el suelo, y allí seguía Roberto, totalmente desnudo, con su polla en alto, como un trofeo.

Me tomó por las manos y me tiró hacia él. No me resistí y esta vez le miré fijamente a los ojos, no con miedo, sino con respeto y una leve sonrisa de complicidad.

Me atormentaban todos los pensamientos que pasaban por mí cabeza, pero decidí dejarlos de lado, decidí disfrutar sin más.

“¿Bueno, que hacemos ahora?”, pregunto yo en tono aburrido, mientras toque su pene, ligeramente más flácido que antes.

“- Cállate” y poco después de guardarme contacto visual, empezó a besarme, salvajemente, con lengua hasta la campanilla. Me estuvo besando un rato, me desnudo, inicialmente quería romperme la ropa, pero le pedí que vaya despacio y me respeto, me bajo el vestido de los hombros y me quitó el sujetador con un movimiento hábil, sin más, en un momento tenía mi pecho al aire y ese chico era la primera persona en verme así aparte de mí marido en 17 años.

“- Menudo par de melones tienes MILF” me las agarra y me da 2 golpes con la palma de la mano en cada pecho

Me sentía expuesta, vulnerable, una mezcla de bien y mal, pero llevé mis hombros hacia atrás y arqueé mí espalda para simular tenerlo más grande.

Me dio otro par de golpes en cada pecho y, me bajo el vestido del todo, quitándomelo por completo.

“- Vente” dijo mientras con una mano agarro la bolsa de comida y con la otra me hizo señal para seguirle.

“-Perdona, pero quiero comer, tengo mucha hambre, tu metete debajo de la mesa y comete lo tuyo” me dijo eso mientras se sentó y señaló su polla.

“- Que tonto eres” dije eso, sintiéndome humillada, juro que lo habría negado, juro que, si 1 minuto antes no había tomado la decisión de dejar mis inhibiciones detrás y simplemente dejar llevar, lo habría rechazado, me parecía super fuerte que ese niñato carbón maleducado le hiciese algo a alguien como yo, pero me dejé llevar, me metí debajo de la mesa y se la seguí comiendo.

Después de maso menos 5 minutos de chupársela mí boca solo sabía a liquido preseminal, tiempo en cual el estuvo montando el ordenador de Emma y de vez en cuando, cogiendo un bocado de los tallarines.

No sé decir cuánto se la chupé, perdí la noción del tiempo, pero fue mucho. Me dolía la mandíbula, me dolía la boca, sentía los labios agrietados y dormidos, si se la hubiese chupado tanto a otro hombre, se habría corrido 2 veces mínimo, pero el nada.

“- Tu sigue allí un rato que estoy acabando” dijo el en un tono desinteresado, como sin importarle, pero al poco tiempo se levantó echando la silla hacia atrás.

“- Levántate y ponte detrás mía” dijo, yo le obedecí.

“- Ahora, arrodíllate y lámeme el culo mientras acabo aquí”

Otra vez me sentía mal por lo que estaba haciendo …

Me arrodillé mientras él seguía levantado en frente de la mesa, le separé las nalgas con las manos, menudo culo tenía el chaval.

Me metí la boca en su culo y empecé a lamerlo, me dio algo de asco que estaba super empapado en mi saliva que ya estaba fría, pero seguí dándole lengua.

“- Ya he acabado, vamos al sofá un rato” me dijo tranquilamente mientras me llevo de la mano.

“- Colócate bocarriba en el sofá” me dijo eso mientras manejaba mi cuerpo, de forma que me quedé con las piernas subidas al respaldo del sofá, con la cabeza ligeramente caída, mirando fijamente a su polla que se estaba acercando a mi cara.

“- Pero que pasa, ¿que solo me la vas a meter en la boca?” pregunté yo, pero sin recibir una respuesta, ya se la había metido en mi boca sin más.

Sentía mí coño a explotar mientras me metía ese capullo enorme ligeramente en la boca, nunca estuve tan cachonda, nunca tan mojada, sin siquiera haberme hecho nada.

“- Abre bien joder” me dijo en tono mandón, debe ser que le estaban molestando mis muelas.

Yo esperaba que me comiese el coño, ya que en esa postura estaba totalmente abierta de piernas en frente de su cara, pero no parecía tener intención de nada, en cambio, sin siquiera quitarme el tanga, me lo golpeo. No fue un azote en plan erótico, fue mas bien un golpe bien fuerte, y otro, golpes que me hicieron retorcerme y a la medida que me golpeo un par de veces más, me estaba metiendo la polla más profundo, pero yo ya la tenia hasta la campanilla y sufría arcadas ya no podía más, le estaba empujando hacia atrás con las manos o buscaba taparme el pussy en prevención para que no vuelva a recibir otro de esos golpes agresivos.

“- Que no te resistas coño que te pasa?” dijo el mientras se fue al escritorio

“- Es que me estás haciendo daño tonto” contesté yo en tono sumiso.

