La vida complicada de una actriz madura...

La vida complicada de una actriz de Hollywood. Esta es una saga de relatos que si el lector quiere continuara

El calor se hacía sentir en Los Ángeles California, en especial en las exclusivas colinas de Bel Air. Tenía poco que había adquirido su nuevo hogar. Dejando atrás su antigua casa en Beverly Hills  donde no soportaba estar sola (a pesar de estar rodeada de gente de servicio constantemente), recordando los momentos y memorias que guardaban en las paredes de ese lugar (un viejo matrimonio, antes envidiado y aplaudido por todos los medios de espectáculos nacionales e internacionales). A pesar que en su círculo más cercano y su día a día ella nunca se encontraba sola, Jennifer Aniston, Jenny o Jenn (como le dicen sus amigos más íntimos), desde la separación tan mediática con su marido Bratt Pitt sentía la necesidad de cambiar de vida y sentirse viva otra vez.

Al comprar esta nueva mansión en las colinas Jennifer pensó que podría tener ese cambio que necesitaba. Ella entendía que, si bien, ella era una de las actrices más querida y amadas por la crítica de espectáculos, contaba con fans alrededor del mundo y su nombre era aún considerado como un emblema de la “realeza de Hollywood”, sus años dorados poco a poco estaban acabando.

Sus últimas películas se centraban en comedias y dramas dejando atrás su anterior y antes amado papel de la  “ chica sexy ” (el cual ella le encantaba interpretar) y  cayendo en una nueva categoría como mujer madura. Y lo era, Jennifer ya contaba con más de 50 años. Nacida un 11 de febrero de 1969, desde pequeña quiso entrar al mundo del entretenimiento (sus padres la apoyaron porque observan su belleza natural y su soltura ante las cámaras desde temprana edad) poco a poco se fue abriendo paso en el mundo de Hollywood. Pero dentro de este largo camino que recorrió para llegar ser la superestrella que era, conoció el lado obscuro también de la farándula. Jennifer aprendió desde que llego a Hollywood que el físico si importaba en el mundo del espectáculo. También aprendió, que su cuerpo era un instrumento (no solo de actuación) y debía cuidarlo.

Al comienzo de su carrera Jennifer debió de empezar desde abajo, pese a que había salido en pequeños papeles cuando era niña  (comerciales, anuncios, papeles secundarios) su intereses siempre estuvo detrás de las cámaras de la industria del cine. Cuando fue cumpliendo la mayoría de edad noto, que siempre era elegida por sus característicos ojos verdes, su delicada y bien contorneada pero delgada figura,  la cual hacia recordar al típico cliché de niña popular de Highschool.

Comprendió al inicio de su desarrollo físico que nunca contaría con grandes pechos o grandes nalgas. Pero se dio cuenta que su belleza era vista como diferente y era atractiva para los productores, que podría ser una respuesta al cliché de los años 80’s de las mujeres exuberantes rubias, altas con grandes tetas y nalgas ( Bimbos) . Su belleza siempre fue simple pero distintiva. Jennifer paso por todo tipo de papeles, al inicio de su búsqueda a la fama,  su papel más penoso para ella fue " El duende maldito ”. Pese a ser una mala experiencia filmográfica, Jennifer entiendo la necesidad de tener un agente o manager. El cual la podría ayudar a escoger mejores proyectos y con ello despegar su carrera.

Fue cuando conoció a Mónica Shapiro (su más vieja amiga hasta estos días). Mónica era una cineasta truncada que tenía aspiraciones actorales también. Pero nunca pudo materializarse por ser “muy tetona”.

Ningún productor, ni guionista la aceptaban por su físico. Los papeles que siempre conseguían eran para explotar su grandes pechos en la pantalla (la prostituta, la secretaria sexy, la amante) y nunca pudo conseguir un papel donde pudiera realmente demostrar sus dotes actorales. Mónica era una mujer de apenas 1’60cm, con una talla de busto 100D (copa D), sus raíces familiares eran libanesas e israelitas. Su tono de piel obscuro pero acaramelado, le daban un toque de una mujer proveniente de medio oriente. Contaba con un cuerpo delgado, con unas nalgas promedio (ni muy grandes ni muy chicas)  años después, se las operaria para estar dentro de la moda y unas piernas largas finas. Su cara era larga y un poco redonda, en donde resaltaban unos ojos grandes con pestañas largas, que hacían un juego con el color de sus ojos, un café obscuro penetrante. Qué junto su cabello largo (a la cintura) y  negro, la hacían ver como una mujer exótica. Mónica comenzó a cambiar el giro de su vida laboral al darse cuenta que nunca podría estar enfrente de una cámara sin que sus pechos no le robaran cuadro en la toma. Y personalmente ella nunca quiso, ni pensó en reducirse el pecho. Le encantaba afuera del set de filmación,  tener ese trato “ especial ” que le daban y se dio cuenta que tenía un “ don ” de gente. Siempre fue una mujer de carácter y dócil para saber manejar las situación complicadas, era buena negociadora y  contaba con un carisma que la hacía una mujer difícil de recibir un no como respuesta.

