La victoria

Vanesa acaba teniendo una autentica orgía fuera de la disco.

LA VICTORIA

Vanesa como todos los viernes se vestía y maquillaba para salir con sus amigas de fiesta por la zona de marcha de su ciudad. Este viernes habían decidido que irían a una discoteca que había al lado de un polígono industrial. Ella tenía el día guerrero y se vistió con un top negro, una faldita corta y unas deportivas. De ropa intima no llevaba sujetador y si un diminuto tanga de algodón de rayas azules y blancas.

Se terminó de maquillar cuando llamaron al portero automático. Era Maria su amiga que la metía prisa que bajase rápido que estaba Juan uno de sus amigos esperándolas con el coche. Juan era un compañero de la Universidad con el que había tonteando alguna vez en la fiesta de la facultad pero que nunca había ido más allá de unas miraditas ardientes y alguna palabra subida de tono.

Bajó rápido después de coger el bolso. Se sentó en el asiento del copiloto que era el que la había dejado su amiga. Dio dos besos a Juan y saludó a su amiga con un pico y se fueron a la discoteca. Llegaron y saludaron a una cuadrilla de chicos y chicas amigos suyos que había en el aparcamiento. Entraron a la sala y pidieron algo para beber. Como siempre ella pidió un vodka con naranja.

Salió a bailar a mitad de la pista, la encantaba dar la nota bailando, salió también su amiga Maria y empezaron a bailar muy pegadas dando un autentico espectáculo lésbico que hizo que las hicieran corro y jalearan el baile. Se retiraron cuando la temperatura sexual había alcanzado el cenit dejándoles a ellos empalmados y a ellas muy mojadas. Se veía en la cara de todos los que las rodeaban la excitación y el deseo.

Como la estaba gozando, fue a la barra y dio un sorbo a su vaso y le dijo a Maria que la acompañara al baño. Juan muy picaramente la guiñó un ojo y dijo:

A ver que hacéis ahí dentro que con lo que habéis calentado a alguna a ver si no os dejan salir jajaa.

¿Por que no vienes tu y apagas mi fuego? –respondió Vanesa que para eso ya estaba desatada, había terminado los exámenes y hacía dos meses que no follaba.

Las dos chicas fueron al baño mientras Vanesa se bajaba el tanga y se sentaba en la taza a mear su amiga la reprendía por su comentario con Juan.

Te has pasado Vane, tía, o es que quieres tirartele? Porque oportunidades has tenido muchas y tú nunca has querido.

Vanesa se rió y la dijo que solo quería ponerle a prueba y que si se lanzaba entonces vería que hacía. Dicho esto cuando Juan entró al baño, le hizo señas a Maria para que no dijera nada y saldría del baño. Maria le hizo caso. El chico entró en la cabina donde estaba Vanesa y antes de que la chica pudiera decir nada cogió a la chica del pelo y la dijo que si tan caliente estaba porque no le demostraba lo que era capaz.

Ella decidida le soltó el cinturón y bajó la cremallera, la polla del chico salió como por resorte, estaba visto que no llevaba ropa interior. Ella empezó a mamarla dándola besitos en el glande y lametones en toda la polla para después metersela de nuevo entera en la boca jugando con la lengua en el frenillo. Estaban así con el chico con los pantalones en los tobillos y ella mamando la polla cuando se abrió la puerta de golpe y entró Amaia que era una de las chicas del grupo al que habían saludado fuera. La chica se quedó estupefacta pero empezó a tocarse por encima de las braguitas masturbándose. Pero al de pocos segundos recuperó la serenidad y les dijo que para follar que se fueran al descampado detrás de la discoteca que estarían más cómodos. Vanesa la dijo que iban si ella se unía y la chica dijo que si pero si iba también Maria.