“- Ponte las manos atrás, vamos” dijo eso y, por lo que observé, había vuelto con un cable en la mano

Tenía temor, pero le obedecí, así que uso el cable para atarme las manos atrás y me colocó en la misma postura en el sofá.

“Venga ya, tenemos que ir terminando, son las 6” dijo el…

Eran las 6 de la tarde, llevaba más de 3 horas chupándole la polla, no me lo podía creer, como no se corrió todavía y como es que yo seguía chupándosela.

“- Abre bien que te la quiero meter toda” e intento metérsela en mi boca.

Después en el tiempo, averigüé que su polla mide 31 cm. 31 putos cm, de películas porno, que es imposible tragarse todo eso, pero a él no le importaba.

Me volvo a azotar el coño y yo cerré las piernas

“- Abre bien la boca joder y abre la boca”

Intenté negarme, no quería que volviera a golpearme el coño ni aguantaba que quisiese meter más profundo esa polla en mi garganta, yo solo quería que me follara, pero a él no le importaba.

“- Joder MILF se ve que no sabes chupar una polla”

“- Es que la tienes muy grande” dije yo mientras tosía.

Me tiró al suelo, dejando que mis piernas y mi culo estén en alto en el sofá mientras que mis hombros y mi cabeza estaban ene l suelo, yo, impotente, mirando hacia arriba, me apartó el tanga y se puso totalmente encima mía, pero de espaldas a mí, de forma que yo solo le veía el culo, el culo que poco antes me estaba comiendo.

Temía que quisiese meterse toda esa polla en mí y que me hará mucho daño, pero estuvo bien, la metió despacio, despacio…despacio

“- ¡Joder MILF pero que estrecha estas, coño!” dijo el casi riéndose a medidas que se estaba a profundizando en mí interior

Despacio … pero toda, la sentí, como lentamente abría mis entrañas, la notaba en mí interior, grande y caliente, jamás pensé que me podría meter algo tan enorme, la veía en mí abdomen como se pronunciaba a medida que el me lo metía, me sentía super extraída alrededor de ese mocoso que en ese momento estaba haciendo lo que quería conmigo.

Empezó a moverse, todo fuerte y yo a gemir y a gritar como nunca más, era con diferencia la mejor follada en mis 38 años que me estaban dando, tenia las manos y las piernas dormidas por la postura, pero también por el gusto.

Al poco rato se dio la vuelta y me follo en esa misma postura, pero esta vez mirándome.

“- Estas guapa” dijo el, y dejo que un escupitajo se le saliese de los labios hasta mí cara, me había escupido en la cara, otra vez…

“- ¿Quien está buena?” pregunto el

“- Yo lo estoy” contesté entre gemidos.

“- ¿Si, quien está buena?” volvió a preguntar y aprovechó cuando abrí la boca para contestarle para escupirme otra vez, esta vez en el interior de mí boca.

No tuvo que darme embestidas por más de 2 minutos que sentí que exploto, tenía ganas de hacer pis y lo hice sin poder parar, pero no con voluntad y desde luego que no era pis, supongo que era lo que en las películas porno llaman Squirt, un líquido que se salía con muchísima presión y en mucha cantidad de mí interior, un liquido que no podía controlar, pero me estaba corriendo, estaba gozando del mejor orgasmo de mi vida mientras que me seguía embistiendo, quería que parara porque me dolía y me escocia un montón, tenia la necesidad de acariciarme el coño pero no era capaz, el seguía hundiendo su polla en mi interior y yo seguía corriéndome como una manguera, encima de mí pecho y de mí cara.

Me esperaba que por el liquido que se cayó en mi cara me escociesen los ojos, pero no era salado, olía como el semen la verdad, pero era mucho más líquido, desde luego, era la primera vez en mi vida que eso me ocurría.

Poco tiempo después, me colocó en posición de perra, con la cabeza caída en el suelo y el al borde del sofá, con una mano tirando del cable que aguantaba mis manos juntas hacia atrás y con otra dándome nalgadas fallándome con agresividad mientras que yo no podía hacer otra cosa que gritar, creo que los sonidos que yo hacían habían dejado de ser gemidos, eran más bien gritos, mitad de placer lo demás desesperación y culpa.

Acto seguido cambio el ritmo de la follada.

“- Me corro” me dijo.

“- No te corras dentro de mí!” le pedí yo, pero me ignoró y siguió moviéndose en mi interior.

“-no, dentro no, que te dije que no” grité yo, ¿pero él?