Jennifer y Mónica se conocieron en el último día de filmación de la mala experiencia cinematográfica de Jennifer. Mónica había comenzado a representar a diferentes nuevos talentos en Hollywood y vio en Jennifer Aniston un potencial inigualable a ningún otro de sus clientes. Así comenzó una nueva amistad. Mónica contaba con 30 años cuando conoció a Jennifer mientras que Jennifer contaba con 20 años. Con 10 años más de experiencia en el mundo de Hollywood en los 90’s, Mónica pudo guiar a Jennifer. Así fue que, Mónica se convirtió en la agente, amiga y confidente a lo largo de la carrera de Jennifer.  Durante los primeros años como su manager Mónica logro obtenerla una audición en la cadena NBC que cambiaría la vida a su amiga cliente (y a ella misma).

“Friends” o “amigos” fue la comedia televisiva que transformo la vida de las dos. Jennifer paso de ser una actriz con hambre de fama y popularidad a convertirse en una súper estrella y símbolo sexual en los años 90’s en 10 años de transición de la serie. Mónica paso a consolidarse como una de las agentes más respetadas de Hollywood y a tener una agenda de clientes de gran renombre. En los 10 años de duración de la serie de comedia,  Jennifer entiendo la necesidad de tener un equipo de trabajo que la rodeara (dentro y fuera del set).  Pero Mónica nunca dejo de ser su consejera y en ocasiones confidente.

Ella le enseño a manejar la fama y sacarle provecho. A tener siempre la precaución de hacer firmar a todos sus empleados, asistentes, y equipo contratos de confidencialidad (contratos para guardar silencio; de todo lo hacían, observaran o digieran). A cuidar de su cuerpo (consiguiéndole todo tipo de entrenadores). Y a tratar de cumplir todos los caprichos de aquella nueva actriz que se convertida poco a poco en una superestrella. También le enseño a convivir con sus fans.

Mónica comprendió que la belleza de Jennifer y su popularidad despertaban en sus seguidores todo tipo de pensamientos. Prueba de ello eran la cantidad de correspondencia que le llegaba a Jennifer pero que tenía que pasar por la oficina de Mónica primero.

Su manager le hacía llegar solamente la correspondencia más interesante a Jennifer. Pues, ella conocía los gustos de su amiga. Dentro de las cosas que llegaban se encontraban desde; cartas de amor, canciones, regalos, declaraciones de amor, propuestas de matrimonio y fotos eróticas explicitas.

Estas últimas siendo las preferidas para Jennifer cosa que solo sabía su amiga. Todo comenzó por error. Un domingo Mónica llego en la mañana a la nueva casa que recién había comprado Jennifer en Beverly Hills. Mónica se encontraba feliz que su amiga estaba teniendo éxito (eso significaba que ella estaba haciendo un buen trabajo)  y era la primera vez que entraba a su nuevo hogar.

Al tocar la puerta, su ama de llaves le respondió

—     ¿Sí? — .Dijo su ama de llaves con acento latino.

—     Hola soy Mónica Shapiro — .Respondió Mónica por el intercomunicador.

—     Vengo a ver a Jennifer soy su manager. Podría a visarle que me encuentro aquí — .Añadió Mónica.

—     Si, un momento — .Respondió la mujer.

—     Gracias — .Finalizo Mónica dejando de tocar el botón del intercomunicador.

La puerta se abrió y Mónica entro a la nueva residencia de Jennifer. Mónica fue recibida por la misma mujer del intercomunicador. Una  mujer de mediana edad llamada María.

—     La señorita Aniston se encuentra en la alberca —. Dijo la ama de llaves.

—     Gracias solamente le traigo su correspondencia y vengo a hablar con ella —. Respondió Mónica.

—     Por favor sígame —. Acto seguido, María escolto a Mónica dentro de la casa para llevarla hasta donde se encontraba Jennifer.

—      Muchas gracias — dijo Mónica.