Se vistieron, salieron. Juan metiendo mano a Amaia. Vanesa se acercó a Maria y le dijo al oído la propuesta de Amaia. Maria primero se indignó pero después accedió y fue con ellos. Saliendo de la discoteca se encontraron con dos amigos de Juan que le dijeron a ver si se había follado ya a Vanesa y que si no que se la dejara a ellos que tenían ganas de tirarsela. Vanesa les miró con furia por lo machista del comentario pero pensándolo fríamente los chicos estaban muy buenos.

Fueron al descampado y Vanesa se desnudó entera junto con Maria y Amaia, las tres acariciándose, metiendose mano y besándose. Estaban dando un autentico espectáculo porno y morboso. Los chicos se habían sacado las polla y empezaban a masturbarse pero las chicas ya desnudas les dijeron que parasen que sacarles la leche era cosa de ellas. Vanesa que era la cabecilla era morena, de estatura media, delgada, ojos azules, pechos firmes con los pezones apuntando como dos pitones, el culo redondo de carne prieta y el pubis rasurado del que solo quedaba un poco pelusa medio rubia.

Se acercó a Juan y se arrodilló frente a él, le sacó la camiseta y le acabó de bajar los pantalones, las otras chicas hicieron lo mismo Maria con Mikel y Amaia con Jon. Estaban desatadas y calientes. Vanesa se metió por completo la polla de Juan en la boca y mamaba como una autentica experta. Juan la guiaba con gemidos o con ordenes expresas de donde debía de besar o acariciar. Cuando la polla de Juan estaba tan dura como una barra de hierro Vanesa le empujó con las manos tumbándole boca arriba y en cuclillas se fue clavando el pene del chico en su coño dejando que se deslizase muy lentamente hasta estar completamente empalada por semejante falo.

Ella gemía mientras al otro lado las otras chicas no paraban de mamar. Mikel fue el que tomó la iniciativa y se deshizo del beso de Maria para situarse detrás de Vanesa, la acarició los pechos con las dos manos abiertas, abarcándolos y amasándolos. Luego bajó a la raja del culo y pasó la lengua a lo largo de todo él centrándose en su agujerito trasero, lo lubricaba con la saliva y lo estimulaba con el dedo índice hasta que el esfínter cedió y logró meter el dedo poco a poco y empezar a follarla con él. Luego introdujo dos dedos y repitió la misma operación, seguidamente tres y cuando con estos tres la follaba sin dificultad colocó la polla y empezó a intentar penetrarla con ella logrando meter la mitad primero y seguidamente toda ella.

Con las manos en los pechos la marcaba el ritmo acoplándose al ritmo de Juan que la follaba el coño. Miró y vió que Jon tenía su polla en la boca de Vanesa y al otro lado de esta triple penetración estaban las otras dos chicas en un 69 auténticamente lujurioso. Amaia tenía su cara entre los muslos de Maria lamiendo su coño de una manera semejante a una batidora. Maria gemía pero más que gemidos eran gritos de placer. Vanesa se veía que era una experta follando porque Mikel notaba como el caliente esfínter apretaba su polla como queriéndola exprimir. Ella notaba la excitación de los chicos y paraba o aceleraba según ella creía. A su lado las otras dos chicas ya llevaban un par de ricos orgasmos cuando los tres muchachos anunciaron que se iban a correr y Vanesa se levantó arrodillándose en el suelo y recibiendo en su cara y en sus tetas todo el semen. Los chicos a continuación fueron limpiados por las lenguas de las chicas que les dejaron las pollas relucientes y se sentaron a descansar sobre la hierba. Maria y Amaia se abalanzaron como dos lobas sobre Vanesa lamiendo todo el semen de los chicos que quedaba sobre la piel de la mujer y formaron con Vane un trio lamiéndose, besándose y acariciándose hasta que las tres tuvieron un largo y dulce orgasmo que las dejó exhaustas.

Cuando acabaron Mikel y Jon se fueron a casa llevando a Amaia y Juan llevó a casa a las otras dos muchachas.

Este es un relato imaginario pero va dedicado a una dulce mujer madrileña la cual me inspira y pidió este relato escribiéndome. Si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com