El paro un breve momento, se subió una rodilla al sofá y tomó una postura más bien de lado encima de mí, apoyando el otro pie con todo su peso encima de mi cabeza y siguió moviéndose dentro de mí, esta vez no la metía y la sacaba, sino que la movía de lados dentro de mi interior, yo notaba perfectamente como la puta de la polla acaricia lo más profundo de mí, como si se estuviese haciendo una paja con mí útero.

ya no pude hablar por el pie que me aplastaba la cabeza, sentía mucho dolor, en todo el cuerpo, por la postura tenía tirones, me dolían las rodillas, la cabeza, me escocia el coño, me sentía humillada, denigrada, totalmente indefensa, expuesta, pero me sentía bien, me sentía mujer.

Había una pequeña voz en mí conciencia que no quería que esto siguiera, porque no quería quedarme embarazada, a mí edad sigo siendo fértil y no estábamos usando ninguna protección, pero en esa postura, en ese momento, no había nada que yo pudiese hacer para impedirlo, simplemente, se corrió.

Si alguna mujer lee este relato, sabrá muy bien que cuando un hombre se corre dentro de ti, apenas notas algo, no es como lo que dicen en las películas, sino que, no se siente prácticamente nada.

Esa vez no fue así, cuando se corrió en lo más profundo de mi interior, lo noté, como un calor invadía mis entrañas, era tanta cantidad y estaba tan caliente que no puedo describirlo en palabras, es como si alguien me hubiera sujetado en esa postura con el culo en alto y me estuviese vaciando agua hirviendo directo al interior, lo note todo, ¿y él?

El grito, un sonido que nunca olvidare, no era un gemido de correrse, era más bien el rugido de un animal, como cuando un gladiador de la antigüedad vencía su oponente y gritaba la victoria al público, como cuando un tigre mata una cebra y gruñe encima de su prensa, así estaba yo y así estaba el, sacando ese sonido de victoria mientras tenia la polla en mí y me aplastaba la cabeza bajo todo el peso de su cuerpo.

Permaneció unos momentos mas dentro de mí, en esa postura, creo que disfrutando de su logro y se tiró al sofá.

Yo empecé a llorar … no quería, pero estaba desesperada, bastante mal, no sabía que hacer, no quería llorar pero me venía del interior y no podía parar, pero tampoco podía moverme, estuve en la misma postura con el culo hacia él, desbordado de esperma, llorando unos instantes, hasta que me levanté, intenté tranquilizarme pero no sabía que hacer, así que me senté en el sofá, al lado, y le abracé, le abracé fuerte, no quería soltarle, le odiaba pero sentía la necesidad, creí que el me comprendido porque me estuvo devolviendo el abrazo y acariciando el hombro, hasta que unos momentos después cuando ya me tranquilice un poco, me dijo empujando mí cabeza hacia abajo.

“- Límpiame la polla anda, y vete que yo tengo trabajo y a ti te echaran de menos en casa”. Y sin más se lo metió en mí boca, algo flácida, ya no tenía tanta dificultad de metérmela en la boca, y…le obedecí, le limpié los restos de flujos vaginales y semen, incluso soltó pequeña cantidad en mí boca, supongo que es lo que se había quedado a lo largo de esa manguera, que he de admitir, con mi marido no suelo tener sexo fuera de lo común, y no solemos practicar sexo oral, pero los restos de esperma de ese pollón que me tragué en ese momento eran más que una corrida de mí marido.

Me tranquilicé emocionalmente, allí, medio abrazada a el con su polla en mí boca, hasta que hice coraje de vestirme y me llevé el ordenador.

Estuvimos hablando un poco, pero no recuerdo muy bien como fue la conversación, sé que me sentía como una niña en su primera vez, no sabía muy bien como reaccionar, pero bueno, no estuvo mal, no se portó mal conmigo después de follarme, incluso me dio unos pañuelos húmedos para limpiarme la cara, aunque creo que todo mí cuerpo sabía y olía a polla, desde luego yo me pensaba que el sabor de polla que tenía en la boca no se me iba a quitar nunca.

Al salir, sonó el timbre y abrimos juntos.

Era una chica joven que se presentó, guapilla, se introdujo como Débora, yo me fui y ellos se quedaron.

Supongo que ese era el trabajo que tenía el … pero no cabía en mí entender cómo puede tener polla para otra mujer ahora mismo.

Me había pedido un Uber para ir a casa, el chofer me estaba esperando.

Durante todo el camino sentí mis tangas fríos, al llegar a casa comprendí porque era y es que, de mi interior, se seguía saliendo esperma y tenia los tangas empapados, vamos, estuve soltando semen de mí interior hasta llegar a mí casa con la caja del ordenador que dejé tirada en el pasillo y me metí directo al baño, sentía que tengo que meterme la manguera de la ducha en el coño y arrancar el agua para quitarme los restos.

He de mencionar que ese fin de semana no me moví del sofá de nuestro salón, ni siquiera preparé comida para la fiesta de reyes, dije que estaba muy cansada, realmente, no podía moverme muy bien, y, el lunes, cuando le entregamos el regalo a Emma, en la caja ponía.

“Buenas, que lo disfrutes, porque tu madre, si que es una crack!

Continuará….