Mónica encontró a Jennifer recostada boca abajo enfrente de su alberca tomando el sol en su nueva alberca.  Mónica pudo observar como Jennifer estaba practicando topless boca abajo y miro como su cliente estaba usando una tanga que se le perdía entre nalgas de su amiga. Ella se encontraba en una posición donde le estaba dando la espalda a Mónica. También, pudo observar como Jennifer se estaba tomando alguna bebida muy posible un Mojito, el cual se encontraba a un lado del camastro donde se encontraba ella.

Por unos segundos Mónica se olvidó de María por admirar a su amiga en al posición. Fue hasta que María dijo:

—     De nada, si necesitan algo háganmelo saber —. Dijo la latina madura y después se marchó con dirección adentro de la casa.

—     Ahh OKK…Gracias —. Asintió María con la cabeza.

Mónica se acercó donde se encontraba su amiga recostada y dijo:

—     Que mal te trata la vida ¿eh? — . Menciono Mónica con tono de ironía.

—     Me estaba quedando dormida — .Respondió Jennifer — Moviendo su cabeza hacia donde se encontraba su amiga sin dejar de recargar su cuerpo boca abajo.

—     Debo de decir que estoy impresionada, me encanto tu casa—. Añadió Mónica.

—     Creo que ya te merecías un cambio, además esta casa huele a hogar para criar hijos —. Continuo Mónica — .Mientras se sentaba cerca de su amiga al borde del camastro en la parte inferior cerca de sus pies.

—     Pero no vayas a cometer la estupidez de pensar ni siquiera en el matrimonio ahora —. Dijo Mónica —.Mientras nalgueaba el culo de su amiga y se reía.

—     Ouch!! Oye!! Cuidado. — dijo Jennifer con un tono de burla

—     Estas nalgas así como las ves, son la nueva sensación de la NBC — Añadió Jennifer mientras también se reía.

—     Pues bueno eso lo sé  muy bien y ese culo yo lo represento —. Termino de decir Mónica—. Al termino de robándole un sorbo a la bebida que tenía a lado del camastro.

—     Pero bueno, te vine a ver por dos cosas; 1)  te traigo tu correspondencia y 2) He estado hablando con los directivos de la cadena. La serie es un total éxito, creo que esto va enserio, así que necesito que seas más…sexy en el set de filmación. — dijo Mónica después de terminarse la bebida de su amiga.

—     ¿Más sexy? No entiendo —. Comento Jennifer moviéndose para quedar sentada con los pechos de al aire a lado de su amiga (Jennifer tenía desde su desarrollo unos pechos regulares ni pequeños ni grandes con unos pezones acordes a su color de piel ni grandes ni pequeños, pero eso una forma que parecieran estar erectos, con los cuales ella se sentía cómoda siendo una talla copa B (85B)).

—     Si más sexy, no te hagas tonta —.Dijo Mónica —Mirando a Jennifer a los ojos pero sin dejar de admirar el cuerpo de su amiga ahora que las dos se encontraban sentadas en el camastro.

—     Hablo de ellas, — Dijo Mónica — señalando las tetas de su amiga.

—     El sexo vende eso no es nuevo. Durante los 80’s era muy normal las películas con desnudos parciales, pero ahora en los 90’s no es tan común tener desnudos. No te estoy pidiendo que andes tus tetas al afuera en el set de filmación.  Pero he hablado con los ejecutivos y mencionaron que para que la audiencia tenga éxito con los hombres pude ser que “Rachel Green”  sea de la vieja escuela. Y nunca ande con corpiño o brassier —. Continúo Mónica. — Esperando saber la respuesta de su amiga y cliente.

—     Antes que digas algo no te ofendas pero los pechos es algo que a los hombres  y en especial a los productores,  les gusta que las actrices enseñen ya sea con escotes o siendo parte de la historia o guion, es por ello que yo, no pude seguir en la actuación y tú lo sabes porque —-.Añadió Mónica— Mientras continuaba viendo Jennifer a los ojos.

—     Si lo sé — Dijo Jennifer—Dirigiendo un dedo índice a las tetas de su manager.

—     Es que tus tetas son ENORMES — dijo Jennifer con un tono de risueño.

—     Y estoy de acuerdo andaré sin corpiño en algunos capítulos —. Dijo Jennifer.

—     Bueno basta de trámites y toma —. Comento Mónica —. Entregándole un sobre amarillo.

—    Jenny toma esta son las cosas que te envían tus fans — Dijo Mónica, dándole el sobre.

—    Que es esto— Dijo Jennifer.

—    Son cosas que te envían tus nuevos fans de la serie, como te dije esto es un éxito tienes kilos de papel que llegan todos los días a la oficina —. Dijo Mónica

—    Esto es solo unas de las fotos que encontré y revise que espero te gustarían —. Añadió Mónica —mientras se levantaba.

Acto seguido, Jennifer abrió el sobre y miro las fotos del contenido. Cuando abrió el sobre, Jennifer encontró, dentro las primeras fotos. Fotografías del show, cartas de amor y corazones hechos de papel reciclado.

—    ¿Ya viste la última foto? — añadió Jennifer.

—    ¿No que pasa? — contestó Mónica

Jennifer saco del sobre una foto,  tomada con una cámara portátil instantánea, donde se veía en la imagen una verga, de aproximadamente unos 20cm de largo en primer plano. Con la leyenda escrita a lo largo del falo o polla “Jennifer Aniston “y se apreciaba con claridad un glande rosa de un joven, que no dejaba ver la cara de su dueño.

—    Oh dios mío, perdóname Jennifer. No sabía que era de “ ese” tipo de cartas. — respondió Mónica con la mano en la boca.

Jennifer se llevó la mano a la boca y comenzó a reírse sin dejar de ver la foto, mientras que Mónica dudaba si tratar de arrebatarle la imagen o que hacer.

—    Creo que realmente si les gusto a mis fans—. Dijo Jennifer— mientras seguía observando la foto.

—    Jenny enserio, perdóname dame la imagen y si quieres la destruyo — dijo Mónica — Con un tono de voz nervioso

—    No para nada, de hecho WOW, semejante  instrumento que tiene este fan — añadió Jennifer— mientras se recostaba boca arriba en el camastro

—    Entonces ¿no estas molesta? — dijo Mónica— al pie de su amiga, que seguía con los pechos de fuera ahora observando la imagen obscena de un admirador.

—    No para nada. Me siento halagada, no sé si sea el alcohol pero no me importaría conocer a este “ fan ” mío — menciono Jennifer — Mientras dejaba la foto de la verga a lado donde se encontraba el vaso vacío.

—    No te lo recomiendo. No es bueno para tu reputación. Una cosa es mostrar tus tetas sutilmente en la cámara y otra muy diferente, quedarte de ver con desconocidos —. Dijo Mónica — en un tono más serio.

—    Pero es que ¿la viste Mónica? — replico Jennifer — mientras volvía a coger la foto y se la mostraba a su manager.

—    Si ya la vi. Y si, esta grande, pero te sorprenderías de lo que puedes llegar a tener si haces bien las cosas en este negocio —. Dijo Mónica — aun con un tono de autoridad

—    Es por el bien de tu carrera señorita Aniston —. Añadió Mónica — mientras le quitaba la foto  de las manos de su amiga.

—    Te propongo un trato dame la foto y ahora que sé que te agradan estos “ gestos” de amor de tus admiradores. Me comprometo a traerte este tipo de sorpresas yo misma cada vez que venga a dejarte tu correo —. Dijo Mónica — Guardando la foto de la verga en su bolsillo del saco.

—    Trato y hecho — Dijo Jennifer— sonriendo pícaramente a su manager

—    Me voy, te encargo lo de andar sin brassier y por cierto. Todo esto es una situación privada ¿entiendes? — finalizo Mónica— dirigiéndose a la entrada de la casa

—    Si lo sé, pero no se te olviden mis fotos  y a la otra mejor pide un trago para ti!! — dijo Jennifer acomodando su cuerpo a la posición original como estaba cuando llego su amiga.

Durante los 10 años del programa televisivo, Mónica se reunía con Jennifer, cada domingo por la mañana, para darle personalmente su correspondencia especial . Esto se convirtió en una tradición que poco a poco las dos empezaron a disfrutar.

Cada domingo Mónica llegaría a la casa de Beverly Hills con KILOS de correspondencia. Pero cada vez, que Mónica le entregaba  sus cartas especiales. Jennifer le pedía que le dejara las fotos. Mónica nunca, supo por largo tiempo que hacía con las fotos. Ella tenía una idea. Quizás su cliente las guardaba como un trofeo. Quizás, las almacenaba como un acto narcisista, pero después de 10 años las dos empezaron a disfrutar su rutina. Estar sentadas todos los domingos viendo vergas de “fans” y calificándolas dependiente su glande, diámetro y longitud.

Continuara…..


Espero sus comentarios y respuestas. Estoy abierta a hacer la vida de otras actrices